XVII. Nido de amor

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¡Hola! Aquí les traigo uno más. No puedo evitar decir que me sorprendió un comentario donde tienen miedo de lo que pueda venirse porque todo está bello y calmo. Bueno... quienes ya me conocen saben cómo soy y que, efectivamente, no todo puede ser felicidad pero todavía no es el momento. 

Esta historia es de mis preferidas por la trama que tiene y espero que de verdad la disfruten hasta el final porque a lo largo de ella tiene muchas sorpresas.

DISFRUTEN SU LECTURA...

Victoria lo miró por unos momentos sin saber qué responder pues, si bien era cierto que ese hombre la hacía feliz, su cerebro le decía que no podía decidir tan impulsivamente. Sin su corazón le gritaba que por una vez se diera la oportunidad de no pensar. Sólo dejarse sentir y vivir.

V: ¿lo dices de verdad?

D: claro que lo digo de verdad mi vida, quiero que comencemos a compartir una vida juntos y aprovechemos para conocernos mejor.

V: ¿y qué va a pasar con la otra mujer? (Celosa de Isadora).

D: ¿cuál mujer? (Desconcertado).

V: con la mujer rubia que vive contigo y con Alonso (seria).

D: ¿hablas de Isadora? (Ella asintió) de esa mujer no tienes que preocuparte Victoria, no es nadie importante para mi corazón.

V: pero si para tu vida ¿verdad? (Ardiendo en celos).

D: Victoria no es de la manera en que tú estás pensando o imaginando. Ella es importante para la empresa en la que trabajo pero nada más. La mujer que me importa eres tú y estoy dispuesto a venirme a vivir aquí contigo porque ella no me interesa.

V: ¿la vas a seguir viendo?

D: por desgracia no puedo evitarlo pero te juro por Dios que eres la única mujer de mi vida, mi alma y mi corazón (le tomó la mano) por favor confía en mí.

Ella lo miró a los ojos y en su mirada encontró sinceridad y amor, mucho amor, así que decidió darle el voto de confianza.

V: está bien Dionisio pero donde me entere de que me has mentido te juro que no vas a volver a saber nada de mí (calma).

D: lo entiendo y lo acepto (la abrazó) gracias por aceptar quedarte aquí conmigo en vez de irte con tu amiga Antonieta.

V: tu idea de conocernos mejor me parece muy bien porque así podremos saber si sentimos algo o sólo fue momentáneo.

D: hay algo más que debo decirte y espero que no te moleste (ella lo miró seria) pasado mañana tengo que viajar por cuestión de negocios con Alonso y...

V: y con ella (celosa) ¿verdad?

D: sí pero no puedo evitarlo. Tiene que ir aunque me oponga y no me conviene que esté en mi contra porque es capaz de echar a perder el negocio Victoria (ella le desvió la mirada) pero te propongo que vayas conmigo (lo dijo en un impulso).

V: (sorprendida) ¿qué?

D: veo que no me crees que Isadora no significa nada para mí y quiero que lo compruebes tú solita, ven conmigo al viaje (jugándose su última carta).

Victoria sabía que esa oportunidad no se le volvería a presentar pero ella también tenía que viajar con Antonieta a Miami por unas telas y asuntos relacionados con el próximo desfile.

V: tienes razón. Prometí confiar en ti y lo voy a hacer. Además, yo también tengo que hacer un viaje por asuntos del desfile que viene.

Dionisio suspiró aliviado. Sabía que iba a correr un riesgo muy grande si Victoria iba pero estaba dispuesto a todo con tal de no perderla aunque por el momento no le iba a confesar que era mentira el hecho de que era un gran empresario porque si ella se enteraba que era un delincuente podría perderla y no lo soportaría.

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now