Pov Natalia.
Tener a Alba de esta manera sobre mi debía de ser ilegal. No podia ni respirar por miedo a que un movimiento tonto hiciera que volviera a la realidad y se levantara. Nos mirábamos cada parte de nuestra cara, nos seguíamos con la mirada. Nos rozábamos los labios con los dedos. Era algo inexplicable.
-Me quedaría así para siempre.- susurró Alba con su mirada en mis labios.
-Pero no podemos.- nose porque coño he dicho eso.
-Lo se.- dijo dándome otro beso y levantándose.-Vamos fuera.- dijo mirándose en el espejo arreglando su corto pelo.
-Si me preguntan, ¿que les digo que me has enseñado?- pregunté sentándome en la cama. Ella sonrío pícaramente y se puso sobre mis rodillas.
-Puedes decir- Me abrazo por el cuello y se acercó mas ami.- que te he enseñado- se acercó mas- lo bien que uso mis dedos.- sonrío.
Me puse a reír inevitablemente.
-Estas loca- dije acariciando su cara.- ¿lo sabes no?- mire sus labios, con ganas de besarlos. Y eso hice.
-Por tu culpa.- Me mordió el labio y tiro de el.
Cada vez que hacia eso me corria la sangre por todo el cuerpo a toda velocidad.
Decidimos salir del cuarto. Todos nos miraron un momento, pero desviaron su mirada enseguida. Yo fui a la cocina a por una cerveza. Me quede apoyada en la encimera intentando asimilar lo que acababa de pasar.
-¿Me vas a decir a que a venido eso?- pregunto Marta poniéndose a mi lado.
-No lose.- bebi- no te puedo explicar lo que a pasado. Estoy muy jodida amiga.- suspire.
-Y yo...-dijo mirando hacia arriba.
-¿Que has echo?- pregunte mirándola.
-Pues...-En ese momento entró Julia a la cocina.
-Ven Marta- tiro del brazo de mi amiga- vamos a cantar una tu y yo.- y se la llevo.
Me quede un rato mas ahi, comiéndome la cabeza. Estaba claro que entre Alba y yo pasaban mas cosas de las que queríamos admitir, pero ninguna quería decir nada.
Ya habíamos parado de cantar. Estábamos en círculo hablando entre todos.
-Pues mi tio tiene una zona de cabañas al norte de Teruel. Si se lo digo podríamos ir de finde- dijo Noelia. A todos se nos iluminó la cara.
-¿Hablas enserio?- dijo Carlos.
-Claro. Solo busquemos tres dias que nadie curre y vamos.- todos nos pusimos a sonreírnos entre sí emocionados. Hacia mucho que no íbamos todos a pasar días fuera.
-Pues lo hablamos por el grupo seriamente chavales.- dijo Júlia- seguro que ahora si estarás atenta al grupo eh Mari.- se burló de ella.
-Hombre, ahora claro que si.- nos reímos todos.
Estuvimos un rato más charlando. Alba y yo nos mirábamos a cada momento. Sin poder evitarlo sonreía. Yo no era de las que se complicaban la vida por cualquiera, pero es que ella me la estaba dando.
Quedamos en ir hablando por el grupo. Nos fuimos cada uno a nuestras casas. No podía parar de pensar en Alba. Necesitaba soltar lo que sentía. Una vez en casa cogí el móvil.
"¿Estas por ahi amiga?"
Le pregunté a Marta por mensaje.
"Digameeee"
Me contesto enseguida.
"Viene tochaco así que prepárate."
La avisé con antelación.
"Soy todo ojos para leerte."
Pues allá iba.
"Pues a ver tia. Me dice que no quiere nada, pero tendrías que a ver visto como me miraba. Me miraba como si fuera lo mejor que existía y no te exajero de verdad. Como me acaricia o como me besa. El problema es que voy a mas tia. Siento más de lo que debería y no quiero cagarla. Quiero aguantar con esto que tenemos porque así estoy agusto, pero no puedo obligarme a parar de sentir. Nose si me explico."
Vaya cacao mental tenía. Su respuesta claramente tardó en llegar.
"Tia, te rallas demasiado. Esta claro que sientas mas, que es inevitable, pero si no quieres cagarla y quieres estar asi, no le des más vueltas, porque te vas a agobiar y todo ira a peor. Disfruta todo lo que puedas y cuando ya no puedas mas, cuando necesites mas y ella no te lo de, pues ahí ya vemos que hacemos."
La quería tanto.
"Tienes razón tia, voy a hacerte caso. Voy a disfrutar mientras dure esto y ya veremos luego."
Hablamos un rato más y me fui a dormir. Había sido un día demasiado intenso.
Cuando desperté eran las 10:15 y no sabia que haria. Así que después de desayunar, me duché y fui a coger mi guitarra. Hacia días que no la tocaba.
Una hora llevaba frente a una libreta, tocando cuatro acordes y todo lo que me salían eran frases cursis por culpa de la misma persona. ¿Como podía sentir tanto en tan poco tiempo y recibiendo de ella tan poco? Sabia que era masoca, pero no hasta este nivel.
Cogí el móvil y vi que tenía mensajes del grupo y de Alba. Por el grupo hablaban de ir al cine. No me apetecía ir al cine, estos podian ser muy cabrones en los cines. Una vez nos echaron por una guerra de palomitas que empezamos sin darnos cuenta. Abrí el mensaje de Alba.
"¿Te apetece que nos veamos hoy?"
Joder que si me apetecía.
"¿A que hora te viene bien?"
Le dije esperando que dijera que ahora mismo venía a mi casa.
"¿Te viene bien a las 5?"
Me parecían muchas horas de espera, pero poco podía hacer.
"Perfecto."
Me puse una peli que porfin pude prestar atención. Luego me prepare la comida y ahora a las 15:30 ya no sabia que hacer con mi vida. Tenía tantísimas ganas de verla que era inexplicable. Ya no la cuestión sexual, sino el echo de tenerla delante, poder mirarla a los ojos, tocar su cara...me estaba volviendo una cursi de mierda.
Pov Alba.
Quería verla ya. ¿Porque estas putas ganas de estar con ella? Nunca me había pasado y realmente estaba cagada. Quería disfrutar de esto, pero no sabia cómo gestionar todo esto.
-¿Que te pasa? ¿En que planeta estas?- Me preguntó Joan sentándose a mi lado.
-Ay hermano.- suspire- si tú supieras...-le dije recostándome en el sofa.
-Pues cuentame, que quiero saber.- Me dijo copiando mi gesto.
-Creo que me estoy pillando más de la cuenta con Natalia.- el se sentó de repente como si le hubiesen pinchado en la espalda.
-Alba.- Me dijo mirándome fijamente.
-Ya se lo que me vas a decir y te aseguro que eso es lo último que quiero.- dije levantando mi mano.- hacerle daño no entra en mis planes, por eso cuando la vea esta tarde hablaré con ella y le dejaré claro que esto no puede ir a mas.- una vez mas tenia que hacerlo.
-Joder Alba, tantas tías y te tenias que fijar en ella.- esa frase me dolió más de lo que él creía.
-¿Pero tu que te crees, que yo quería esto?- dije levantándome del sofá.- a pasado y ya esta. Ahora me haré responsable de mis actos y puedes estar tranquilo.-Me giré a mirarlo.- no voy a salir corriendo otra vez, ni voy a joder nada.- cogí mi sudadera y salí del piso.
Realmente Joan no confiaba en mí tanto como yo creía. Estaba claro que queria protegerla y que yo no tenia el mejor curriculum del mundo, pero de verdad que no quería hacerle daño.
Estuve dando vueltas por Madrid, hasta la hora de quedar con ella. Fui a su casa. Me abrió con una sonrisa que le correspondí. Me abraze a ella sin dudarlo. Necesitaba que me diera esa calma que ella me transmitía.
-¿Estas bien?- Me pregunto aun abrazadas acariciando mi espalda.
-No- le dije sinceramente.
-Ven- cogió mi mano y fuimos al sofa.-¿Que te pasa?- Me pregunto.
-Nada, dejalo.- no podía contarle el motivo de mi "discusión" con Joan.
-Alba- levantó mi cara para que la mirara.- sino me dices que pasa no te puedo ayudar.
-Es que no quiero que me ayudes.- le dije de malas maneras.
Levanto las cejas sorprendida y se echo un poco hacia atrás.
-Lo siento Nat, lo siento.- dije acercándome otra vez a ella.- Joder, no quería pagarla contigo, solo que Joan a veces me saca de quicio, pero enserio lo siento.- hable muy rápido.
-Eh eh- cogió mi cara entre sus manos- tranquila ¿vale?- Me acerque a ella para besarla. No se quito.
Era un beso suave. Toda ella era suave. Me hacía sentir especial con un simple beso. Acariciaba su nuca mientras ella me besaba. Yo correspondía al movimiento de sus labios dejándome guiar. Pero tenía que hablar con ella, como le había dicho a Joan.
-Nat- dije pegando mi frente a la suya. Ella suspiró.
-La ultima vez ¿vale?- Me dijo.
-¿La ultima vez de que?- le pregunté extrañada separándome un poco para mirarla a los ojos.
-Se que quieres que hablemos otra vez, conozco ya tu tono de voz.- dijo sonriendo.
-Se que soy muy pesada con eso, pero no quiero jodernos ni joder a la gente que nos rodea.-dije sincerándome.
-Pero a ver Alba. Nos gustamos y nos atraemos. Tu y yo no somos nada, a mi no me gusta complicarme la vida y por lo que se a ti tampoco. ¿Porque simplemente no disfrutamos y ya esta?-dijo tranquilamente.
Eso era la que necesitaba oír. Y si era eso lo que necesitaba oír ¿porque sentía tanto dolor en el pecho?
Pov Natalia.
Media vida me había costado decirle eso, pero sabía que era lo que ella quería oír para estar más tranquila y aunque a mí me rompiera por dentro era lo que ella necesitaba y yo se lo iba a poner fácil.
-Tienes razón- Me dijo sonriendo.
-¿Que quieres hacer?- le pregunté.
-¿Vemos una peli?- Me propuso y yo encantada.
Cuando llevábamos media peli me di cuenta de que llevaba media peli observándola. Era preciosa. Sus labios rosados me estaban volviendo loca. Quería besarlos hasta desgastarselos.
-Me vas a borrar la cara de tanto mirarme.- dijo sonriendo sin apartar la vista de la tele.
-Es que ¿tu eres consciente de lo jodidamente guapa que eres?- le dije sin pensar. Ella se giró a mirarme aun sonriendo.
-¿Y me lo dices tu?- Me dijo señalándome.
-No aguantó más.- le dije tumbándome sobre ella besándola.
-Demasiado has aguantado.- dijo contra mis labios.
Sonreía como una tonta mientras la besaba. Solo quería besarla, sentirla. Me dolia el pecho de lo feliz que me sentía al tenerla así para mi.
-Solo quiero estar asi mas rato.- Me dijo acariciando mi nuca mientras me rozaba los labios.
-Podemos estarlo perfectamente. Quiero sentirte todo lo que podamos.- le dije acariciando su mejilla mientras rozaba mi nariz con la suya.
-Me haces sentir tantas cosas, que no sabría explicártelo.- Me dijo cerrando los ojos.
-No me lo expliques, solo demuéstramelo.- dije volviéndola a besar.
Nuestras lenguas se rozaban lentamente, nuestros labios se juntaban una y otra vez.
Esto ya no se trataba solo de sexo, iba mucho más allá.
Pov Alba.
Lo que decíamos y lo que luego hacíamos no tenía nada que ver. Me decía que no quería complicarse la vida, pero de la manera que me besaba me decía que ya se la había complicado al besarme por primera vez. Le decía que esto para mi era sexo, pero solo podía pensar en besarla y acariciarla, en hacerla sentir bien. Me decía que no éramos nada, pero en este momento lo éramos todo. Le decía que no se confundiera, pero ahora mismo la que estaba confundída era yo.
Estaba confundida porque el simple echo de tener a alguien así sobre mí era nuevo. Lo que estaba sintiendo era nuevo. En otra circunstancia ya hubiese salido corriendo, pero ahora mismo lo único que quería era tenerla sobre mí todo el tiempo posible.
-Nat- dije separándonos por un momento.
-Dime.- dijo en un susurro.
-¿Yo te importo?- le pregunté. Ella me miró sorprendída.
-¿Que pregunta es esa Alba?- Me dijo.
-Contéstame porfa.- le acaricie la cara.
-Pues claro que me importas.- Me dijo pegando su frente a la mia.
-Pues júrame que esto que tenemos no se va a cargar el echo de que seamos importantes la una para la otra.-dije bajando mi tono de voz a medida que avanzaba la frase.
-Te lo juro Alba.- dijo mirándome a los ojos.
Tenía miedo. Miedo de hacer las cosas mal con ella. Nunca había tenido nada bueno a lo que aferrarme. Y ahora mismo, mientras la tenía encima besándome, aferrarme a su sudadera me parecía lo mejor de este puto mundo.