20 aniversario.
Sonic.
Era de mañana, ayer había regresado algo tarde con Amy por lo que ella seguía aún dormida.
Me levanté de la cama y de los cajones saqué un conjunto de ropa deportiva. Me cambié y fui hasta el baño para cepillarme los dientes.
No obstante, me dirigí a la cocina para prepararme el desayuno. Busqué los cubiertos y un plato, escuché pasos provenientes de la habitación, al parecer ya se había despertado.
—¿Alguna noticia de Silver? —Cuestionó Amy a mis espaldas.
—No lo sé, lo desbloqueé ayer en la noche y no me ha mandado ningún mensaje. A esta hora deberá de seguir dormido. —Aclaré buscando algo para comer en el refrigerador. Tomé la mermelada de fresa y me giré hacia ella.— ¿Y a ti? ¿Blaze no te ha... —Hice una pausa al verla con un mallón deportivo y una blusa pegada.— Wow, ¿y eso? —La miré lentamente de pies a cabeza.
—Sé que ya es bastante el acoso que recibes aquí en casa, pero pensé que me haría bien salir a correr por igual. —Bromeó.
—Creí que eras "un antónimo del ejercicio". —Cité sus palabras.— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—La falda que utilizaba en secundaria ya no me entra, tener una vida más sana y la falda que utilizaba en secundaria ya no me entra. ¿Mencioné lo de la falda? —Reí.
—¿Y qué? Eres linda justo como eres ahora. —Entoné dulcemente.
—¡Qué tierno! —Tomó mis mejillas entre sus manos, barrí la mirada a lo que ella rió risueña.— Pero ya tengo una meta.
Exhalé profundamente, una vez que se enclavaba con una idea, no había modo de sacársela de la cabeza.
—Entonces... ¿Quieres que seamos una de esas absurdas parejas fitness? —Pregunté.
—¡Ni loca me mato haciendo dieta! —Descartó al instante.
—Sabes que es un mito lo de poder comer lo que sea, sólo por hacer ejercicio, ¿no?
—¿Me darás toda una clase nutricional sólo para salir a correr un rato?
—Buen punto, desayúnamos algo ligero y nos vamos. —Planifiqué.
Tomé dos rebanadas de pan tostado y unté aquella conserva dulce. Amy imitó mi acción preparándose lo mismo.
Dialógamos y reímos en tanto terminábamos nuestro desayuno, al concluir salimos de casa. Recorrimos los pasillos del edificio y bajamos por el ascensor del mismo.
Abandonamos la estructura y apenas pisar la acera de la calle programé el cronómetro de mi celular y me coloqué sólo uno de mis dos audífonos.
—¿Segura que quieres hacer esto?
—¿Hacer qué?
—Correr conmigo. Digo, no es por presumir pero no creo que estés a mi nivel. Mis rutinas son algo pesadas.
—Nah, puedo con eso.
—¿Segura?
—Sí.
—¿Completamente?
—Ajá.
[...]
Ella paró bruscamente, su respiración era agitada y ruidosa, sus púas estaban desordenadas y el sudor recorría su piel.
—Venga Ames, aún no vamos ni a la mitad.
—¡Ni se te ocurra decirme Ames en este momento! —Vociferó dramatizando.— ¡No jodas! ¡¿Cómo corres tanto?! Han sido los diez minutos más largos de mi vida.
—Llevamos corriendo sólo seis.
—¡Pues para mí fue más! ¿Cuánto corrimos? ¿Veinte kilómetros? —Manifestó entre gimoteos.
—Noup, apenas y llegamos a cuatro.
Ella suspiró, se encorbó recargando sus manos en sus rodillas. Se veía exhausta, reí. Me le acerqué y la cargué entre mis brazos.
—Te dije que mi rutina era más pesada y tú insististe. Ahora, quieras o no, la terminamos juntos.
[...]
Regresamos a casa, me duché primero que ella debido a que tenía que volver a salir de casa, Mina no tardaría en llegar a la ciudad y la vería en el aeropuerto. Pese a que vivíamos en ciudades cercanas, ella había tenido que hacer una presentación un tanto alejada en el norte del país, por lo que un viaje en avión resultaba mucho más rápido que uno en autobús de estado a estado.
Esperé en los asientos pacientemente hasta que vi su avión aterrizar a través de los cristales. La pude divisar bajando de éste, no obstante, entró al aeropuerto, percatándose de mi puntual presencia en el lugar.
