Pov Alba.
Natalia se quedó dormida enseguida. Cuando note su cuerpo parar de temblar, me relaje y también me dormí.
No habíamos comido nada y el hambre hizo que me despertara. Nose que hora es. Me estiro para coger el móvil de la mesita sin despertarla, ya que sigue enrollada en mi cuerpo. Las 18:10. Normal que tenga hambre.
Natalia empieza a moverse. Acaricio su cara para relajarla y que siga durmiendo. Ella suspira fuerte.
-¿Estas despierta?- me pregunta en un susurro.
-Si.- le contesto en el mismo tono.- ¿te encuentras mejor?- le pregunto yo.
-Ya no me duele tanto la cabeza, pero aun no me siento bien del todo.- contesta.
-¿Tienes hambre? Te sentará bien comer algo y de paso como algo yo también que me suenan las tripas.- digo riendo.
-Eso me parece oír.- dice acariciando mi tripa.- Si que tengo hambre.- levanta la cabeza y se queda mirándome.
-Que bonita eres joder.- digo acariciando su cara.
Veo como se pone un poco roja. Tienes los ojos aún un poco entrecerrados. Ella se ríe y me da un beso en la mandíbula.
Salimos de la cama. Ella se a puesto el nórdico alrededor del cuerpo. Sigue teniendo frío. Se tumba en el sofa mientras yo preparo sopa para comer. Me flipa la sopa y a ella le vendrá bien algo caliente.
Nos sentamos en la mesa a comer o a merendar, según lo mires. Tener que sacar la mano para coger la cuchara le parece un mundo. Solo me sale reírme por lo tierna que se ve así.
-¿Cuantos días suelen durarte este tipo de resfriados?- pregunto.
-¿Que pasa? ¿Ya quieres dimitir de enfermera particular?- pregunta alzando las cejas.
-Que idiota.- contestó riéndome.- en realidad es por saber cuantos días tengo para estar asi contigo con la excusa de cuidarte.- le sonrío.- luego tendré que buscarme otra que cuele.- ella suelta una carcajada que me contagia al momento.
-Eres tontisima.- dice mirándome fijamente con la sonrisa en la boca.- Puedes venir cuando quieras. Yo encantada.- no puedo borrar la sonrisa en mi cara.
Cuando acabamos de comer me propone ver alguna peli del netflix. Yo con tal de estar con ella me da igual el plan.
Cuando llevamos media peli noto que se a quedado dormida. Esta tumbada en el sofa con la cabeza en mis piernas. No he parado de acariciarla en todo el rato. Me siento tan bien con ella.
Pov Natalia.
Me despierto y lo primero que siento es la mano de Alba acariciando mi cuello. Suspiro por su contacto. También siento que la cabeza no me duele. Se me habrá bajado la fiebre.
-¿Que horas es?- pregunto sin abrir los ojos.
-No se. Tengo el móvil en la habitación.- contesta sin dejar de acariciarme.
-¿Puedes mirarlo y de paso me traes el mío?- pregunto girándome un poco para mirarla.
-Claro.- me da un beso en la frente y se levanta.
Me quito el nórdico ya que tengo algo de calor. Joder es de noche. ¿Cuanto he dormido?
-Son las 21:30.- dice acercándose.
-Madre mia. Vas a tener razón con eso de que duermo mucho.- digo riéndome.
-Toma marmota.- Se ríe también y me da mi móvil.
Se sienta a mi lado. Vemos que han hablado por el grupo para quedar esta noche. Yo claramente no voy a ir, pero me sabe mal que Alba se lo pierda por mi culpa.
-Oye, que si quieres puedes ir. No te preocupes por mi, ya estoy mucho mejor.- le digo para que no se sienta obligada a quedarse.
-Bueno, yo lo que quiero es quedarme. Si tu quieres claro.- me contesta un poco tímida.
¿Donde a quedado la chica que hacía lo que le daba la gana? Ahora parece que le de miedo hacer algo que a mi me moleste. Lo que yo diga, es tontisima.
-Pues claro que quiero. Ven.- digo abriendo mis brazos.
Se tumba sobre mi de lado. La beso con todo el amor que siento por ella. Y no es poco. Sentirla me hace tanto bien que en cuatro sesiones más de besos así seguro que me recupero enseguida.
Mi teléfono empieza a sonar. Ella se separa soplando mientras se ríe. Me cagó en todo de verdad. Es Maria.
-Dime.- le contesto al descolgar.
-¿Como estás nena? Me a dicho Sabela que estás mala malisima y esta vez de verdad.- Se ríe burlona.
-Ya estoy un poco mejor la verdad.- sonrío.
-Me alegro. Bueno supongo que no irás a la quedada de esta noche, ¿te parece bien vernos más tarde?- me pregunto.
-¿Venir aquí a mi casa?- pregunté
-Si te parece hacemos la canción en medio de Gran Vía.- solté una carcajada. Bajo la atenta mirada de Alba que no entendía nada.
-Pues esta noche me viene un poco mal ¿sabes?- dije.
-¿Estas con Alba verdad?- pregunto.
-Si.- me reí con ganas.
-Que zorra-Se rio también.- Pues ya me cuentas nena. Pásalo bien.
-Venga ya hablamos.- colgué.
Mire a Alba que seguía sentada a mi lado pero mirando a la tele seria. Me quede mirándola fijamente con una sonrisa en la boca. Ella se giró a mirarme.
-¿Qué?- pregunto picada.
