Capitulo 67

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—¡Eres una maldita mentirosa! —gritó la señora Aura llamando la atención de todos.

—No es mentira —le replicó Mariana sacando una prueba de embarazo de su bolsillo.

La madre de Dean le arrebata la prueba y la mira.

—Esto no prueba nada —se la arrojo para devolvérsela.

—¡Si estoy embarazada! —exclamó ella casi haciendo un berrinche—. Y es de Dean, se lo aseguro.

—No lo es... —dije sentándome en una de las sillas, siento mucho mareo.

—¿Ah si? —Mariana me miro y empezó a caminar hacia mí—. Que yo sepa tu no es que hables mucho con él así que ¿Cómo puedes asegurar eso?

—No es de Dean porque él no puede tener hijos —dije recostando mi cabeza a la pared que estaba detrás de la silla.

—¿Qué dijiste? —pregunto ella mirándome con los ojos abiertos—, y yo soy la mentirosa —empezó a reír de manera nerviosa—. Lo dices por los rumores de que no tiene erecciones ¿Cierto? ya no sabes ni que inventar para que él no te deje.

—¿No me crees? —le devolví la mirada—, revisa su historial clínico entonces, Dean no puede tener hijos porque... cuando quede embarazada de Ethan decidimos cerrar la fabrica de bebés —miré a la madre de Dean quien me mira con los ojos abiertos—.. Él se hizo la vasectomía y yo me ligue las trompas después de dar a luz...

Todos están incómodamente callados, Mariana me mira con sus ojos abiertos y está pálida como un papel, la madre de Dean se ve algo molesta y James a penas puede contener la risa.

—Eso... eso no es... él nunca me dijo eso.

—¿Por qué tendría que decírtelo? —dijo la madre de Dean—, no me lo dijo a mí que soy su madre ahora se lo va a decir a una zorra fácil como tu, y tu Emily —me miró—. ¿Cómo te atreviste a ocultármelo?

—Porque fue nuestra decisión —me coloqué de pie—, no suya, ni de él —señalé al señor Adrian—. Y sinceramente estoy muy cansada para soportar todo esto.

—¡Pero yo quería mas nietos! —protestó la mujer.

—Pues trate de convencer a su hijo que se vuelva a operar para tener hijos y que se case con ella —le sugerí señalando a Mariana.

—¡Nunca permitiría que mi hijo estuviera con la mujer que mato a mi nieta! —gritó ella obligándonos a salir, la conversación está demasiado sulfurada para seguirla adentro.

—¡Eso fue culpa de ella! —chilló Mariana señalándome—. Si ella no se hubiera movido no le hubiera disparado a la niña.

—Eso no es cierto —di varios pasosa hacia Mariana para intimidarla, cosa que conseguí—. Y te lo advierto, no me busques o olvidaré que esto es un sitio publico y esta vez no habrá nadie que te salve.

—Solo deja a Dean en paz para que él rehaga su vida —prácticamente me ordenó ella con una mirada asesina.

—No te preocupes —la miré con una falsa sonrisa—. Que de ahora en adelante Dean es todo tuyo.

—¡Sobre nuestro cadáver! —gritaron los padres de Dean y James.

Ella cambia su mirada y ahora me sonríe.

—Pero si él ya fue mío, y mucho antes de matar a tu hija... incluso antes de que naciera tu bebé...

—Eres muy mala mintiendo —la contradijo James—. ¿O acaso se te olvida que yo estaba ahí?

—Pero no lo estabas todo el tiempo ¿O si?

La madre de Dean no lo soporta más, la golpea con fuerza haciéndola caer al suelo, Mariana se va corriendo después de recuperarse del golpe y veo como se sube a una camioneta.

—Y tu Emily —la mujer si dirigió a mí—. Si no te gusta que opinemos en sus elecciones... será mejor que te vayas.

—¡Mamá! —gritó James.