—Hola. —La saludé abrazándola al tenerla frente a mí.
—Sonic, ¡cuánto tiempo! —Se separó de mí.— ¿Listo para lo que se viene esta noche?
—I'm ready. —Presumí con una sonrisa galante. Saludé al resto de su banda.— Déjame ayudarte con tu equipaje, le pedí a un amigo que me echara una mano con los instrumentos y eso, afuera hay una camioneta, espero quepan la mayoría.
Ella me otorgó una de sus dos maletas, después de unos cuantos minutos esperando por el demás equipaje de la banda, por fin pudimos retirarnos. Fuimos hasta el estacionamiento donde estaba Shadow soportando mi tardanza.
Subimos las maletas e instrumentos con algo de esfuerzo hasta que pudimos acomodar todo, el hecho de entrar todos al auto fue realmente una hazaña, algunos tuvieron que ir acompañados de las cosas en la parte trasera de la camioneta, mientras que aquellos que íbamos dentro de la cabina sufríamos de asfixia por lo apretados que yacíamos.
—¿Por fin tendré la dicha de conocer a tu esposa? —Preguntó desde el asiento de atrás.
—Yup. Irá al show de hoy. —Afirmé sonriente.— Así que espero y sepas karate o algo por el estilo. —Mofé.
—¿Debería de? —Siguió mi juego a lo que yo respondí con una risa.— ¿Era una broma, verdad? —Interrogó con un leve tembloreo en su hablar, solté una carcajada.
—¡Claro que lo es!... Pero eso sí, nada de comentarios que se puedan malinterpretar, en todo caso los golpes irían para mí. —Ella pasó a desternillarse a causa de mi comentario.
Después de un trayecto apretujado y lleno de charlas amenas entre Mina y yo. Logramos llegar a mi hogar, bajamos sólo algunos instrumentos, no todos, y nos instalamos en la habitación insonora de mi departamento.
Convivimos un rato en la sala entre los demás músicos y yo. Teníamos que esperar a que mis hermanos y Scourge llegaran.
—Ya te había pasado las letras y partituras. ¿las ensayaron lo suficiente? —Indagué dándole mi libreta de canciones.
—Por supuesto. —Sonrió confiada.
—Bien, en cuanto lleguen los demás lo practicamos en su totalidad. Quiero que hagamos un ensayo.
La puerta se abrió, en vez de que fuese alguno de los miembros faltantes de The Underground, era Amy. Quien observó a todas y cada una de las personas que yacían en nuestra casa.
—Oh, am... —Me levanté con rapidez del sofá para ir al lado de la recién llegada.— Amy, ella es Mina, una amiga y, digámosle, compañera de trabajo. —Señalé.— Mina, ella es Amy, mi esposa. ¿A que es afortunada?
Amy se dirigió a ella para poder saludarla con un ligero estrechón de manos.
—Vi a Manic, Sonia y Scourge hace unas cuadras, no tardarán en llegar. —Informó abriéndose paso a la cocina para servirse agua.
Le hice una seña a Mina acortando la distancia entre mis dedos índice y pulgar, indicándole que me esperara un momento mientras hablaba con la eriza.
—¿Gustas alguna canción para el show de hoy? Acepto sugerencias. —Intenté cortar la tensión del aire, a lo cual ella sólo rió.
—Nathan acaba de llamarme. —Rodé los ojos.— Fue precisamente para invitarme al vigésimo aniversario del Scout, tenías razón, Marc Thomson es su tío.
Lo que me faltaba.
—Entonces creo que sí agregaré una canción a la lista. —Di media vuelta.
—Sé que lo que tocaste en el café la vez pasada era para Nathan, por mí no hay problema, pero no te recomendaría tocar una canción que hable de lo molestos que son los ricos en una fiesta donde los dueños lo son. —Planteó.
—Es cierto, una canción no es suficiente, le pediré alguna arma a Shadow. —Bufoneé. Ella puso los ojos en blanco mientras reía.
[...]
Llegamos al bar con dos horas y media de anterioridad, debíamos de colocarnos y hacer algunas pruebas de sonido.
Anteriormente, en mi departamento, habíamos ensayado unas cuantas canciones a dueto —ensayos en los cuales Amy no paró de supervisar, probablemente por unos celos muy notorios e indiscretos—, sin embargo, aún queríamos continuar con éstos. Cesamos ante la intervención del dueño del local.
