-Claro que estoy muy contento - admitió mi padre durante el desayuno que ambos tomábamos en el jardín - Creo que Harry es un buen muchacho para ti.
Le sonreí amablemente aceptando su decisión y traté de concentrarme en mis alimentos y no el chico en el que estaba girando en torno la conversación.
-Valery, ya llevó varios días con un tema en la cabeza.... - comentó, llamando mi atención de nuevo - Y no me va a dejar en paz hasta que lo trate contigo...
-¿De qué se trata, papá? - le pregunté preocupada.
-La decisión de aceptar algo más formal con Harry... ¿Fue totalmente tuya? - preguntó, tomándome desprevenida - Porque si lo estás haciendo para ayudarnos como familia.... De una vez te advierto que no lo voy a permitir, nada me enojaría más que el que tú estuvieras con alguien por mero interés... Esa no es la educación que yo te he dado, sé que tu madr---
-No, papá, tranquilo - interrumpí - Por favor no te alteres, te juro que no es así... Harry y yo teníamos poco tiempo de conocernos cuando empezamos a salir, pero entre los dos se dio algo, algo muy bonito... Y en este tiempo que llevamos juntos pues hemos tenido la oportunidad de conocernos mucho mejor, tú mismo lo dijiste, es muy buen muchacho y yo también creo que es bueno para mí.
-¿Te estás enamorando de él? - preguntó y no pude evitar ruborizarme.
-Sí-sí, yo creo que sí - balbuceé, mintiendo totalmente.
-Bueno, debo admitir que me estás dejando más tranquilo, tenía miedo que hubieras aceptado a Harry por las presiones de tu mamá y por la intención de arreglar nuestros problemas...
-No, papá, ya te dije que no - le volví a asegurar.
Y con eso logré que mi padre dejara las cosas por la paz, terminamos nuestro desayuno unos minutos más tarde y él se dirigió a su despacho a hacer su trabajo de siempre.
Me quedé en el jardín un buen rato más, y si bien nadie estaba hablando de Harry, yo no podía evitar no pensar en él... En serio era un buen muchacho, y quizá en otras circunstancias en ese punto de la relación yo ya hubiera comenzando a enamorarme de él... Pero en nuestras circunstancias reales no era así.
-¡Mira qué bonita flor! - dijo Bridgett colocando una bella orquídea delante de mí - Cultivada en nuestro propio jardín... Anda, tómala, la corte para ti.
-¿Y a qué se debe el regalo, y tanta alegría? - le pregunté aceptándola y pidiéndole que se sentara en la silla que recién había desocupado mi padre.
-Pues a que desde que sales con Harry Styles en esta casa se respira puro amor - me explicó - Y de eso ya hace un poco más de un mes, si es que mis cuentas no me fallan... - me quedé pensativa haciendo las cuentas, y sí, efectivamente hacia unos pocos días que se había cumplido un mes desde que se había hecho pública mi relación con el miembro de 1D - Es que es muy buen muchacho... Y está de muy buen ver - admitió.
-¡Nana! - la regañé divertida.
-Para serte sincera, siempre que viene a la casa yo aprovecho para darme un buen taco de ojo - bromeo.
-¡Nana! ¡No digas esas cosas! Y menos del chico con el que estoy saliendo - regañé en broma.
-Mi niña... espero que en este tiempo que ha pasado te hayas olvidado de ese sinvergüenza - comentó, y yo no vi eso venir.
-Eso es lo que quiero, nana... Pero no es tan fácil - respondí después de un silencio.
-Hay que tener paciencia, mi niña... Yo te prometo que en unas cuantas semanas más todo eso que viviste va a ser únicamente un mal sueño...
-Una pesadilla - corregí.
-Y dime... ¿No te has enamorado ni un poquito de Harry? - preguntó.
-Ay, nana... Harry es simplemente perfecto - suspiré - Es un caballero, divertido, guapísimo y muy inteligente... Pero la verdad es que sigo muy confundida... De lo que sí estoy segura es que siento culpa, y pena...
-Pero, ¿Pena por qué?
-¡Pues porque lo estoy engañando! Harry cree que me estoy enamorando de él... - confesé.
-Quizá con el tiempo tú llegas a enamorarte sinceramente...
-No he podido dormir por pensar en eso... Yo aún tengo el corazón hecho pedazos - respondí - Siento que ya no puedo confiar en nadie...
-¡No digas eso! - me regaño - En esta vida hay de todo, hombres buenos y hombres malos... Y yo estoy bastante segura que Harry es de los buenos.
"Harry es de los buenos", él definitivamente era bueno, eso no se negaba en lo más mínimo; una de las muchachas de servicio interrumpió la conversación que sosteníamos para anunciar justamente que Harry había llegado a la casa, y por la manera en la que lo dijo, estaba bastante segura que ella también estaba fascinada con las visitas de mi novio.
-En seguida viene Valery - anunció Serena - No sabes lo feliz que me hace el poderte tutear, el decir en las fiestas: "les presento a mi yerno"... Porque ahora si ya somos familia...
-¡Harry! - saludé cuando lo vi mientras entraba a la casa con mi nana detrás de mí, salvándolo de los comentarios incomodos que mi madre le estaba haciendo.
-¡Hola, mi amor! - me saludó con una sonrisa.
Caminé hasta él y con la misma sonrisa dejé que me recibiera en sus brazos y plantara un beso rápido en mis labios.
-¡Qué pareja más bonita hacen ustedes! - exclamó mi nana que ya se situaba al lado de mi madre, quien asentía en acuerdo a la afirmación de mi nana - El novio más guapo y la señorita más bonita de todo Londres...
-Bridgett, que tal si nosotras nos vamos a la cocina a revisar el menú para la comida - sugirió mi madre y ambas se fueron para dejarnos solos.
-Mi amor, traje esto para ti... Espero que te guste - dijo cuándo se aseguró que estábamos solos, mostrándome una caja de regalos.
Le agradecí sinceramente mientras la recibía y al mismo tiempo trataba de abrirla sin hacer un desastre con la bonita envoltura que tenía. Dentro de la caja había otra caja, o más bien un precioso alhajero de plata que tenía un aspecto antiguo y clásico, como las cosas que a mí me gustan.
-¿Es un alhajero? - pregunté y el asintió dándome la razón - ¡Está divino! Me encanta, muchas gracias, Hazz... - agradecí honestamente, y fue de corazón el beso que le di.
-Qué bueno que te gusta... Porque... porque aquí está la primera joya que quiero que guardes en él...
Harry sacó de su saco otra cajita, mucho más pequeña que la del alhajero, pero yo reconocí ese color aguamarina de inmediato. Era una caja de Tiffany's ®. Me quedé sin aliento cuando la abrió delante de mí dejándome ver un precioso anillo en su interior.
-¿Me dejas ponértelo? - preguntó ante mi sorpresa.
-¿No-no te parece que vas muy rá-rápido? - le pregunté muy nerviosa - Harry, llevamos saliendo poco más de un mes... ¿Y tú ya quieres regalarme un anillo?
-Estoy loco por ti, Valery - confesó - Siento por ti cosas que en mi vida me imaginé que podría llegar a sentir por alguien... Y creo que cuando los sentimientos son así de intensos, no se necesita ni un plazo ni un tiempo determinado... Valery, yo te conocí como a cualquiera sin esperar nada, y hoy te quiero a nadie esperando todo... Así que no me pidas que me conforme con ser tu novio nada más... Porque estoy más que convencido que eres la persona con la que quiero pasar mi vida... - yo no podía creer lo que me estaba diciento, quería poner una mano sobre la boca y hacerlo callar, y antes de que yo me decidiera a hacerlo, hizo la pregunta del millón - Valery, ¿Aceptarías ser mi esposa?
Juraría que iba a desmayarme, mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi estómago se revolvió y mis piernas comenzaron a temblarme. Con miedo de las consecuencias que pudiera tener mi acción siguiente, tome entre mis manos las suyas, y con cuidado cerré la cajita, encerrando de nuevo el anillo.
-Déjame pensarlo, por favor... - le pedí en un susurro y vi la decepción en sus ojos.
-¿Cuándo me darías una respuesta? - preguntó triste.
-Esta noche - respondí rápidamente - Te daré una respuesta esta noche, lo prometo...
Y la esperanza y una tímida sonrisa aparecieron en sus labios, pero pude ver como estaba claramente decepcionado, creo que él estaba totalmente seguro que le diría "Sí" sin dudarlo ni un segundo, y la verdad es que cualquier chica hubiera hecho eso...
Se despidió de mí excusando que tenía una sesión de fotos, pero puedo asegurar que en ese momento lo único que quería era estar lejos de mí.
Me encerré en mi cuarto sin contarle a nadie lo que había ocurrido con Harry, y otra vez las lágrimas corrieron sin cesar por mis mejillas, la culpa era todavía mayor, había un chico increíble dispuesto en casarse conmigo porque juraba estar enamorado de mí y lo único que yo podía ofrecerle era una chica con el corazón destrozado que no estaba enamorada de él...
Agradecí internamente que Danielle llegara de repente, como si supiera que la necesitaba.
-¿Qué tienes, Val? ¿Por qué lloras? - preguntó angustiada cuando entró a mi habitación y me vio hecha un mar de lágrimas.
-Harry acaba de pedirme que me case con él...
Vi un ligero brillo y un atisbo de sonrisa querer salir de sus labios, pero se contuvo; nadie había estado más contento con mi relación con Harry que mi mejor amiga, ella era una gran fan de One Direction y el hecho que yo la hubiera acercado un poco más a esos 5 chicos que para ser sincera era totalmente maravillosos, la hacía la directioner más afortunada del mundo; pero mis lágrimas le avisaron que mi compromiso con Harry no era motivo de alegría ni felicidad, pronto cambió su alegría por compresión y solidaridad, sabía perfecto la situación que me había llevado a aceptar ser la novia de Harry en primer lugar.
-Por lo que veo sigues pensando en Luke, ¿No?
-Es que no lo puedo evitar - dije sollozando - Quisiera arrancármelo de aquí adentro... pero el amor que siento por él es más grande que yo...
-¡Pero te engaño, Valery! - respondió - Yo te entiendo, cuando lo conocí yo también creí que era una buena persona, y que te quería de verdad...
-¡Y todo fue una mentira! - dije dolida - Sólo le interesaba el apellido, el dinero... ¿Pero, sabes que es lo que más odio de todo esto? ¡Qué yo estoy haciéndole a Harry lo que Luke me hizo a mí! ¡Engañarlo! Y si yo acepto casarme con él solamente será porque mi familia lo necesita para salir de la situación en la que estamos... Pero yo ya no puedo seguir con esto, Danielle ¡Ya no puedo!
-Entonces ya no lo engañes - me aconsejó.
-¡Es que tampoco le puedo decir la verdad! Le ha prestado dinero a mis padres para pagar algunas deudas... Me ha presentado muchísimas personas, me ha ayudado con mis relaciones públicas y hasta he creado relaciones internacionales gracias a él... Además yo no sé lo que Harry nos pueda hacer si él se entera que sólo lo estamos utilizando... No sé qie pasaría si él se entera que si yo acepto estar con él es nada más por interés...
-Es que no me refiero a eso... - me explicó mientras me ofrecía un pañuelo - Yo sé que en el fondo Harry no te desagrada ni te es para nada indiferente... ¿O no?
-La verdad es que me gusta - admití - Es bueno, noble... ¡Por eso mismo no se merece lo que le estamos haciendo!
-Amiga, por favor sé sincera conmigo... ¿De verdad crees imposible poder llegar a enamorarte de él? - Preguntó, y yo negué con la cabeza - Entonces no tienes que estar con él solo por interés... Piensa en lo que sientes, y si descubres que de verdad puedes llegar a amarlo, ¡Pues entonces acepta casarte con él!
¿Podría yo llegar a enamorarme de Harry? En ese momento me parecía totalmente imposible, yo amaba a otro hombre, me había entregado a otro hombre, yo no podía imaginarme amando a alguien con la misma intensidad con la que había amado a Luke... Pero las cosas con Harry ya habían ido demasiado lejos, ¿Qué podía hacer? ¿Arrepentirme y romperle el corazón? Al engañarlo al menos sería feliz al creer que lo amaba... ¿Podía yo hacerlo feliz?
Bajé a la cocina por un poco de té y una pastilla para la migraña cuando me topé con Harry saliendo con mi padre de su despacho.
-Hola, bonita - me saludó.
-Pensé que te vería hasta la noche - le dije al momento que besaba su mejilla.
-Sí, bueno... quise llegar un poco antes para hablar con tu padre - respondió.
-Bueno, entonces yo los dejo solos para que platiquen - sugirió mi padre y nos dejó solos enseguida.
-Le dijiste que hace rato...
-No, no quiero decirle a nadie hasta que tú me des tu respuesta - interrumpió y yo se lo agradecí.
-Y, ¿entonces de que hablaban? - pregunté curiosa mientras lo guiaba hasta el jardín.
-De nada en especial... Simplemente me gusta platicar con él - respondió sonriente - Es un hombre muy sabio, lleno de experiencias y consejos...
-Mi papá es el hombre más bueno del mundo - comenté.
-Él habla con mucho amor cuando habla de ti - me dijo - Tienes mucha suerte en tener a alguien que te procure de esa manera... Me gustaría poder llegar a tener eso que tú tienes... Una hermosa familia.
-¿Qué puedes decirme sobre la tuya? - "¿Hermosa familia? Se ve que no conoce a mi madre" pensé.
-Veamos... Pues ya sabes que tengo una hermana mayor, Gemma, y por favor no se lo digas, pero creo que es una de las personas más increíbles del mundo, ella vive con mi madre en Holmes-Chappel... ¡Ah! Creo que no te he dicho que ellas viven con el esposo de mi madre...
-¿Ese hombre no es tu padre? - pregunté.
-No, mi padre nos dejó cuando éramos pequeños, lo veo y estamos en contacto frecuente... Pero él nunca estuvo presente de la manera "convencional"... Mi madre hizo un trabajo increíble criándonos a ambos sin una figura masculina a su lado... Pero ya sabes, nunca superas que te faltó esa parte... Por eso yo quisiera formar mi propia familia, casarme, tener hijos y estar con ellos siempre, así como es tu padre contigo... Quiero darles la familia que merecen... - Harry me hablaba con una ternura que nunca había visto en él, y pude ver que ese era su verdadero sueño, no era ser famoso y ser reconocido mundialmente, lo que ese chico deseaba con el alma era el formar su propia familia - Perdón, perdón... no creas que quiero presionarte al hablarte de esto... Por favor, tomate todo el tiempo que tú necesites para contestarme...
-Es que no hace falta, Harry - dije, interrumpiéndolo, sorprendiéndome a mí misma con la seguridad que tenían mis palabras - No necesito seguirlo pensando... Yo ya tengo una respuesta... Harry... Y-yo... Sí quiero casarme contigo.
Sin dejarme procesar detenidamente la situación, me tomó de la cintura y me levantó en el aire haciéndonos girar a ambos, cuando me puso en el suelo nuevamente me atrajo a su cuerpo, y me besó de una manera en la que nunca la había hecho.
Harry sacó de su saco el anillo que me había mostrado hacia ya algunas horas y con una sonrisa deslumbrante y sincera lo colocó en el dedo anular de mi mano izquierda.
-Bonita... Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo - anunció y su sonrisa me decía lo mismo, traté de darle la misma sonrisa, quería que pensara que la idea de compartir una vida juntos nos emocionaba por igual - Val, tenemos que decírselo a tus padres y quisiera que fijáramos una fecha para la boda de inmediato, la gira empieza pronto, y me gustaría iniciarla contigo a mi lado, quisiera llevarte conmigo a recorrer Europa...
-Entonces elige una fecha, yo estaré de acuerdo en lo que tú decidas - respondí.
-¿Segura? ¿No quieres ver antes el tiempo que necesitas para conseguir el vestido que quieras? ¿El lugar? - preguntó dudoso.
-Harry, yo no necesito de un cuento de hadas... No necesito la boda en el castillo ni nada de eso... Una ceremonia tranquila con amigos y familia cercana serán suficientes para mí - le expliqué - A menos que tú quieras algo así...
-¿Qué te parece dentro de un mes, entonces? - preguntó - Y será la boda que tú quieras que sea.
-Sí, dentro de un mes está perfecto para mí - acepté de inmediato justo antes de que volviera a besarme.
Bridgett nos interrumpió para saber cuál era el gran alboroto que estábamos armando, y sin que yo pudiera decir nada, Harry se lo dijo emocionado. Mi nana salió corriendo hacia la casa, gritándole a mis padres quienes pronto nos acompañaron y abrazaron a ambos por la "maravillosa" noticia de nuestro compromiso.
Todos tuvieron una opinión distinta, mi padre creía que era demasiado pronto, tanto el compromiso como la fecha de la boda; mi nana argumentó que así debía ser el amor, impulsivo, divertido y alocado; mi madre estaba contenta con el compromiso, pero concordaba con mi padre en cuanto a la proximidad del evento.
La champagne no se hizo esperar, y el brindis de mi madre me mareo mucho más que el mismo alcohol. "Ustedes que son jóvenes, llenos de vida y amor... Les deseo un matrimonio maravilloso, y que siempre estén tan enamorados y felices como lo están en este momento... A ti, mi niña, te felicito por haber esperado por el hombre correcto para dar este gran paso, te dije que algún día llegaría... Y hoy está sentado allí a tu lado... Y a ti, Harry, te doy las gracias por hacer a nuestra niña de oro tan feliz."
Asqueada por la hipocresía que se respiraba en la habitación, me excuse con que estaba muy cansada y me despedí de todos antes de subir a descansar.
-Espero que estés contenta - le dije sarcástica a mi madre cuando se apareció en mi habitación, un rato después de que Harry se fuera.
-¡Contentísima! - dijo, y no creo que estuviera bromeando - Pero sí creo que un mes es muy apresurado.
-¿Qué no es eso lo que querías? - pregunté ofendida.
-Pues sí, pero con ese límite del tiempo no podremos planear la fiesta espectacular que debes de tener...
-No, mamá... Yo no quiero nada de eso... - me negué, no le había mentido a Harry cuando le dije que no quería una gran boda, ese no era mi sueño, o más bien ya no lo era.
-¡Ay, Valery! ¡Cómo dices eso! Uno solo se casa una vez en la vida... - me explicó.
-¡Es que esto para mí no es una fiesta! - grité - ¡Es un compromiso que estoy cumpliendo por mi familia! Yo no tengo nada que festejar, ¡Así que déjame hacerlo a mi maldita manera!
-Pero que va a decir la gente...
-¡A mí no me importa lo que diga la gente! - le grité.
-Ay, princesa... ¿Cuándo va a ser el día que me des gusto? - preguntó indignada, y fue ahí cuando no pude más.
-¿¡Complacerte!? - grité histérica - ¿¡Complacerte!? ¡Sí únicamente soy un maldito títere en tus juegos! Me conseguiste marido, vas a planear mi boda... ¿Qué más quieres, mamá? ¿¡Qué más quieres!? ¡Todo esto es por ti! ¡Y ya vete! ¡Vete de mi cuarto! ¡No te quiero ver! ¡Vete antes de que me arrepienta de casarme con Harry! - grité y ella se quedó anonadada por mi manera de explotar, creo que vi algo de culpa en sus ojos cuando tuvo la intención de acercarse a mí para abrazarme - ¡No me toques! - Grité de nuevo, alejándome de ella - ¡Vete, madre! ¡Ya déjame!
Cubrí mi cara con mis manos conteniendo mis lagrimas y gritos de dolor, que eran tan fuertes que ni siquiera escuchéc uando cerró la puerta detrás de ella.