El Sabor del Pecado I

LXI. Sol y luna

*Hola. Hoy traigo un 2x1. Este es el primero, es largo y espero que cumpla sus expectativas. Ahora sí nos vamos acercando al final. Cabe mencionar que los lugares dentro de la Isla no existen, son producto de mi imaginación, o existen pero en otros países.*

DISFRUTEN SU LECTURA...

Todos lo miraron sorprendidos, ¿de dónde había salido esa habilidad en el muchacho para decodificar cosas como las de su madre? Dionisio fue el primero en reaccionar.

D: ¿entonces, qué esperamos para irnos?

K: no me suena tan descabellado el hecho de que ella esté allá pero no creo que sea tan sencillo llegar a ella, Dionisio.

Fr: ¿por qué no?

K: ¿todavía lo preguntas? Conoces a Ale, sabes bien que no es una mujer sencilla y que le gusta el misterio. Siempre ha sido así. En este momento ella está enojada con todos nosotros y no es para menos.

Is: no puedo creer que la defiendas, muchacha.

K: usted es su madre, debería ser usted quien la defienda y no yo. Ustedes la están juzgando mal y lo único que van a ocasionar es que ella se aleje cada vez más.

I: no puedes decirnos que estamos mal, Kendra. Ella se equivocó.

K: ¿tú eres perfecto? (Lo cuestionó). Iván... debes comprender una cosa, tu madre ha pasado una vida llena de peligro y dolor. Sus decisiones son producto de eso y, hasta donde he visto, ninguno de ustedes ha sufrido realmente. Victoria se ha encargado de proporcionarles seguridad dentro de los términos que necesitaban y ella podía darles.

M: en mi caso no puede decir eso... mi madre me lastimó.

K: cómo se nota que ninguno entiende y que no están completamente enterados. ¿Sabes por qué tu madre te empujó lejos de su vida cuando apareciste como modelo?

M: porque no me quería en su vida.

K: no, María. Alejandra te hizo a un lado y te separó de Max porque no quería que ninguno saliera lastimado. Ella sabía que si Ana Sofía te encontraba con ella, te reconocería y te mataría. ¿Crees que fue fácil fingir y pretender que no le interesabas? Tu madre no es de piedra. (Suspiró frustrada). Deben entender una sola cosa, Alejandra está viva y ustedes están bien. ¿Qué más le piden a la vida? Podrían tener una familia completa y como siempre la desearon pero veo que su orgullo es más fuerte que el amor que pudieran sentir por ella y, si eso es así, no permitiré que vayan a buscarla. Saben que tengo ese poder. Una llamada y todo se habrá terminado.

F: no tienes ningún derecho a hacernos eso.

K: ¡su madre quiere vivir! Ya fue suficiente sacrificio y agonía. ¿Por qué quieren hacerlo de nuevo? Tiene tres niños maravillosos en este momento y con eso será suficiente para que comience de cero. Ustedes ya están grandecitos y no la necesitan.

M: ¡claro que la necesitamos! Es nuestra madre.

K: entonces demuéstrenlo, no sólo lo digan.

Fr: para ti es muy sencillo juzgar a los muchachos pero...

K: tú mejor cállate. No sé cómo Ale te quería tanto si eres el que más tierra le echa en todo esto. No tienes derecho a criticarme ni a juzgarme. Por si lo olvidas, después de su familia, soy quien mejor la conoce y con quien más ha tenido contacto. No me vengas a decir que eres un santo, ya te lo dije. Ella nunca te creyó uno y siempre estuvo consciente de la clase de persona que eras y que sigues siendo.

Fr: estás tornando esto personal.

K: para nada. Tengo muy claro el punto en el que tú y yo estamos a nivel personal. No pienso buscar nada diferente porque no lo voy a conseguir y tampoco estoy segura de quién eres en este momento.