capitulo 19

4K 331 12
                                    

Mientras vamos en el auto no dejo de pensar en Meredith ¿Cómo pude olvidarme de ella? Ella es una persona de temer y tengo miedo de lo que puede lograr, cuando llegamos a casa Meiling recibió a las niñas con un gran abrazo y después las tres entraron, yo por mi parte me quedo afuera con Dean, agarra mi mano y comenzamos a caminar por el lugar.

—Tenemos que arreglar muchas cosas cariño —dije mientras nos sentábamos en una banca frente al lago—. Tienes que mostrarme donde queda el hospital más cercano y también tenemos que contactar a algún doctor del lugar y programar el parto y arreglar la pañalera de emergencia por si el parto se adelanta.

—Entiendo cariño ¿Te parece si salimos mañana a hacer todo eso? —preguntó el rodeándome con sus brazos—. A decir verdad hoy quiero acostarme contigo en todo lo que queda del día y ver películas.

—En definitiva me gusta ese plan —dije robándole un beso.

Después de discutir un poco más sobre Meredith entramos a la casa, las niñas están dormidas y Meiling se encuentra encerrada en su habitación, subimos con cuidado y cerramos la puerta, después de tres horas de ver películas nos quedamos profundamente dormidos.

Mi estómago comienza a gruñir con insistencia, abro poco a poco los ojos y noto que ya todo está oscuro, me despierto y despierto a Dean pero me dice que no tiene ninguna intención de levantarse, poco a poco me arrastro fuera de la cama y cuando llego a las escaleras escucho una voz, es el abuelo, bajo las escaleras y cuando entro a la cocina él está ahí sentado con las niñas comiendo, miro a Meiling quien me hace una seña con los hombros indicándome que no tiene ni idea de que hace acá.

—¿Abuelo? —pregunté acercándome lentamente a la mesa.

—Hola Emily —dijo él intentando sonreír—. Por lo que veo ya pronto nacerá el bebé.

—Faltan dos meses —le respondí mientras me sentaba—. ¿Dean lo invitó?

—No, él no me invitó, quería sorprenderlo y de paso hablar con ustedes.

—Me parece bien pero tendremos que esperar a que él despierte —dije alcanzando un plato con comida.

—Entonces esperemos —dijo él sin ninguna molestia.

El resto de la cena hubo una tensa calma, el abuelo intentaba buscar conversación pero ni Meiling ni yo teníamos mucho interés, cuando por fin terminamos de comer se sintieron unos fuertes pasos y cuando Dean apareció no lo vi, pero supuse que estaba tan sorprendido como yo, se sienta a mi lado no sin antes darme un beso en la cien.

—Niñas ¿Podrían dejarme a solas con sus padres? —les pidió el abuelo.

Meiling inmediatamente se levanta y las lleva a su habitación.

—¿Qué sucede? —preguntó Dean con sorpresa.

—Vengo a ofrecerles disculpas —dijo el abuelo mirándonos—. No fue buena idea aceptar a Marta en casa, lo sabía... pero nunca quise que se fuera, es mi hija, llevaba años sin saber de ella y quería unir a la familia.

—¿Qué sucedió? —pregunto Dean mientras se servía de comer.

—Después de que ella fue asesinada yo entré a su cuarto para organizar sus cosas y entregárselas a su hija pero descubrí algo que me dejo perplejo —hizo una pausa esperando que alguno dijera algo pero nadie dijo nada—. Ella estaba pasando información personal de cada uno de ustedes a un cartel enemigo que por lo que me han dicho les han causado muchos problemas, ellos lo saben todo, el nombre de sus hijas, sus edades, cuando nacerá más o menos su próximo hijo y donde nos encontrábamos, ustedes no lo sabían pero dos días después de que se fueron un enorme grupo armado llego a buscarlos.

Abro los ojos inmediatamente, me doy la vuelta para ver a Dean pero él está completamente tenso.

—Yo me encontraba entre los arboles de manzano cuando escuché los disparos y el ruido así que fui a esconderme, después de dos días durmiendo en el pequeño escondite me animé a salir y cuando lo hice todo estaba echo un desastre, la casa estaba revuelta, las habitaciones igual y todos los documentos que estaban en el cuarto de Marta desaparecieron, empaque mis cosas y me fui del lugar.

—¡No puede ser! —gritó Dean dándole un fuerte golpe a la mesa—. ¿Ya le dijiste a papá?

—Claro que le avise, ya dejaron la casa y probablemente en dos días estén acá.

—Tenemos que prepararnos —mi esposo se coloca de pie—. Sabes que no se quedarán así.

—Por cierto Emily —el abuelo empezó a revisar sus bolsillos—, cuando llegue a tu habitación encontré esta carta —arrastró un papel doblado sobre la mesa.

La agarro y rápidamente saco el papel del sobre.

"tu destruiste mi hogar, yo haré lo mismo con el tuyo"

Inmediatamente me coloco de pie, Dean agarra la carta y después de leerla la coloca sobre la mesa.

—Esto no está bien —murmuró mi esposo agarrándome de la cintura y dándome un beso en la mejilla—. Tendremos que reforzar la seguridad y armarnos mejor.

—Me parece correcto hijo, pero si quieres mi opinión —el abuelo se colocó de pie—, me parece que ese cartel se creó única y exclusivamente para vengarse de ti —dijo fijando sus ojos en mi.

—¿Por qué lo dice? —pregunté después de tragar saliva.

—Porque hablé con un viejo amigo y él me dijo que no tienen idea de quién es el líder pero si es alguien que está muy conectado a este cartel y en especial a ti.

—Oye —me llamó Dean dándome la vuelta—. Todo estará bien, lo prometo —me abrazó con fuerza.

—Esto no está bien —murmuré dejando salir mis lágrimas.

—¿Qué has sabido de Julia? —pregunto Dean.

—Hable con ella inmediatamente me enteré de la muerte de su madre pero apenas le importó, fue muy extraño.

—Demasiado extraño —musitó mi esposo completamente serio—, será mejor que descanses abuelo, ven, te muestro donde puedes dormir —dijo Dean soltándome y comenzando a caminar con el abuelo.

Subimos juntos por las escaleras y Dean abre la última puerta del pasillo, es una habitación algo pequeña, perfecta para huéspedes, después de desearnos buenas noches Dean y yo fuimos a ver a las niñas, ya están profundamente dormidas, entramos a nuestra habitación y nos colocamos la pijama, nos acostamos en la cama y nos cubrimos con la sábana pero no tenemos ni un poco de sueño.

—¿Qué sucederá ahora? —pregunte un poco nerviosa.

—Lucharemos cariño, eso sucederá —dijo él atrayéndome a su cuerpo.

—Al parecer aun después de muerta te seguiré causando problemas.

—El único problema que yo podría tener seria perderte.

—Pero eso no pasará —dije robándole un rápido beso—. Pero si quiero que tomemos medidas de seguridad, quiero que el día del parto solo estés tú y tu madre, quiero que seamos lo más discretos posibles con el lugar del parto y quiero que un doctor de confianza atienda mi parto, no cualquiera.

—Todo me parece perfecto cariño y mañana mismo buscaremos un hospital.

—Está bien —dije cerrando poco a poco los ojos—. Te amo Dean.

—Yo también te amo Emily.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora