— Hola ___.
Su sonrisa, su mirada, su voz, su forma de hablar, todo de él lo amo.
— Mark, hola —sonreí como tonta mientras intentaba guardar a ciegas un libro dentro de mi bolso.
— ¿No te gustaría anotarte al club de ciencias? —levantó sus cejas expectante a mi respuesta.
El estruendoso ruido que hizo el libro al estrellar en el suelo provocó una risa en Mark. Lo peor fue cuando me agache a toda prisa a recoger el libro, como siempre yo de estúpida, me levanté muy rápido provocando que mi cabeza se golpeara con mi pupitre.
— Oh, mierda —susurre molesta y adolorida mientras llevaba rápidamente mi mano a mi cabeza.
— ¿Estás bien? —se agachó preocupado y me ayudó a levantarme.
Un rubor no tardó en aparecer en mis mejillas. Tenía a Mark tan cerca.
Asentí algo tímida mientras reía un poco tratando de disimular mis sonrosados cachetes.
— Yo, no estoy segura en ser muy buena con las ciencias —respondí a su pregunta.
— Pero piénsalo, también subiría tu nota —sonrió.
Era cierto eso. Entrar al club de ciencias me daría un puntaje extra para la feria de ciencias que, de hecho, ya está cerca también, y no creo que este año me acepten el mismo volcan desastrozamente explosivo que traigo todos los años.
— Lo pensaré.
Mark asintió y, despeinando un poco mi cabello, salió del salón.
Lo vi alejarse y di un largo suspiro.
Mark eres perfecto.
Tal vez si entrará al club de ciencias, también podría verlo más seguido, estudiaríamos juntos y haríamos proyectos juntos.
Estoy segura que mis ojos brillan en este mismo momento, debo verme tonta.
Lo pensaría, no se oye tan mala idea.
Terminé de guardar mis cosas y salí de ahí.
Corrí por los pasillos en dirección al exterior.
Tomé mi bicicleta y repetí lo que venía haciendo toda la semana, ir a la escuela de Jaemin.
Era divertido regresar con él a casa, ya me estaba acostumbrando.
— ¡Hey ___! —oí a alguien llamarme.
Dejé de prestar atención a la autopista y levante mi vista buscando a los dueños de aquellas voces.
Encontré un RenJun agitando su brazo violentamente a lo lejos.
Imité su acción y apresure mi paso hasta llegar al lado de ellos.
— ¡Hola! —saludé enérgicamente.
Se encontraban sentados al pie del mismo árbol que me siento todos los días.
Respondieron el saludo con sonrisas.
— ¿Que hacen aquí? —pregunté mientras me sentaba al lado de ellos.
— ¡Hey! Aquí no eres la única que es amiga de Nana —habló un sarcástico Donghyuck.
Reí.
— Me refiero a que todos estos días ustedes no han estado aquí —aclaré.
— Es que, nuestros padres contratan movilidad para que nos venga a recoger —explicó Jisung— Pero ahora hemos burlado con éxito al conductor de la movilidad logrando de esa forma quedarnos.
Su tono de voz triunfante se oía como si le acabarán de pagar su primer sueldo.
— Vaya, ¿No les da remordimiento de conciencia?.
— ¿Conciencia? ¿Qué es eso? —respondió con otra pregunta y un rostro de inocencia.
Negué mientras reía.
— Y... Jaemin, ¿No ha hecho nada raro? —preguntó RenJun de la nada.
Desvíe mi vista de Jisung para encontrarme con un RenJun que jugaba con las hojas secas del suelo.
Ladeé mi cabeza esperando que fuera más especifico con su pregunta.
— Qué si Jaemin no se a de...
Un golpe por parte de RenJun evitó que Donghyuck siguiera hablando.
— Estoy rodeado de idiotas —mascullo un molesto RenJun asesinando con la vista a un Donghyuck muerto de risa.
— Pobre Jaemin, no puede con su genio.
— ¿A qué te refieres?.
Jisung jugaba también con las hojas secas del árbol.
— Es muy impulsivo —completó Donghyuck.
— ¿Impulsivo? ¿El zángano? —abrí mis ojos en forma de sorpresa.
— Está castigado porque se golpeó con otro chico mayor —habló RenJun— Solo porque le habló en un momento muy poco indicado. Sacar bajas notas saca de quicio a Jaemin.
Me costaba un poco creer eso.
— Pero si Jaemin es completamente inofensivo.
— Si se siente cómodo con algo entonces el quiere mucho a eso, pero si el se molesta entonces hace lo posible para lastimarlo, si algo le confunde no lo piensa mucho y discute consigo mismo hasta volverse loco y si algo no le sale como a él quiere entonces el destruye aquello.
