XLV. Enfrentando el pasado

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L: ¡está bien, tú ganas! (Frustrado). ¡Yo disparé el arma esa noche! (Suspiró) Fui yo quien mató a mi hermano, mi madre, tu hermano y tu madre. Fui yo quien te culpó porque eras un estorbo en mi vida y te necesitaba fuera del camino pero no tienes pruebas. ¡No existe forma de culparme, Alejandra! Todas las pruebas desaparecieron. ¡Acéptalo! Perdiste.

V: (le sonrió) te acabas de condenar solo, Luis. Claro que existen pruebas y yo te voy a demostrar lo que es perder de verdad.

Caminó hacia Isadora y le quitó la mordaza. La miró por un momento y la bofeteó.

V: Isadora... ¿o debería llamarte Eva? (Sonrió).

Isadora la miró con sorpresa y nerviosismo. ¿Cómo rayos sabía su verdadera identidad?

V: ¿sorprendida, verdad? ¿Qué pensabas? No soy ninguna estúpida. Siempre lo supe, Eva. Siempre estuve enterada de quién eras tú y quién era Dionisio, que no lo dijera era otra cosa (jaló una silla y se sentó frente a ellos). ¿De verdad creíste que toda la información que te dio el detective tú la conseguiste? (Se rio). No, Eva. Tú supiste lo que yo quería que supieras, no más.

I: mientes. Si eso hubiera sido cierto, no te habrías alejado de Dionisio después de saberlo ni le hubieras reclamado.

V: (soltó una carcajada) ¡ay, Eva!, ¿cómo sabes que no buscaba deshacerme de él?

I: ¿qué? (Desconcertada).

I: (se levantó) lo que escuchaste, querida. Dionisio me estaba causando problemas y por eso provoqué tu furia con él. Sabía que irías a buscarme y era el pretexto perfecto para separarnos.

>>Dionisio estaba sorprendido y desconcertado. Al igual que los muchachos. Ninguno sabía qué pensar al respecto. Sin embargo, Victoria desconocía que tanto él como sus hijos y sus amigos estaban también en España.

V: ambas sabemos que Dionisio tuvo mucho que ver en todo esto y era algo que deseaba detener (suspiró) pero no se pudo y estamos aquí (le sonrió).

I: con razón abortaste (venenosa).

Victoria no se contuvo y la cacheteó. Isadora regresó la mirada retadora.

I: ¿he dicho una mentira? (Sonrió). Todo tiene lógica ahora. ¡Tú nunca amaste a Dionisio y por eso te estabas tomando Mifepristona con Misoprostol! Para no tener hijos con él. Ambas sabemos que deseabas acabar con ese embarazo.

Victoria comenzó a sentir que la sangre le hervía y sin pensarlo le disparó dos veces en el vientre. Se acercó hasta ella y la jaló del cabello, estirándola para causar más dolor en la herida.

V: no sabes lo que acabas de decir. Te juro que vas a vivir un infierno, Isadora. Nada de lo que has vivido antes se va a comparar con el dolor que puedo causarte (tenía lágrimas de impotencia). Estoy enterada de todo. Sé muy bien que este infeliz (señalando a Luis) es el padre de Alonso y que cambiaste de identidad porque eres una asesina con muchos delitos a tus espaldas. Ambos se van a pudrir en prisión. Se los juro.

*Paralelamente*

*Organización*

Ernesto, Irma y Hannah estaban sorprendidos con las palabras de Isadora. Aunque cada uno de distinta forma. El resto no sabía que pensar al respecto.

De momento cuatro personas entraron a la bodega. Orlando pudo reconocerlas como parte de su equipo. ¿Qué estaba pasando?

K: lo siento, señor pero ambos sabemos que el equipo esperaba su regreso y no pudimos evitar ayudarle después de ver las pruebas.

El Sabor del Pecado INơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