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Pov Natalia.

Eran las 11:30 y llevaba despierta desde las 11:00. Media hora en la cama intentando encontrar orden a mi caos mental. Maria y Marta ayer no acabaron bien. Marta es una de mis mejores amigas. Ella es de las que te cuentan todo preguntándole muy poco, pero cuando a algo de Maria se refería no decía nada. Hacia 4 meses en una fiesta de verano, jugando a verdad o atrevimiento se besaron. Bueno más bien se dieron un morreo. Ninguno le dimos importancia ya que conocíamos a las dos y creímos que eso se quedaría en un simple juego. Un par de semanas después salimos de fiesta y Maria ligo con un chaval. Se liaron y se fueron a casa de Maria. Marta se puso a llorar sin decirnos a nadie porque. Yo como buena observadora cai en que era algo sobre la Mari, pero no le pregunté nada. Un mes más o menos atrás Marta empezó a hablar con un chico que conoció en el trabajo, cuando nos lo contó una tarde de cervezas me fijé en la reacción de Maria. Apretaba fuerte sus puños y fruncía el ceño más de lo normal. Noelia también se dio cuenta y una tarde en mi casa viendo pelis lo comentamos. Me contó que Marilia salió con Maria a una fiesta y muy borracha le dijo que Marta le hacía daño, que era una cobarde. Noelia y yo llegamos a la conclusión de que algo pasaba entre ellas, pero que no íbamos a presionarlas. Desde entonces nos limitábamos a mirar qué hacían y esas cosas. Hablaban pero en grupo, nunca solas y eso si era muy raro.

Carlos y Julia eran otro caso. Todos sabíamos que se liaban de vez en cuando, pero que por parte de Julia era atracción y poco más, mientras Carlos se estaba pillando por ella. En los momentos que había alcohol de por medio había dos opciones, o desaparecían para irse a casa de él para acabar la noche follando o discutiendo y yéndose cada uno por su lado. Tenían un rollo muy raro.

Y luego estaba yo, con Alba metida en mi cabeza sin saber porque. Tenía claro que me atraía. Me atraía una tia y no me importaba lo mas mínimo, sino fuese porque no la conocía y porque era la hermana de Joan, la cual había echo mal anteriormente pero nadie sabía porque. Al saber que era bisexual tuve claro que yo a ella también le gusto, y no es por ser creída, es por como me mira. Por eso quería guardar distancia con ella. No quería complicar nada. Ella para mí sería una curiosidad nunca resuelta.

El sonido de mi teléfono me saco de mis pensamientos. Era Sabela.

-Dime Sabela- respondí.
-¿Estas haciendo algo Nat?- Pregunto
-Que va, me acabo de despertar- suspire.
-¿Vienes y desayunamos juntas? Joan se a ido a pasar la mañana con Alba y estoy sola en casa.
-En 10 estoy ahí.- Tras colgar me dirigí al piso.

Al llegar vi que aún estaba todo echo un desastre por la fiesta de anoche. Después de desayunar la ayudaría a recoger.

-¿Y que te esta pareciendo Alba?- Me pregunto dando un mordisco a la tostada.
-Se la ve buena chica, me extraña ami que con la apariencia que tiene haga cosas malas.- No se porque pero sentía que algo tan mono no podía ser malo.
-Eso me parece ami. Anoche Joan y ella estuvieron dos horas hablando en la terraza. Cuando llego a la cama vi que había estado llorando. Pensé que algo malo había pasado, pero me dijo que porfin era completamente feliz, con eso me basta.- Me alegraba muchísimo que todo estuviera bien. Porque sabía que los tres tenían miedo por lo que pudiese pasar.
-¿Que crees que a pasado en la vida de los hermanos Reche para llegar a todo esto?- Las preguntas sin respuestas me quemaban por dentro.
-Nose Nat-suspiró- Yo se que Joan siempre estaba metido en peleas, haciendo cualquier cosa para sacar dinero, algún que otro tema de drogas, pero nose si Alba estaría en lo mismo que el. Ya sabes que nunca habla de eso.- Yo asentí.

Después de desayunar y recoger todo nos pusimos a ver la tele. Mi móvil empezó a sonar. Era marta diciendo que si quedábamos en mi casa. Le dije a Sabela que me iba. En ese momento llegaron Joan y Alba.

-Hola Nat, ¿te quedas a comer?- Me pregunto Joan sonriendo. Se le veía feliz. Alba me miraba fijamente aunque yo a ella no la mire.
-Que va Joan me voy ya, pero esta noche si me pasaré, así que id pensando a ver qué hacemos.-Dije yendo hacia la salida- Y que sea de relax porfavor- Grite antes de salir oyendo las risas de los tres.

Cuando llegue al portal Marta me esperaba apoyada en la pared. Tenía una pinta horrible. Llevaba gafas de sol, supongo que para disimular los efectos de la resaca. Entramos en mi casa sin hablar, se tumbo en el sofá mientras yo preparaba dos cafés. Nos hacían falta.

- A ver amiga- empeze- hazme el favor y cuéntame qué pasa en tu vida porque ya voy perdida.
-Ay tia, es que nose que estoy haciendo con nada.- Dijo mientras se tapaba la cara con las manos.
-Es Maria, ¿verdad?- Ella quito las mano de su cara y se sentó en el sofa quedando cara a cara a mi lado. Espere a que ella encontrara las palabras.
-Es que joder, no se que hacer. Nos liamos cuando ella quiere, quedamos cuando ella quiere y hablamos cuando ella quiere, ¿no cuenta mi opinión aquí?- bufo frustrada.
-¿Lo has hablado con ella?- Le pregunte.
-Si, más o menos, y siempre me dice que disfrute del momento. Que solo nos hemos liado Nat, no hemos ido a mas porque ella para mi no es sexo, estoy empezando a sentir mas de lo que quería y tengo miedo de que si nos acostamos y le acabo dando lo que ella quiere, esto raro que tenemos acabe. No se si me entiendes.- Su voz sonaba a cansada. Veia que estaba cansada de esta situación.
-No tienes nada con ella Marta. Dile lo que piensas, lo que sientes.- ella me miraba atenta- si crees que con esto que tenéis te conformas pues no hagas nada, pero si necesitas más diselo. No tienes nada que perder porque ahora mismo no tienes nada. Vuestra amistad ya no existe porque tenéis otro vínculo, así que si es lo que quieres intenta tenerla de la manera que te haga bien.
-Me hace tanto bien hablar contigo amiga, es que te quiero tanto.- Acabamos abrazadas tiradas en el sofá. Me alegraba poder ayudarla aunque fuera un poco.

Después de hablar de otros temas sin sentido carraspeo la garganta en señal de que ahora me tocaba ami. Entrelazó sus dedos mientras me miraba. Yo mentalmente me preparaba para el interrogatorio que se me venía encima.

-¿Ahora me puedes decir tu que es lo que pasa en tu vida?-
-¿Que va a pasar Marta? Sabes de sobra que mi vida es una monotonía.- Dije mirando al suelo.
-No Nat, algo pasa últimamente. Estas mas distante de lo normal, más callada.- Me encogí de hombros. Ella me conocía más que nadie y no podía mentirle, aunque no iba a decirle toda la verdad.
-Estoy un poco rayada por algo, pero no me siento preparada para hablar de momento.- Asumir que de un día a otro te gustaba una chica no era lo peor de este mundo, pero fácil tampoco era y mas si era una chica que acababas de conocer y era algo de tu familia aunque no fuera de sangre.
-Sabes que estoy aquí para lo que necesites Nat, cuando estés preparada solo búscame- Ahora era yo la que me tire encima de ella para abrazarla. Estar con ella me hacía bien aunque las dos tuviéramos un lío de vida. Me hacía feliz compartir este desastre con ella.

Stay.Where stories live. Discover now