Capitulo 24

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Rose's POV

Me desperté a la mañana siguiente en el sillón, no sé en qué momento me quede dormida solo sé que en mis sueños se repetía una y otra vez el beso que me había dado Jeffrey, me levante del sillón y camine hacia la ducha y me di un baño caliente, me había despertado dos horas antes de que tuviera que irme al trabajo así que me di el lujo de quedarme un poco mas bajo la agradable sensación que me provocaba la ducha en mi espalda y cuello.

Cuando acabe con la ducha me dirigí a mi closet y me puse uno de mis ambos, esta vez me puse uno color rojo vino, me seque un poco el pelo y me ate una cola de caballo, fui a mi cocina y me hice un café que puse en mi vaso térmico para encaminarme al trabajo.

Luego de un rato de caminar y un autobús, llegue a mi trabajo donde no quería llegar, tendría que enfrentarme con Sam, quien se había ido muy enojado conmigo, además después de lo que había pasado anoche estaba más decidida a hablar con él para aclarar las cosas y tratar de quedar como amigos.

Todavía faltaba media hora para tener que comenzar a trabajar así que me dirigí hasta el bar donde almorzábamos los médicos del hospital, al entrar vi a Sam sentado en una mesa con dos cafés al frente suyo, cuando me vio me hizo un gesto con la mano para que vaya a sentarme con él.

-Sammy- Dije sentándome al frente de el- Yo quería hablar con...

-No digas nada por favor déjame hablar a mi primero- Dijo cortándome- Quiero pedirte disculpas, me apresure la otra noche, mis ganas de darte un beso eran más grandes que mi sentido común en ese momento y tenias razón estaba yendo demasiado rápido.

-Está todo bien- Dije sonriéndole-yo creo que también te di señales confusas y eso no estuvo bien.- Eso había salido mejor de lo que me imagine.

-Amigos? – dijo el sonriéndome y mirándome a los ojos.

-Amigos – Dije yo y comenzamos a hablar de otras cosas hasta que se hicieron las 8 de la mañana, hora de iniciar nuestra labor.

-Que te sea leve- Dijo Sam cuando se alejaba por el pasillo.

Ese día hubo mucho trabajo en el hospital, había habido un accidente muy grande a las afueras de Los Ángeles y habían solicitado que todos los médicos estuvieran en urgencias hasta que se calmen los ánimos, luego de unas 8 o 9 horas muy intensas la situación ya estaba algo más controlada y solo me quedaban otras 3 horas más de guardia así que baje al subsuelo donde yo trabajaba a hacer los reportes de los que no habían sobrevivido al accidente, luego de unas horas se hizo mi hora de salida y mi cuerpo tenía un cansancio que no experimentaba hace mucho tiempo.

...

Llegue a casa, estaba hablando con Louisa había tenido que viajar a San Diego para una sesión de foto y se había peleado con uno de los modelos, me estaba contando la discusión y no podía aguantar la risa por las respuestas que le daba el modelo a ella cuando le pedía que haga una pose o la otra, entre a m departamento y todas las luces estaban apagadas, prendí la del living y me quede sin habla.

-Lou... te devuelvo la llamada si?- Dije y corte el teléfono, un gran ramo de Rosas estaba en mi mesita ratona, con gran moño blanco y una tarjeta pegada a un lado.

 te devuelvo la llamada si?- Dije y corte el teléfono, un gran ramo de Rosas estaba en mi mesita ratona, con gran moño blanco y una tarjeta pegada a un lado

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Deje mi bolso en el piso y camine despacio hasta la tarjeta, la tome y la abrí.

"Es imposible, dijo el orgullo; es arriesgado, dijo la experiencia; no tiene sentido, dijo la razón; inténtalo, dijo mi corazón.

Quiero intentarlo.

Te amo Rose.

JDM"

Las lagrimas inundaron mis ojos, pero por primera vez en mucho tiempo, las lagrimas eran de felicidad, fui a la puerta de mi departamento y corrí hasta su puerta, toque y él me abrió a los pocos segundos, cuando me miro sus ojos brillaron.

-Rose?- Su voz era muy diferente a cuando me hablo con tristeza en el sofá de mi departamento, esta vez su tono era ansioso y denotaba una pregunta tacita que me hacia darme cuenta que al igual que yo estaba nervioso, y quería saber mi respuesta.

-Intentémoslo- Dije con una sonrisa en mi rostro, el sonrió y su sonrisa fue hermosa, me abrazo con fuerza, anhelaba sus brazos y la seguridad que estos me transmitían, cerró la puerta tras de mí.

-Te amo- Dijo él, así abrazada podía sentir su corazón latiendo con fuerza.

-Yo también te amo, no sabes cuánto- Dije yo sonriendo contra su pecho, sintiendo su aroma, ese aroma tan característico de el que mezclaba el dulce olor de su perfume con el amargo del cigarrillo.

El se separo de mí y me beso, un beso cargado de deseo, mis manos viajaron a su cabello aferrándolo y él me tomo por la cintura, sus manos apretaban mi cuerpo contra el suyo mientras nuestros labios se movían en una coreografía perfecta.

Con nuestros cuerpos entrelazados caminamos hasta su cuarto y caímos en la cama, ya estábamos acalorados, esa noche me di cuenta que nos necesitábamos como al aire que respiramos, yo necesitaba de su cariño, necesitaba sus besos, necesitaba sentirme protegida a su lado, lo amaba y lo amaba con amor de verdad, quería estar a su lado el resto de mi vida, en ese momento sentía una felicidad que me llenaba por dentro de una manera que no puedo explicar en palabras porque jamás había sentido nada igual, mi cuerpo siendo recorrido en cada uno de sus rincones por sus manos hacia que todas mis terminaciones nerviosas gritaran de placer, y ahora entendía lo que era hacer el amor, porque no es solo pasar un buen rato, hacer el amor es tener un momento intimo en el que dos personas que aman con todo el alma se unen en uno solo.

Entonces me entregue a él y se que aunque en ese momento las palabras hubieran sobrado, que él se entrego a mí y fuimos uno.

...

-Papa? Rose? Que... que significa esto?- Las palabras que había temido escuchar por tanto tiempo, me despertaron a la mañana siguiente.


El padre de mi mejor amiga (Jeffrey Dean Morgan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora