¡Hola! Aquí les traigo uno más. No puedo evitar decir que me sorprendió un comentario donde tienen miedo de lo que pueda venirse porque todo está bello y calmo. Bueno... quienes ya me conocen saben cómo soy y que, efectivamente, no todo puede ser felicidad pero todavía no es el momento.
Esta historia es de mis preferidas por la trama que tiene y espero que de verdad la disfruten hasta el final porque a lo largo de ella tiene muchas sorpresas.
DISFRUTEN SU LECTURA...
Victoria lo miró por unos momentos sin saber qué responder pues, si bien era cierto que ese hombre la hacía feliz, su cerebro le decía que no podía decidir tan impulsivamente. Sin su corazón le gritaba que por una vez se diera la oportunidad de no pensar. Sólo dejarse sentir y vivir.
V: ¿lo dices de verdad?
D: claro que lo digo de verdad mi vida, quiero que comencemos a compartir una vida juntos y aprovechemos para conocernos mejor.
V: ¿y qué va a pasar con la otra mujer? (Celosa de Isadora).
D: ¿cuál mujer? (Desconcertado).
V: con la mujer rubia que vive contigo y con Alonso (seria).
D: ¿hablas de Isadora? (Ella asintió) de esa mujer no tienes que preocuparte Victoria, no es nadie importante para mi corazón.
V: pero si para tu vida ¿verdad? (Ardiendo en celos).
D: Victoria no es de la manera en que tú estás pensando o imaginando. Ella es importante para la empresa en la que trabajo pero nada más. La mujer que me importa eres tú y estoy dispuesto a venirme a vivir aquí contigo porque ella no me interesa.
V: ¿la vas a seguir viendo?
D: por desgracia no puedo evitarlo pero te juro por Dios que eres la única mujer de mi vida, mi alma y mi corazón (le tomó la mano) por favor confía en mí.
Ella lo miró a los ojos y en su mirada encontró sinceridad y amor, mucho amor, así que decidió darle el voto de confianza.
V: está bien Dionisio pero donde me entere de que me has mentido te juro que no vas a volver a saber nada de mí (calma).
D: lo entiendo y lo acepto (la abrazó) gracias por aceptar quedarte aquí conmigo en vez de irte con tu amiga Antonieta.
V: tu idea de conocernos mejor me parece muy bien porque así podremos saber si sentimos algo o sólo fue momentáneo.
D: hay algo más que debo decirte y espero que no te moleste (ella lo miró seria) pasado mañana tengo que viajar por cuestión de negocios con Alonso y...
V: y con ella (celosa) ¿verdad?
D: sí pero no puedo evitarlo. Tiene que ir aunque me oponga y no me conviene que esté en mi contra porque es capaz de echar a perder el negocio Victoria (ella le desvió la mirada) pero te propongo que vayas conmigo (lo dijo en un impulso).
V: (sorprendida) ¿qué?
D: veo que no me crees que Isadora no significa nada para mí y quiero que lo compruebes tú solita, ven conmigo al viaje (jugándose su última carta).
Victoria sabía que esa oportunidad no se le volvería a presentar pero ella también tenía que viajar con Antonieta a Miami por unas telas y asuntos relacionados con el próximo desfile.
V: tienes razón. Prometí confiar en ti y lo voy a hacer. Además, yo también tengo que hacer un viaje por asuntos del desfile que viene.
Dionisio suspiró aliviado. Sabía que iba a correr un riesgo muy grande si Victoria iba pero estaba dispuesto a todo con tal de no perderla aunque por el momento no le iba a confesar que era mentira el hecho de que era un gran empresario porque si ella se enteraba que era un delincuente podría perderla y no lo soportaría.
D: entonces el tiempo lejos uno del otro será más corto si ambos estamos ocupados (sonrió).
V: eso espero, ¿cuánto tiempo te vas?
D: una semana cuando mucho, ¿y tú?
V: igual una semana o incluso menos porque realmente no es mucho el trabajo que debo hacer.
D: bueno ¿qué te parece si mejor disfrutamos estos dos días juntos? (Le dio un beso).
V: me parece perfecto (sonriéndole seductora).
Se levantaron rumbo a la recámara. Se necesitaban. Sus cuerpos pedían unirse en uno solo, se besaban y acariciaban con ímpetu y deseo. Se fueron deshaciendo de las prendas que impedían sentirse piel con piel hasta que ambos quedaron libres.
La pasión entre ellos era palpable, tenían una química única. La luz de la luna se filtraba entre las cortinas alumbrando aquellos cuerpos desnudos amándose lenta y mágicamente haciendo que el momento se volviera perfecto. Llegaron a la cima juntos y se abrazaron a esperar la llegada del amanecer uno en brazos del otro.
*Mañana siguiente*
*Departamento de Antonieta*
Antonieta iba llegando cuando sonó el teléfono, no conocía el número pero decidió contestar.
An: ¿bueno?
Max: hola Antonieta, buenos días, perdona que las molestemos pero queremos ver si nos puedes comunicar con mi madre.
An: ¿con Victoria?
Max: sí (riendo) con mi mamá.
An: ah, es que está bañándose pero en cuanto salga de bañarse le digo que les marque, ¿de acuerdo?
Max: está bien, gracias Antonieta (colgaron).
Esa llamada preocupó a Antonieta. Quizá por eso Victoria le había marcado anoche. ¿Qué habría pasado? Dejó sus cosas en la mesa y le marcó al celular a Victoria.
