Protect Me ; Harry Styles • E...

By dxddyissues_

295K 15.2K 3.8K

Sus golpes sin piedad alguna, están en todo mi cuerpo. Cada centímetro de mi piel, tiene su nombre marcado en... More

Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
hOLA Y PERDON
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
AVISO IMPORTANTE
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
MARATÓN POR INICIAR
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.

Capítulo 37.

4.5K 264 186
By dxddyissues_


*Zoe y Kayla en multímedia♥* 

Capítulo dedicado a @MalenaHS1997 se supone que te lo dedicaría en tu cumple años pero lamentablemente hasta hoy pude actualizar, nena :( una disculpa, espero disfrutes el capí ♥

De un momento a otro, Dylan termina corriéndose dentro de Kendall y el ver tal escena me hace sentir asqueado totalmente.

Con una sonrisa en su rostro, Kendall mira a la cámara y con la mano la aparta, para agachar su cabeza y besar a Dylan en los labios. Parte de la escena se queda grabada en la cámara y debido a la posición en la que la han dejado, me doy cuenta que se encuentran en su habitación, en la cama de ella... la cama donde ha compartido infinidad de días y noches conmigo.

El solo pensamiento me hace sentir doblemente asqueado y totalmente estúpido. El mensaje decía claramente "después de 5 años" lo que quiere decir que ella ha estado engañándome desde hace cinco años o quizás hasta más. ¿Cómo es que no me di cuenta antes? He llegado tan lejos con ella y nuestra relación, para que el bendito día de nuestra luna de miel, me entere que todo esto ha sido una sucia mentira.

¿Pero que me sorprende? Si cuando yo conocí a Kendall ella estaba con otro chico y hacia lo mismo conmigo que ahora hace con Dylan. Mi presión aumenta debido a la rabia que empieza a incrementarse al pasar de los segundos. Siempre tuve un amargo presentimiento y es hasta el día de hoy que me doy cuenta de que trataba. Quiero golpearme y fuertemente por haber sido tan idiota y creer que esto no podía pasarme a mí... que ella en verdad me amaba.

El karma se ha cumplido... dice una voz en mi cabeza. Comencé a salir a escondidas con ella cuando ella tenía a otro y ahora el karma me está devolviendo la jugada.

Al instante, escucho un ruido proveniente a mis espaldas y giro mi cabeza. Kendall aparece por el pasillo tallándose los ojos y cuando me ve, una sonrisa dibuja su rostro.

– Buenos días, amor. – Saluda con un divertido tono. La sonrisa no deja su rostro a la vez que se encamina hacia donde estoy.

Entonces, me doy cuenta que comienzo a sentir una rabia increíble crecer en mi interior y tenerla cerca de mí, me da un asco terrible

Puedo sentir mi ceño fruncido y mi cuerpo tensado. Mis manos se sostienen en puño, aun con el teléfono de ella en éstas. Una vez cuando llega hasta donde estoy, me sostiene por los hombros y hace un ademan para besarme pero giro rápidamente mi cabeza a otro lado, logrando que no pueda hacerlo.

Su ceño se frunce al recibir mi repentina acción. – ¿Qué ocurre, Harry? – Pregunta totalmente desconcertada. Obviamente no sabe que he descubierto su asquerosa mentira.

Giro nuevamente mi cabeza hacia ella para enfrentarla. Mi mandíbula se encuentra totalmente tensa y mis puños siguen ejerciendo fuerza cada vez más. – ¿Quieres saber qué es lo que ocurre? – Pregunto sabiendo totalmente su respuesta. Ella no contesta nada y se limita a simplemente observarme. – Sucede que he descubierto la clase de persona que eres...– Pronuncio con ironía y rabia en mis palabras. Mis dientes se aprietan unos contra otros conteniendo las ganas que tengo que destrozar todo en este momento.

Su ceño vuelve a fruncirse y pasa sus manos sobre su pecho. – ¿Disculpa? ¿A qué demonios te refieres? – Exige saber.

Sin hacerla esperar más, subo mi mano extendiendo el brazo para mostrarle que tengo su celular. Kendall cambia la vista a su celular y de pronto, sus facciones también cambian inmediatamente. Puedo notar perfectamente como traga duro y pesadamente, así como noto que el color de su rostro se ha ido

– ¿Q-que haces con mi celular? – Susurra y vuelve a tragar saliva pesadamente.

