hE VUELTO CON MIS MIERDIFICS DESDE LA SOLEDAD DE MI CUARTO KLASJDAKSD espero y les guste el cap bebes ;-;<3
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Capítulo 8: Send Nude.
Me quedo observando la grandísima casa, con sus luces de neón y la hilera de brillantes motos aparcadas en el lateral. Nunca he estado dentro de estas fiestas, Niwa siempre me había quedo hacer entrar, pero todos saben que era un lugar poco recomendable, es decir, alcohol, gente, fumadores, gente, chicos, gente... ya saben, todo lo que yo evitaba en mi existencia.
No podía ni imaginarme la mirada de mi madre si hubiera sabido que estaba pensando en entrar. Probablemente pensaría que estaba empezando a fumar crack. Un motero pasó junto a nosotros y me entró un escalofrío.
Niwa me sonríe—Tú dijiste que querías venir.
—Sí, bueno, cambié de planes cuando el doctor me desconectó del gas. —ella se ríe y me jala, cuando nos acercamos a la puerta, inmediatamente siento muchos ojos sobre mí, y es que, mi disfraz es algo... porque bueno, yo usé Halloween para ponerme un chistoso disfraz. Ya saben, habían chicas, como Niwa, que amaban vestirse bonitas y sexys, y yo, bueno.
En este momento era algo así como un meme con piernas.
Cuando pasamos a la puerta, veo a un hombre que más que un hombre parece un pitbull gigante y cuando nos sonríe veo que tiene un diamante en los dientes, Niwa le dice que venimos de parte de no sé cuál de todos sus amigos y él nos deja pasar.
¡ja!, ventajas de tener amigos populares cuando eres un fracaso social.
La ruidosa música electrónica estaba haciendo temblar el piso debajo de mis deportivos negros, y luces de neón se arremolinaban sobre nosotros mareándome y haciendo que entrecerrara los ojos por toda la oscuridad. Chicas con ropa más adecuada para un club de desnudistas o un video de hip hop estaban sobre una mesa retorciéndose con la música a todo volumen, algunas tenían trajes de conejitas, y otras eran gatitas, había otra que era la mujer maravilla luego de la rehabilitación, cuánta discriminación, ¿dónde estaba mi sexy hell boy?, bueno, no es tan sexy pero es uno de mis personajes favoritos, jumh.
Todos los adolescentes a mí alrededor estaban tomando, fumando algo más que unos simples cigarros y saltando y gritando al ritmo de la música. Todo es demasiado brilloso, demasiado colorido, es una total recarga sensorial que hace que de inmediato me duela la cabeza. Abro mucho los ojos, observando todo a mi alrededor y hago una mueca.
—Abortar misión—murmuro, justo antes de que Niwa pusiera los ojos en blanco, tomándome del codo y jalándome entre la multitud. Un vampiro me pisa un pie y lo que parece ser una chica zombie me golpe las costillas con el codo, mientras que un tipo con cabeza de caballo empuja a otro chico y este se cae el piso. Bueno, más que una fiesta de Halloween esto parece una masacre.
Nos adentramos en la multitud hasta que encontramos un sofá y yo me lanzo a sentarme, mientras que Niwa se sienta en una de las posaderas.
—Ya sé lo que quiero que pase cuando muera. Quiero que pongan mi cerebro en un androide. —susurro, viendo fijamente la pista. Niwa toma un vaso de la mesa y me mira desconcertada—Un alto, muy alto y sexy androide.
—Oh, dios, eres tan nerd. Necesitas un novio.
—No, necesito alimentarme, desechar residuos de nuestro cuerpo he inhalar oxígeno para mantener vivas a nuestra células, lo demás da igual. —Niwa se ríe y da un abrazo para molestarme, apretándome fuertemente en sus brazos, escucho sobre la música de golpe, como un tipo nos silba. Lo veo, está sentado en el sofá grande frente a nosotras, junto a otro tipo que fuma.
