Sweet Killer::KV

By LynnByoon

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Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos exprimentan lo que realmente eres. » KookV [Tae!bottom] » Histor... More

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Segunda Temporada
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What If...
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40 : Final
Epílogo

Bloody Valentine

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By LynnByoon

Había un total de cuatro cuerpos cuya sangre había sido drenada por completo. Permanecían colgados como reses congeladas de cabeza sobre la tina de baño moviéndose ligeramente de un lado a otro con un corte profundo en la garganta y los rostros distorcionados en muecas de horror, ojos vacíos y piel ligeramente verdosa. Sujetos de los tobillos con un par de ganchos metálicos que los atravezaban de un extremo al otro

—Son los últimos– mencionó Taehyung.

Jungkook jaló de los cuatro cuerpos, destrozando el hueso y la piel de un tirón y con gran hábilidad, los alzó por encima de su cabeza y los arrojó sobre la pila de cadáveres que permanecía en la esquina más lejana del cuarto de baño.

—Tan fuerte y sexy– sonrió Taehyung —ya vuelvo– y salió corriendo con una sonrisa en sus labios.

Jungkook observó la docena de personas muertas en su baño y empezó a creer que necesitaba dejarse engatusar por Taehyung. El mayor simplemente lo hacia ir con la corriente y terminaba matando como idiota. ¿Dónde había quedado el asesino metódico y calculador que se esforzaba por no ser descubierto? A estas alturas ya ni siquiera le importaba tener a la policía pisando sus talones. Con Taehyung a su lado se sentía estúpidamente inalcanzable.

Esperó obedientemente a que el pelirrojo regresara y mientras tanto suspiró haciendo una mueca al horrible olor a sangre y analizó la tina de baño llena de aquel líquido rojizo oscuro.

Por el momento había logrado hacer que Taehyung no insistiera con lo de contarle sobre su pasado pero sabía que terminaría insistiendo tarde o temprano. El mayor era bastante insistente cuando quería y él no podría evitar el tema toda la vida. Por ahora lo había logrado distraer con aquel capricho de vacíar la sangre de esas personas en la tina.

Escuchó los pasos apresurados que se acercaban al baño y alzó la mirada, sorprendiéndose y casi atragantándose con su propia saliva al observar a Taehyung. El pelirrojo estaba de pie en el marco de la puerta luciendo hermoso enfundado en un conjunto de ropa interior de encaje, medias altas, un lindo collar en su cuello y un par de coletas atadas con pedazos de piel humana.

—¿Me veo bien?– preguntó entusiasmado.

—Perfecto– asintió Jungkook y alzó los brazos para que se acercara.

Taehyung sonrió y llegó hasta él dándo vueltas mientras el camisón de encaje transparentoso revoloteaba en el aire. Jungkook podía ver fácilmente los pezones erectos bajo la fina tela, el miembro ya semi erecto apretujado bajo aquella delgada prenda femenina. El mayor sonrió ampliamente, gotitas de sangre cayendo desde los pedazos de piel que usaba a modo de ligas para mantener su revoltoso cabello a raya.

—¿Quieres ser mi San Valentín?– preguntó Taehyung con ojitos ilusionados.

—Soy yo quien debería estar preguntando– sonrió Jungkook y se inclinó al frente para besarlo.

Los brazos de Taehyung se envolvieron rápidamente alrededor de su cuello, buscando más contacto. Las manos del pelinegro delinearon la cintura del mayor y descendieron hasta la curva entre su espalda y el inicio de su respingado trasero. Taehyung abrió los labios, succionando la lengua de Jungkook mientras sus manos inquietas bajaban para encontrarse con las del menor. Con brusquedad, obligó a Jungkook a hundir las manos bajo la escasa ropa y amasar sus glúteos.

—Toca más, Kookie– pidió en medio de un gemido cuando se separó para hacer un camino de besos por la línea de la mandíbula del otro.

—Si insistes– Jungkook sonrió dejando que Taehyung se abriera camino hasta su cuello con lamidas sonoras y mordidas juguetonas mientras él por su parte, separaba los suaves glúteos y rozaba con la punta de su dedo sobre la apretada entrada.

Taehyung soltó un respingo y jadeó, besando y mordiendo con más ganas ahora. Jungkook acarició con movimientos bruscos, tentando alrededor pero sin intriducir siquiera la punta del dedo. Taehyung empezó a impacientarse, su erección rozaba descaradamente contra la pelvis del menor, el encaje se sentía húmedo y la punta rojiza del miembro se alcanzaba a asomar por encima del elástico de la ropa interior.

