Camila saltó del sofá al instante que oyó abrirse la puerta. “¿Y bien?” exigió con impaciencia en cuanto Dinah apareció en el umbral. Camila tomó nota de la pinta hundida de Dinah y frunció el ceño ligeramente. “¿Qué pasó?” preguntó, gentilmente esta vez.
Dinah entró en el apartamento y cerró la puerta detrás de ella. En lugar de contestar, fue a la mesa de la cocina y se sentó. Camila siguió ejemplo rápidamente. “¿La audición no fue bien?” preguntó suavemente, tomando asiento a la mesa. Ya había preparado discursos para cualquier resultado. Una buena amiga está siempre lista para todo.
Tras un par de minutos de silencio continuado, Camila estaba a punto de hablar de nuevo, cuando Dinah habló. “Fue… bien,” dijo. “Muy bien, en realidad.”
Camila debatió cómo responder a la situación. Estaba preparada para una Dinah extasiada con buenas noticias o una Dinah deprimida con malas noticias. Camila no estaba completamente segura cómo reaccionar a una Dinah deprimida con buenas noticias. “Um, es… ¿genial?” aventuró con incertidumbre.
Dinah miró a su mejor amiga. “Lo siento, creo que aún estoy en shock,” respondió.
“¿Conseguiste el papel?” preguntó Camila, de repente sintiéndose entusiasmada.
“No lo sé todavía,” contestó Dinah. “Era la primera audición.”
Camila estaba levemente defraudada y un poco más desconcertada. “¿Fue realmente bueno?”
“Yo… um,” empezó Dinah. “Tuve que besar a alguien.”
“¿A quién?” preguntó Camila, empezando a sentirse desesperada. Cuando Dinah no contestó en seguida, Camila preguntó, “¿Alguien que reconocería?”
Dinah asintió.
“¿Así que es una persona famosa?” preguntó
Camila, su emoción regresando rápidamente. “Oh, sí,” respondió Dinah. “Muy famosa.”
Camila contempló el enigma un momento, adivinando que Dinah no iba a ofrecerle la información sin un poco de conjetura previa. Chascó los dedos. “¿Rye Phillips?”
Dinah se le quedó mirando con una sonrisa misteriosa en su cara. “Cerca,” contestó. “Muy, muy cerca.”
Camila se lo pensó un poco más pero no se le ocurrió nadie más. “Me rindo,” dijo finalmente.
Dinah se inclinó adelante. “Te daré una pista,” ofreció. “Ganó el premio al Mejor Beso.”
Camila frunció el ceño. “¿No fue Rye Phillips?” preguntó, de repente muy desconcertada.
“Adivina de nuevo.”
¿Mejor Beso? Estoy segura que fueron Rye Phillips y… Se paralizó. “Ni hablar,” musitó Camila, la comprensión finalmente iluminándola.
“Ajá,” confirmó Dinah, sentándose atrás en la silla.
“¿Lauren Jauregui?” preguntó Camila para asegurarse que no había malentendidos en el tema.
“La única y verdadera.”
“¿Besaste a Lauren Jauregui?” repitió Camila.
Dinah asintió. “Es una peli lesbi,” informó a Camila. “Y adivina quién es la protagonista.”
“Estás de broma,” dijo Camila, segura que tenía que ser algún tipo de broma, una astuta diversión para distraerla del hecho que Dinah había conseguido el papel.
“Camila,” dijo Dinah bastante seria. “Besé a Lauren Jauregui. Aunque, técnicamente, me besó ella.”
“¿En los labios?”
“Sí.”
Camila se sentó aturdida por un largo instante. “Pero no había nada sobre un beso en ninguna de las escenas que ensayamos,” discutió.
Dinah se encogió de hombros en contestación. “La director decidió probarme para un papel diferente.”
“Jura que no estás tomándome el pelo,” dijo Camila, aún insegura si creerlo o no.
“Te juro por mi carrera de actriz que besé a Lauren Jauregui,” contestó Dinah, alzando la mano derecha mientras hablaba.
“¿Lauren Jauregui está haciendo una película lesbiana?” preguntó Camila, incapaz de metérselo en la cabeza.
“Es una epidemia,” dijo Dinah. “Te lo dije. Están por todas partes.”
Camila frunció el ceño. “¿Crees que Lauren Jauregui es homosexual?”
Dinah lo pensó un momento y entonces se encogió de hombros. “Probablemente no. Siempre escogen chicas heteros para interpretar esos papeles.” Se apuntó para ilustrar su punto. “Aunque, probablemente, le iría mejor si lo fuera. Esa cosa con la que está saliendo es horrorosa.”
Camila se rió entre dientes, entonces se mordisqueó el labio inferior por un momento. “¿Y cómo es?” preguntó, incapaz de evitarlo.
“¿Besar a una chica o besar a Lauren?” preguntó Dinah.
“Ambos, supongo,” contestó Camila.
Dinah pareció pensativamente. “Bueno, ocurrió muy rápido,” contestó. “Y está el hecho que había mucha gente mirando y yo tenía que mantenerme en personaje. Y no es como si fuese un festival de montárselo ni nada.” Se encogió de hombros. “Fue interesante.”
“¿Interesante?” preguntó Camila, no particularmente satisfecha con la respuesta.
“Bueno, no me encendió ni nada,” contestó Dinah, un poco a la defensiva. “Por otro lado, tampoco quería vomitar.” Frunció el ceño.
“¿Crees que significa algo?”
Camila se encogió de hombros. “Hmm,” Dinah contestó pensativamente.
“Bueno, ¿cual es el papel?” le preguntó Camila.
Dinah suspiró. “Digamos que estaré besando mucho más frecuentemente a Lauren Jauregui si lo consigo.”
Camila se sonrió. “¿Sería tan malo?”
Dinah consideró la pregunta. “En realidad, tendría el segundo papel más grande de la película, así que no realmente.” Hizo una pausa. “¿Crees que significa algo?”
“No a menos que, de repente, estés loca por Lauren Jauregui,” le molestó Camila.
“No es realmente mi tipo,” contestó Dinah tras un momento de retrospección. “ Aunque el ayudante de director, él sí que era algo aparte. Creo que se llama Siope algo o parecido. Si consigo uno de los papeles, te llevaré al set para que puedas ver el culo de este tipo. Es sexy.”
“Lo ansío, de veras,” dijo Camila, no particularmente interesada en el culo de Siope. “Bueno, ¿cómo es ella?” preguntó.
Dinah se encogió de hombros en contestación. Entonces dijo, “No tuve realmente mucha oportunidad de interactuar con ella. Pero parecía realmente…”
“¿Maliciosa?” Camila proporcionó.
“Nerviosa,” dijo Dinah en cambio. “Y no era para nada maliciosa. Me preguntó qué escena estábamos haciendo y entonces se ofreció a cubrirme si decidía salir a escape. Después hicimos la escena juntas y me fui.” Sonrió pensativamente. “Aunque hay una cosa. Actuar con ella fue asombroso. Es realmente intensa.”
“De veras me sorprende que estés actuando tan serenamente por todo esto,” dijo Camila.
“Te lo dije, estoy en shock,” Dinah explicó.
“¿Crees que algo de esto realmente me ha impactado ya?”
Camila se rió. “Uau,” dijo tras un momento. “No puedo creerlo.”
“Yo tampoco,” Dinah estaba de acuerdo. “Y estaba allí.”
“¿Crees que conseguirás uno de los papeles?” preguntó Camila.
“Supongo que lo averiguaremos,” contestó Dinah.
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“¿La besaste?” aulló Keaton “¿¿Y yo me lo perdí??”
Lauren miró la vista más allá de su balcón, sólo escuchando a medias lo que Keaton estaba diciendo. Detrás de ella, Alexa estaba viendo televisión. Lauren se aseguró que su ayudante no estaba escuchando antes de continuar. “Está empezando a complicarse.”
“¿Complicarse? ¡Es un jodido problema!”
Lauren suspiró, apoyándose contra la barandilla del balcón. “No sé qué hacer. ¿Y si Dinah consigue el papel?”
“Hombres y lesbianas en todas partes caerán de rodillas y alabarán a Dios,” contestó Keaton.
“No es gracioso.” Lauren estaba sintiéndose enferma. Había estado sintiéndose enferma desde la audición. “No había planeado esto.”
“¿El qué exactamente?” preguntó Keaton.
Lauren suspiró. “Nada de esto,” dijo. “No pretendía que se saliese así. Sólo quería alguien con quien hablar.”
“¿Además de mí?”
“No lo sé, Keaton,” Lauren contestó, sintiéndose desconcertada y frustrada. “No es como si estuviese intentando reemplazarte ni nada. Yo sólo… no sé. Realmente no lo sé.”
“Ella es una chica.”
“¿Y?”
Keaton suspiró. “Deseabas hablar con otra chica,” dijo. “Está bien. Lo entiendo. No es como si yo fuese lo más femenino del planeta.” Hizo una pausa. “Sólo que, realmente no creo esto vaya de que quisieras una amiga.”
“¿Entonces de qué va?”
“No lo sé,” contestó Keaton. “Son tus sentimientos. Sólo soy un observador.”
“Ya,” Lauren contestó, mirando al cielo. “¿Qué crees que debo hacer? Sinceramente.”
“Creo que debes ir directa a su apartamento y decirle la verdad,” contestó Keaton. “Y si no puede aceptarlo, entonces ella se lo pierde.”
Lauren volvió a la vista de la ciudad de Nueva York. Se pasó una mano por el cabello y agitó la cabeza. “No puedo hacer eso. No puedo plantarme en su puerta y decirle, ‘Eh, realmente soy Lauren Jauregui, ¡sorpresa!’”
“¿Por qué no?”
“¡Porque no!” contestó Lauren. “Se asustará. Y… y…”
“¿Y?”
“Y no será igual,” dijo Lauren finalmente. “Si sabe quién soy realmente, su percepción se viciará para siempre. No volverá a verme como una persona normal.” Suspiró. “Me gusta ser una persona normal a sus ojos, Keaton. Me gusta gustarle a pesar del hecho de que no soy nadie especial. No quiero estropear eso.”
“Pero Lauren, eres alguien especial,” discutió Keaton. “Y no tiene nada que ver con tu fama. Si le escondes quién eres realmente, entonces nunca va a saber cuan verdaderamente maravillosa eres.”
Lauren miró al cielo. “No te pongas empalagoso conmigo, Keaton. Sabes tan bien como yo que la fama lo cambia todo. No hay forma de que pueda acercarme a Camila como yo misma.”
“¿Así que vas a seguir mintiéndole?”
“Voy a tener que aprender a editarme,” contestó Lauren. “Y si se vuelve demasiado… tendré que finalizarlo de algún modo.”
“Tienes todas las papeletas para terminar con el corazón partido,” le advirtió Keaton.
Lauren hizo una pausa para revisar sus pensamientos. Finalmente, cerró los ojos. “Lo sé.”