El padre de mi mejor amiga (Jeffrey Dean Morgan)

Capitulo 11

Louisa's POV

-Estoy saliendo con el amigo de mi padre, Norman.

Al momento que salió eso de mi boca un poco me arrepentí, era un secreto muy grande que me guardaba, pero tenía que decírselo a Rose, no le guardaba secreto alguno y no decirle algo tan grande me estaba matando.

Rose se quedó quieta mirándome.

-Rose decime algo por favor, fue muy difícil decirte esto.

-Con Norman? En serio? Hace cuánto?

-Un par de meses antes de que vos volvieras, fui a su casa a dejarle unos papeles que le mandaba mi papa, ya que me quedaba de paso al trabajo y me invito a tomar un café cuando llegue y una simple charla se transformó en un beso que nos dejó confundidos a ambos y después de un tiempo de vernos a escondidas comenzamos a salir, bueno también a escondidas pero con otro título.

Rose sonrió ante mi comentario, cuando comencé a salir con Norman temía no poder decirle a nadie, tiene 47 años y es amigo de mi padre, pero sus ojos celestes y su voz rasposa es algo que me puede, además debo decir que nunca había estado con un hombre que me hiciera disfrutar tanto en la cama, al principio nuestra relación era meramente carnal, pero después de varias "me quedo a dormir en lo de una amiga" algo cambio, y no me arrepiento.

-No me vas a decir nada por la edad? Por qué es amigo de papa? O por qué no debería meterme en esas cosas? –Dije yo mirándola.

-Yo no soy quien para decirte que hacer con tu vida amorosa, si estas segura de esto y lo querés y el a vos, tienen que seguir adelante -Me sentí apoyada al 100% y eso me hizo sonreír- Además Lou la edad es solo un número y entre nosotras... el viejito tiene mucho que ofrecer.

Solté una carcajada y seguimos hablando de como había comenzado nuestra historia con Norman y como íbamos hasta ahora, le conté de los regalos que me hacía y nos pasamos el resto del viaje en taxi riendo de las excusas que le decía a mi padre para que no pregunte de quien eran.

Rose's POV

Llegamos a Foxtail y estaba a todo lo que da, entramos rápido ya que Lou conocía a los guardias de la puerta, por como la saludaron deduzco que es cliente habitual y que se llevan muy bien.

Apenas entramos Louisa se fue a buscar unos tragos y comenzamos a bailar, pasaban todo tipo de música y estábamos bastante cómodas ya que había gente pero no tanta, el lugar estaba muy bien ambientado, con luces y laser por doquier.

Un trago, dos tragos, tres tragos y así Lou seguía con uno atrás del otro.

-Lou no te parece que ya tomaste demasiado? –Le dije tratando que me escuche por sobre la música del lugar.

-No seas aguafiestas amiga- Dijo ella mientras levantaba los brazos moviendo el cuerpo al ritmo de la canción.

-No soy aguafiestas pero ya estas bastante borracha- Ella sonrió y se terminó de una sola vez lo que le quedaba del cuarto trago.

-Yo creo que no es suficiente- Dijo riendo-En seguida regreso.

Cinco tragos.

Seis tragos.

Al séptimo trago Louisa no se podía mantener en pie, yo estaba desesperada, la senté en un sillón blanco pensando que podía hacer, la gente de alrededor ni nos miraban, nadie nos ofrecía ayuda, y entonces pensé en usar mi última opción, llamar a Jeffrey.

Busque su número en mi teléfono y apreté llamar, respondió al tercer tono con voz de que lo acababa de despertar.

-Rose? Está todo bien?

-Jeffrey, me da mucha vergüenza pedirte esto, pero Louisa tomo de mas, y no puedo levantarla.

Escuche como se levantaba de la cama rápido.

-Voy a buscarlas, dónde están?

-Foxtail.

-Voy para allá, quédate con Louisa todo el tiempo por favor.

Y corto el teléfono, yo mire a Louisa estaba dormida en el sillón, ¿cómo había dejado que llegue a ese estado? Soy una mala amiga; no me sorprendería que Jeffrey se enojara conmigo y tendría toda la razón del mundo.

Con mucho esfuerzo puse el brazo de Lou alrededor de mi cuello y la lleve despacio hasta la puerta.

-Rose... tengo ganas de vomitar.

-Lo se, ya salimos de acá, tranquila.

Me abrí paso entre la multitud que cuando me veían con mi amiga casi a rastras me dejaban pasar sin decirme nada, algunos reían, pero esos también iban borrachos o eran idiotas.

Ni bien llegamos a la puerta Louisa se inclinó y cuando me di cuenta que iba a vomitar le sostuve el pelo, escuche un auto aparcarse en la puerta y me di vuelta viendo a Jeffrey venir hasta nosotras.

Louisa tiro los brazos alrededor de su padre y este me miro y se encamino a dejar a su hija al asiento de atrás del auto, yo me subí adelante sin mirarlo, arranco el auto y yo con la cabeza baja le dije.

-Lo siento, no sé cómo llego a estar así.

Jeffrey puso una mano en mi pierna, acariciándome levemente con su pulgar. Mire a Louisa y estaba profundamente dormida.

-No pasa nada nena.

Llegamos al edificio y fuimos los tres en el ascensor, Louisa en los brazos de Jeff y yo a su lado. Cuando llegamos a nuestro piso cada uno se fue a su departamento, cuando entre al mío, me largue a llorar me sentía muy mal por lo que había pasado con Louisa, por pensar en los que nos podría haber sucedido si Jeffrey no me atendía el teléfono, a los 5 minutos tocaron a mi puerta.

Fui a abrir y ahí estaba Jeffrey.

Al verme llorando me abrazo muy fuerte, y yo también pase ms brazos a su alrededor.

-Ya acosté a Louisa – Dijo separándome de mi y mirándome, con el pulgar me seco una lagrima que caía por mi mejilla- No te pongas así pequeña, Lou va a estar bien mañana, con mucha resaca, pero bien.

-No estás enojado conmigo? –Dije yo mirándolo

-Contigo? No podría enojarme contigo ni aunque quisiera.

Acaricio mi mejilla delicadamente, como si me fuera a romper, estábamos muy cerca el uno del otro, a unos pocos centímetros.

Sentí como el acortaba la distancia y me daba un suave beso en los labios.