XVI. Complicaciones

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*Mansión Sandoval*

Los muchachos iban saliendo con sus maletas cuando Linda iba llegando en un taxi.

F: (irónica) mira nada más Max, mi papá no perdió el tiempo para traer a su amante a vivir a NUESTRA casa.

Max: definitivamente ninguno de los dos tiene vergüenza pero algún día lo van a pagar porque esto que le hicieron a mi madre no se quedará así.

L: (incómoda) muchachos perdónenme pero yo nunca quise dañar a su madre.

F: ¡ay por favor!, no seas hipócrita, luego, luego se te nota lo mosca muerta (molesta).

L: de verdad lo lamento, no me imagine que me odiarían tanto, realmente las cosas no son del todo mi culpa, Osvaldo es el más culpable y su madre también tiene partida en esto.

Max: a mi madre no la metas porque aquí el único miserable fue Osvaldo, bien pudo haberle pedido el divorcio en vez de serle infiel (serio).

L: lo sé pero eso no es mi culpa tampoco, me metí en la relación pero él bien pudo rechazarme y no lo hizo porque su madre lo dejaba solo así que no me traten como la única responsable porque fuimos tres.

Linda no les dio tiempo a que dijeran más y se encaminó hasta la entrada de la mansión. Los muchachos la miraron furiosos.

F: es el colmo Max, de verdad que no puedo creer todo lo que nos está pasando, ¿a dónde nos vamos a ir nosotros?

Max: por esta noche nos iremos a un hotel, ya después veremos porque tenemos que hablar con mi madre.

*Parque cerca del departamento de Antonieta*

Victoria prefirió citar a Alonso en el parque que estaba a un par de cuadras. Sin embargo, no contó con que comenzaría a llover y no tenía dónde resguardarse. Dionisio al darse cuenta de que estaba lloviendo y que Victoria no tenía sus cosas con ella se paró rápido en una tienda de ropa y le compró algo para que se pudiera cambiar. Cuando Dionisio llegó al parque se percató de que Victoria estaba sentada en una banca con la mirada en el piso y abrazándose sola porque tenía frío, lo primero que hizo fue quitarse el saco y al acercarse colocárselo a ella.

V: (sorprendida) ¡Dionisio, ¿qué haces aquí?!

D: (la abrazó) ahorita te doy todas las explicaciones pero vamos a la camioneta que está lloviendo y no quiero que te haga daño por favor (con ternura).

Victoria no opuso resistencia, se dejó guiar hasta la camioneta y una vez que ambos estaban arriba se hizo un silencio sepulcral.

D: ¿no me piensas decir nada?

V: ¿para qué?, si a ti no te interesan las explicaciones, en la mañana me demostraste que no confías en mí y no tiene caso que hable más (seria).

D: ¿sabes por qué? (Ella lo ignoró) porque me muero de coraje y de celos al saberte a su lado. No desconfío de tu amor, desconfío de tu capacidad de enfrentarlo. (Se detuvo y la miró) Victoria, te quiero con el alma y no me gustaría perderte por eso reaccioné así pero perdóname por favor (le besó la mano).

Victoria lo miró con ternura. Ese hombre tenía algo que la rendía a sus pies, lo quería, aunque se lo tratara de negar estaba comenzando a surgirle un sentimiento por él en lo más profundo de su corazón pues a pesar de sus corajes, sus detalles eran más valiosos.

V: (suspiró) no me gustó para nada tu actitud y sólo espero que confíes un poquito más en mí sin excepciones pero por el momento olvidémoslo (le sonrió).

*Mansión Sandoval*

Cuando Linda llegó Osvaldo le pidió al personal que la instalaran en la habitación de él y después les prepararan de cenar. Cuando se sentaron en el comedor.

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now