fuertes lazos

capitulo 60

—¿Y qué harás? —me preguntó Irina mirando el papel.

—Lo firmaré... supongo —dije agarrando el papel de la mesa para releerlo.

—¿En serio quieres divorciarte?

—Por supuesto que no —bajé el papel para mirarla—. Yo amo a Dean, lo amo con todas mis fuerzas pero no logro que él me recuerde y ya me dejo claro que tampoco quiere hacerlo.

—Pero no es justo Emily, debes luchar un poco más.

—No puedo soportar que me trate así —me coloque de pie—. Odio que lo haga porque provoca que en el fondo de mi corazón lo deje de amar y no quiero dejar de hacerlo.

—Pero si firmas eso tendrás que olvidarlo.

—Dean no es una persona que tu fácilmente olvides, Irina, nunca olvidaré nada de lo que vivimos ni de lo que hicimos ni de lo que sufrimos, y sé que probablemente no volveremos a hacer la misma pareja, probablemente ni si quiera seamos amigos, pero prefiero quedarme con lo que éramos antes ha destrozar mi dignidad esperando que algo mágico pase.

—Entiendo todo eso Emily, pero dime dos cosas ¿Cómo le explicaras esto a Elizabeth? y ¿Serás capaz de dejarlo ir?

—El como se lo explicaré a Eli tendré que pensarlo muy bien y si seré capaz de dejarlo ir... no lo sé, probablemente no, pero en definitiva tengo que intentarlo.

El resto de la tarde estuvimos ideando como le diré a Elizabeth que probablemente no volverá a ver a su padre, pero no se nos ocurrió nada, por otra parte le ayudé a entender muchas cosas acerca de los bebés, fue una tarde muy buena a pesar de lo del papel, después de que se fue me reúno con mis suegros y les muestro el papel.

—No lo firmes —habló el señor Adrián después de varios minutos de silencio.

—¿Qué? —preguntamos la señora Aura y yo al tiempo.

—Si firmas ese papel le estarás dando la llave para que se vaya y lo perdamos para siempre...

—Mi cielo, ella tampoco puede estar así —dijo su esposa mirándolo fijamente.

—Emily... si lo firmas lo perderás.

—Con todo respeto señor Adrian —dije mirándolo—.Lo perdí desde el momento del accidente y a este punto me cuesta creer que volverá.

—Si firmas ese papel no podremos mantenerte —dijo él severamente.

—Eso no es cierto —lo contradijo su esposa—. Escuchaste lo que dijeron los jefes.

—Eso no significa que este obligado a darle dinero.

—Y yo no permitiré que mis nietos vivan una mala vida —dijo la mujer colocándose de pie.

—¿Qué quieren decir? —pregunté mirándolos.

Pero ellos no me respondieron, un auto se escucha en la entrada, cuando llegamos a la puerta Dean esta entrando.

—¡¿Qué diablos haces aquí?! —le preguntó su madre agarrándolo del brazo y llevándolo al auto—. Tu hija está aquí y no puede verte.

—Solo vengo por unos documentos.

—¿Tu divorcio? —preguntó su padre—. Ella no lo firmará, hijo.

—tiene que hacerlo.

—Dean —llamé su atención—. No los firmaré...

—Más te vale que lo hagas —advirtió mirándome.

—¿O qué?

—Te obligaré.