Rose's POV
Hace ya 3 años que Jeff y yo estamos juntos.
Después de este tiempo me he dado cuenta que las decisiones que en ese momento parecían tan erróneas, las decisiones que cambiarían mi vida para siempre, fueron tan acertadas, tenia a mi lado el hombre perfecto, considerado, cariñoso, un hombre que velaba porque yo estuviera feliz y al cual amaba con todo mi corazón. Nos habíamos mudado a un penthouse a unas cuadras del departamento que ahora compartían Louisa, Norman y la pequeña Amelia, Jeffrey quería estar cerca de su nieta y de su hija.
Louisa y yo habíamos logrado recomponer nuestra relación, y habíamos vuelto a ser mejores amigas, al principio obviamente fue algo raro, todavía recuerdo el día en que nos sentamos a hablarlo definitivamente, acordamos que de ninguna manera yo era su madrastra ni nada por el estilo, un concepto que nos hacia reír mucho y a veces salía entre broma y broma.
Louisa había conseguido el trabajo en Vogue y ahora era su jefa de producción y fotografía, pero habían acordado con la empresa que podría vivir en Estados Unidos y no tener que tener residencia permanente en Inglaterra ya que ella quería que su hija estuviera también con su madrina, o sea conmigo, y su abuelo.
...
Era la mañana del 3 de junio y era mi cumpleaños, yo me desperté como siempre a las 6:00 de la mañana para irme al trabajo y cuando tome conciencia Jeffrey no estaba a mi lado.
-Jeff? – Pregunte al aire sentándome en la cama.
-No se vale que te hayas despertado ya, yo quería despertarte – Dijo el y apareció en la puerta de la habitación con una bandeja con desayuno para ambos.
Yo sonreí al verlo entrar, el avanzo hasta la cama dejo la bandeja y se sentó a mi lado.
-Feliz cumpleaños cielo – Dijo el sonriéndome.
-Gracias cariño – Dije yo y me acerque para darle un beso en los labios.
Comenzamos a desayunar, había preparado mi desayuno favorito, huevos con bacon, tostadas y café, comenzamos a comer hasta que el reloj marco las 7:00, hora de irme al hospital.
-Fue el mejor desayuno de cumpleaños de la vida – Dije dejando la bandeja a un lado y abrazando a Jeffrey – Te amo tanto.
-Yo también te amo cielo – Dijo el mirándome a los ojos, deposito un beso en mis labios y me sonrió- Hoy te esperan varias sorpresas mas, así que estate preparada.
-Prometo que si – Dije yo, le sonreí y me levante de la cama para vestirme, una vez lista agarre mi bolso y me dispuse a salir, no sin antes acercarme a Jeffrey que estaba lavando unas cosas y darle un beso en el hombro mientras lo abrazaba de atrás, al sentir mi contacto se dio vuelta y me tomo por la cintura.
-Te amo – Dijo el mirándome- Y feliz cumpleaños de nuevo.
-Todos los cumpleaños son felices si estoy con vos – Dije y me puse de puntitas para besarlo- Te amo- Me separe de él y me encamine a la puerta- Te veo en un par de horas.
...
La mañana en el trabajo fue como usualmente acostumbraba, tediosa por la parte del papeleo de la morgue pero por otro lado, tuvimos un par de autopsias bastante interesantes que hicieron que el día valiera la pena, a alo largo de la mañana además había recibido una infinidad de llamadas y mensajes por parte de mis amigos, mis padres, hasta recibí un video por parte de Norman en la que Amelia y el me cantaban el feliz cumpleaños. Sam había dejado un ramo de flores de parte de el y de su novia junto con una cajita con un collar precioso, que según la nota que acompañaba ambos regalos "Annie eligió estas cosas, sabes que yo soy inútil para hacer regalos".
En un determinado momento Sam apareció en mi despacho con una sonrisa.
-Hola Sammy, porque tan contento? – Estaba redactando un documento que me había pedido el director del hospital así que levante la cabeza para mirarlo y luego volví mi mirada a la pantalla de la computadora.
-Junta tus cosas, hay alguien buscándote arriba.
-Que? De que estas hablando Sam, estoy trabajando.
Sam se acercó a mi escritorio y cerró mi computadora.
-Agradece que tengo guardado automático – Dije mirando a mi amigo, el me tomo del brazo y me hizo levantarme de la silla.
-Cámbiate y te espero afuera- Dijo el sonriéndome y salió por la puerta.
Yo rodee los ojos y sonreí, saque la ropa que había traído para cuando saliera del trabajo y me cambie, me pregunte por un segundo si todo esto tendría que ver con lo que me dijo Jeffrey hoy que tendría un día lleno de sorpresas, sali de mi despacho una vez lista para encontrarme a Sam apoyado contra la pared.
-Estas lista? – Él se había sacado el guardapolvo y estaba con un pantalón beige, un suéter azul y una camisa blanca por debajo.
-Si Sammy, pero me podes decir ahora a donde vamos?
-Ahora vas a ver- Dijo el y comenzó a caminar por delante de mi, cuando llegamos a la puerta ahí estaba la novia de Sam.
-Sam quien me esta esperando? – Dije luego de que ella se nos unió, salimos por la puerta del hospital y Sam me hizo un gesto con la cabeza para que mirara al frente.
-El - Yo mire al frente y vi un chofer al lado de una limusina blanca enorme, yo me tape la boca, no entendía nada y de todas las cosas que habría esperado, esto nunca paso por mi mente.
-Señorita Tyler- Dijo el chofer acercándose a mi para que le de mis cosas, recibió mi abrigo y mi bolso y lo puso en la limosina para luego abrirme mas la puerta para que yo entre, Sam y Annie entraron después de mi, yo miraba todo sin poderme creer lo que estaba pasando, me sentía una niña en disneyworld.
Hicimos un trecho mientras escuchábamos música y nos reíamos los tres dentro del vehículo, saliendo por la puerta que tenia el techo para poder ver la ciudad y saludar a la gente, estábamos pasando un gran momento, entramos de nuevo a la limo y después de un rato paramos, eran alrededor de las 3 de la tarde y todavía no habíamos almorzado nada, el chofer nos indico que habíamos llegado a nuestra primera parada, cuando bajamos del vehículo vimos un lindo restaurante en el que nos hicieron ingresar y ya había una mesa preparada para 3 en la que se encontraban un plato caliente y con una pinta deliciosa para cada uno.
-Este esta siendo el mejor cumpleaños de mi vida, gracias por organizar todo esto para mi Sammy- Dije cuando ya estábamos terminando de comer el postre y estábamos listos para irnos.
El me miro y luego a su novia con una gran sonrisa, ella lo miro también con un aire complicidad y ambos me miraron a mí.
-Que? – Dije mirándolos sin entender.
-Yo no he organizado nada de esto Rose.
Antes de que pudiera responder nada, me tomaron del brazo, me hicieron pararme para irnos a la limosina, dieron gracias a los mozos que también me sonreían y nos subimos a nuestro transporte.
-Tienes que ponerte esto en los ojos- Dijo Sam sacando una venda de su bolsillo trasero luego de cerrar la puerta del auto.
-Que? Porque Sam?
-Ay Rose por dios vas a cuestionar todo lo que te diga? – Dijo Sam mirándome con una sonrisa.
-No, tienes razón.
Agarre la venda y me la ate tapándome los ojos.
-Segura de que no ves nada? –Oí la voz de Sam a mi lado.
-Si Sammy, segura.
La limosina arranco una vez que Sam le indico al chofer que estábamos listos, andamos un rato mas mientras Sam y su novia me hacían pruebas para ver si reamente no veía, se estaban riendo de mi en realidad pero bueno no podía culparlos, había sido una tarde encantadora, pero en este momento comencé a sentir nervios y maripositas en el estomago, no sabia a donde nos estábamos dirigiendo suponía que seria una fiesta sorpresa o algo así.
Sentí como el vehículo se detuvo y Sam me agarro del brazo.
-Llegamos, estas lista?
-No...- Dije y sentí las risas de mis dos acompañantes.
Cuando salimos de la limosina sentí la brisa sobre mi piel y algo del calor del sol, supuse que estábamos en un lugar al aire libre, comenzamos a caminar, mis dos acompañantes me guiaban agarrándome por los brazos, había mucho silencio en el ambiente, solo se escuchaba el sonido del viento, un poco de agua si mis oídos no me engañaban y de los pájaros al cantar.
Nos paramos en un lugar en donde el ruido a agua era un poco más claro y audible.
-Llegamos Roro, ahora disfruta – Dijo Sam y sentí como me sacaba la venda de los ojos- Lo primero que vi fue un pequeño lago al frente mio que estaba coronado por un puente que lo cruzaba de punta a punta, mire a mi alrededor, como supuse estábamos en un parque muy bonito lleno de arboles y en el medio del mismo me encontraba yo, Sam y su novia se habían ido un poco mas atrás de mi y me miraban con las manos entrelazadas y una sonrisa en sus labios, vi como el puente se empezaba a llenar de personas con paraguas de todos los colores del arcoíris, el día estaba hermoso y no había una sola nube en el cielo, así que no entendía porque los paraguas pero estaba encantada con toda aquella puesta en escena, vi como se acomodaron por colores y se dispusieron mirando hacia donde yo estaba.
Bajaron los paraguas dejándolos enfrentados hacia mi y no pude evitar tapar mi boca con mis manos mientras mis ojos se llenaban de lagrimas de felicidad, los paraguas formaban una frase "Will you marry me?" (Quieres casarte conmigo?), sentí unos toquecitos en mi hombro y cuando me di vuelta Jeffrey estaba parado atrás mio mirándome con una sonrisa, estaba vestido con un traje negro sin corbata que mantenía el aire informal que lo caracterizaba.
-Rose, sé que hemos pasado algunos momentos difíciles, que nuestra relación no es convencional en lo mas mínimo, pero te amo, te amo mas que a mi propia vida, eres la mujer a la que quiero ver a mi lado todas las mañanas al despertar, quiero que tus ojos me miren con su característica ternura, tus labios me besen y que tus manos se enlacen con las mías para transitar la vida juntos – Dijo enlazando nuestras manos y mirándome a los ojos, note como a nuestro alrededor se acumulaban varias personas, pude ver a Louisa con Norman y Amelia sonriendo, a mis padres, varios de mis amigos del hospital y a otras personas que pasaban por ahí y se acercaron a ver la escena que se estaba llevando a cabo.
Jeffrey se arrodillo al frente mio y me miro, saco una cajita de la parte de adentro de su traje y pronunció las palabras que mas quería escuchar en ese momento.
-Rosalie Tyler, me harías el honor de casarte conmigo? – Dijo abriendo la cajita y descubriendo el anillo más hermoso que había visto en mi vida.
-Si – Dije yo sonriendo- Mil millones de veces si.
Me puso el anillo y luego nos fundimos en un abrazo lleno de amor y ternura, la felicidad que corría por mi cuerpo es indescriptible, ese momento, ese hombre, el amor que sentía por el.
Todo eso , era perfecto.