– ¿Qué hago? – Pregunto rectificando su pregunta. – No mucho, simplemente he descubierto tu asquerosa mentira. – Respondo haciendo un mohín de asco y frunciendo más mi ceño. Vuelvo el teléfono a mí para volver a reproducir tal vídeo y lo extiendo hacia su rostro.

Kendall observa detalladamente cada segundo que va pasando conforme el video se reproduce. Sin si quiera yo verlo –únicamente escucho– puedo imaginarme y recordar que es lo que va pasando en cada momento.

– ¡Aleja eso de mi vista! – Pide gritando, haciendo un ademan con su mano, provocando que el celular caiga de mi mano y caiga contra el suelo. Kendall sujeta su cabeza con las manos, apretando su cabello en puño mientras camina de un lado a otro, en modo de frustración. Me quedo en silencio, sin dejar de sentir mi ceño fruncido y lo entumecido de mi mandíbula. – Tienes que escucharme primero que nada...– Se detiene de golpe y camina adonde estoy. Se posiciona frente a mí tomando mis brazos, mientras que yo me quedo en el mismo lugar sin hacer mucho, porque realmente no sé qué hacer.

Las lágrimas de Kendall comienzan a correr por sus mejillas y sus ojos comienzan a tornarse rojos. Mi silencio es tan profundo e incómodo que de alguna forma, torna el momento muy desesperante.

– Te escucho. – Respondo firmemente. Con lentitud, alejo las manos de Kendall de mis brazos para poder cruzarlos por mi pecho, esperando su explicación.

– No sé qué fue lo que viste pero – Ella comienza pero de inmediato la corto.

– No, claro que sabes qué fue lo que vi. – Corrijo con cierta ironía en mis palabras. Sigo en la misma posición y eso aumenta las lágrimas de Kendall.

– Harry por favor...– Lloriquea una vez más. Sus lágrimas corren como locas por sus mejillas haciéndose más densas cada segundo. Se acerca a mí, tratando de abrazarme y lo logra, pero tan pronto lo hace la alejo de mí.

– ¡Ya basta, Kendall! – Pierdo la postura y elevo mi voz, provocando que ella se asuste un poco. Sus ojos me miran fijamente sin omitir palabra, simplemente uno que otro chillido que se escapa de sus labios. – Me has visto la cara de idiota todo este tiempo, has estado con otra persona a mis espaldas por quien sabe que tanto tiempo. – Digo con mi voz en un hilo, pero no lloro ni tampoco estoy cerca de hacerlo, la vergüenza de su traición me puede aún más.

– Mi amor...– Ella continua llorando y en todo momento trata de acercarse a mí, pero no dejo que lo haga. – tienes que entender, yo jamás quise estar con él... pero no conoces a Dylan realmente. – Dice hipando entre palabra y palabra.

Se detiene por un segundo debido a que no puede articular palabra debido a su llanto, el cual, no tengo idea si creer o no. Si soy del todo sincero, jamás me imaginé que ella me fuera a pagar de esta manera, creí conocer mejor a Kendall, toda mi confianza estaba depositada en ella y en nosotros. Nunca dudé de sus sentimientos hacía mí o de sus palabras, pero ahora que la venda se ha caído de mis ojos, todo es más claro.

Ella siempre ha expirado a lo mejor en la vida ¿Y quién no? Pero el punto aquí es que sólo por esa razón estaba conmigo, porque sabía que yo podía darle una buena vida sin duda alguna y sin si quiera hacer el mínimo esfuerzo.

– Yo tenía deudas con Dylan, mucho antes de conocerte y no tenía la manera de pagárselo, entonces... él me obligaba a esto. – Después de un tiempo tratando de controlar su llanto, habla rápido.

Me quedo un segundo pensando en sus palabras y como dije anteriormente, realmente no sé en qué creer. He visto una prueba, la cual es bastante clara que Kendall estaba con Dylan. Quiero decir, en el vídeo no parece para nada estar obligada a tener sexo con él.

