Cuando Lauren abrió sus ojos, lo primero que notó fue la hora brillando luminosa y rojo en su despertador, 6:46. ¿De veras había dormido toda la noche? Bueno, al menos su dolor de cabeza se había ido; eso fue lo segundo que notó. Lo tercero vino un segundo después, cuando Lauren se giró y se encontró cara a cara con una apaciblemente dormida Camila .
La respiración de Lauren se detuvo en su garganta y sintió a su corazón saltarse varios latidos. Esperó unos instantes para ver si Camila despertaba, pero la artista no se inmutó. Lauren se relajó levemente. Sabía que debería levantarse y ducharse, pero la vista desde su posición actual era de lejos demasiado hermosa para ignorarla.
Incapaz de resistir la tentación, Lauren apartó varios mechones de cabello de la cara de Camila.
Rápidamente retiró su mano, asustada de ser atrapada, pero Camila continuó durmiendo. Deja de mirarla, se ordenó. Levántate. Levántate. Levántate. Deja de ser siniestra y acosadora. Lauren suspiró calladamente. A pesar de su escandalosa conciencia, no podía evitar sino disfrutar el momento. No le pasaba todos los días poder despertarse al lado de la mujer que amaba. ¿Cómo me metí en este enredo? se preguntó. ¿Y por qué es tan hermosa? La actriz estudió las gentiles facciones de la cara de Camila silenciosamente, su mirada fijándose en los suaves labios lo bastante para lamentarlo. ¿Qué estoy haciendo?
Enfadada consigo misma, Lauren se levantó rápidamente de la cama y se dirigió hacia el baño.
Los ojos marrones lentamente se entreabrieron. Camila miró alrededor por un momento, intentando figurarse dónde estaba. Donde Lauren. El ensayo. Oh, mierda, el ensayo. Camila se sentó con sobresalto, agarrando su portátil.
Había cerrado los ojos sólo un segundo, o por lo menos había creído que fue un segundo. Miró la hora. ¡Joder!
Se quedó mirando la pantalla del ordenador, desesperadamente intentando pensar cómo escribir cuatro páginas más para las nueve. Todavía tenía que volver al campus. Tras un momento de trepidación, se rindió y soltó la computadora. Era inútil. Simplemente tendría que presentar el ensayo tarde.
Con ese tema resuelto, bostezó y regresó a las mantas. No era una sorpresa que se hubiese dormido. La cama de Lauren era tan cómoda. Era como dormir en una mullida nube blanca. Mmm… pensó felizmente, sus ojos cerrándose.
No sé cómo se levanta por las mañanas. Hablando de ello… Los cansados ojos se abrieron una vez más, esta vez levemente entrecerrados. Escuchó intensamente su alrededor, intentando descifrar la localización de la actriz. El sonido de agua corriente fue un indicador bastante claro.
Satisfecha con saber dónde estaba Lauren, Camila dejó cerrarse sus ojos. Pero sus pensamientos derivaron al instante a Lauren y Lauren estaba en la ducha. Y… ¿por qué estaba imaginándose a Lauren en la ducha? Camila agitó la cabeza, intentando aclarar las imágenes de su mente. Su corazón estaba martilleando y no estaba completamente segura de por qué. Dios, debo estar realmente cansada.
Pero las imágenes regresaron a ella subconsciente. Gotas de agua cayendo en cascada por la suave piel enjabonada… Sus ojos se abrieron de golpe. Le parpadeó al techo, sintiéndose ridícula y excitada y… ¿excitada? “¿Que diablos?” se preguntó. “Necesito café. Montones de café.”
~~~~~
Lauren salió del baño sintiéndose refrescada. El agua caliente había ayudado a aclarar sus pensamientos, pero aún estaba irritada con ella misma. Iba a tener que encontrar una manera de apartar sus sentimientos románticos. De algún modo.
Encontrando la alcoba vacía, Lauren fue en busca de su invitada. Encontró a la artista en la cocina un momento después. “¿Dormiste bien?” preguntó ajustando el albornoz alrededor de su cintura.
“Estoy enamorada de tu cama,” contestó Camila apoyándose contra el poyete. “No quería levantarme.”
Lauren sonrió de pronto envidiando a su propia cama. “¿Terminaste el ensayo?”
Camila bajó su mirada. “No,” contestó con un suspiro. “Tendré que presentarlo tarde. Me dormí. Culpo a tu cama.”
