32

16.1K 790 125
                                    

Pov Alba.

Ya estaba echo. No había marcha atrás. La tarde me estaba pasando lentisima. Había visto por el grupo que vendrían luego, confirmaron todos menos ella. No sabia si había leído la carta. No sabia que pensaba ahora de mi y no sabia si, la había leído, le había valido para poder al menos entenderme.

Acababan de llegar todos, pero ella no. La poca esperanza que tenia se esfumó. Joan se fijó y vino a la barra.

-¿Se la has dado?- me pregunto.
-Si.- dije desanimada.
-Dale tiempo, ¿vale? Es mucha información de golpe y tendrá que aclararse.- dijo acariciando mi mano.

No quiero tiempo joder, la quiero a ella.

-¿Que os pongo?- le pregunté cambiando de tema.
-Lo de siempre.- suspiro y volvió a la mesa.

Le preparé a mi compañero las cervezas y me fijé que Maria tampoco estaba en la mesa. Fui al almacén y le mandé un mensaje.

"¿No vienes hoy tia?"

Me contesto enseguida.

"Tengo que hacer una cosa primero. Sino se me hace tarde me paso."

Todo parecía en mi contra hoy. Quería contarle a Maria lo que había echo. Ella no sabia nada y quería contárselo, pero tampoco estaba. Que desastre de día.

-Alba. Ve con ellos un rato si quieres. Yo me apaño.- me dijo mi compañero.

Me senté al lado de Sabela. Me miro y yo solo bufé, para que pillara mi respuesta.

-Tranquila.- acarició mi espalda.

¿Como coño voy a estar tranquila si le acabo de contar mis mierdas a la tia que quiero y ni si quiera a venido a mandarme a la mierda aunque sea? Que difícil todo joder.

Pov Natalia.

No he sido capaz de ir al bar. Aun no puedo mirarla a la cara sin saber que voy a hacer. Es todo muy complicado.

Oigo que llaman a la puerta. Alba no puede ser porque está trabajando así que me relaja.

-¿Que haces aquí?- le pregunté a Maria al abrir la puerta.
-Yo también me alegro de verte, antipática de mierda.- me contesto alzando las cejas.
-Lo siento es que...bueno pasa.- dije cerrando la puerta tras ella.

No sabia que hacía aquí Maria. No me molestaba para nada, pero tenia la inseguridad de que viniera de parte de Alba o yo que se. No me fiaba de nadie.

-¿Te acuerdas el otro día en el baño que Marta nos interrumpió?- joder pues claro. La puta idea del SingStar salió de ahí.
-Claro. ¿Que querías decirme?.- le pregunté.
-Quiero pedirle a Marta que esté conmigo.- dijo segura.
-¿Pero no lo estáis ya?- pregunté extrañada.
-Si, pero no hemos hablado nada serio. Y quiero que este conmigo de que sea mi novia y no mi rollo.- no conocía a esta Maria que tenía enfrente.
-¿Y yo como puedo ayudarte?- le pregunté.
-Compon una cancion para dedicarle.- me contesto.
-¿Que?- dije alzando las cejas.- yo no compongo.
-Vamos Nat, que he visto la guitarra de tu cuarto y la libretita que llevas siempre detrás. No me hagas tonta.- puta Mari. 

Estuvimos hablando sobre que quería decirle en la canción. No había manera de que entendiera que hacer una cancion y más dedicada, es algo muy personal. Pero cualquiera le decía que no con la ilusión que tenía encima.

Estuvimos escribiendo frases sueltas y tocando cuatro acordes. Faltaba mucho para que fuera una cancion, pero poco a poco.

-¿Y tu como estas?- me pregunto de repente.
-Estoy.- dije tocando las cuerdas de la guitarra.
-Nat, que tenga buen rollo con Alba no quiere decir que tu no seas mi amiga. Siempre lo has sido y quiero que cuentes conmigo.- dijo mirándome fijamente.
-¿Tu sabes todo no?- la mire también.
-Se su parte. Se que lo está pasando mal y también que a echo mal las cosas, pero que va a intentar arreglarlo.
-Lo a echo.- me miró sorprendida.- esta tarde me a dado una carta contándome todo y diciéndome lo que siente. Pero nose Mari todo es muy difícil.- dije un poco agobiada.
-Lo bueno no es fácil Nat.- sonrío.- míranos a Marta y a mi.- sonreí yo también.- todo lo que realmente vale la pena, cuesta.
-¿Tu crees que me quiere de verdad?- pregunté con miedo.
-Creo que esa chica no a querido tanto a nadie en su vida.- dijo segura.

Stay.Where stories live. Discover now