Capitulo 27

3.5K 248 12
                                    



Rose's POV

Dos días ya habían pasado desde que mi amiga se fue a Inglaterra con Norm y su hijo, Jeffrey por lo poco que sabía había ido a aeropuerto a saludarle y luego había vuelto a su departamento a encerrarse, la situación con él estaba más fría que antes por lo tanto asumí que la llama que nos unía y que alimentaba nuestra relación ya estaba completamente apagada, comencé a sentir que lo molestaba con los mensajes que le mandaba para ver cómo estaba así que un día ya deje de mandárselos, y la tristeza y el vacío en mi interior crecieron aún más, lo extrañaba muchísimo pero una tiene que saber retirarse cuando todavía hay tiempo.

Pasaron dos días más en los que ya lo único que me mantenía ocupada y con mis pensamientos alejados de Jeffrey era el trabajo y Sam. Sam y yo seguíamos siendo amigos, el había conocido a una residente del hospital y ambos estaban completamente enamorados, la chica era encantadora y miraba a Sam de esa manera que miran los enamorados, con admiración, deseo y por sobre todo amor. Yo luego de un tiempo le había contado a Sam de Jeffrey, no con todos los detalles pero el sabia lo esencial para entender la historia, por suerte no preguntaba demasiado pero si se encargaban él y su novia de distraerme cuando me veían con el ánimo por los suelos.

Llegue a mi departamento esa noche y me di una ducha, por suerte había podido salir temprano así que me tomaría un café y me acostaría, cuando estaba por entrar a bañarme me llego un mensaje.

Su nombre estaba en la pantalla de mi teléfono e hizo que mi pulso se acelerara, abrí el mensaje y decía "Debo hablar contigo, llevo comida como a las 8?", mire el reloj y eran las 7:30 "Te espero" le mande con un rápido mensaje y comencé la carrera para prepararme antes de las 8.

...

8:01 y un golpecito en la puerta me advirtió de la llegada de Jeffrey, me puse nerviosa al agarrar la llave para abrir así que respire hondo y le abrí.

-Hola Rose- Me sonrió, había perdido un poco de peso desde la última vez que lo vi hace una semana y media, su barba canosa estaba larga pero prolija y llevaba sus clásicos lentes de marco negro que hacían que sus ojos verdes resaltaran.

-Hola Jeff- Dije haciéndome a un lado para que pase.

Preparamos la mesa sin habar casi, había traído comida china que olía fantásticamente bien y más para mí que estaba muriendo de hambre, nos sentamos a la mesa y en el aire se notaba una cierta incomodidad por parte de ambos.

Jeffrey se me quedo mirando y yo a él.

-Te extraño- Dijo el serio, mi respiración se cortó por un segundo, quería decirle que yo también, quería decirle que los días sin el habían sido un infierno.- Lo de Louisa me afecto, me afecto muchísimo, y sé que a vos también, pero... pero es mi hija sabes? – Trague saliva, estaba nerviosa, y si me decía que debíamos dejar todo esto atrás? No podría con eso- El otro día hable con ella, cuando me vino a contar que se iba a Inglaterra con Norman y Mingus, me dijo que no aceptaba lo nuestro, pero que ella deseaba que yo fuera feliz, y yo contigo soy feliz Rose, yo sé que nuestra historia de amor está en contra de todo pronóstico, pero todo lo que podía salir mal ya paso, y aún recuerdo lo que te dije cuando te deje las rosas en tu departamento, te dije que quería intentarlo, y aun quiero si vos estas dispuesta.

Yo me quede mirándolo, mil cosas se arremolinaban en mi mente en ese momento, las sonrisas que él me había provocado, el sufrimiento de perderlo, la pelea con Louisa, habíamos pasado tantas cosas juntos en este corto tiempo y yo lo amaba lo amaba con todo mi corazón, eso era algo que no podía negar y que no podría negar nunca.

-Rose, di algo por favor- Yo me levante de la silla y me acerque a el, levanto la cabeza para mirarme a la cara y me acerque a el, cuando nuestros rostros estaban a escasos centímetros respire llenándome de su perfume, ese perfume que añoraba cuando no lo tenía cerca.

-Te amo- Dije mirándolo a los ojos- Nunca podre dejar de amarte

Elimine los pocos centímetros que nos separaban y lo bese, el hizo que me siente en sus piernas y me tomo por la cintura con desesperación, mis manos fueron a su cabello y juguetearon con el, el beso fue un beso largo, tranquilo y demandante a la vez, mi boca agradeció el contacto conocido de la suya y mi corazón saltaba de alegría, no me importaban los malos pronósticos, amaba a ese hombre más que a nada en esta vida, se había enterrado en mi pecho tan profundo que ya era imposible sacarlo, nos separamos y nos miramos a los ojos, el rostro de Jeffrey se ilumino con una sonrisa brillante, una sonrisa de la que estaba irrevocablemente enamorada.

-Intentémoslo – Dije yo también sonriendo.

El me tomo la cara y asintiendo con lágrimas en los ojos me dio un beso, en ese momento supe que el me amaba tanto como yo lo amaba a el, así como estaba sentada en sus piernas Jeff paso una mano por debajo de mis rodillas y la otra por mi espalda y se levantó conmigo en brazos, yo depositaba suaves besitos en su cuello, camino hacia mi habitación y me deposito en la cama.

Esa noche hicimos el amor, y me sentí completa, me sentí llena de felicidad, sus labios recorriendo cada centímetro de mi cuerpo hacían que mis terminaciones nerviosas se activaran en un placer infinito con el que no quería acabar nunca, y sí que no somos una pareja convencional, pero nuestro amor es verdadero, esa noche comprendí que no importaba la diferencia de edad, ni importaba quien era él ni quien era yo, lo único que importaba es que juntos estábamos completos, como dos piezas de un mismo rompecabezas que encajan a la perfección.

El padre de mi mejor amiga (Jeffrey Dean Morgan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora