XVIII. Miedo a perderte

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*Casa de Dionisio*

Alonso y Dionisio estaban reunidos con Norberto (el jefe de la banda para la que trabajaba Dionisio) en la casa donde vivían Alonso e Isadora solos desde varios meses atrás.

A: Norberto, ¿qué solución encuentras?

N: hombre es que sólo a ti se te ocurrió enamorarte sabiendo la situación (mirando a Dionisio) ¿no entendiste la lección de hace años?

D: (se levantó alterado) ¡ya no tengo 18 años Norberto y no pienso permitirlo!, ¡estoy dispuesto a lo que sea con tal de defender lo que amo!

N: ¡cálmate Dionisio!, yo lo sé y te apoyo pero el problema es que no es tan sencillo. Llevamos todo este tiempo intentando encontrar una salida pero siempre volvemos a las dos únicas opciones.

A: pero es que no es posible Norberto, ¡debe existir una alternativa!

N: ¡ya les di todas las alternativas y ninguna les parece!

D: lo peor de todo esto es que el tiempo se me está acabando. No podré seguir ocultándole más a Victoria que soy un delincuente pero no quiero que lo sepa porque me da miedo perderla para siempre (desesperado).

N: a estas alturas yo dudo mucho que ella te abandone, me has dicho que te demuestra el mismo amor que tú le tienes, muchacho.

D: pero eso no lo es todo. No me lo ha dicho con palabras y siento que aún está muy floja la relación. Ella no está segura de lo que siente o no quiere sentirlo (abrumado).

A: por eso es el mayor temor de Dionisio. Si ella se entera de todo esto y no lo ama lo suficiente, todo se irá al diablo, Norberto.

N: estoy consciente pero entonces par de genios, ¿por qué no pensaron en todo esto antes de meterse en semejante bronca?

D: ¡porque no pensé que me enamoraría como idiota!, en un inicio la verdad la busqué por pasatiempo pero me conquistó desde la primera vez juntos y después me perdí en ella, en su forma de ser, en su sonrisa, en su alma (desesperado) si la pierdo te juro que me voy a morir de dolor.

N: si no te moriste hace tantos años, dudo mucho que te mueras ahora (serio).

D: Norberto no puedo creer que no me conozcas lo suficiente, ¿acaso no ves que estoy perdido? ¡Maldita la hora en que dejé que el amor entrara a mi vida! Hoy no sé qué hacer y por primera vez en mi vida siento mucho miedo.

N: (suspiró profundo) pues mi mejor consejo es que seas sincero con ella Dionisio, si de verdad la amas no la engañes más y deja que ella decida qué es lo mejor para su vida.

D: ¿y si piensa que lo mejor es alejarse de mí?, ¿cómo sigo con mi vida?, ¿cómo me mantendré vivo sin verla, sin escucharla, sin amarla? (Con lágrimas de impotencia). ¡No puedo, te juro por Dios que no puedo imaginarme sin ella!

A: Norberto la verdad es que Dionisio está más que enamorado de Victoria y yo entiendo su miedo porque la conozco, cuando se sepa traicionada no querrá saber más de él.

N: (le echó una mirada asesina a Alonso) mira Dionisio, trata de calmarte y déjame pensar qué puedo hacer ¿sí?, voy a hablar un momento con Alonso mientras tú tratas de calmarte, no tardamos.

Norberto y Alonso salieron de la casa un momento y Dionisio aprovechó para subir a su habitación a descansar un rato. Todavía no le decía a Norberto y Alonso que el negocio por el que viajó se había ido al diablo gracias a Isadora y que por eso temía tanto a la verdad.

>>Flashback<<

Habían viajado por una semana que es lo que duraría el supuesto congreso. Se habían quedado en la misma habitación del hotel por capricho de Isadora. Sin embargo, Dionisio había decidido dormir en el sofá del cuarto porque no quería serle infiel a Victoria y a Isadora la situación le estaba cansando. El último día ahí, el día que cerrarían el negocio ella perdió la paciencia por completo y explotó.

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now