Casados Por Accidente

By -LILU-

218K 17.3K 14.4K

Alcohol: Droga psicoactiva en el que al comienzo de su consumo crea una sensación de alegría, felicidad y euf... More

C A P Í T U L O 1
C A P Í T U L O 2
C A P Í T U L O 3
C A P Í T U L O 4
C A P Í T U L O 5
C A P Í T U L O 6
C A P Í T U L O 7
C A P Í T U L O 8
C A P Í T U L O 9
C A P Í T U L O 10
C A P Í T U L O 11
C A P Í T U L O 12
C A P Í T U L O 13
C A P Í T U L O 14
C A P Í T U L O 15
C A P Í T U L O 16
C A P Í T U L O 17
C A P Í T U L O 18
C A P Í T U L O 19
C A P Í T U L O 20
C A P Í T U L O 21
C A P Í T U L O 22
C A P Í T U L O 23
C A P Í T U L O 24
C A P Í T U L O 25
C A P Í T U L O 26
C A P Í T U L O 27
C A P Í T U L O 28
C A P Í T U L O 29
C A P Í T U L O 30
C A P Í T U L O 31
C A P Í T U L O 32
C A P Í T U L O 33
C A P Í T U L O 34
C A P Í T U L O 35
C A P Í T U L O 36
C A P Í T U L O 37
C A P Í T U L O 38
C A P Í T U L O 39
C A P Í T U L O 40
C A P Í T U L O 41
C A P Í T U L O 42
C A P Í T U L O 43
C A P Í T U L O 44
C A P Í T U L O 45
C A P Í T U L O 46
C A P Í T U L O 47
C A P Í T U L O 48
C A P Í T U L O 49
C A P Í T U L O 50
C A P Í T U L O 52
C A P Í T U L O 53
C A P Í T U L O 54
C A P Í T U L O 55
C A P Í T U L O 56
C A P Í T U L O 57
C A P Í T U L O 58
C A P Í T U L O 59
C A P Í T U L O 60
C A P Í T U L O 61
C A P Í T U L O 62
C A P Í T U L O 63
C A P Í T U L O 64
C A P Í T U L O 65
C A P Í T U L O 66
C A P Í T U L O 67
C A P Í T U L O 68
C A P Í T U L O 69
C A P Í T U L O 70
C A P Í T U L O 71
C A P Í T U L O 72
C A P Í T U L O 73
C A P Í T U L O 74
C A P Í T U L O 75
C A P Í T U L O 76
C A P Í T U L O 77
C A P Í T U L O 78
C A P Í T U L O 79
C A P Í T U L O 80
Efecto Doppler
¡ÚNETE A NUESTRO SERVER!

C A P Í T U L O 51

1.8K 161 38
By -LILU-

La causa.

Sonic.

Tecleé su número en la pantalla de mi teléfono móvil, me senté en la orilla de la cama y esperé a recibir una contestación del otro lado de la línea.

—¿Pasó algo? —Cuestionó primeramente.

—¿Qué tal vas por allá? —Respondí intentando prepararme para informarle de la situación de mamá.

—He recorrido todo el hospital, hay papeleo para cada cosa. —Quejó.

—Manic... Escucha, eh... —Cesé mi habla.

—¿Ahora qué? —Preguntó ya cansado de la llamada.

—Mamá tenía diabetes. —Corté. Tan sólo el pronunciarlo me provocaba pensamientos sumamente negativos y dolorosos.

—¿Qué? —Entonó anonadado.

—Cuando salí del hospital pasé al vecindario de mamá-. —Me vi interrumpido.

—Lo que le sucede a nuestra madre no es de la incumbencia de ellos.

—Una de sus vecinas era muy amiga suya, merecía saberlo. —Defendí.

El silencio se prolongó en la llamada. A modo de romper ese incómodo momento, decidí proseguir.

—Eran tan cercanas que incluso le confesó algo que ni siquiera nos confío a nosotros. Aleena era diabética, no sé exactamente qué tipo pero habrá que informarle al hospital cuánto antes.

Nuevamente, la ausencia de la voz de mi hermano se dio en la llamada. El silencio reinó por completo.

—¿Manic?

—Sí, yo le notifico al hospital. —Respondió tajante.

—Te veo en un rato. —Me colgó.

Se oía igual de devastado que yo. Amy me abrazó cálidamente, me arropó con una frasada y me besó la mejilla.

—Tienes que descansar. —Comentó tirando levemente de mí cuerpo con el fin de recostarme en el colchón.

—Es difícil hacerlo con todo esto. —Suspiré acostándome a su lado.

—Lo sé. —Se recargó de mi pecho, también estaba afectada, aunque claramente no tanto como yo.— Tus problemas son mis problemas. Pronto todo se solucionará. —Consoló.

—Ruego porque así sea. —Acaricié sus púas.

[...]

Mi alarma me despertó en la madrugada, debía de arreglarme e ir al hospital, mi horario iría desde las tres de la madrugada hasta las diez de la mañana.

Me levanté de la cama con cautela para no despertar a Amy, ayer me apoyó demasiado y me temo que al igual que yo, no durmió precisamente bien.

Alisté mi ropa y me metí a la ducha. Dejé que mis preocupaciones se marcharán junto con las gotas de agua que se deslizaban sobre mi piel y morían en en suelo. Me sequé con la toalla y vestí ropa abrigadora, las madrugadas siempre eran frías y tal parece que tendría que acostumbrarme a salir a la calle a estas horas.

Coloqué mi mano sobre el picaporte de la puerta de madera, escuché el movimiento de los resortes del colchón, di la vuelta.

—¿Te vas ya? —Interrogó con actitud adormilada.

—Sí, Manic ya deberá de estar cansado.

—Te acompaño. —Se ofreció intentando sentarse en la cama.

Yo rápidamente me le aproximé, la tomé por los hombros antes de que se levantara por completo e hice que volviese a recostarse, quedando sobre ella.

—Es muy temprano y tú tienes una sesión con Nathan en unas horas. Quédate aquí.

—¿Estás seguro de querer ir solo?

La besé con lentitud. Adoraba el sabor de sus labios. Pegué mi frente a la de ella, siendo testigo de cómo una tímida sonrisa se dibujaba en su rostro al termino de nuestro roce.

—Seguro. —Confirmé sonriéndole por igual.

Me incorporé. Tapé su cuerpo con las cobijas que cubrían la cama y finalmente me retiré.

Abrí la puerta principal de nuestro departamento, tomé una llaves y posteriormente cerré con las mismas.

Los pasillos del edificio estaban vacíos, eran contados los departamentos donde oía —muy vagamente— algo de ruido.

Llamé al ascensor, esperé unos pocos segundos y en cuanto las puertas se explayaron, entré al mismo.

Tras bajar del susodicho, metí mis manos en los bolsillos de mi abrigo y caminé cabizbajo hasta la clínica donde se encontraba mi madre.

Las calles eran lúgubres y en contadas ocasiones miré a los automóviles cruzar por los alrededores. Únicamente unos dos o tres pasando las avenidas principales, vislumbré a una ambulancia desplazándose a toda velocidad por los bulevares, a ésta hora y con la sirena encendida era una clara señal de que quién fuese allí adentro se encontraba grave.

Aquella suposición sólo me hizo angustiarme más. Definitivamente no era mi madre, pero me intranquilizaba que algo similar le sucediera, que aún estando dentro del hospital necesitara ayuda inmediata.

No tardé demasiado en llegar a mi destino. La gente entraba y salía una y otra vez, muchos con llamando por teléfono completamente alarmados, otros llorando desconsolados.

La sensación al verlos era muy desagradable, tenía tantas ganas de ayudarlos o al menos brindarles una buena charla para animarlos. Pero hiciera lo que hiciera, no era de mi incumbencia y mucho menos algo que pudiese cambiar el destino del paciente alojado en el hospital.

Tomé el ascensor. Me desplacé por el hospital, sus pasillos eran tan blancos  como el marmol y resplandeciente cuál noche estrellada. Quizá si no estuviese metido en este contexto tan ennegrecido, el aspecto del lugar me sería más agradable.

Encontré la habitación propia a mi madre, abrí la puerta lentamente, Manic permanecía de pie, recargado en una de las paredes.

—¿Cómo te fue? —Indagué.

—Ya le han hecho los estudios, me dijeron que en unas horas fuese al segundo piso por los resultados. —Alzó la mirada al culminar su enunciado.— ¿Puedes pasar por ellos?

—Por supuesto. —Asentí con la cabeza.

—Estoy exhausto. —Quejó acercándose a mí.

—Vete a casa, yo me encargo del resto. —Me abrazó dándome palmadas en la espalda a modo de despedida.

—Nos vemos en el trabajo. Llámame en cuanto tengas los resultados.

—Claro, descansa. —Salió del cuarto.

Tomé un pequeño banco de metal que había en el lugar, lo coloqué al lado de la cama y me senté.

Observé con suma delicadeza todo aquello conectado a su cuerpo. Me dolía mirarla así, incluso por minutos intentaba no hacer ruido, casi como si interrumpiese su siesta.

El silencio existente en la habitación estaba repleto de todo un mar de sentimentalismo. Curiosidad por saber el resultado de sus estudios, impaciencia por su despertar y un gran temor por el futuro.

