“Durante los próximos tres días,” empezó Ally Brooke, mirando rápidamente al portapapeles en su mano, “vamos a filmar escenas del 2002. Así que, Katherine y Neal, planeen levantarse temprano y trabajar tarde. El viernes me marcho a una importante reunión en California, así que tendréis el día libre. El lunes por la mañana empezaremos con las escenas de 1920. Así que, Lauren, Dinah, John, Kevin y Samantha, estan libres hasta entonces.
La director se detuvo para mirar alrededor de la mesa. "¿Preguntas?” Cuándo nadie respondió, continuó. “Lauren y Samantha,” esperó hasta que las dos actrices estaban mirándola, “vamos a dejar las escenas más… intensas… para el final. Les dará oportunidad de llegar a conocerce mejor. Empezaremos despacio.” Echó una mirada a Dinah. “Las tres” Indicó a Dinah, Lauren y Samantha Chelsom. “van a trabajar muy estrechamente. Así que espero que podáis trabajar en construir algún tipo de relación fuera de cámara así como delante.”
Lauren miró a Dinah, que parecía a punto de desmayarse. No habían tenido oportunidad de hablar en toda la mañana, pero la forma en que
Dinah seguía evitando la mirada de Lauren era buena indicación de que Dinah al menos recordaba los sucesos de la noche anterior.
Lauren devolvió su atención a Ally. Le molestaba haberse arrastrado al set sólo para soportar un aburrido discurso. La director podía habérselo dicho por teléfono. Principalmente, le molestaba no haber dormido… otra vez. Era culpa suya, por supuesto. Pero ese hecho no le hacía nada menos gruñona. Planeaba irse a casa y caer dormida hasta el lunes siguiente. Cuando Ally terminó de hablar, dejó libres a todos menos a Lauren, Dinah y los dos actores principales que rodaban ese día. “Puedo tener una palabra con ustedes,” preguntó la director, dirigiéndose a Lauren y Dinah.
Lauren se preguntó si ya se había metido en problemas. No podía haber hecho nada mal allí sentada. “Claro,” contestó y siguió a la director lejos del resto del reparto. Dinah siguió detrás de ella. “¿Tenemos que quedarnos detenidas?” preguntó Lauren, una vez estuvieron fuera de oído.
Ally sonrió y agitó la cabeza. Los cabellos castaños cayeron sobre sus ojos y los apartó mecánicamente. “Sólo quería asegurarme que las dos están bien,” dijo. “Parecen… cansadas.”
“Mala noche.”
“No pude dormir.”
Ambas respuestas salieron a la vez y Ally asintió. “Bueno, espero que logren tener una buena noche de sueño para el lunes. Vamos a empezar con una escena entre las dos. Página cuarenta y dos. Trabajenla.” Palmeó el brazo de Lauren, le asintió a Dinah y se dirigió a trabajar.
Lauren contempló a Dinah desmañadamente. Finalmente, preguntó, “¿Cómo te sientes?”
“Como si me hubiera arrollado un camión,” contestó Dinah, gimiendo ligeramente. “Una y otra vez.” Bostezó. “Estoy exhausta y ni hemos empezado todavía nada.”
Lauren asintió empáticamente. “Estarás bien,” dijo. “Sueño y café y estarás como nueva.”
Dinah estaba de acuerdo. Aunque era parcial ante la idea de café. Miró alrededor por un momento y entonces clavó su mirada en la de Lauren. “Gracias por ayudarme anoche y hacerle compañía a Camila.”
“Fue un placer,” contestó Lauren, intentando no parecer demasiado entusiasmada. En secreto, Lauren estaba festejando por haber conseguido pasar tanto tiempo con Camila. Pero no había forma de poderle explicar eso a Dinah sin despertar sospechas. Así que permaneció callada.