-¿Pasa algo?- le pregunté aguantándome la risa.
-No, pero si has quedado o algo más tarde puedo irme.- Que graciosa se veía así de verdad.
-¿Estas celosa Reche?- pregunté picándola mas.
-No.- contestó sin más volviendo a mirar al frente.
-Estas celosa.- afirmé.
Ella no dijo nada, solo soplo fuerte cruzándose de brazos.
-Ven aquí tonta.- dije cogiéndola- era Maria.
-¿Maria?- me pregunto.
-Si. Tenemos algo a medias que de momento no puedo contarte, pero puedes estar tranquila.- dije pegándola a mi. Besándola.
Maria me había pedido que no contara nada de momento. Así que no iba a hacerlo.
A lo tonto empezamos una guerra absurda de besos. ¿Que se suponía que éramos? O ¿que teníamos? Habíamos quedado en ir despacio, pero tenerla en mi casa no ayudaba.
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Después de tres dias en casa sin salir, estaba un poco agobiada. Alba había pasado aquí los tres dias. Lo único bueno de estar mala fue eso.
Hoy ya estaba bien. Ella se había ido esta mañana. La convencí para que se fuera, ya que me sabía mal que ella también tuviera que estar aquí encerrada.
La verdad es que yo estaba bastante rayada. Hacía unas horas que se había ido y ya la echaba de menos. ¿Si le entraba el pánico y volvía a salir corriendo? Si me acostumbraba a ella y luego se iba me partiría en dos, y ese miedo ahora era el que tenía yo. Joder.
"¿Puedes venir un rato?"
Le pregunté a Marta.
Media hora después aquí estábamos. Sentadas en el sofa, esperando a que le contara mis rayadas.
-Pues tia, que estos días con ella han sido...no sabría explicártelo. Acostumbrarme a ella es lo más fácil para mi. ¿Si luego se da cuenta que no me quiere como dice o se acojona o mil cosas y me deja y se va, que hago yo? Me muero Marta.- sin querer estaba empezando a llorar.
-¿No te a demostrado que te quiere y esta ahí para ti?- asentí- ¿entonces que te da tanto miedo?- me pregunto.
-Ella a pasado por cosas complicadas. Esto es nuevo para ella. El sentir asi, querer como dice que me quiere y recibir tanto cariño. Puede que se asuste por poder sentir más, por estar agusto, por creer que es feliz, y que luego pueda hacerle daño. Puede que le de miedo todo esto y no querer ir más allá por si le fallo. Me lo dijo que cuando empezó a sentir por mi y se dio cuenta se asusto por miedo a que yo le pudiera fallar o luego pasara de ella y darle la patada. Puede volverle a pasar perfectamente y yo no creo soportarlo. Otra vez no.
-Tu lo has dicho, "puede". O también puede ser que se dé cuenta de que eso que tenéis es lo mejor para ella y no volver a sentir miedo.- dijo segura.
-No se. No se que pensar.
-Mi consejo es que te tomes las cosas con calma. Calma de verdad. Estar tres dias juntas 24 horas después de tantos sentimientos, buenos y malos juntos, no es algo fácil de manejar. Date tiempo. Es normal que tengas dudas y te agobies. Haz otras cosas, distráete. No dependas tanto de ella, porque si dependes de ella y no puedes verla cuando lo necesites o cualquier cosa, ahí si la vas a cagar.
Conclusión de todo: distanciarme un poco de Alba.
Estar un poco separadas vendrá bien para aclararnos las ideas. Yo tengo claro lo que siento y ella también. Podríamos estar juntas todos los días y esas cosas a la perfección, pero con todo lo que hemos sentido y vivido en tan poco tiempo es necesario un poco de calma. Para despejar dudas y asegurarnos de que esto puede salir bien. Que no sea un deseo desesperado que puede llegar a desaparecer en cualquier momento.
Que difícil todo otra vez, joder.
Pov Alba.
Estos días habían sido increíbles. Poder dormir con ella, verla despertar, hacer tonterías, besarla cuando quería...nose, podría ser capaz de hacer eso todos los días de mi vida.
No se muy bien como definir la situación, porque no estamos juntas, pero tampoco separadas. Es algo raro.
Ella me estaba enseñando cosas nuevas. Todas buenas. Ella saca la mejor versión de mi y quiero que sea así siempre. Joder quiero estar con ella, pero de verdad.
"¿Sigues bien?"
Le pregunté por mensaje. Desde esta mañana no sabía nada de ella y aunque me había asegurado que ya estaba bien, seguía un poco preocupada.
"Si, tranqui."
Me contesto al rato.
"Si te digo que te echo de menos, ¿pensarías que estoy loca?"
Si dice que si, pues...estoy muy loca.
"Loca por mi. Esa sería la respuesta."
Su respuesta me hizo reír. Además de ser una gran verdad.
"Me has pillado. ¿Nos vemos esta noche un rato?"
Y luego ya con la excusa poder quedarme a dormir con ella, pero eso es aparte.
"Me viene mal. He quedado, pero mañana si eso nos podemos ver un rato."
Si eso. ¿Como que "si eso"? Estaba rara y un poco sosa.
"Cuando te venga bien."
Le conteste.
"Te aviso. Ya hablamos."
No. Estas respuestas no son normales. ¿Que pasa ahora? Después de estos días juntas tantas horas, ¿se habrá dado cuenta de que no soy como creia o algo así?
Para. No mas miedos. Esta todo bien.