Mi celular vibró, extrañado por la hora, desbloqueé el mismo y revisé las notificaciones. Mensaje de Tails.

Tails:
¿Te divertiste?
No me di cuenta cuando te marchaste.

Ellos no tenían ni la más mínima idea de lo que estaba pasando ahora mismo.

Sonic:
No es el mejor momento para hablar de eso. Estoy en el hospital.

En cuanto ambas palomitas se iluminaron en color azul, su nombre de contacto pasó a tener como subtítulo "escribiendo...", respondió totalmente apanicado.

Tails:
¿Estás bien? ¿Qué pasó?

Dudé en contarle, era probable que reaccionara de una forma muy preocupada. Aunque necesitaba a alguien que me escuchara.

Sonic:
Estoy en la mierda. Mi madre tuvo una descompensación.

Tails:
¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo está?

Sonic:
Ayer, está en coma. Me siento terrible.

Tails:
Viejo, como lo siento :'(.
Se pondrá bien, ya verás.

Sonic:
¿Y qué si no? El día de mi cumpleaños decidí dejarla por ir a la fiesta que ustedes me organizaron. Pude haber convivido más con ella, quizá hasta hubiese estado allí cuando todo pasó.
Y no lo tomes a mal, realmente me divertí, les agradezco el haberlo hecho, pero me siento culpable.

Tails:
No fue culpa tuya, no seas tan duro contigo mismo. Nadie sabía que eso pasaría.

Miré la hora en mi celular, decidí que sería tiempo de ir a echar un vistazo al laboratorio. Quizá ya tendrían los resultados de los estudios de mi madre.

Sonic:
Gracias por todo, colega. Te dejo, estoy un tanto ocupado.

Tails:
Entiendo. ¡Ánimo! Nos vemos.

Guardé mi celular en mi bolsillo. Llamé a una de las enfermeras para que se encontrara al tanto de mi madre mientras yo iba al segundo piso.

Caminé firme hasta el elevador. Seleccioné el nivel dos del edificio. Aunque por supuesto el ascensor hizo unas cuantas paradas antes de seguir mi rumbo.

Llegué al área destinada a los resultados de múltiples estudios, habían cinco individuos más. Me senté en una de las sillas de espera y vislumbré con cautela a mis acompañantes.

Tres de ellos eran mujeres, dos se mostraban sumamente angustiadas. La tercera lloraba abrazada de un chico de mediana edad. El último era un anciano cabizbajo y con un semblante apesadumbrado.

Llamaron a uno por uno. Algunos de allí salieron alegres al recibir una respuesta favorable. Únicamente dos abandonaron la sala sollozando, logrando entristecerme de tal modo.

Sin duda alguna, no hay lugar donde se acumule mayor cantidad de experiencias que en un hospital. Había de todos los tipos tanto felices como funestas.

Ya fuese para bien o para mal, la gran mayoría de aquellas vivencias serían sus compañeras de por vida.

Un halcón de plumaje gris y atuendo blanco me atendió desde el otro lado de la ventanilla.

—Buena noche. —Saludé educadamente.— Vengo por los estudios de Aleena The Hedgehog.

—Fecha y hora de la realización. —Indagó.

—Hoy. A las doce aproximadamente.

—Permítame.

Se marchó. Lo perdí de vista al instante.

Me mantuve dando vueltas en el área, me senté, me levanté, caminé, paré. Estaba desasosegado por el estado de mi progenitora, y la "rapidez" con la que aquel sujeto buscaba sus resultados empeoraba mi situación.

Finalmente él llegó. Me entregó por la parte baja de la ventanilla una lista en la cual firmé, posterior a ello, me entregó un folder con una hoja tamaño oficio en él.

Lo abrí en el momento, leí cada parte. Suspiré y con mi salud espiritual a punto de dañarse por completo, marqué el número de mi hermano. Tardó tres tonadas en contestar.

—¿Sonic? ¿Tienes noticias?

—Hipoglucemia, tiene hipoglucemia.

Escrito: 28/10/2018.
Publicado: 13/07/2019.

Continue Reading

You'll Also Like

1.8K 413 17
Hetalia- RussVene- Comedia/sobrenatural.Cómo reaccionarías si un demonio ruso se plantara en tu casa diciéndote que se quedara allí por que puede? Ju...
514K 52.7K 132
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
96.3K 7.1K 24
Hay dos tipos de personas en el mundo; las que critican lo que está bien y lo que está mal, sin que siquiera hayan movido un dedo por cambiar lo ocur...
36.1K 3.1K 40
Zonic, el Capitán de la Zone Cop: un erizo respetado, con un carácter serio y frío, con un pasado que lo atormenta en sus recuerdos. ¿Estaría él dis...