– ¿Y si tenías deudas porque jamás lo mencionaste? – Cuestiono.

– No quería molestarte. – Sorbe por la nariz mientras contesta.

Suspiro profundamente, rectificando que he escuchado bien su respuesta. – ¿Molestarme? Kendall, tú jamás te has preocupado por molestarme por dinero. – Pongo los ojos en blanco recordando que siempre se ha dado la buena vida. – Kendall, te vi. – Vuelvo a decir, ya que es lo primero que puedo decir, mientras le recuerdo su traición.

Sus ojos –los cuales no han dejado de mirarme fijamente– se han vuelto completamente rojos de tanto que ha llorado en estos cortos, pero casi interminables minutos de incomodidad entre nosotros.

– Tienes que creer en mí...– Pide con la voz bastante quebradiza. – Por favor...

Ella trata de acercarse –nuevamente– a mí pero realmente lo último que quiero es esto. Quizás y estoy siendo un egoísta por no dejar que ella hable o si quiera me explique la situación. Incluso puedo llegar a sentir un enorme remordimiento, debido a que algo dentro de mí me dice que esto ha sido la excusa perfecta para terminar lo que recién ha empezado con Kendall.

– Quisiera hacerlo, pero no puedo. – Respondo con ronquedad y seriedad. Kendall me mira fijamente para volver continuar llorando.

– ¡No puedes hacerme esto! – Grita con desesperación, casi sin esperanza alguna. – ¡Acabamos de casarnos!

Tras escuchar sus palabras, siento unas enormes ganas de reír con ironía. – ¿No puedo hacerte esto? – Pregunto rectificando sus palabras. – ¿Y qué? ¿Qué quieres que haga? ¿Quieres que me trague tu asquerosa mentira y haga como si nada hubiera pasado? ¿Eh? ¿Eso quieres? – A este punto siento mi pulso haberse acelerado más por no creer cuanto cinismo hay en una persona. – ¿Por qué no pensaste en eso cuando metías a Dylan a tu cama? – Reclamo sin controlar la enorme furia que siento dentro de mí.

– ¡Te he dicho que he sido obligada a esto! ¿Es tan difícil creerme? – Su voz también se eleva, haciéndome dar cuenta de cuan desesperada está.

Sin poder evitarlo, río irónicamente. – Kendall, deja de decir idioteces por el amor de Dios. – Pido aun con la ironía recorriéndome. – Te he visto y tanto tú como el idiota ese, lo han disfrutado. Pero, ¿Sabes que es lo que más rabia me da? – Sin esperar a que ella responda, lo hago yo. – Que ambos me han visto la cara de imbécil... – El tan solo imaginarme a estos dos y todas las veces que se burlaron de mí, me hacen sentir totalmente enfermo. – y hasta aquí ha llegado tu juego. – Por último, le digo con firmeza y sin ninguna pizca de esperanza en nosotros.

Sus ojos se abren en grande y se queda observándome por unos segundos, mientras niega con la cabeza repetidamente a la vez que las densas lágrimas siguen en su rostro. Debido a que sigo desnudo –únicamente con la toalla de baño– emprendo camino a la habitación, para cambiarme y poder pensar que debo hacer en esta situación.

– ¡Harry no hemos terminado! – La escucho gritar a mis espaldas pero la ignoro y prosigo con el camino. – ¡Harry! – Vuelve a gritar y puedo notar que su voz se escucha más cerca, por lo que me doy cuenta que viene caminando detrás de mí. Aumento disimuladamente mi paso y tan pronto llego a la habitación cierro la puerta a mis espaldas y coloco el seguro para que ella no pueda pasar.

Tan solo unos segundos más tarde, un golpe se escucha en la puerta. – ¡Mi amor! ¡Ábreme, por favor! – Pide suplicando, atacada del llanto y desesperación con frustración.

Me quedo inmóvil por unos segundos más, mirando a la puerta, como si estuviera esperando que ella fuese a entrar. Después, reacciono y busco mi móvil, el cual debe de estar en algún lado de la habitación. En la cama levanto las cobijas, almohadas esparciéndolas por el piso. Cualquier cosa que se encuentre en mi camino lo arrojo a un lado, mientras continúo buscando mi celular.

Los gritos de Kendall y constantes golpes a la puerta no se detienen, pero trato de ignorarlos tanto como pueda

En ese momento, recuerdo que la última vez que utilicé mi celular ha sigo ayer por la tarde y traía puesto un pantalón, el cual dejé en el baño. Rápidamente, entro a este y me dispongo a buscarlo, lo cual para mi suerte, lo veo tan pronto estoy aquí adentro. Busco en los bolsillos del pantalón y el dichoso aparato aparece. Lo desbloqueo y de inmediato –con dedos temblorosos– me voy a llamadas recientes y me encuentro con el número de John, el cual presiono en el botón de llamar sin dudar más.

Llevo el móvil a mi oreja y espero que los pitidos terminen para que él conteste. Al cabo de varios tonos –los cuales me han parecido eternos– contesta.

¿Diga? – Dice al otro lado de la línea. Un enorme alivio me recorre tan pronto escucho su voz.

– Hey, John – Contesto y aclaro mi garganta. – Soy Harry...

Puedo escuchar una leve risa de su parte para después proseguir con la llamada. – Oh sí, buenos días joven Styles. ¿Cómo amanecieron? – Pregunta con amabilidad y esa energía positiva que parece distinguirlo.

Su pregunta envía escalofríos a mi cuerpo, debido a que se refiere a Kendall y a mí. Un suspiro abandona mis labios antes de contestar. – Bien. – Respondo sin más. – Necesito un favor.

Jhon jamás duda en responder. – Claro, lo que desee joven Styles, ¿En qué puedo ayudarlo?

– ¿Qué tan rápido podrías conseguirme un boleto de avión para Nueva York en estos momentos? – Inquiero saber sin rodeos y con esperanza de recibir una repuesta a mi favor.

Al parecer, John se queda confundido o algo por el estilo, ya que no logro escuchar su voz por unos segundos. – ¿Un boleto de avión? – Trata de verificar si realmente escuchó bien.

– Sí, Jhon. – Le hago saber que efectivamente ha escuchado bien. – Necesito volver a Nueva York lo más antes posible.

Nuevamente, los segundos de silencio acompañan la llamada y a medida que esto ocurre mi corazón aumenta su ritmo.

Realmente no sabría decirle joven Styles, pero averiguaré de inmediato. – Sus palabras me hacen saber que está hablando con sinceridad, le creo y me siento un poco más tranquilo. – Pero, ¿Estamos hablando de un boleto? – Vuelve a rectificar.

Ahora el silencio es de mi parte. ¿Debería irme solo o con Kendall? ¿Será correcto dejarla aquí? Puede que haya descubierto toda su mentira, pero algo dentro de mí, aún duda en que esto sea lo correcto. ¿Quiero decir, será posible que tenga el valor en dejarla aquí, completamente sola?

– Sí, únicamente un boleto a mi nombre. Por favor. – Respondo después de tratar de pensar bien lo que voy hacer y por lo cual, creo que me arrepentiré.

De acuerdo. – John acepta y después de esto, corta la llamada. Me quedo en la misma posición y completamente petrificado por unos segundos.

Al cabo de un rato, reacciono y decido cambiarme rápidamente. Confío en que Jhon me conseguirá esos boletos y necesito estar preparado para lo que sea. Salgo del baño y nuevamente en la habitación, busco mi maleta en el armario. Tan pronto la tengo conmigo, la dejo en la cama y de inmediato me dispongo a buscar mi ropa de los cajones o el armario, e incluso de la ropa sucia y por montones la acomodo en la negra maleta. He dejado un cambio afuera para poder cambiarme y así lo hago. Sin perder más tiempo en ello, también guardo todas mis cosas personales en otra maleta más pequeña.

A pesar de que mi mente no puede pensar en otra cosa que no sean los constantes gritos de la persona que se encuentra fuera de la habitación, trato de ignorar todo ese barullo y encontrar una pronta solución. Si Jhon no llegase a encontrar un boleto disponible para mí, supongo que he de quedarme aquí y esperar que haya un vuelo disponible.

Me quedo sentado un momento sobre la cama, con las maletas a mí alrededor, mientras espero la llamada de Jhon. Mi cabeza duele y mi ritmo cardiaco sigue elevado, así como mis manos no han dejado de temblar. No puedo decir que el enojo se ha ido porque estaría mintiendo, pero si puedo asegurar que ha cesado bastante. Mi semblante se puede sentir serio, sin ningún sentimiento alguno, ya que lo único que deseo en estos momentos es largarme de este lugar.

Me levanto de la cama y me acerco a la gran ventanal de este, para poder apreciar el hermoso y soleado día que se está presentando fuera del bungalow. Mi mirada se queda perdida por unos segundos, admirando tal belleza de la naturaleza, ya que parece que nunca me cansaré de apreciarla.

Al instante, mi celular vibra entre mis manos y logra sobresaltarme un poco. Bajo la mirada a este y el número de Jhon me aparece. Sin duda, deslizo mi dedo sobre la pantalla de este y contesto.

– Jhon...– Hablo casi sin aliento.

Joven Styles, el único vuelo disponible a Nueva York es dentro de cuarenta minutos. ¿Cree estar listo para salir al aeropuerto en este instante? Ya que no habrá vuelos con ese destino hasta hoy en la madrugada o el día de mañana. – Puedo escuchar lo agitada que se encuentra su voz.

– No no no... ahora mismo saldría. – Contesto con un enorme alivio y eliminándome un peso de encima.

De acuerdo. – Concuerda conmigo. – Volveré a contactarme con el aeropuerto y que tengan listo su pasaje, ¿De acuerdo?

– Sí, haz lo que tengas que hacer Jhon y pon todo eso a mi cuenta. – Le explico rápidamente con el corazón a mil por hora.

Correcto. Tan pronto tenga su boleto asegurado, me voy por usted para llevarlo al aeropuerto para que no llegue tarde. – Dice y en verdad agradezco que la vida me haya puesto a este hombre en mi camino, aunque haya sido solo dos días. Jhon cuelga mi llamada antes de esperar respuesta, por lo que decido prepararme, ya que en cualquier momento él llegará por mí.

Guardo mi celular en mi pantalón, mientras verifico nuevamente de tener todas mis cosas en las maletas y no olvidar nada. Después de unos minutos, acierto en que todo está en su lugar y me enfrento a lo peor... salir de la habitación y enfrentar a Kendall.

Por un momento, he olvidado su llanto y sus interminables suplicas, así como que uno que otro golpe a la puerta. Cuento hasta diez, mientras inhalo profundamente repetidamente. Tomo mis cosas de una vez por todas y parado frente a la puerta, decido que es momento de hacerlo.

Abro la puerta con calma y ella aparece en mi visión rápidamente. Kendall se encuentra sentada en el suelo, recargada contra la pared que da frente a la puerta. Su rostro se encuentra totalmente hinchado y sus ojos completamente rojos de tanto que ha llorado y verla así, realmente me da algo de pena, más no cederé ante ella... nuevamente.

Tan pronto abro la puerta, sus ojos encuentran los míos. En ellos puedo ver incluso algo de alivio por haber salido de la habitación, pero todo este se esfuma cuando baja la mirada y ve las maletas.

– H-harry... ¿A-a dónde vas? – Requiere saber en voz baja, sin dejar de hipar. De un brinco, se levanta del suelo quedando a mi altura.

Vuelvo a suspirar, tratando de contener la calma que he logrado conseguir por los últimos minutos. – Me voy. – Le indico, tratando de sonar calmado. No quiero iniciar otra pelea o que ella me haga perder el tiempo y con ello mi vuelo de regreso.

Puedo ver como un gesto se forma en su rostro, indicándome que volverá a llorar e iniciar con lo anterior. – ¡Harry por favor! – Su tono de voz se vuelve a elevar radicalmente.

Con una mano desocupada, sobo mi cien, tratando de seguir con mi posición. – Kendall, por favor tú. – Mi voz se eleva drásticamente, haciéndome perder la cordura una vez más. – He visto lo que tenía que ver para saber la clase de persona que eres y realmente... – Me quedo callado, analizando que es lo que saldrá de mi boca una vez más. – me das asco. – Le suelto sin más, desahogándome de toda culpa y remordimiento que me consumía por dentro.