*Departamento de Dionisio*
Él se había despertado primero y la miraba con infinita dulzura. La contemplaba dormir tan plácidamente entre sus brazos cuando el sonido de un celular la despertó.
V: (aturdida aún) ¿es mi celular o el tuyo?
D: (sonriendo) es el tuyo, toma (se lo pasó).
V: ¿bueno?
An: ¿Victoria?, ¿estás bien amiga?
V: sí, ¿por qué?
An: es que tus hijos me acaban de hablar al departamento pidiendo que los comunique contigo y les dije que te estabas bañando para no equivocarme como la otra vez y supuse que algo había pasado por tu llamada de anoche.
V: (reaccionando) sí, anoche dejé la mansión Sandoval, Antonieta.
An: ¿y por qué no me lo dijiste?, le hubiera dicho a Óscar y...
V: fue mejor que no te lo dijera, créeme (sonriendo).
An: ¿dónde estás? (Pensó un poco y supuso el lugar) ¿estás con ese hombre verdad?
V: sí Antonieta, estoy con él, aquí pasé la noche y creo que ya no viviré contigo.
An: ¿estás loca?, ¿piensas irte con él?, ¡por Dios, lo acabas de conocer!, ¿qué tienes en la cabeza?
V: tranquilízate. No es tan grave como lo estás pintando, yo hablaré con mis hijos y les explicaré la situación, ¿en un rato puedo pasar por mis cosas a tu casa?
An: contigo es imposible cuando se te mete una idea a la cabeza (suspiró resignada) sí aquí te espero, adiós (colgaron).
D: ¿qué pasó?
V: que mis hijos me buscaron en el departamento y no me encontraron y que mi amiga cree que estoy loca por quedarme contigo.
D: bueno, la locura es opcional pero yo dudo mucho que lo estés (le dio un beso) buenos días mi amor.
V: buenos días (sonrió) déjame llamarle a mis hijos para que no estén preocupados (marcó al celular de Max)-
Max: hola madre, ¿cómo estás?, ¿por qué no me llamaste del teléfono del apartamento?
V: hola mi vida, estoy bien y si no marqué de ahí es porque no me quedé con Antonieta.
Max: pero si ella me dijo que... (Cayendo en cuenta) ¡Me mintió para taparte! (Riendo) ¡qué mala eres!, ¿dónde estás?
V: estoy, bueno, me voy a quedar con, pues...
Max: (riendo al entender) ya no me digas más. Ya comprendí que decidiste quedarte con ese hombre y aunque no te niego que me sorprende la rapidez con la que van las cosas entre ustedes, no me opongo porque te veo feliz y eso vale más que todas las dudas que podamos tener.
V: (emocionada) ¡muchas gracias por entender hijo!
Max: no tienes nada que agradecernos madre y, bueno, lamento que tengamos que arruinar tu bello momento pero debes saber que nosotros también abandonamos la mansión.
V: ¿cómo?
Max: mi padre nos corrió y cuando íbamos saliendo su amante llegó a ocupar la casa junto con él (serio).
V: es el colmo de su cinismo pero no se preocupen, en ese caso yo...
Max: en ese caso tú disfruta con ese hombre que nosotros iremos a molestar a Antonieta aprovechando que no estarás tú con ella, no creo que tenga problema y si lo tuviera podemos buscar un lugar en la vecindad con María pero por ningún motivo me salgas con que lo dejarás por nosotros porque me voy a enojar.
V: pero Max...
Max: pero nada mamá, mereces pensar en ti primero por una vez en tu vida y ya dije, te vemos después, cuídate (colgó).
D: ¿qué pasó?
V: pues que mis hijos me dijeron que Osvaldo los corrió de la mansión para poderse quedar a solas con su amante y me da coraje porque a fin de cuentas esa casa no es de él, es de nuestros hijos (molesta).
D: ¿y dónde se están quedando los chicos?
V: me imagino que pasaron la noche en un hotel o con María pero verán si pueden quedarse con Antonieta o alquilar algo en la vecindad.
D: ¿y por qué no les ofrecemos que se queden aquí? (Victoria lo miró más sorprendida) el departamento por si no te has dado cuenta tiene dos habitaciones más, es bastante grande la verdad y yo no tendría problema.
V: ¿no crees que vamos demasiado rápido?, mis hijos aún no te conocen y no sé si sea correcto.
D: esa es decisión tuya mi vida, si no quieres yo lo respeto pero esta también es su casa si en algún momento llegan a necesitarlo no dudes en apoyarlos.
Victoria no dijo más y se quedó pensando en esas palabras. A fin de cuentas estaba tomando el riesgo pero no podía meter a sus hijos, no todavía. Primero tenía que estar completamente segura de su decisión.
*Seis meses después*
Victoria era plena en su relación con Dionisio. Nunca le había dicho una palabra de amor por miedo a salir lastimada pero muy en lo profundo de su ser sabía que sin ese hombre ya no podría seguir respirando. Se había vuelto su mundo, su aire, su vida, su todo y no cambiaba nada de lo que había hecho con tal de estar con él. Ya había decidido que lo mejor era presentarlo con sus hijos porque la relación iba más formal que antes y era muy feliz.
Por otro lado,Osvaldo tuvo que firmar el divorcio pero aún seguía buscando vengarse de Victoria porque lo dejó en la ruina cuando realmente ella estaba muy bien(tiempo después lo descubrió) y para su fortuna había encontrado una mujer que parecía desear ayudarlo ampliamente.
*Continuará...*
¿Todo seguirá así de tranquilo entre ellos?
¡Gracias por seguir la historia!