Dinah se pasó una mano por su pelo y se mordió el labio inferior nerviosamente. Parecía como que si desease decir algo, así que Lauren esperó. Finalmente, Dinah dijo, “Esto podría sonar realmente bobo, pero soy novata en cine, así que… uh, ¿te gustaría que nos reuniéramos en algún momento antes del lunes y revisáramos nuestras escenas? Estoy teniendo problema con el ritmo y realmente no quiero parecer una completa necia delante de todos…”
Lauren no sabía qué decir. Por una parte, probablemente significaba pasar más tiempo con Camila o, por lo menos, con Dinah. Por otro lado, significaba… complicaciones. Oh, ¿a quién engaño? Va más allá de complicado. Oficialmente es la Zona Crepuscular de drama lesbiano. “Suena bien,” se encontró diciendo. “¿Cuándo… dónde?”
Dinah lo consideró. “¿Mañana? Mi apartamento, dado que ya sabes dónde es. A menos que prefieras hacerlo en alguna otra parte. No me importa. Es cosa tuya ya que eres… um… tú.”
“Tu apartamento está bien,” contestó Lauren, intentando no estar demasiado alborozada por el concepto. Camila podría no estar allí. Probablemente hará planes para salir con Michael. Intentó no pensar demasiado en esa posibilidad.
“¿A qué hora?”
“¿Cuándo estás libre?”
Lauren fingió considerar un horario inexistente. “Planeo dormir hasta al menos las cuatro,” dijo. “Así en cualquier hora después de eso.”
“¿A las cinco vale?” preguntó Dinah. “O las seis… o las siete…”
Lauren intentó no reírse. Dinah era bastante divertida, incluso cuando no estaba intentando serlo. “Cinco entonces,” dijo. “Nos vemos allí.”
Dinah asintió. “Sí, vale. Mañana a las cinco, mi casa.”
En un impulso, Lauren alcanzó su bolso y sacó un pequeño bloc y una pluma. Garabateó los números de su casa y móvil. “Sólo por si acaso,” dijo, dándole el pedazo de papel a Dinah. Empezó a alejarse. “Hasta mañana.”
“Vale,” dijo Dinah. “Nos vemos…”
Lauren agitó la cabeza de camino a su automóvil. He besado a su mejor amiga. He metido la mano en el bolsillo de su mejor amiga y he hurgado buscando las llaves. Y le di mí número a su mejor amiga. Debo estar haciendo algo completa, completamente mal…
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“Estás en casa temprano,” comentó Camila desde su sitio a la mesa de la cocina.
Dinah se dirigió directa a la cafetera. Había decidido seguir el consejo de Lauren. Café y sueño. Divino. “Sí, no empiezan con los ‘20 hasta el lunes por la mañana. Así que estoy libre.” Metió la jarra de café en el microondas y esperó. “Oh, espero que no te importe, pero le pedí a Lauren venir mañana y ensayar conmigo.”
Camila se paralizó levemente ante el anuncio. “¿Viene aquí?”
“Sí,” respondió Dinah. “¿Está bien? Imaginé que dado que ya sabía dónde es.” Pareció momentáneamente preocupada. “No hice nada demasiado vergonzante anoche, ¿verdad?”
“No,” contestó Camila distraídamente.
Dinah se detuvo lo bastante para recuperar el café. “¿No, no está bien, o no, no hice nada vergonzoso?”
“Lo último,” contestó Camila. Se quedó mirando a Dinah. “No me importa si viene,” dijo. De hecho,estaba levemente emocionada por la perspectiva. “Fuimos a comprar comestibles anoche,” se encontró diciendo. Por la mañana no había tenido oportunidad de hablar con Dinah sobre los eventos de la noche anterior. Dinah se había marchado para el set antes de que Camila despertase.
Dinah se sentó a la mesa, soplando a su taza.
“¿Lo hicimos? No lo recuerdo.”
“Lauren y yo.”
Esto captó la atención de Dinah. “¿Qué?”
“Me pidió que fuera a comprar comestibles con ella después de que te acostaste anoche,” relató Camila. “Entonces fuimos a su apartamento y me trajo en coche a casa.”
Dinah estaba momentáneamente muda. “¿Fuiste a comprar comestibles con Lauren Jauregui?”
Camila se rió ligeramente y asintió. “Raro, ¿eh?” Se levantó de la mesa para lavar el plato en que había desayunando.
“Y después fuiste a su apartamento,” repitió Dinah.
Camila no se dio la vuelta en el fregadero mientras respondía. “Sí, aún no ha desempaquetado. Parece bastante desolado. Pero, Dios… la vista es asombrosa. Las ventanas van del suelo al techo. Apuesto que si te apoyas contra ellas, te sientes como estuvieras flotando sobre Nueva York.” No podía eliminar del todo el pasmo de su voz. “Y todo parece tan brillante y nuevo. Nunca he visto nada así antes. Tan de cerca, al menos.”
“De veras,” dijo Dinah, pero no parecía particularmente feliz al respecto. De hecho, parecía bastante disgustada. “¿Y entonces te trajo a casa?”
“En un Rav4,” Camila contestó, dándose la vuelta para esa información. “Y estuvimos en un embotellamiento porque un taxi chocó con algún crío en bicicleta. Fue bastante malo.” Cuando Dinah no comentó, Camila frunció el ceño. “¿Estás bien?”
Dinah se encogió de hombros. “Sí,” tomó un sorbo de su café. “Fenomenal.” Hizo una pausa y miró abajo. “Es sólo.. ya sabes, estaba enferma anoche y entonces vas y me dejas aquí sola.”
Camila no sabía qué decir. ¿Estaba Dinah enfadada con ella por esto? “¿Vas en serio?”
“Bueno, sí,” Dinah contestó, los ojos lleno de dolor. “Creí que te habrías preocupado por mí un poco más que para irte correteando con Lauren Jauregui.”
La boca de Camila se abrió ligeramente. Entonces se enfadó. “Eh, no es culpa mía que te emborracharas anoche como una burra. Y eres tú la que me dejó sola afuera más de una hora—”
“¡Me dijiste que estaba bien!” gritó Dinah. “No quería dejarte allí.”
Camila agitó la cabeza, preguntándose de donde había salido esta discusión. “No quiero pelear por esto. Es estúpido.”
“Oh, ¿así que ahora mis sentimientos son estúpidos?” Dinah contestó, levantándose de la mesa. “Muchísimas gracias.”
“Eso no es lo que quise decir,” le dijo Camila, su voz calmada. “¿Y de veras por qué te enfadas? No es porque saliera anoche. Si hubiera salido con Michael no estaríamos teniendo esta discusión.”
Eso sobresaltó a Dinah. “Tienes razón,” dijo tras un momento. “No me molestaría si hubieses salido con Michael.”
“Entonces, ¿cuál es el problema?” preguntó Camila, repentinamente desconcertada.
Dinah suspiró y se retrepó en la silla. “Supongo que me puse celosa.”
“¿De?”
“No lo sé,” dijo Dinah suavemente. Se encogió de hombros y miró a Camila. “Supongo que es porque se supone que somos ella y yo las quedebemos conocernos mejor. Quiero decir que actuaremos juntas y todo eso …”
Camila sintió las palabras apuñalarla en mil lugares diferentes. ¡¿Tiene celos de que pase tiempo con Lauren?! “Ya veo,” dijo, intentando dejar fuera el dolor de su voz. Dudaba que tuviera éxito.
Dinah lo notó. “Oh, vamos, Camila,” dijo. “Sabes cuan importante es esta película para mí. Para mi carrera. No seas así. No va sobre ti.”
Claramente no. Camila se dio la vuelta y terminó de enjuagar el plato. Cuando terminó, dijo, “Voy a llamar a Michael. No preocupes, mañana me quitaré de en medio. Entonces pueden ser tan buenas amigas con ella como quieras.”
“Camila,” llamó Dinah.
Pero Camila fue a su cuarto y cerró de golpe la puerta sin otra palabra.