—No te preocupes James —dije relajada—. Ya ese asunto lo arregle con Dean y el señor Adrian.

—No te vas a llevar a mis nietos.

—¡Por supuesto que si! son mis hijos.

—No tienes como mantenerlos —dijo ella enojada—. No tienes como mantener sus estilos de vida.

—Yo solo quiero alejarlos de todo esto.

—No pasará Emily, no te los llevarás y si te los quieres llevar tendrás que demostrarme que ellos van a vivir bien contigo.

—¿A que se refiere?

—Que de ahora en adelante no te daremos mas dinero —dijo el padre de Dean apareciendo detrás de ella—. Tendrás que trabajar si quieres dinero.

Los miro, al parecer ellos esperan una pataleta, pero no les daré gusto.

—Bien —crucé los brazos—. Conseguiré un trabajo pero mañana me llevaré a mis hijos y nadie me lo impedirá.

—Yo te lo impediré —dijo la mujer acercándose a mí—. Mis nietos no van a vivir una mala vida solo por tu orgullo.

—¡No es orgullo! —vociferé cansada de su negativa—. Es que ya no quiero que ellos corran mas riesgo.

—Hagamos una cosa —se interpuso James colocándose como mediador—. Esperemos que Dean despierte y solucionamos esto.

Todos aceptamos a las malas, los padres de Dean se van y yo me quedo con James en la habitación de Dean cuidándolo.

—Oye —habló James acercando su incomoda silla a la mía—. Felicidades por enfrentar a mi mamá, Dean estaría muy orgulloso de ti.

—¿Por qué lo dices? 

—Ella siempre ha querido mandar en nuestra vida y decirnos como vivirla, normalmente Dean era el que la enfrentaba, a él tampoco le gusta que ella le diga como llevar su hogar ¿Por qué crees que te llevo a vivir tan lejos de ella?

—Pensaba que era para evitar a los enemigos.

—En parte si —dijo James—. Pero se que también fue para evitar que mi madre metiera la nariz en lo que no debía.

—Entiendo.

—Emily ¿Ya no amas a mi hermano?

—No es que no lo ame... es solo que he descubierto muchas mentiras y él también ha dicho muchas cosas que duelen... se alejo de mí de una manera tan abrupta.

—¿Mentiras? ¿Qué mentiras?

—Que no me quiso la primera vez que me vio, apenas si me prestó atención.

—Emily, yo te puedo dar fe en que Dean te amo desde el primer día que te vio.

—Eso no fue lo que él me dijo... 

—Créeme que es así...

No hablo mas, no se en que momento quedo dormida y cuando me despierto estoy cubierta por mi chaqueta, mi cuello duele y tengo calambres en los pies, James también está  completamente dormido y Dean sigue exactamente en el lugar donde estaba, me levanto para ir al baño y cuando salgo James ya está despierto.

—Que horrible noche —se quejó él estirándose—. ¿Quieres algo de comer?

—Si por favor.

Después de comer fuimos reemplazados por los padres de Dean, yo fui a buscar un empleo junto con Irina y James fue a cuidar a su bebé, después de buscar en todos los lugares posibles encuentro dos opciones, uno como camarera en una cafetería y otro como mesera en una discoteca, al final y por cuestiones económicas acepto los dos.

Al principio de la semana fue muy difícil adaptarme y también tener que cuidar a Dean, apenas si como en el día y en la noche tengo que soportar a borrachos irrespetuosos, mi única noche libre tengo que usarla para cuidar a Dean y estoy agotada, me estoy quedando dormida sobre la incómoda silla pero una suave voz me obliga a abrir los ojos, Dean me está llamando, me levanto de golpe y me acerco a la cama, sus ojos están entreabiertos y se ve confundido.

—Emily... Cariño... ¿Cómo está Ana? —murmuró suavemente.

Yo lo miro con los ojos completamente abiertos ¿Será que por fin nos recuerda?

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora