Cierro la puerta de la camioneta y me subo al auto con Irina, los autos se separan y siento ese vacío en el estómago, extrañaba a mi esposo, no quería separarme de él, mientras llegamos a la casa le cuento a Irina lo que pasará y se alegró demasiado de que Dean no se enojara y al contrario le gustara mi plan, cuando llegamos a casa me siento contenta y relajada a pesar de todo, agarro las camas de las niñas y las uno para dormir con ellas, dormir con mis hijas a cada lado de mí me recuerda a los viejos tiempos, cierro mis ojos lentamente y me dejo llevar por el sueño.
A la mañana siguiente voy a ver a mi bebé, se ve cada vez más hermoso, tiene sus cachetes más grandes y esta más gordito, pude pasearlo por el hospital junto con una enfermera y eso me emociono demasiado, comencé a llorar, Irina por fin pudo cargarlo y después de entregármelo comenzó a grabarme con el bebé, después de alimentarlo se lo entregue a la enfermera y salimos del hospital, pero antes de cruzar la puerta Jack nos detiene.
—Necesito hablar con ella —dijo señalándome.
—Te espero afuera —dijo Irina mirándolo de mala manera.
Caminamos hacia una zona restringida y se apoya contra la pared.
—Me debes algo —dijo mientras enciende un cigarrillo.
—Sabes que no debes fumar acá ¿Cierto? —le pregunté apoyándome a la otra pared.
—No hay nada incendiario acá —dijo como si nada.
—Te daré la dirección si me firmas algo.
—¿Qué? —preguntó serio.
—Un acuerdo, te doy la dirección a cambio de que dejes en paz a mi familia y a los miembros del cartel, eso incluye a mis suegros, mi cuñado...
—Me parece bien —se sacó el cigarrillo de la boca—. Pero una vez que cumplamos con el trato ese documento desaparecerá ¿Bien?
—Eso depende de ti —me crucé de brazos—. ¿Estarás aquí en la tarde?
Jack negó con la cabeza.
—¿Mañana?
—Creo.
—¿Crees? —pregunté con el ceño fruncido.
—Tengo otros trabajos.
—Eso no parecía cuando te quedabas a vigilar mi habitación todo el día.
Jack me mira fijamente, casi como retándome pero no cedo.
—Bien, mañana en la mañana vengo por eso.
—Bien —empecé a caminar.
Salgo del lugar y me encuentro a Irina sentada frente al paradero de taxis, subimos al auto pero en vez de conducir a la casa se desvía para ir al centro comercial.
—¿A dónde vamos? —pregunté algo confundida.
—Necesitamos vestidos para la fiesta —dijo mientras daba la vuelta—. Dean dio la orden de hacerte lucir como la mujer más bella de ese día así que hay mucho que hacer.
—¡Oye! —le di un suave golpe en el hombro.
—¡¿Qué?! Tuviste un bebé y hace mucho no te haces tratamiento facial, lo necesitas nena.
—Lo necesitamos, me escuchas, lo necesitamos —dije sin dejar de reír.
—Primero nos arreglaremos el cabello, no se el tuyo pero el mío está asqueroso.
—Eso si —miré el mío en el espejo retrovisor—. Y también un...
Ni siquiera pude terminar mi frase, un taxi comienza a golpearnos desde atrás haciéndonos brincar, miramos hacia atrás y hay un hombre, por mi parte no lo reconozco pero al parecer Irina si lo hace ya que su rostro pierde todo el color, al segundo golpe las dos reaccionamos y ella comienza a acelerar el auto obligándome a colocarme el cinturón de seguridad.
—¡¿Quién es ese?! —pregunté asustada.
—Es mi papá —dijo ella completamente aterrada.
—¡¿Tu papá ?! ¿Y por qué hace eso?
—Es que —Irina empezó a acelerar más—. Se enteró que soy novia de James y lo investigo y pues no encontró cosas muy buenas.