—Creí que querías hacerlo ahí dentro– apuntó Jungkook hacia la tina.

Taehyung se separó de él a duras penas, sus ojos brillaban con lujuría, sus labios rojos bien besados y tenía ese gesto de estar perdiendo la cordura que tanto le gustaba a Jungkook.

—Ah, si– asintió, apenas recordando que había sido su idea follar en una tina llena de sangre.

Jungkook soltó una risita burlona y le dio un pequeño beso sobre la frente, apartando su flequillo.

—Eres un desastre– dijo y se alejó aún más hasta poder sacarse la playera de algodón que llevaba de un solo tirón.

Taehyung se mantuvo inmóvil hasta que las manos del menor continuaron ahora abriéndose el pantalón para finalmente bajarlo y apartarlo de una patada, quedando desnudo frente a él.

Taehyung lo recorrió con ojos impacientes. El abdomen esculpido, los brazos bien trabajados, los muslos gruesos, el vello oscuro que empezaba desde el inicio de la cadera y se abría paso como un camino frondoso hasta esa parte de la anatomía que tanto adoraba. El pene apenas un poco duro de Jungkook se empezaba a alzar aumentando de grosor como un imponente monumento al arte. La boca del pelirrojo se hizo agua y casi como si sus piernas hubiesen perdido la fuerza, se dejó caer de rodillas ahí mismo, frente a él.

Se apresuró a besar la punta sensible, lamiendo los pliegues alrededor del glánde de forma circular. Jungkook emitió un gruñido placentero y acarició la cabeza de Taehyung palmeando en medio de sus coletas. El pelirrojo siguió con su labor, ahora lamiendo la vena que atravezaba la caliente erección desde la punta hasta la base y de regreso, engullendo mitad del miembro cuando finalmente llegó a ese punto.

Con movimientos impacientes y desesperados, Taehyung movía la cabeza de arriba a bajo ahuecando sus mejillas para presionar, yendo tan profundo como podía hasta que sentía la punta húmeda golpeando en su garganta. Repitió sus movimientos gimiendo y lloriqueando.

—Te ves tan hermoso– murmuró Jungkook con voz ronca y baja.

Taehyung estuvo tentado a sonreír pero no podía dejar de succionar, sintiendo su boca placenteramente llena y estimulada.

—Manos en mis muslos– ordenó el menor.

Taehyung asintió de inmediato al tiempo que Jungkook tomaba su cabeza, hundiendo los dedos en los mechones pelirrojos y empezaba a moverse con fuerza dentro y fuera de aquella cálida boca. Taehyung cerró los ojos, disfrutando de la sensación de sentirse medio asfixiado con el sabor espeso y salino del líquido preseminal salpicando en el interior de sus mejillas, por su lengua, dientes y garganta.

Las embestidas fueron brutales y erráticas cuando finalmente Jungkook sacó el pene húmedo y rojizo de su interior y siguió acariciandolo con movimiento rápidos hasta que finalmente la eyaculación salió disparada sobre el rostro confundido y ansioso de Taehyung.

—Te ves aún más perfecto– sonrió Jungkook, ayudando a Taehyung a ponerse en pie.

—Kookie...– murmuró el pelirrojo, su flequillo mojado chorreaba la corrida blanquecino y sus labios hinchados esbozaron un puchero.

—Tranquilo bebé, te daré lo que quieres–.

Jungkook tomó a Taehyung en brazos, cargandolo a modo nupcial y caminó hasta la tina con él. El pelirrojo suspiró, recargando la cabeza en el hueco entre el hombro y el cuello, besando perezosamente. Jungkook metió un pie al interior de la rojiza bañera, sintiendo la tibieza que aún albergaba la sangre.

Introdujó el otro pie y lenta, muy lentamente, se dejó caer hasta que sus piernas, torso y pecho quedaron cubiertos por el líquido. Taehyung soltó una risita alegre cuando sintió la sangre llenando su piel canela, la tela de su ropa interior ensuciándose. El mayor movió las piernas inquietamente y suspiró relajado, dejando que Jungkook lo acunara en sus brazos.

—Así se debe sentir el paraíso– comentó.

—¿Te aseguraste de que no tuvieran alguna extraña enfermedad?– Jungkook parecía menos convencido, su lado racional asomándose un poco.

—De algo tendremos que morir– Taehyung le restó importancia.

Jungkook no podía creer que se dejara llevar tan fácil por ese chico.

