Now I know what love is (JJBA)

By pedepug

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"Muchas personas conciben el amor como algo posesivo, una suerte de juego de roles, un constante tira y afloj... More

1. Prólogo
Algunas aclaraciones:
2. Nuevo amigo
3. Conversaciones
4. Extraño
5. Starbucks
6. Qué mierd...
7. ¡Ayuda!
8. Could this be... love?
9. I can't fight this feeling anymore
10. Planes
11. Un día juntos
12. Your man
13. Incómodo
Aclaraciones 2.0
14. ❤
15. Adiós, vacaciones
16. Chico nuevo
17. Te amo
18. Dulces sueños
LEER
19. Oops...
20. Secretos
21. Cambios
22. Estudio
23. Inapropiado
24. Cine
25. ¿Qué demonios te pasa?
26. ORA
27. Mierda
28. Lo siento
29. Just a fool
PROCESO DE EDICIÓN
30. Im yours
31. I wont give up
32. Truly Madly Deeply
Bonus: el Plan de Polnareff
33. Extrañándote
34. Examen
¡EXÁMENES!
36. Noticias
¡Mañana salgo de vacaciones!
37. Sydney
38. Investigaciones
39. Volverte a ver
¡Feliz año!
40. Hurt
41. The one that got away (parte 1)
42. The one that got away (parte 2)
Se acerca el fin
43. I know what love is
Bonus #2: AvPol
Pugpleaños feliz

35. You and me

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By pedepug

~21.00 hrs~

Kakyoin llegó a casa con relativa rapidez, el tráfico estaba bastante expedito y manejó con tranquilidad. Estacionó el vehículo donde siempre lo dejaba y se adentró en la casa de una vez.
La verdad todas las ganas que tenía de cocinar algo y de darse un baño se habían esfumado. Le entristecía estar solo en un día tan importante para él, así que derechamente desistió de todos sus planes y se fue a la habitación.
Se colocó su pijama y se recostó bajo las sábanas, había sido un día largo y quería descansar.
Estaba comenzando a quedarse dormido cuando una llamada entró en su teléfono celular: era Jotaro. Después de lo de Minako, había olvidado por completo llamarlo para avisarle de su resultado en el examen, estaba sumamente desanimado.

—Hola Jotaro...—contestó algo desganado.

—¡Kakyoin!, ¿cómo estás? ¿como te fue?— el mayor estaba muy ansioso de saber como había salido todo.

—Bien —comentó Kakyoin mientras se volteaba hacia un lado de la cama —aprobé y con honores —sonrió.

—¡Yo sabía que lo ibas a lograr!, ¿no te lo dije? —exclamó emocionado.

—Lo sé, gracias...

—Oye, suenas desanimado... esa no es la actitud para alguien que acaba de aprobar su examen de la barra. ¡Deberías estar celebrando ahora mismo!

—Si, lo siento... la verdad estoy algo cansado. —no quería decirle a Jotaro que todos tenían otras cosas que hacer y que por eso no había salido a celebrar, le daba algo de vergüenza.

De pronto el menor escuchó un ruido que provenía de la planta baja de la casa. Era lo que faltaba, encima de estar 'festejando' solo su triunfo en el examen, alguien se había metido a robar.

—¿Todo bien? —preguntó el ojiazul desde la otra línea, al parecer el también escuchó el ruido.

—No lo sé, acabo de escuchar algo abajo. Iré a ver.

Colgó la llamada con Jotaro sin siquiera despedirse, y bajó inmediatamente a ver de que se trataba. No llevó nada consigo para defenderse, total, con su stand bastaba y sobraba. Encendió la luz del living algo temeroso, no había caído en cuenta que quizá podría estar en peligro.

Inspeccionó por todos lados sin ver nada sospechoso, sin embargo cuando se volteó para volver a la cama, sintió unos brazos rodearle el cuerpo desde su espalda. No sintió temor alguno, en cuanto sintió aquella respiración en su oído y ese perfume característico sabía que aquella persona no podía ser otra que...

—¡JOTARO! —exclamó el pelirrojo casi al borde de las lágrimas, volteándose para ver a su amado Jojo a los ojos —¿QUÉ HACES AQUÍ? se supone que volvías la próxima seman....

Jotaro no lo dejó terminar aquella oración y lo calló a través de un apasionado beso que parecía no acabar nunca. El menor solo pudo corresponderlo, extrañaba tanto sentir esos labios sobre los suyos...

—Volví antes— dijo el mayor con la respiración agitada después de tan extenso beso —no iba a dejarte solo en este día tan importante.

—P-pero tu investigación... ¿qué pasó con ella?— Kakyoin estaba confundido, no quería que por ir a visitarlo todo su esfuerzo en el extranjero se viera afectado.

—Les comenté a mis profesores que necesitaba volver antes, además ya no quedaba mucho por hacer— el mayor no dejaba de sonreír y observar a Kakyoin con mucho amor. —mi idea era ir a verte cuando dieras el examen, pero el vuelo se retrasó, así que le pedí a los chicos que te dejaran volver a casa antes, para poder estar contigo.

—Ellos lo sabían— rió el menor —no quisieron ir a celebrar conmigo por tu culpa.

—¿Por mi culpa? —comentó haciéndose el ofendido —yo pensé que quizá querrías... no sé —se acercó al cuello de Kakyoin de manera sugerente y le dio pequeños besos— algo más privado

—Ngh... —aquellos besos lo hacían estremecer, extrañaba tanto a Jotaro... —quizá pueda pasarlo por alto, pero solo por esta vez —rió ante su evidente sarcasmo y se abalanzó sobre Jotaro.

Todo su desgano se pasó en el instante en que Jotaro lo abrazaba. Ahora comprendía por qué sus amigos no quisieron ir a celebrar con él, y francamente no le molestaba.
Tanto él como Jotaro se necesitaban, habían pasado meses sin verse, les sorprendía como no se habían vuelto locos.

Jotaro tomó entre sus brazos a Kakyoin sin dejar de besarlo, y subió rápidamente las escaleras hasta la habitación que compartían, dejando al menor recostado sobre la cama mientras este se desprendía de sus ropas y ayudaba a Kakyoin a quitarse su pijama.
Una vez desnudos (y luego de contemplar ese cuerpo que tanto le encantaba) Jotaro volvió a tomarlo en sus brazos para llevarlo directamente al baño, específicamente al jacuzzi que se encontraba en él. Con mucha torpeza debido a la desesperación que sentía, abrió la llave para llenar hasta arriba el jacuzzi, y acto seguido ambos entraron en él.

El mayor sentó a Kakyoin sobre sus piernas sin dejar de acariciar su espalda y besarlo efusivamente, a lo que este respondía con rasguños en la espalda del contrario y una que otra frase ininteligible a través de una serie de ahogados gemidos.

—No sabes cuanto te necesitaba... —decía Jotaro besando el cuello ajeno, al tiempo que frotaba ambos miembros para crear más fricción, algo que lo excitaba de sobremanera.

—N-no más que yo a ti— respondió el pelirrojo sumergido en el placer, aquella posición sumado a la deliciosa sensación del agua rodeándolos lo volvían loco.

Ayudado por una de sus manos, Kakyoin introdujo de lleno el miembro de Jotaro en su entrada, haciendo que este pegara un enorme y ahogado grito que bien podría haber sido escuchado por cualquiera que estuviese cerca. Comenzó a dar pequeños brincos sobre las piernas de Jotaro, al tiempo que se aferraba al mayor cada vez más para sentirle cerca. Delineó esos enormes pectorales con sus manos y se abalanzó nuevamente sobre los labios del ojiazul. Le encantaba como se sentía el palpitante miembro de su amado entrando y saliendo de él, más aun debido al hecho de que el agua del jacuzzi lo hacía todo más sencillo y placentero.
Jotaro comenzó a lamer el pecho del contrario, concentrándose sobre todo en aquellos pezones que tanto disfrutaba saborear. Luego, bajó una de sus manos a fin de sujetar con fuerza el miembro de Kakyoin y masturbarlo en distintas velocidades, algo que hacía gemir de placer al menor.

