Capitulo 30

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Rose's POV

Me quede helada al escuchar las palabras de Louisa tenia demasiada información dando vueltas por mi cabeza, demasiadas cosas de golpe que me habían caído todas encima de repente.

Louisa estaba en Los Ángeles.

Tenía un hijo o hija con Norman.

Había llegado de urgencia al hospital.

Y me estaba pidiendo que salvara a su bebe.

Repetía eso una y otra vez en mi cabeza, parecía que todo a mi alrededor se hubiera detenido, todo iba en cámara lenta para mí y los ruidos de la zona de urgencias del hospital no eran más que un murmullo a lo lejos en mi mente, los segundos eran horas en ese momento.

La voz de Sam me saco de mi shock y sentí como tiraba de mi brazo hasta sacarme de la habitación.

-Rose necesito que reacciones, ese bebe necesita tu ayuda.

-Primero por favor explícame que esta sucediendo- Dije tratando de respierar calmadamente. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala

Sam me explico que Louisa habia llegado al hospital en trabajo de parto y que su bebe sufría de policitemia neonatal, una enfermedad que es mas común en niños con un par de días de vida pero que en este caso se había dado en un recién nacido lo que la hacía más grave aún, esta afección puede suceder cuando hay demasiados glóbulos rojos en la sangre del bebé, por lo tanto me explico, que necesitaba una transfusión de urgencia pero su tipo de sangre sumamente raro, AB Negativo, necesitaban un donante, Sam me lo explicaba como si yo tuviera unos 10 años y no hubiera estudiado medicina, pero en ese momento era la única forma de que yo procesara correctamente la información.

Yo era AB Negativo, y si tenían que drenarme toda la sangre del cuerpo para salvar a ese pequeño, dejaría que lo hagan.

Yo asentí cuando Sam me pregunto si estaba dispuesta, me hizo firmar unos papeles que me habilitaban como donante de urgencias, en mi cabeza todo seguía dando vueltas, una enfermera me guio hasta una habitación, blanca y pulcra con una camilla y unos aparatos que dado a mi estado en ese momento no pude reconocer, sentí el pequeño pichazo del catéter ingresando en mi brazo, en la lejanía de la realidad sentía la voz de la enfermera contándome algo, deduje que seria las típicas cosas que le decía a los pacientes para que estén tranquilos.

La transfucion era la menor de mis preocupaciones en ese momento, mi mente estaba enfocada en todos los procedimientos de neonatología que habia aprendido en la universidad y en que podríamos hacer si la transfucion no funcionaba.

De un momento para otro y sin darme cuenta como mis parpados se tornaro pesados y sentí un mareo en el cuerpo seguido de una pesadez, todo se volvió negro y lo último que recuerdo son los tubos fluorescentes del techo de la habitación.

...

Me desperté en una camilla de hospital, todavía con mi ambo puesto, abrí los ojos y las luces de la habitación me hicieron querer volver a cerrarlos, me sentía algo mareada y la cabeza me dolía muchísimo, no sabía que estaba haciendo allí, y me costó acordarme que me encontraba en el hospital.

-Despertaste- Escuche una voz que provenía de algún lugar cercano a mí en la habitación- Rose, despertaste.- La voz era de mujer, pero a causa de mi mareo no distinguía bien a quien pertenecía, su tono era de alivio pero a la vez se notaba angustiada, la voz salía algo quebrada al pronunciar mi nombre- Rose, puedes oírme?

Su pelo negro apareció en mi campo visual todavía borroso, y no me quedaron dudas, Lou estaba ahí, al darme cuenta sonreí débilmente, mi mareo comenzaba a ser más leve y mi visión se aclaraba poco a poco y a medida que pasaba el tiempo.

El padre de mi mejor amiga (Jeffrey Dean Morgan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora