El Sabor del Pecado I

XXX. Caos en el desfile

¡Hola! Aquí un capítulo más. Bueno, a partir de este capítulo aparecerán ciertas frases de los diálogos resaltadas en negritas y son puntos clave para que comiencen a pensar qué se les viene encima a nuestra parejita.

DISFRUTEN SU LECTURA...

*Hotel*

Hannah, Norberto, Alonso y Hugo estaban sentados platicando de Dionisio y Victoria.

A: ¿de verdad creen que ella lo escuche?

H: sí, estoy segura de que ella lo quiere con el alma y sólo es cuestión de que hablen para que todo se arregle.

Hu: a mí lo que de verdad me preocupa es que hayan represalias en contra de Dionisio por haberse salido y le arruinen, una vez más, la felicidad.

N: eso no lo duden, esta tranquilidad no le va a durar mucho (frío) es más, no entiendo porque sigue poniéndose en peligro solo, debería haberse olvidado de esa mujer, ¡lo único que le ha traído son problemas y no sólo a él!

A: bueno Norberto, ¿a ti quién te entiende?, ¿eres bipolar acaso?, hace unas horas estabas diciéndole a Dionisio que luchara y ahorita a sus espaldas nos dices otra cosa ¿qué te traes?

N: que soy realista Alonso, ¡Dionisio es un idiota y si no pone un alto alguien, ten por seguro que va a sufrir demasiado!

H: algo sabes que no nos quieres decir Norberto, ¿qué es?

N: tiempo al tiempo (le dio un sorbo a su copa) lo único que les digo es que no estoy en contra de Dionisio y tan es así que he buscado mil formas de evitar lo que ahora sé que es inevitable (afligido) y ninguno de los que está aquí puede hacer algo para cambiar las cosas.

Todos se miraron entre preocupados y nerviosos, ¿de qué demonios estaba hablando Norberto?, ¿qué clase de problema sería que ni él, siendo el más poderoso dentro de esa mafia, podría ayudarlo?

H: bueno, creo que mejor dejamos ese tema por la paz Norberto, no me agrada tu tono de voz ni las cosas que estás diciendo y si me disculpan, iré a marcarle a Dionisio para ver si todo está en orden (levantándose).

*Desfile*

Los muchachos estaban preocupados porque la batalla de esa noche sería muy difícil. Bernarda de Iturbide estaba incontrolable, necesitaban del apoyo de su madre. No tenían duda de eso.

Había modelos que no estaban coordinadas, Pipino estaba desesperado y ellos no encontraban cómo arreglar ese desastre. A pesar de todos los años de experiencia, las cosas se les habían salido de las manos.

An: ¡tenemos que hacer algo, el desfile se va a venir abajo si Victoria no viene!

Os: ella fue muy clara al decir que...

Max: (interrumpiéndolo) ¡me importa un cuerno si dijo que no vendría, la empresa la necesita Óscar!, esto no es por nosotros, ¡es por ella misma, por su prestigio!

M: ahorita regreso, voy a marcarle al celular porque de verdad es de carácter urgente su presencia o el desfile se irá a la basura (saliendo de ahí).

F: no creo que se le dé la gana venir, le va a importar muy poco lo que pase con el desfile, se los aseguro.

An: no me sorprendería con la actitud que ha tenido últimamente.

Os: pues si perdemos, créanme que no sería culpa de ella porque esa actitud es gracias a ustedes (molesto).

*Paralelamente*