41

16.2K 612 99
                                    

Pov Alba.

Hacía una semana de la fiesta. Hoy es domingo y porfin había acabado mi turno y podía volver a casa. Los domingos no solía haber mucho trabajo, pero hoy sí que hubo bastante. Estaba literalmente muerta.

Natalia me espera fuera para volver juntas a su casa. Llevaba toda la semana quedándome a dormir a su casa. No hacía falta pedirlo ninguna, simplemente me quedaba y ya esta.

-¿Como estas amor?- me pregunto dándome un beso.
-Estoy muerta, creo que empiezo a odiar la cerveza.- le conteste agotada.
-Que mentirosa eres, cariño.- Se burló de mí pasando sus brazos por mis hombros empezando a andar.

Caminamos hasta el piso en silencio, pero nada incomodo. Cuando llegamos me tumbe en el sofá boca abajo, tenía mucho sueño.

-¿Has comido algo?- pregunto entrando en la cocina.
-Si. Solo quiero dormir.- conteste sin moverme.
-Pues vamos a la cama nena, así descansas.- dijo dándome un beso en la cabeza.

Fuimos a la cama y me quede dormida en medio minuto.

....................................................................................

Me desperté con el sonido del timbre de fondo. Alguien llamaba sin parar.

-Ya voy yo, sigue durmiendo.- me dijo Natalia levantándose de la cama.

Lo intente, pero ya no podía.

-¡ME HA DICHO QUE SI!- oi como gritaba Maria desde el salón.
-Shh, Alba sigue durmiendo.- Se quejó Natalia.
-¿Se lo has dicho ya?- le pregunto.
-No, y cállate que te va a oir.- dijo hablando más bajo.

Oi los pasos de alguien hacia la habitación. Me hice rápidamente la dormida. La puerta que estaba junta, se abrió para luego cerrarse del todo.

¿Que tenía que decirme Natalia? ¿Y porque siempre había tanto secreto? No quería rayarme. Habíamos pasado una semana increíble. Básicamente pasamos todos los días juntas. Solo iba al piso a por ropa y luego volvía aquí. Salíamos con el grupo y siempre íbamos pegadas. Algunas veces nos vacilanban por todo lo que había pasado y el disimulo que habíamos tenido. Júlia solía decir "chavales, fijaos en las manos, que cualquier día se piden matrimonio y nos enteramos cuando estén de luna de miel." Y así muchas similares.

No quería seguir en la cama así que decidí salir.

-Buenos dias.- dije apareciendo por el salón.

Nada mas verme Natalia sonrío y me miraba como si hiciera meses que no lo hacía.

-Vaya pintas traes nena.- esa fue Maria. Claramente el amor se notaba.
-Ya me gustaría verte a ti.- conteste sentándome en la silla, frente a ellas.
-¿Ni un beso ni nada?- Se quejo Natalia.

Yo sonríe y le di un beso. Un poco largo.

-No empecéis por dios.- dijo María.
-Bueno, cuentame, ¿como quedaste?- le pregunté.

Ayer Maria iba a prepararle una sorpresa a Marta y así cantarle la canción para declararse. Hacía días que tenía ya la canción echa, pero quería encontrar el momento perfecto.

-Eso le estaba contando. Cuando vio la habitación llena de velas y pétalos...bua es que le tendríais que haber visto la cara. Le cante la canción, le pedí que fuera mi novia y dijo que si.-Nos contó sin parar de sonreír.
-Fijo que fliparia.- dijo Natalia.
-Y tanto, aunque me ha dicho que cuando te vea igual te mata.- dijo María riendose.
-¿A mí porque?- pregunto Natalia alzando las cejas.
-Por no habérselo contando.- le contestó.
-No sería sorpresa entonces.- dije yo.

Stay.Where stories live. Discover now