XLVI. ¿Cómo continuar...?

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*Celdas de la organización*

Isadora y Luis estaban furiosos. Habían caído en manos de la estúpida de Victoria y sabían que no tendrían otra oportunidad para poder hacerle daño con tanta facilidad.

Además, Isadora se sentía fatal. A pesar que los médicos la habían atendido, el dolor de los balazos en el abdomen era insoportable. Ambos estaban encerrados y separados por una pared gruesa de vidrio especial.

De momento, Isadora recordó que tenía un teléfono guardado en sus botas que no habían detectado los agentes. Observó a Luis y le hizo señas para que le entendiera la situación.

Luis, captando el mensaje, le hizo señas de llamar a Osvaldo y advertirlo. Necesitaban ayuda para lograr salir de ahí. Él observó que nadie los vigilara, sólo necesitaban cinco minutos para lograr mandar el mensaje.

Isadora le escribió a Osvaldo un mensaje rápido y concreto: "Estamos detenidos en la organización. Ayúdanos. Necesito un buen médico. Ya sabes qué hacer." Guardó el teléfono y se volvió a acomodar quejándose para no levantar sospechas.

*Departamento de resguardo*

Osvaldo estaba sentado mirando la televisión, esperando noticias de Isadora y Luis para seguir con la segunda fase del plan. De momento sonó su teléfono y se preparó para irse. Realizó un par de llamadas y se armó para salir.

Unos minutos después, unas cuadras alejadas de la organización, se encontró con las personas que le ayudarían. El plan era perfecto, entraría disfrazado de guardia de la organización con una tarjeta ajena que habían clonado hace tiempo por cualquier imprevisto y los sacaría de prisión para después llevarlos a las camionetas donde los esperaba el doctor que atendería a Isadora.

Prepararon todo lo necesario y emprendieron camino para sus respectivos puestos. Entraron a la organización con sigilo y cuidado para que las cámaras no pudieran captarles bien el rostro antes de estar con Luis e Isadora.

Osvaldo ingresó los códigos y la tarjeta en cada ocasión que fue necesaria y al llegar a su destino se encontró con miembros de seguridad.

O: me han mandado a hablar con los presos. Necesitamos respuestas para encontrar al tercer cómplice.

X: ¿quién lo manda?

O: la agente Uriarte – Palma y le diré que está cuestionando mi trabajo y el de ella al no dejarme entrar.

X: no, claro que no los cuestiono. Pase por favor.

El oficial abrió paso y una vez dentro Osvaldo le disparó con el silenciador que portaba, ingresó a las celdas y sacó a ambos. Luis cargó a Isadora rápidamente y les indicó por dónde podrían salir sin problemas. Diez minutos después se encontraban arriba de las camionetas con el médico y el equipo que le habían solicitado.

I: no eres tan estúpido como pensábamos (sonriendo).

L: nos has servido de mucho, Osvaldo y ahora tenemos otro plan en mente. Conduce hasta esta dirección (le entregó un papel al chofer) mientras el médico atiende a Isadora y nosotros hablamos del siguiente plan. Por favor (al médico) haga que esta mujer se pueda mover sin dolor por una hora, es todo lo que necesitamos.

Los tres sonrieron con satisfacción en el rostro mientras el médico hacia su trabajo.

*Mansión Uriarte – Palma Gutiérrez*

El gesto sorprendió a Victoria y la hizo comprender qué hacían ahí. Correspondió al abrazo y no pudo evitar derramar algunas lágrimas.

V: Iván (le dio un beso en la cabeza) mi amor (un nudo se le formó en la garganta) por fin puedo tenerte entre mis brazos.

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now