—Uhhh—nos queda viendo y sonríe—Con que lesviamigas, no sabía que las fiestas aquí eran así de interesantes—Niwa se aparta de golpe y le da una mirada de asco, yo suelto un bufido. Miro nuevamente el tipo, quien se pone dos dedos en forma de v en las comisuras de su boca y saca y mete la lengua mientras la mueve. Asco.
Mierda, por estas cosas es que prefiero quedarme en casa y jugar online. Las personas virtuales son mejor que esto, al menos en las redes puedes bloquear a un imbécil, aquí lo único que puedo hacer es verlo a la cara molesta o directamente darle un puñetazo.
—Sí, —suelto, con sonora, haciendo que él y su amigo concentraran sus ojos en mi—¿Te lo enseñaron en el campamento cristiano donde te tocabas tu cosita con tus amiguitos, pequeña mierda?
Niwa oculta su rostro entre sus manos para no soltar la carcajada y puedo ver como el chico deja de sonreír, mientras su amigo suelta una sonora carcajada dándole una calada al humo y se quita su chaqueta negra. El imbécil parece cabreado, de hecho, muy cabreado de golpe, entrecierro los ojos cuando intenta ponerse de pie pero el fumador lo detiene, colocando una mano en su hombro y volviéndolo a donde estaba.
Pasamos el resto del tiempo ahí, hablando de trivialidades y divirtiéndonos mientras yo recuerdo comportarme.
Ya saben, no tirar comida ni nada al rostro o la ropa, no hablar de unicornios, videojuegos, los sacrificios egipcios ni nada raro. Pero entonces un tipo invita a Niwa a bailar y ella acepta, por lo que yo opto por quedarme aquí hasta que se acabe el plato de papas fritas y la coca cola. Lo sé, súper sensual, a este ritmo conseguiré novio rapidísimo.
—¿Te parezco sensual?—entonces literalmente me atraganto y me quedo de piedra. Un chico está de pie frente a mí, con las manos en sus caderas.
Me lo quedo viendo estupefacta, con algunas papas saliéndose de mi boca.
—¿Qué?—¿pero qué clase de pregunta era esa?, ¿así se comenzaba una conversación ahora?, porque, si era de esa forma entonces yo no podía considerarme tan rara. El chico castaño hace un mohín, parece desesperado, se sienta en el posa brazos de mi sofá y patea el piso en un berrinche.
—Necesito una opinión, y no puedo preguntárselo a un chico porque entonces dirá algo como "no soy gay, apártate"—oh, dios, ¿quién es este y por qué cree que puede tratarme como una amiga?, mierda, ¿qué le digo?, voy a entrar en crisis, con la última persona desconocida con la que hablé fue con la chica que me corta el jamón en la tienda.
—Pues...—murmuro, el gira la cabeza con rapidez y abre mucho los ojos—Ah... —el acerca su rostro al mío, viéndome con sus grandes ojos concentrado y esperando una respuesta—¿Cómo... cómo es tu nombre?—voltea los ojos y entonces toma de mis papas, viendo al frente y buscando a alguien con la mirada.
Oh, el acaba de tomar de mis papas.
No me cae bien.
—Taehyung. Kim Taehyung.—se encoje de hombros.
—Ah, pues ent–
—Pero puedes decirme Tae, aunque mis amigos me dicen TaeTae, ¡ah!, y también mi abuela, pero ella me dice mi terroncito de chocolate, y supongo que sería raro si tú me dices así, aunque si quieres decirme así no tengo problemas. —frunzo el seño por lo último que dijo.
Bueno, otro tipo raro se unía a la colección. Yo incluida, por supuesto.
—Terroncito de chocolate...—me alejo lentamente, pegando mi espalda al posa brazos opuesto.
Oh, madre, ¿por qué me persiguen los locos? ¿Tengo acaso un cartel con la inscripción de jódeme la vida en la frente o algo así?
—En fin, —Tae, o mi terroncito de chocolate, lo cual no sé qué demonios significa, se pone nuevamente de pie frente a mí y coloca sus manos en su respectiva cintura. —¿Me veo sensual?
Ladeo la cabeza—No creo que el disfraz de unicornio sea específicamente sensual. —"mi terroncito de chocolate" abre sus labios indignado y luego suelta un suspiro, agachando la cabeza y sentándose nuevamente en el posa brazos. Oh no, ¿lo he lastimado?, ¿he lastimado a terrón de chocolate?, ¿va a derretirse como chocolate fundido por eso ahora?
—Es que vine por la persona que me gusta y escuché por ahí que le gustan los sexys.
Supongamos que en su cabeza un disfraz de unicornio, con la cabeza y todo, era super sexy.
Y pensar que luego yo soy la rara.
—Aah... —digo y asiento, pero en realidad lo hago por pura cortesía, en realidad no entiendo una mierda de lo que me dice, porque solo quiero comer mis papas grasosas en paz.
—¿Quieres ver cómo es?, ¡te encantará!—terrón de chocolate se pone de pie con su disfraz de unicornio celeste pastel y yo hago una mueca, porque definitivamente no quiero ponerme de pie y cruzar todo el gentío de adolescentes sudando, adem... ¿cómo demonios es que ya estoy aquí?. Ahora nos encontrábamos afuera, en la puerta, hay vasos rojos de plástico por doquier y cuando salimos una brisa fría me acaricia el cuerpo como el abrazo a la muerte.
Miro las amenazantes nueves que cubren el cielo nocturno y frunzo el seño—Creo que comenzará a llov–
—¡Calla!—me sobresalto cuando terrón de chocolate me jala de un brazo y nos escondemos detrás de un arbusto como un par de delincuentes juveniles. —Mira, ahí está. —entonces entrecierro los ojos y observo, un chico y una chica hablan animados, reconozco que uno de ellos está vestido como pirata, con vaqueros ajustados, el parche en el ojo y un sombrero marrón, está charlando con una de las gatitas que bailaba sobre la mesa.
—Oh, ella es sexy—opino, pero entonces terrón de chocolate me ve indignadísimo y hecha el toroso hacia atrás.
—¿¡Me estás diciendo que yo no puedo verme así!?, ¡a ella si se lo dices, pero a mí no!, —¿qué?—¡renuncio a esto!, ¡tú no me quieres, tanto esfuerzo para nada!
—¡Oye espera!—pero entonces ambos nos detenemos de golpe, como estamos detrás de un arbusto tenemos que salir a gatas, sin embargo nos detenemos al observar un par de tacones y un par de botas militar que nos obstruyen el camino. Levanto levemente la vista, son el pirata y la gatita.
—Raios—murmuro.
—¡Tae!, no sabías que venías—terrón de chocolate parece entrar en pánico cuando el pirata le habla, abre mucho los ojos, se quita el la gorra de unicornio que tenía sobre su cabeza, la cual queda colgado de su cuello, y se limpia torpemente las manos para apretársela al chico.
—Hola—no sé si es mi imaginación, pero parece derretirse cuando lo dice. El tipo le da una enorme sonrisa y se lo queda viendo, pero entonces la gatita lo jala del hombro y ambos se van. Terrón de chocolate se queda con la mano colgado y de golpe me siento mal por él, la tipa que le gusta acaba literalmente de ignorarlo.
A mí también me ignoró, pero de todas formas puede comerse un sándwich de mierda, yo ni socializar quería.
Miro a terrón de chocolate, el sigue inmóvil, viendo su mano aún extendida.
—Me tocó.
—¿Qué?—de golpe él literalmente se lanza sobre mí, apoyando toda su espalda en uno de mis hombros y tengo que sostenerlo para no caer.
—OH DIOS MÍO, NO VOLVERÉ A BAÑARME NUNCA MÁS EN LA VIDA. —terrón de chocolate se desliza como si literalmente se estuviera derritiendo y acabamos cayendo al piso, por suerte estamos en el césped y no sufro lesiones grabes.
—¿Pero de qué hablas?
—¡Mi crush acaba de tocarme!, ¡oh dios, nunca me creí digno de ser tocado por Jung Hoseok!—me lo quedo viendo algo anonadada, esperen... ¿su crush era ese chico?, ¿el es gay?, ¿qué demonios?, no entiendo nada.