Me recibió con un simple movimiento en su cabeza, alzándola con rapidez. Se desplazó hasta Mina, dándole un saludo de manos.
—Mina Mongoose, ¿no es así?
—Sí, un gusto. —Respondió ella.
—Marc Thomson. —Uff, no tienes idea de cuánto odio tu estúpido apellido.
—¡Hola! Perdona por llegar tarde, mi vuelo se retrasó. —Entró al bar llamando la atención de todos.
Y para mi desgracia, también llegó el infeliz de su sobrino.
—¡Sofío! Qué coincidencia verte aquí. —Pronunció al verme al lado de su tío.
—Sonic. —Corregí con cierto tono de molestia.
—¿Qué haces por aquí? ¿Vas a ser el entretenimiento? —Cuestionó torpemente.
—Sí.
—¿Se conocen? Qué bien, si Nathan te conoce —Colocó su mano en mi hombro.— quiere decir que debes de ser bueno en lo que haces.
—En realidad nunca lo he escuchado, hoy será la primera vez. Lo conozco porque es el novio de alguien del trabajo. —Aclaró restándome profesionalismo.
—De hecho soy su esposo. —Respondí cortante.
—En fin, los dejo a que prosigan con su ensayo, aún tienen tiempo. —Acomodó su traje y se marchó.
Nathan no se fue con él... Lo que significaba que se quedaría a hacernos compañía por más tiempo.
—¿Es una guitarra? —No, es una trompeta con cuerdas, semejante imbécil.— ¿Eres el guitarrista? —Preguntó una obviedad al vislumbrarme a mí con una guitarra en las manos.
—Guitarrista, compositor y vocalista. —Contesté aguantando las ganas de soltar un comentario sarcástico e irónico.
—Ya veo. —Guardó silencio recargándose en las bocinas quedando a mi lado.— ¿Amy vendrá hoy?
—Sí, quiere venir a verme tocar. —Sentí a Mina tirándome levemente del brazo.
—¿Nos disculpas? Tenemos que hablar sobre el show. —Pidió que Nathan se retirara.
—Oh claro, perdón. Nos vemos luego Sonic.
Observé cómo él descaradamente le sonreía de lado y le guiñaba el ojo al irse.
—Percibí cierta aura de odio. —Opinó Mina recargando su brazo en mi hombro.
—Amy es fotógrafa y trabaja con ese papanatas. —Aporté.— Un niñito rico con todas las intenciones de querer tirársela a ella y en general, todo lo que se mueva. —Me crucé de brazos.
—Pues en caso de que lo logre, existen los divorcios. —Rió.— ¿Qué? —Interrogó al verme en silencio y enseriando el semblante.— ¿Me pasé con el humor negro? —Desvié la vista.— Argh, bien. —Refunfuñó.— Toquemos ska en algún punto del concierto, te aseguro que no se salva del slam.
—¿Te he dicho lo mucho que te aprecio como amiga?
[...]
Amy.
—Y entonces... ¿Sonic no te ha dicho nada de Mina?
—No. —Contestó Silver ya cansando de mis preguntas.
—¿Seguro? ¿O sólo lo estás cubriendo?
—No me ha dicho nada.
—¿Sabes si ha salido con ella?
—No lo sé.
—¿Me estás siendo sincero?
—Ajá.
—¿No te ha hablado sobre obscenidades con ella?
—Que no.
—¿Notas que él sea muy cercano a ella?
—¡Amy ya! —Paró de caminar antes de llegar.— Sonic es un pendejo, pero no tanto para engañarte. Apenas y nos ha llegado a hablar de Mina, pero jamás de forma vulgar. ¿Con eso es suficiente? —Lo abracé.
—Disculpa por el interrogatorio. —Lo solté.— Es sólo que soy un poco insegura y bueno... Tú entiendes.
—Ya, ya; no pasa nada. —Continuó caminando, le seguí el paso.
Ambos íbamos al bar donde Sonic se presentaría, nos habíamos encontrado hace un rato cuando los dos nos topamos en direcciones diferentes.
Nos mantuvimos caminando en silencio. Silver no parecía ser una mala persona, creo que Tails y él eran a quienes yo más apreciaba.
En cuando llegamos al lugar, vislumbramos una fila gigante para entrar al bar. Los haces de luz y rayos de colores que salían por las ventanas del lugar y el gran letrero iluminado con el nombre del local en forma vertical lo hacían verse llamativo. La música se escuchaba desde afuera, todos se mostraban sedientos de alcohol y necesitados por un ambiente fiestero.