El mayor empezó a mover el trasero, restregándose contra el miembro del otro. Jungkook rió entre dientes al notar que su pene no se resistía a la fricción. La sensación era extraña en aquel líquido, los movimientos no eran tan rápidos como en el agua, costaba moverse un poco y se sentía raro. Pero a Taehyung parecía no importarle.

Jungkook se dedicó a besar el cuello del pelirrojo con tranquilidad, las manos de Taehyung se movían de un lado a otro buscando más contacto. En cuanto Jungkook tuvo una erección de nuevo, el pelirrojo se deshizo de la poca ropa ahora empapada de sangre y se acomodó para la penetración. Tan impaciente como siempre.

Jungkook lo ayudó a alinearse, observando lo hermoso que se vaía con la espesa sangre chorreando todo su bello cuerpo, cayendo en castada por su pecho agitado.

—Lo quiero dentro– suplicó.

Jungkook lo tomó por las caderas, dándo un suave beso en el ombligo de Taehyung, sintiendo el sabor cobrizo de la sangre en sus labios. Ni siquiera se tomó el momento para preparar a Taehyung, ambos sabían que al mayor le gustaba que doliera.

Obligó a Taehyung a deslizarse hacia abajo. La punta del miembro tocó el contraída entrada, Jungkook empujó un poco pero no entró así que lo obligó a elevarse y tiró de nuevo hacia abajo pero con más fuerza en ésta ocasión.

Taehyung gritó de dolor y placer, arqueándose en el aire, la sangre se agitó, derramando por los bordes de la tina, salpicando el suelo del baño con un sonido pesado. Taehyung empezó a moverse casi de inmediato, sintiendo el dolor ardiente, la polla caliente y la sangre en su recto agitandose al rítmo de sus movimientos. Le encantaba montar a Jungkook, pero en ese momento se sentía especialmente bien. Había algo morboso y asombroso en tener sexo bañados en sangre.

Las manos del menor reposaban sobre sus caderas, sin hacer el esfuerzo de moverse mientras Taehyung gemía y brincaba sobre la erección en busca de su liberación, trabajando duro por ella. Los sonidos placenteros que dejaba salir se perdían en forma de eco, los cadáveres apilados en la esquina eran los únicos téstigos, con aquellos ojos sin vida fijos en la nada.

Jungkook se dejó llevar nuevamente, échando la cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación de la sangre espesa golpeando en pequeñas olas de repercución cada vez que los glúteos de Taehyung chocaban contra sus muslos. Gruñendo y arañando en busca de más profundidad. Jungkook se movió finalmente, alzando su cuerpo para encontrar los movimientos del pelirrojo.

Taehyung rodó los ojos hacia atrás maldiciendo por lo alto cuando el placer se convirtió en algo paralizante. Jungkook siguió moviéndose en estocadas salvajes que hicieron la sangre salpicar, alzándose hasta llenar el rostro de Taehyung y parte del suyo también. El sonido de golpeteo perdiéndose detrás de los graznidos inhumanos que soltaba Taehyung en cada nueva penetración.

—Más, Kookie... Más– pedía entre gemidos.

Jungkook se incorporó, haciendo que el cuerpo del mayor cayera de espaldas sobre la tina, alzando una enorme ola de espesa sangre. Taehyung usó sus brazos para sujetarse mientras Jungkook empezaba a follarlo en serio. Con las piernas bien abiertas y la rojiza sangre entrando por su boca entre abierta, Taehyung gritó y se corrió en medio de temblores.

Jungkook sonrió altanero y siguió embistiendo, golpeando la sobre estimulada próstata del mayor hasta hacerlo chillar como una especie de animal en celo. Apretó los dientes cuando sintió su orgasmo cerca y embisitó con fuerza desmedida hasta que el cuerpo de Taehyung brincó y se estampó contra la pared de la tina dejando un sonido hueco.

Taehyung cayó por completo dentro de la tina llena de sangre, tragando un poco de la misma en el proceso antes de ser tirado de regreso a la superficie por la poderosa mano de Jungkook.

—Te queda el rojo– murmuró el pelinegro, depositando un beso en la mejilla de Taehyung quien sonrió, agotado y aturdido.

Jungkook tomó lugar de nuevo, sentandose en la tina y llevó a Taehyung con él, recostandolo contra su pecho. Ambos lucían asquerosos, llenos en sangre. Tomaría una eternidad limpiar el desastre pero que más daba.

—Feliz San Valentín...– murmuró Taehyung, medio dormido.

—Feliz San Valentín– correspondió Jungkook, acariciando la cabeza del pelirrojo con cariño.




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Y feliz san Valentín a ustedes también 7u7r

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