Ah, yo solo quería acostarme en mi cama y ver cracks de humor sobre stranger things hasta las tres a.m.
—¿Sigo vivo?, ¿es un sueño?, no lo sé, siento que esto es uno de esos momento que voy a recordar cuando nos casemos y adoptemos niños—terrón de chocolate sigue hablando sobre ese tal Jung no sé que con las manos en su pecho y viendo el cielo estrellado. No, esperen, cómo que estrellado, ¿lo que acaba de caerme fue una gota?
Entonces se desata el caos.
Chicas y chicos comienzan a correr de aquí para allá y se escuchan gritos y chillidos femeninos por la fuerte lluvia que de golpe comienza a caer, yo sujeto a terrón de chocolate, que no dejaba de ver como idiota el cielo diciendo que hoy era el mejor día se su vida y lo jalo hasta la puerta.
La puerta.
No abre.
Mierda.
Esto pasa cuando salgo, por eso no debo salir, el multiverso se desequilibró.
—Tengo una idea. —miro a terrón de chocolate, quién no deja de ver una ventana abierta del segundo piso y hago una mueca—Creo que vi una escalera junto al arbusto, si nos apuramos quizá no nos-¿CÓMO LO SUBISTE TAN RÁPIDO?—tengo que romper la herradura de la ventana con una pequeña barra de hierro que está sobre esta, pero resulta que terrón de chocolate es malísimo para escalar tubos como el que escalé yo, por lo que tengo que bajar de nuevo para ayudarlo y subir nuevamente sola.
Conclusión, ahora estoy completamente empapada, desde el cabello hasta la punta de mis deportivos, siento como el pelo se me pega a la nuca lo cual es terriblemente molesto y mi cuerpo se vuelve el doble de pesado. Y, para colmo, la habitación está en penumbras, no veo absolutamente nada y acabo chocándome todo de golpe, también me tropiezo con terrón de chocolate hasta que paro en una puerta, tanteando como ciega la pared y la abro, sigo tanteando hasta que al fin encuentro un interruptor.
Es un baño, y me alegro porque necesito una toalla.
—Oye. —ignoro a terrón de chocolate, quién seguía en la habitación, el baño es grande, bastante, y dado a las dimensiones de la casa no me sorprende. Frente a mi hay una gran tina y una cortina azúl-casi-negra que está cerrada por la mitad. —¡Oye!
—¡Ya voy!—entonces, encuentro un armario y pidiendo disculpas mentalmente lo abro—¡Viene alguien!—paro en seco.
¿Por qué, dios?
—¿¡Qué!?—terrón de azúcar se posiciona detrás de un placar cuando la puerta se abre, y yo enseguida apago la luz del baño, casi al segundo.
Entro literalmente en crisis, pero es demasiado tarde, escucho fuertes pisadas hacia donde estoy y lo único que me resguarda es la oscuridad, por lo que, mientras lo que sea se acerca, utilizo aquello como táctica y tocando la pared, llego a la tina, corriendo desesperadamente la cortina a ciegas me paro dentro de ella y me abrazo a mi misma del pánico.
Me digo que probablemente sea algún borracho que viene a ser sus necesidades. Espero que esté lo suficientemente consiente como para atinar al inodoro porque no quiero causar otro caos.
Las luces vuelven a prenderse y yo cierro fuerte los ojos, diciéndome que si tengo poderes por favor despertaran ahora y me teletransportaran a cualquier lugar menos este. Entonces noto algo raro, me tapo la boca de miedo al escuchar como algo cae y luego la puerta del armario se abre y se cierra.
Fuera lo que fuera, era un borracho muy consciente. Sin embargo, cuando las cortinas se abren de golpe y veo un par de intensos ojos que me ven abiertos y con sorpresa, yo, literalmente grito.
Porque es Jeon.
Y está desnudo.
—¿Qué demonios...?— pero es muy tarde, tomo lo primero que veo, que es un jabón, y se lo lanzo a la cara para que se aleje.