LIV. Una fiera y un demonio

981 108 18
                                    

¡Hola! Aquí un capítulo más que seguramente las volverá a sorprender justo como el anterior. No les digo nada más y que comiencen a resolverse algunas dudas...

DISFRUTEN SU LECTURA...

*Paralelamente*

*Mansión Uriarte – Palma Gutiérrez*

Dionisio estaba reunido con todos y seguían pensando en posibilidades cuando, de momento, Kendra recibió un informe de un colaborador cómplice de Victoria que estaba preocupado por ella debido a su localización y a las personas que la acompañaban.

K: acabo de recibir noticias y no son nada alentadoras.

I: ¿por qué?

K: porque me indicaron que Victoria estuvo tanto en Salónica como en Puerto del Pireo. En el primer lugar se iba a reunir con una persona de nombre... Franco y en el puerto, se iba a encontrar con Alejandro.

D: ¿qué? (Desconcertado). ¿Por qué ese hombre no nos dijo nada y Victoria qué hacía con el tal Franco? (Celoso).

K: creo que eso no es lo importante. Dionisio, Isadora está libre y mi amigo me dijo que es demasiado probable que se encuentre con Victoria en Puerto del Pireo.

D: ¿qué tiene ese lugar que causa tantos conflictos? Alejandro me lo ha mencionado mucho como un sitio extraño y lleno de cosas que podrían dañarnos.

K: ese hombre me saca de quicio. Nunca me ha agradado. Te pido que no le creas todo lo que te ha dicho, por favor.

O: y, en este momento, no tiene caso que te expliquemos eso, Dionisio. Lo único que es importante es ir a asegurarnos que Victoria esté bien.

K: ¿cómo nos dividimos, Orlando?

O: algo me dice que ya no se encuentra en Salónica... Alejandro no iría para allá por ningún motivo, lo sabes de sobra. Así que lo mejor es dirigirnos con el equipo para Puerto del Pireo.

D: de acuerdo pero en el camino necesito explicaciones al respecto.

Orlando y Kendra se miraron con temor. Dionisio, Orlando, Kendra, Hannah, Hugo, Ernesto y los muchachos se organizaron rápidamente y se dirigieron a las camionetas para emprender camino al puerto.

*Puerto del Pireo*

*Casa Uriarte – Palma Gutiérrez*

Victoria la miró perpleja y trató de recuperar su ritmo cardiaco. Los nervios querían traicionarla pero sabía que no era prudente. Por primera vez en muchos años estaban frente a frente.

V: no, no deberías llamarme así (firme) porque no lo soy.

I: vaya... la Fiera me niega.

V: no, no te equivoques, Ana Sofía. No te estoy negando. La que me negó toda la vida fuiste tú y ambas sabemos que no compartimos la misma sangre así que ahora todo tiene sentido suficiente para mí porque me queda claro que para ti siempre fue lógico que no éramos nada.

I: (sonrió) no eres tan estúpida como creía y me ha sido muy complicado deshacerme de ti pero sólo hasta ahora lo voy a lograr porque no soy la única con ese interés.

V: (miró con rencor a Alejandro) ¡claro! Sé bien que no eres la única que le puso precio a mi cabeza. (Se acercó lenta y retadoramente a él) Tú fuiste el perro traidor que me entregó a la policía y que planeó todo esto. Ahora comprendo tantas cosas... ¡nunca me quisiste! (Lágrimas de impotencia escurrieron por sus mejillas). Pero te puedo jurar una cosa, ¡no se van a salir con la suya!

El Sabor del Pecado IWhere stories live. Discover now