LVII. Decisiones

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*Hola. Perdonen la demora. He tenido mucho trabajo por hacer y la verdad me ha costado un poco ir dando cierre a algunas cuestiones. Tuve que releer todo para comprender qué iba a hacer a partir de este capítulo.*

DISFRUTEN SU LECTURA...

Se hizo un silencio sepulcral. Desde Kendra hasta Dionisio no comprendían la situación. Sin embargo, Orlando se acercó con una clara intención.

O: es una pena, Iván, pero sabes que tengo que arrestarte.

Is: ambos sabemos que no puedes hacerlo, Orlando (se impuso Isabel). Mi hijo no cometió ningún crimen.

O: ¿entonces por qué se ocultaba? (Molesto).

Is: porque Ana Sofía seguía desaparecida pero ya sabes cuál es la verdad y no puedes culpar a alguien que es inocente, no hay más motivos para perseguirlo.

O: ¡ha provocado todo este desmadre y me dices que no puedo! (Alterado).

Is: que no se te olvide que tengo más rango que tú (imponente).

D: (reaccionando) no entiendo nada... ¿por qué la mentira?, ¿por qué Ale nunca dijo nada?

Fr: (suspiró) Ale no quería que nadie supiera que en realidad estaba vivo y menos que era su hermano. Todo fue hace muchos años y ni siquiera mi propio padre sabía que estaba vivo. No me reconoció nunca. Todo este tiempo he intentado protegerla de las personas que la amenazaban, incluido tú pero ella no creía que fueras un peligro. ¡Maldije la hora en que llegaste a su vida porque te volviste un problema muy grande! Desde que llegaste a su vida tuvimos muchas discusiones y era imposible hacerla ver el error que cometía al confiar en ti. ¿No lo entiendes? El problema siempre has sido tú.

S: ¡oye, tampoco! Dionisio no ha sido el único causante de esto.

Fr: ¿ah, no? Entonces explícame cómo le hizo para no ser el causante. Desde hace años le ha hecho pedazos la vida a mi hermana y no me importa si ha sido consciente o no pero le ha hecho daño. ¡Mira a dónde hemos terminado por eso!

S: sí pero tú no eres un santo, ¡tampoco quieras culpar a los demás! Alejandra y tú han tomado muy malas decisiones. Ella perdió su tranquilidad y tú destrozaste tu carrera y tu vida.

Fr: pero eso no hubiera pasado si él no hubiese aparecido aquella noche en su vida.

S: ambos sabemos que el problema comenzó antes y ella no lo hizo a un lado ni Dionisio le puso una pistola en la cabeza para que terminara en su cama (perdiendo la paciencia).

Is: ¡bueno, basta los dos! Dejen de hablar así de los demás (suspiró). Aquí todos tienen un poco de culpa y hasta que Alejandra no se recupere, no veo por qué seguir discutiendo estupideces. Hay mucho que explicar pero las cosas no se van a solucionar echando culpas o buscando víctimas.

En ese momento Pedro apareció por el pasillo con un semblante de angustia que alertó a los únicos que conocían la verdad.

Fr: ¿cómo está?

P: ¿cómo quieres que esté? La alteraron demasiado y tuvo consecuencias (suspiró). Ahora tienen que rogar porque todo salga bien.

Fr: ¿qué tenemos que hacer? (Angustiado).

P: sería bueno comenzar con la verdad a las personas que no lo saben y hacerle entender a esta necia que el ritmo de vida no puede continuar así, tiene que dejar este trabajo del demonio o su familia y su vida se van a terminar en menos tiempo de lo que la esperanza de vida dicta.

Is: bien, nosotros manejamos eso. ¿Cuándo podemos pasar a verla?

P: estará sedada hasta pasado mañana y cuando despierte volveré a hablar con ella pero dudo que ustedes entren pronto. Las siguientes 48 horas la necesito dormida y estable para que todo salga como esperamos.

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now