No pasó mucho tiempo más hasta que, debido a la falta que se hacían el uno al otro, ambos acabaran de manera cuantiosa casi de manera sincronizada, ruborizándose al verse a los ojos y acabando aquella jornada con un dulce y prolongado beso.

—Te amo...—dijo Kakyoin al tiempo que se recostaba en el pecho de Jotaro.

—Y yo a ti... —el mayor acarició el rostro contrario y besó sus labios.


(...)

~23.00 p.m~

Una vez acabado aquel agitado baño, Jotaro llevó a Kakyoin a la cama a fin de que descansara mientras él preparaba algo de cenar.

Había improvisado mucho sus artes culinarias, tanto que ahora era él quien cocinaba la mayor parte del tiempo. Como era algo tarde, Jotaro preparó un aperitivo no muy pesado, acompañado de champagne para brindar por el triunfo de Kakyoin.

—¿Cómo estuvieron las investigaciones? —preguntó el menor mientras bebía de su copa. Había hablado por teléfono a diario con Jotaro para saber como iban las cosas pero no era lo mismo que tenerlo frente a frente.

—Bastante bien, aunque fue agotador— dijo el ojiazul acomodándose en la cama. —progresamos mucho.

—De seguro ahora te buscarán en todos lados— rió Kakyoin, acercándose a besar los labios de Jotaro.

—A menos que sea una oferta de trabajo muy conveniente no pienso irme otra vez— dijo mientras acariciaba el rostro de Kakyoin —no soportaría estar tanto tiempo lejos de ti, no otra vez.

—Pero no puedes dejar de cumplir tus sueños por mi... ¿lo sabes, cierto?

Jotaro besó dulcemente los labios del pelirrojo, le encantaba su actitud tan noble de siempre querer lo mejor para él, aun cuando fuera en perjuicio suyo.

—Lo sé— dijo separándose lentamente de los labios de Kakyoin. —además no es solo eso. Creo que ya es tiempo de dejar los viajes de lado y establecernos de una vez por todas.

—¿A qué te refieres?— preguntó confundido el menor.

—A que quizá sea tiempo de armar nuestra vida aquí... como una pareja— dijo Jotaro, sujetando las manos de su amado con mucha ternura, observándolo fijamente a los ojos.

—Q-quieres decir...— estaba emocionado, apenas le salían las palabras —¿c-casarnos?

—Ya lo veremos— sonrió de manera pícara. Era obvio que estaba pensando en eso, mas no lo iba a decir explícitamente. Debía buscar el momento adecuado para realizar esa propuesta tan importante a Kakyoin.

—Eres pésimo— rió el pelirrojo y se aferró a sus labios, feliz de tenerlo finalmente a su lado.

Ambos chicos durmieron abrazados toda la noche, con una sonrisa dibujada en sus rostros. Ahora que por fin estaban juntos podían disfrutarse como quisieran, ya nada se podría interponer entre ellos.

Pensar en la sola idea de casarse con Jotaro llenaba a Kakyoin de emoción, había sido algo con lo que había soñado un millón de veces, no podía contener la alegría que sentía en ese momento.

Ahora con su examen aprobado y Jotaro a su lado, todo era perfecto. El futuro se veía prometedor, y no podía esperar a recorrerlo de la mano de su amado Jotaro y quizá pronto, con un anillo de oro en uno de sus dedos.

—————————————————————

Something about you now
I can't quite figure out
Everything he does is beautiful
Everything he does is right

'Cause it's you and me and all of the people with nothing to do, nothing to lose
And it's you and me and all of the people
And I don't know why I can't keep my eyes off of you

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