Dulce Destino - Camren Fanfic

נכתב על ידי camren-fanfic

502K 28.1K 3.2K

Lauren Jauregui una actriz famosa patea traseros de cara al público, pero con un lado más melancólico-patoso... עוד

OFICIAL TRAILER
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92 [FINAL]

Capítulo 50

4.6K 281 21
נכתב על ידי camren-fanfic

Lauren aún estaba que echaba humo cuando regresó a su casa. John Ken. ¡Uf! Ese idiota tenía suerte que no lo encontre luego del set o habría habido una masacre. “¡Masacre!” le juró la vacía sala de estar.

Un silencio ensordecedor le hizo eco.

Lauren suspiró y miró el contestador automático. Un vistazo al visor anunció una suma total de doce mensajes. “La cinta probablemente se habrá acabado,” imaginó. “Bien.”

Su dedo vaciló encima del botón de ‘play’. “Odio mi vida,” expresó antes de apretar el botón.

“¡¿Lesbiana, Lauren?!” resonó la voz de su madre. “¿Interpretas una lesbiana? ¿Cómo se supone que voy a mostrar la cara en el country club después de esta noche? ¿Y qué quieres decir con lo de que estás 'considerándolo’? ¿Estás intentando provocarle un ataque cardíaco a tu pobre madre? ¿Nunca piensas en los demás, Lauren? Llámame. Necesitamos hablar sobre cómo vamos a manejar esto.”

Lauren miró al cielo y se derrumbó en el sofá con un largo suspiro. “Y empieza,” murmuró.

Beeeeeeeeeep.

“Lauren, soy Keaton. Escucha, sé que realmente no hemos hablado desde ese día que te dejé en el restaurante. Y lo siento. No te debería haber dejado allí. Estaba molesto contigo. Da igual, vi la entrevista y quería llamarte y ver cómo estabas. Apuesto que estas molesta y tengo la certeza que tu madre me ganó dándote un telefonazo lo que significa que, probablemente, estás aún más molesta. Llámame. Hablemos, ¿vale? Te echo de menos.”

Lauren miró fijamente el contestador, deseando más que nada que Keaton estuviera allí.

Beeeeeeeeeep.

“Lauren, soy Alexa. Saliste de estampida del set y deseaba ver si estabas bien. Si representa alguna diferencia, pensé que estuviste brillante. Ese cretino no sabía qué le golpeó. ¡Ja! Llámame si quieres, o te veré mañana por la mañana. Cuídate.”

Beeeeeeeeeep.

“De nuevo tu madre. Llámame ahora mismo.”

Beeeeeeeeeep.

“Laur,” vino la voz insegura de Camila. Lauren se sentó al instante ante el sonido de la voz de Camila. Su corazón martilleándole en el pecho.

“Te llamo porque no he tenido noticias de ti desde hace realmente mucho,” Camila continuó. “Y… yo deseaba saber si estabas bien. Estoy preocupada por ti. Por favor, mándame un correo para saber que estás bien. Te echo de menos.”

Lauren puso el mensaje una segunda vez. Y después una tercera. Cerró los ojos y se echó contra los cojines del sofá. Sólo estaba medio escuchando todos los mensajes que siguieron.

Era verdad que había estado evitando a Camila durante la última semana y cinco días. ¿Pero quién lo contaba? Ya no podía soportar más correos conteniendo el nombre de 'Michael’. En algún momento de los meses precedentes, a Lauren se le había metido en la cabeza que Camila estaba al menos semi interesada en ella. Concedido, las dos nunca se habían encontrado. Y cierto, Camila no era precisamente bisexual. Aún así, había una persistente esperanza. Y la esperanza mantenía a Lauren en marcha. Incluso si Camila no era suya… por lo menos no era de nadie más.

Hasta ahora.

Lauren abrió los ojos y agarró el teléfono de la mesa junto al sofá. Necesitaba hablar con Keaton de esto. Su mudanza a Nueva York estaba acercándose rápidamente y de ninguna forma iba a sobrevivir a esa aventura sin Keaton en su lado. Marcó el número, a pesar del hecho que estaba en su llamada rápida.

“Eh,” dijo cuando Keaton lo cogió.

“Me preocupaba que ignoraras el mensaje,” admitió Keaton.

Lauren tomó una profunda inspiración. “Está saliendo con alguien,” dijo bruscamente.

“¿Camila?” supuso Keaton.

“Sí,” dijo Lauren. “Su nombre es Michael. Y al parecer es perfecto.”

Keaton se rió entre dientes levemente. “¿Ésta es la razón por la que has sido la Reina Bruja las últimas tres semanas?”

Lauren lo consideró. “Ok, el sindrome pre-mestrual estuvo involucrado en algún punto,” contestó. “Pero en mucho, sí.”

“¿Has estado ignorando a Camila junto al resto del mundo?”

“Ajá,” confirmó. “Acaba de dejarme un mensaje en el contestador preguntándome si estaba bien.”

“¿Vas a devolverle la llamada?” inquirió Keaton.

Lauren consideró la pregunta, a pesar de que ya sabía la respuesta. No podía negarle nada a Camila. Especialmente no una llamada telefónica. “Sí.”

“Tenía que pasar, Lauren,” dijo Keaton tras un momento. “No puedes castigarla por tu celos.”

Lauren suspiró. “Lo sé,” contestó. “Lo sé. No sé si puedo lidiar con ello. Cada vez que oigo el nombre de Michael quiero atravesar la pared con el puño.” Agitó la cabeza. “Y el hecho que estaré actuando con su mejor amiga en menos de una semana, no va a facilitar nada las cosas.”

“Lo sé,” Keaton estaba de acuerdo.

Lauren miró la pared pensativamente. “No creí que sería así, Keaton,” le dijo. “Sabía que no quería que saliese con nadie más. Imaginaba que era porque realmente me gustaba tenerla como amiga y no quería compartir su atención. Pero cada vez que pienso en ella besando a alguien más… agh. Me pone físicamente enferma. Creo que la gente en el set empieza a creer que estoy embarazada. Todas esas arcadas matutinas.”

Keaton se rió. “No eres la primera en pasar por esto,” le dijo. “Te pondrás bien. Podrías conocer a la chica de tus sueños en Nueva York y entonces no te importará con quién salga Camila. A veces algunas cosas no están destinadas a ser.”

Lauren consideró el comentario de Keaton. “Quizá,” permitió.

“No puedes seguir ignorándola. A menos que planees no volver a hablar con ella y creo que eso sería bastante asqueroso de tu parte.”

“Lo sé,” Lauren estaba de acuerdo. “La llamaré.”

“¿Qué vas a decirle?”

“Ni idea,” admitió Lauren. Hizo una pausa. Disculparse nunca había sido uno de sus puntos fuertes. No obstante… “Realmente lamento haber sido tan cretina.”

“Disculpa aceptada,” la informó Keaton. “¿Tienes ya apartamento en Nueva York?”

Lauren asintió, entonces dijo, “Sí, tenía a Alexa preparándome las cosas. Es un ático que domina algunos edificios.” Se rió. “Vi un par de fotos. Parece fenomenal.”

“Genial,” dijo Keaton. “¿A tu madre le gustó la entrevista?”

Lauren gimió y se hundió en el sofá. “Dios, no quiero tener que volver a lidiar más con ella,” dijo. “Le preocupa mostrar la cara por el country club.”

Keaton se rió. “Imagina si salieses del armario.”

“Prácticamente lo hice según ella,” replicó Lauren, pero se rió de todas formas. De algún modo se sentía mejor. “Debo ir a llamarla,” dijo de repente.

“¿A tu madre?”

“A Camila.”

“Hazme saber cómo va,” le dijo. “Me pasaré por el set mañana, ¿vale? ¿Almuerzo?”

“Es una cita,” le aseguró Lauren. “Gracias, Keaton.”

“Cuando quieras, Lauren. Cuando quieras.”

                                                ~~~~~

Camila yacía en la cama, terminando las últimas páginas de The Color Purple. Había pasado una semana desde que abrió la novela. No podía explicar por qué, pero el pensamiento de Laur estos días la llenaba de más tristeza de la que podía expresar. Si tan sólo supiera por qué no había correos. Si tan sólo supiera si volvería a haber más. El no saber estaba matándola. Incapaz de concentrarse, cerró el libro y se puso de espaldas. La Metamorfosis de Narciso de Dalí la miraba desde el techo. Inconscientemente, le echó un vistazo al teléfono, deseando que sonase. Cuando no lo hizo, soltó una larga expiración y se concentró de nuevo en el póster sobre su cama. “Por favor, llámame,” susurró.

Como en señal, el teléfono empezó a sonar. Por un momento, Camila no creyó que realmente estuviera sonando. Su corazón se aceleró mientras alcanzaba el receptor. “¿Hola?” dijo, esperando no parecer tan desesperada como se sentía.

“Eh, Camila.”

La desilusión la consumió por un momento, pero fue rápidamente reemplazada por algo más. “Michael,” saludó, esperando no quedase rastro de tristeza en su voz. “¿Cómo fue el trabajo? Saliste temprano.”

“Seguro que sí. Aburrido como siempre,” contestó él. “Nada como hacer arreglos florales durante horas sin fin; con lluvia, nada menos. ¿Cómo fue tu día?”

Camila hizo un rápido repaso de los eventos del día en su mente. “Pinté y vi TV con Dinah unos quince minutos. Eso es todo.”

Michael se rió. “Parece divertido,” dijo. “¿Quieres hacer algo esta noche? Pensé que quizá podíamos ir una exhibición tardía de algo.”

Camila dudó. ¿Y si Laur llamaba mientras estaba fuera?Miró la hora. Si no había llamado ya, probablemente significaba que no iba a hacerlo.

Todavía dudó. Entonces finalmente dijo, “Claro.”

“Genial,” dijo Michael, pareciendo entusiasmado. “Te recogeré en unos veinte minutos.”

“Nos vemos entonces,” contestó. Camila cortó la comunicación y se quedó mirando el receptor en la mano. Cuando nada pasó, suspiró y lo emplazó en la base. “Tanto para esto.” Agitó la cabeza tristemente y se levantó para prepararse.

                                                ~~~~~

A pesar del hecho que Lauren había dejado el teléfono con Keaton con plena intención de llamar a Camila, una hora después aún estaba paseándose por la sala, receptor en mano. No tenía idea de cómo explicarle tres semanas de ausencia sin mentir.

“Eh, Camila,” ensayó. “Lamento no haberte escrito. Me robaron el ordenador.” Lo sopesó y agitó la cabeza. “No quiero mentir más.” Suspiró y se sentó en el sofá.

Tomó una profunda inspiración. “Camila,” lo intentó de nuevo, “estoy un poco enamorada de ti y me asusté por lo de Michael. Creo que ya lo he superado.” Miró al cielo. “No puedo decir eso.”

Lauren miró fijamente el receptor y se encontró encendiéndolo. “Sin mentiras,” decidió. “Si averigua que me gusta, entonces así sea.” Esperaba poder mantener ese grado de convicción.

Su corazón se aceleró mientras marcaba el número del apartamento de Camila.

Un timbrazo…

Dos…

“¿Hola?”

Lauren sintió detenerse su corazón y deglutió. “¿Me echas de menos?” se encontró preguntando.

Hubo una breve pausa. “Laur,” musitó Camila. “Creí que no volvería a saber de ti.”

“Lo siento,” se disculpó Lauren, esperando parecer sincera.

En alguna parte al fondo, Lauren oyó una voz masculina. “Voy enseguida,” le dijo Camila a alguien más. “Me cogiste saliendo por la puerta.”

Lauren intentó ignorar el dolor en su corazón. “Sólo deseaba hacerte saber que estoy bien,” dijo.

“Gracias,” dijo Camila. Hubo un embarazoso silencio en la conversación. “Tengo que irme,” dijo tras unos segundos. “Lo siento de veras. Michael está esperándome.”

“Vale,” contestó Lauren. “Diviértete.”

“Lo haré,” respondió Camila. “¿Hablamos luego?”

“Sí,” se encontró diciendo Lauren.

“Te escribo esta noche,” prometió Camila. “Gracias por llamar.”

“De nada,” dijo Lauren. “Adiós,” susurró después que la línea hubiera sido cortada. Apagó el teléfono y lo tiró por el cuarto. Lo oyó chocar contra algo y hacerlo añicos. Probablemente un jarrón. No le importaba. Frustrada, se pasó una mano por el cabello y agarró el control de la tv.

Ausentemente, repasó los canales hasta que encontró su imagen en pantalla. “Genial,” susurró, viendo una repetición de la anterior entrevista.

“En el John Ken Show de hoy,” estaba diciendo el locutor, “Ken se encontró mordiendo más de lo que podía mascar cuando intentó hacer perder su frialdad a la actriz Lauren Jauregui.”

Lauren agitó la cabeza mientras se veía decirle a John Ken que, después de conocerle, estaba considerando el lesbianismo. “Van estar citándome el resto de mi vida,” se dio cuenta.

El anfitrión del programa se rió entre dientes.

“Las fuentes les han dicho a nuestros productores que los teléfonos sonaban sin descanso en el estudio del John Ken Show esta tarde. Parece que la joven Srta. Jauregui causó toda una impresión. En noticias relacionadas…”

Lauren cambió la cadena y se quedó con una repetición de SpongeBob. La melancolía se posó sobre ella como una manta y apa- gó los dibujo animados. Echó la cabeza contra los cojines y cerró los ojos. “Nueva York, allá voy,” dijo tristemente.

המשך קריאה

You'll Also Like

332K 20K 53
{#3 Tercera temporada de Be Free} {TERMINADO ©2016} Seis años más tarde, Lauren y Camila al fin son felices viviendo con sus hijos. Emma entra en la...
1.3M 77.4K 35
Mi abuela sentía una debilidad por Lauren, siempre la consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Ella creía que a Lauren le faltaba c...
2.6K 271 9
Sebastián, un chico estadounidense al que lo conocen como un "emo con estilo" estudia derechos y tiene 23 años y el le deja cartas a otro chico que s...
1.7M 79.9K 56
El amor a distancia puede ser lo más especial que cualquiera puede vivir, pero es más especial cuando por fin consigues estar cerca de esa persona. L...