—¡¿Y tú papá te quiere hacer daño por eso?
—Es complicado, por favor hablamos después de esto —dijo ella tratando de concentrarse.
Sigue conduciendo como loca como unos diez minutos hasta que un auto choca al taxi de lado, inmediatamente nos detenemos y volteamos para ver que sucedió, un hombre de traje se baja del auto que lo chocó de lado y comienza a discutir con el padre de Irina, al parecer el semáforo había cambiado justo cuando nosotras pasamos, inmediatamente arrancamos y escapamos del lugar, en definitiva necesitaré muchas explicaciones.
Cuando llegamos a casa y después de almorzar fuimos al parque, mientras las niñas patinan yo me encuentro sentada en una banca junto a Irina mientras Meiling descansa de mis dos pequeños terremotos.
—Comienza por favor, me tienes con los nervios de punta —le pedí mirándola.
—Es que cuando estaba en casa de mi tía papá llegó de sorpresa, me sorprendió mucho porque desde que murió mi mamá no lo había visto, me dejo abandonada en la casa de mi tía para vivir su vida, mi tía para hacerlo sentir mal por desaparecer tanto tiempo le dijo que estaba saliendo con un adinerado que me tenía viviendo bien y él lo quiso conocer.
—¿Y cómo supo su nombre?
—Mi tía se lo dijo en un momento de rabia y el busco sus antecedentes penales.
—Pensé que los habían borrado —dije con el ceño fruncido.
—Lo habían hecho, pero cuando comenzó a aparecer el nuevo cartel según me explico James los policías tenían miedo de meterse en esos asuntos y no se han borrado los antecedentes de este año.
—¿Y entonces?
—Pues que cuando encontró sus antecedentes leyó lo de la investigación por el asesinato de su tía y empezó a malpensar.
—¿Y por eso quiso atropellarnos hoy? —pregunté ahora enojada con ese hombre.
Ella solo asintió.
—Al parecer esta avergonzado de tener una hija novia de un asesino.
—Pero él no lo hizo —dije indignada.
—¡Ya se lo dije! Pero no hace caso —dijo con frustración—, cuando me llamaste porque el parto se adelantó mi tía me dijo que me fuera en seguida o me mataría pero no sé cómo me encontró —dijo ella tapándose el rostro.
—¡Hey! Tranquila —dije tratando de animarla—. Solo a él se le ocurre amenazarte a ti ¿Y ya le dijiste a James?
—Tengo miedo de hacerlo.
—¡Hazlo! Ya el bebé está bien al igual que yo, dile que quieres viajar y despejar la mente antes de la fiesta porque tu papá está loco, cuéntale todo, es muy compresivo y sé que él te dirá a donde puedes ir y que hacer —saque su teléfono del bolso para entregárselo.
—¿Y si le quiere hacer daño a mi papá?
—Sé que si se lo pides no lo hará —dije tratando de calmarla—. Ve y llámalo, les compraré helado a las niñas.
Al llegar a casa Irina no se ve feliz, al contrario, se ve estresada y esta muy silenciosa, nos sentamos en el pequeño patio mientras las niñas juegan con Nina.
—¿Qué dijo? —pregunté intentando romper el silencio.
—Está muy molesto con mi tía y con mi papá, dijo que probablemente mañana vendría por mí para esconderme donde están ellos —sonó algo desanimada.
—Pues pienso que es algo bueno, podrás pasar más tiempo con él.
—Pues sí pero...
—¿Pero?
—Es que —se cubrió el rostro con sus manos—. Te mentí...
—¿Me mentiste? —pregunté algo sorprendida.
—La prueba yo... no me la hice, tenía miedo —dijo sin dejar de cubrirse el rostro.
Inmediatamente abro los ojos y la boca al tiempo.
—Me la hice hoy en la mañana y...
—Estás embarazada —complete su frase completamente en shock.
Ella solo asintió.