Eso no se oía al Jaemin que yo conozco, el Jaemin adorable que le gustan los ponys y los peluches.
— Pero a el le gustan los ponys —irónicamente hablé.
— También —asintió con una sonrisa Donghyuck.
— Por esa razón preguntaba si él había hecho algo extraño —ignoró RenJun lo de los ponys y aclaró su primera pregunta.
Negué con un movimiento de cabeza respondiendo a su pregunta.
— Pero el también es estúpido.
— Respeta mocoso —reprendió RenJun a Jisung.
— Pero es cierto —protestó.
— Tienes razón, si tuviéramos que hablar de todas las estupideces que hace probablemente nos quedaríamos toda la semana —RenJun terminó de hablar hundiendo más la imagen de Jaemin.
— Lo que hizo por Lin es probablemente una de sus estupideces más grandes —habló Donghyuck abriendo sus brazos como si fuera a abrazar a alguien.
— Eso me pone a pensar —RenJun llevo su dedo a su barbilla y torció si boca en una mueca— Últimamente está muy tranquilo, es aquello muy sospechoso, peligroso, diría yo. De seguro no demora en ocurrirsele cualquier mierda y la caga toda.
Aquellas conversación se había convertido en un único tema, Jaemin.
— Ten cuidado —Jisung me dirigió una mirada de compasión.
— Que dramáticos, Jaemin no hace nada más que ser una nenita —hablé con tranquilidad.
— Es un idiota impulsivo y por eso comete estupideces, te advertimos para que no te molestes con él cuando a su poco cerebro se le ocurra alguna mierda rara, Jaemin no soportaría que le dejes de hablar, sibhay algo que odia mucho, es que sus amigos se molesten con el—habló a gran velocidad RenJun.
Todos se empezaron a parar. Yo, algo confundida por su repentina acción, me levante igual de rápido que ellos.
— ¿Qué hacen aquí? —Jaemin había llegado.
— Ay, perdón por molestarte con nuestra amistad —habló un ofendido Donghyuck mientras se llevaba la mano al pecho— ¿Por qué? ¿Querían hacer otras cositas?.
Cambió drásticamente su ofendido tono por uno pícaro, una sonrisa malévola y un movimiento extraño de cejas, Donghyuck podía sacar de su juicio a cualquiera.
— Callate —Jaemin empujó a un lado a Donghyuck, quien reía gustoso de fastidiar al menor.
— Pero que cosa tan linda tenemos aquí —Jisung se abrió campo frente a Jaemin y cogio su cara para pellizcar las mejillas contrarias.
— Sueltame engendro del mal —protestaba Jaemin.
Jisung, a pesar de ser menor, ganaba por altura a Jaemin, cosa que hacia difícil para Jaemin deshacerse del menor.
Jaemin dirigió una mirada de indignación a Jisung cuando por fin logró quitarlo de encima.
— Hola —dirigió su mirada a mi y pellizco mi cachete, acción rápida por la cual no pude protestar.
Siempre hacia eso, pellizcaba mi mejilla o sacudía mi cabeza tomando mi barbilla.
Le respondí el saludo con una mueca.
— Sí lo sé, soy el mejor amigo por sobornar al de la movilidad y poder hacer quedar a estos críos para esperarte —habló en tono irónico y con una amplia sonrisa un RenJun alegre.
— ¿Qué me has traído? —Jaemin ignoró las palabras de RenJun y se dirigió a mí.
Cada que venía le compraba algo por el camino o traía algo de mi casa.
— Uhm, le robe estos dulces a mi hermano —saqué las golosinas de mi bolso— Hay suficiente para todos.
— Olvidaré esta falta de respeto solo por los dulces —RenJun fue el primero en arrancar la bolsa de dulces de mi mano.
— ¡Hey son para mí!.
— ___, ¿Por qué no los sacaste antes? Ahora tenemos que compartir con este culo.
— Yo soy el menor, yo debo comer esos dulces.
La bolsa había desaparecido de mi mano en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora todos se peleaban por la dichosa bolsa como pequeños niños.
Ese era el Jaemin que yo conocía, un adorable Jaemin que aún es un niño.
¡HE VUELTO!
JAJAJAJAJA -inserte risa malvada-.
He ascendido desde los mundos infiernos, aún no se deshacen de mí.
Casi muero, bc me enfermé, but, he vuelto a nacer como el ave Fenix y... ¡AQUÍ ME TIENEN!.
Oficialmente, soy inmortal, neta que, si esto no me mató, entonces, ya nada lo va a hacer.
😈😈😈😈😈😈😈😈
Em fin, vengo dejándoles capitulo, espero que disfruten lo tranquilito porque ya se viene lo bueno.
Las amo mucho.
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