“Lo siento,” dijo Lauren sintiéndose culpable.
Quizás a Camila le habría ido mejor yendo a la biblioteca después de todo.
Camila agitó la mano desechando la idea. “Está bien.” Miró alrededor. “No pareces tener cafetera.”
“Puedo salir y comprar una,” respondió Lauren con una sonrisa. “Normalmente sólo bebo Cola o Sprite por la mañana.”
Camila dio una media inclinación. “Oh, cierto,” dijo recordando. “¿Tienes de eso?”
“Frigo,” contestó Lauren. “Sírvete. ¿Vas a clase?”
“No,” contestó Camila agarrando una lata de refresco. “No tiene sentido. Bueno, quiero decir que tiene sentido, pero que no me sienta como para ir como que lo contrarresta, y entonces…” Se encogió de hombros tomando un sorbo. “¿A qué hora tienes que estar en el set?”
“No tengo,” contestó Lauren. “No estoy en las escenas que ruedan hoy.”
Camila detuvo el beber. “¿Por qué rayos estamos entonces despiertas a las siete de la mañana?” preguntó dejando la lata en el poyete. Se acercó y cogió la mano de Lauren, arrastrándola hacia el dormitorio. Seamos perezosas.“
Lauren permitió ser arrastrada al dormitorio, preguntándose a qué se refería Camila con "perezosas.” Tenía bastante idea de que involucraba su cama de algún modo y no tenía queja en la materia. Desgraciadamente. “Me tomo que no eres madrugadora,” adivinó con sonrisa divertida.
Camila se subió a la cama, soltando la mano de Lauren. La actriz echó de menos el contacto al instante. “Aprecio el sueño,” confirmó Camila sonriéndole.
Lauren se quedó junto a la cama un segundo. “Debo ponerme alguna ropa,” dijo dándose cuenta que estaba un poco demasiado desnuda bajo su albornoz para meterse en la cama con Camila. “Volveré en seguida.” Agarró un par de shorts y una camiseta de su armario, poniéndoselos, y volvió a la cama.
Camila se había puesto cómoda y algo dentro de Lauren le dolió ante la imagen. Pero apartó los sentimientos y se puso junto a su amiga, intentando no cuestionar la situación. Sólo quería disfrutar su realidad.
“¿Cuál es la próxima escena que ruedas?” Camila preguntó suavemente, moviendo la cabeza en la almohada para poder mirar a Lauren más claramente.
Lauren repasó el calendario de rodaje mentalmente, intentando precisar dónde estaban.
“A menos que Ally cambie de idea, creo que mi próxima escena es en la que Lucy le dice a Elizabeth que se casa.”
Camila estuvo callada un segundo. “Fue triste,” dijo.
“Era una época diferente,” ofreció Lauren estudiando la cara de Camila, insegura de cómo sentirse en ese momento.
Camila lo consideró. “Supongo,” contestó. “Apuesto que tampoco es muy fácil en estos días.” Se quedó mirando a Lauren un momento. “¿Desearías ser hetero?”
Cogida con la guardia baja, Lauren vaciló. ¿Lo deseaba? Quizá. A veces. A menudo. Pero no en ese momento. “Desearía no sentirme a veces como para desear ser hetero,” contestó finalmente. “Pero dada la oportunidad, no creo que cambiara quién soy.”
“Eso está bien,” dijo Camila. “Yo tampoco te cambiaría.” Cerró los ojos brevemente, entonces los abrió de nuevo. “¿Luego harás el desayuno?”
Lauren sonrió ligeramente. “¿Qué te gustaría?”
Camila bostezó y enfocó soñolientos ojos marrones en los soñolientos ojos verdes de Lauren. “Sorpréndeme,” contestó.
“De acuerdo,” acordó Lauren suavemente, repasando varias ideas para desayuno mentalmente. Mantuvo su mirada fija en Camila. La artista había vuelto a cerrar sus ojos. Observó y esperó hasta que la respiración de Camila se regularizó, hasta tener la certeza de que Camila estaba dormida.
“Te amo,” susurró apenas audiblemente en el mundo dónde residían los pensamientos no oídos. No había deseado decirlo, no había deseado pensarlo. Pero estaba cansada y su mente estaba de nuevo ofuscada. Era demasiado, estar allí con Camila a su lado; demasiado y no realmente suficiente. Aún así, era suficiente por ahora.
Cerró los ojos, dispuesta a descansar la mente.