Caminé para formarme, Silver me miró alzando una ceja.
—No es necesario que nosotros nos formemos. El cadenero nos dejará pasar. —Presumió.
Reanudó el paso hacia la entrada yo lo seguí con cierta indecisión. Adelantamos la fila ganándonos los gritos, silbidos e insultos hacia nuestra persona. Silver los ignoró, se topó con un tipo alto, robusto, calvo y con mucha masa muscular.
—Hola amigo. ¿Nos dejas pasar? —Interrogó riéndose.
—No.
—Graci-¿Eh? ¿Por qué no? Soy yo, Silver.
—Está lleno.
—Conozco a Sonic. ¡Es más! Ella es su esposa.
—Que está lleno. —Volvió a negarse a dejarnos pasar.
—Oye, viejo. —Una voz llamó desde dentro al cadenero.— Mi tío dice que cuando llegue el Señor Mi... ¿Amy? —Nathan me miró con atención saliendo del lugar.— ¡Amy! Qué bien verte por aquí, déjala pasar. —El sujeto quitó la cadena de la entrada. Apenas cruzar él volvió a colocar aquella cinta fronteriza.
—Gracias Nath, pero vengo con un amigo. —Señalé a Silver.
—Tus amigos son mis amigos. —El cadenero le permitió el paso dedicándole una mirada enfadada.
Ambos entramos siendo acompañados por Nathan, me sorprendí al ver a Sonic ya en el micrófono y tocando su guitarra.
Era imposible no notar la gran diferencia entre una tocada en el café donde suele trabajar y este bar. Aquí la gente bailaba sin miedo a hacer el ridículo—principalmente por la inmensa cantidad de alcohol en su cuerpo—, cantaban y coreaban la voz de Sonic y Mina.
Él se emocionaba al ver a su público obedecer las melodías alocadas provenientes de las cuerdas de su guitarra. En los solos saltaba por el escenario moviendo su cabeza hacia adelante y atrás, incluso Knuckles había venido a ver a su amigo, él bailaba entre todo el público.
Cada canción que interpretaban contenía gran cantidad de energía, la cual era transmitida al público, quienes cada vez eran más. La mirada de Sonic viajó a través de todos ellos hasta verme a mí entre todo el mar de gente, sinceramente creo que a lo que más le prestó atención fue al hecho de que Nathan estuviese a mi lado. Coloqué la palma de mi mano en mi boca, la retiré casi instantáneamente para luego estirar mi brazo y apretar mis labios para mandarle un beso, él me sonrió ampliamente.
Manic se movía con frenesí estando en su batería. Scourge bailaba en el escenario siendo acompañado por el bajista de la otra banda. Para finalizar la canción, Mina pegó su espalda a la de Sonic para que posteriormente ambos cerrarán el tema cantando todo un conjunto de notas altas y soltando el último riff.
Agradecieron al público, sin embargo, no les permitieron marcharse. Pedían a gritos y chillidos que tocaran por más tiempo. Sonic rió nervioso desde el escenario, miró a el dueño del lugar, quien aparentaba ya tener unas cuantas copas encima, éste le mostró su dedo pulgar en señal de que podían continuar.
La noche se pasó en covers, canciones de la banda de Mina, otras tantas de Sonic y dos que parecían ser compuestas por ambos: "Se7imo día" e "Imágenes retro". Silver bailaba en la pista mientras avacionaba a su amigo.
—¿Quieres algo de tomar? Hoy hay barra libre. —Ofreció Nathan.
—Gracias, pero estoy bien así. —Refuté de manera cortés.
—Bueno, enseguida vuelvo, iré por una para mí.
Generalmente cuando combinamos a Sonic y a mí con alcohol, nunca resulta bien.
Observé el cómo estando en la barra él coqueteaba con una chica a su lado. Aproveché el hecho de que Nathan se encontrara distraído para poder escabullirme y quedar frente al escenario.
Escrito: 06/05/2018.
Publicado: 22/03/2019.
Póngale condón al lemon, que ya se viene... O no.
Créditos a LaGataVol4dora
Mil gracias por apoyar la causa ♡.
Créditos a quien corresponda.
Dude, no me pasaste tu usuario:"(... Pero te mamaste JAJAJ.
atsuni_mei esto tiene que parar JAJAJ.