No siento lástima ni me arrepiento de ver dicho lo que dije, ya que realmente es lo único que puedo sentir en estos momentos.

– No puedes decirme eso...– Logra decir entre un leve llanto.

Pongo los ojos en blanco exageradamente, ya que estoy muy sorprendido de su descaro. Decido hacer caso omiso a ella y prosigo mi camino, dejándola atrás.

– ¡Harry! – Grita con fuerza, pero igual la ignoro. No dejo de caminar, ya que no me puedo permitir perder tal vuelo.

Un grito más fuerte se escucha a mis espaldas y de pronto, el sonido de cosas quebrándose contra el suelo es lo que se adentra a mis oídos. Totalmente sobresaltado, giro sobre mis talones y veo a Kendall totalmente histérica y descontrolada. Con todas sus fuerzas, arroja todo lo que ha podido alcanzar de la mesa de la sala. Mis ojos se abren en grande al ver tan escena.

– ¡KENDALL! – Grito totalmente sorprendido por tal acción. Ella no se detiene, al contrario, continua con las cosas que están sobre los muebles decorativos de la sala. – ¡Detente! – Exijo nuevamente desde mi lugar, por lo que ahora, ella es la que me ignora.

– ¡NO PUEDES HACERME ESTO! – Vuelve a gritar frenéticamente, sin dejar de arrojar al piso lo que está por su paso o a su alcance.

– Kendall, tranquilízate...– Pido tratando de controlar mi voz y evitar que esto se salga de control.

– ¿Qué me calme? ¡¿Cómo quieres que me calme si estás pensando en irte y dejarme?! ¡Respóndeme eso! – Ella grita, su voz parece aumentar cada vez más y más. Su pecho sube y baja a una velocidad impresionante, supongo que trata de reponer todo el aliento que ha perdido con tanto esfuerzo. – No me dejes, por favor...– Murmura y sorbe por la nariz.

Abundante agua sigue acumulada en sus ojos, a la vez que corre por sus rosadas mejillas. Su nariz está completamente roja, su cabello despeinado y su pecho sigue subiendo y bajando.

La observo y realmente me sorprendo de mí mismo al no sentir nada o nada de lo que pudiera haber sido. Supongo que si estuviera en otra situación, en estos momentos mi mundo estaría derrumbándose por descubrir que la persona que amo, me ha estado engañando, pero más que todo el coraje que siento por imaginarme a ellos dos burlándose de mí, es como si un peso de encima me quitasen.

Trato de evitar su mirada a toda costa, ya que ella parece buscar la mía en todo momento. Suspiro y miro hacia la ventana que da hacia el exterior del océano y me quedo así por unos segundos.

– Mi amor...– Murmura y cierro los ojos, volviendo a suspirar.

– No puedo. – Le digo antes de que continúe con algo más y todo sea peor.

La poca calma y quizás "paciencia" que ella había logrado obtener, es totalmente desvanecida tan pronto la escucho, ya que la furia y el desenfreno vuelve en sí. Las manos van a su cabeza y en puño, toman grandes mechones de cabello para comenzar a tirar de él sin piedad alguna.

Cuando pienso que es mejor hacer que se detenga, ella camina al frente y un agudo grito de dolor sale desde lo más profundo de su garganta. Miro hacia abajo y veo que en sus pies se ha encajado un pedazo de vidrio, por lo que chorros de sangre comienzan a formarse sobre el piso de madera.

Al ver lo que ha ocurrido, dejo las maletas sobre el piso y voy hacia Kendall, pasando por sobre todos los pedazos de vidrios esparcidos por el suelo. El hecho que esté enojado y decidido a dejarla, no me permite hacer caso omiso al estado en que se encuentra. Ella continúa de pie, pero en donde se ha lastimado la coloca ligeramente doblada, observando el líquido rojo salir de la larga herida.

– Mira lo que has ocasionado. – Le digo tomándola de la cintura, para hacer que ella se pueda apoyar en mí. Kendall no responde, sin embargo, coloca sus brazos alrededor de mi cuello y se apoya totalmente en mí.

Ahora, con más razón su llanto ha aumentado debido al dolor de tal herida. Con cuidado y tratando que no se apoye totalmente en su pie, la encamino a una de las sillas del comedor.

Con un ligero camino de gotas de sangre por detrás de nosotros, llegamos a la silla y con cuidado ella toma asiento. – Llamaré a la recepción del hotel para que alguien venga y te cure la herida. – Aviso una vez que está sentada. Cuando doy los primeros pasos para alejarme y hacer la llamada, su brazo intenta tomar el mío, pero con un rápido movimiento me alejo y a mis espaldas escucho su sollozo.

Me siento estresado y por algún motivo, estoy comenzando por ponerme de mal humor y con temor a que mis planes no vayan a salir tal y como lo he planeado. Decido salir un segundo hacia fuera del bungalow y respirar un poco de aire fresco, pero tan pronto abro la puerta, Jhon aparece en mi vista.

– Joven Styles, he venido por usted para llevarlo al aeropuerto. – Dice con amabilidad, siempre sin perder su simpatía.

Me quedo observándolo por unos segundos y respiro profundamente, dejando que mis pulmones se llenen de este fresco y natural oxigeno que abunda por las islas. – Necesito ayuda. – Informo, cambiando drásticamente el tema y el semblante de Jhon. – Kendall, ha tenido un accidente. Necesitamos un médico o alguien que pueda verla.

Jhon abre levemente sus ojos, supongo que sorprendido. – ¿Qué ocurrió? ¿Es grave? – Pregunta con preocupación.

Niego con la cabeza de inmediato, tratando de eliminar cualquier cosa que pase por su cabeza. – Se ha encajado un vidrio en el pie y con eso, se ha hecho una profunda herida que no deja de sangrar. – Le explico lo que ha ocurrido y él de inmediato se relaja notablemente.

– De acuerdo. Avisaré que manden de inmediato al doctor. – Asiento con la cabeza, mientras él toma del bolsillo de sus pantalones, un celular y marca. Después de unos segundos, lo escucho hablar e informar lo que yo le he dicho, para después colgar. – Ahora envían para acá la ayuda. – Me informa, devolviendo el celular a su lugar.

Por unos segundos, nos quedamos callados, a excepción del ruido de las oleas golpeando contra los barrotes del puente donde nos encontramos, las aves en el cielo y mis profundas respiraciones tratando de darme confort.

– ¿Todo está bien, joven Styles? – Jhon interviene y me doy cuenta que no se encuentra muy seguro de hacer tal pregunta, debido a que he logrado notar la inseguridad y un poco de vergüenza en sus facciones.

Con mi mano, masajeo mi rostro levemente y suspiro una vez más. – La verdad es que no. – La sinceridad me gana y no puedo contenerme. – Necesito irme al aeropuerto para no perder ese vuelo. – Explico con temor a que eso ocurra.

Cuando él está por decirme algo, un hombre mayor acompañado de otro, vienen en dirección a nosotros y rápidamente me doy cuenta que es el doctor y su ayudante, debido al maletín negro que trae consigo uno de ellos. – ¿Aquí es donde han solicitado al doctor? – Pregunta el hombre más mayor y que carga el maletín.

– Sí, aquí es. – Responde Jhon por mí y luego me mira, esperando a que prosiga.

Reacciono estúpidamente y prosigo. – Sí. La persona que necesita la ayuda, está dentro. – Hago una seña con la mano, indicando que pasen y así lo hacen.

Los dos pasan hacia dentro, dejándome nuevamente afuera con Jhon. – Necesito ir por mis cosas. – Sin esperar su respuesta, me doy media vuelta y regreso al bungalow.

Tan pronto estoy adentro, Kendall levanta la mirada y me mira. El alivio es muy notable en sus facciones. El médico está sobre su rodilla derecha, inspeccionando su herida. Ella continua sollozando, puedo notar las lágrimas correr en sus mejillas y el rojo de sus ojos incrementarse cada vez más. Me quedo sin decir nada, simplemente observo por unos segundos como curan su herida.

Un quejido de parte de ella cuando le ponen lo que parece ser agua oxigenada, me hace reaccionar. Jhon está detrás de mí y es cuando me doy cuenta que no puedo perder ni un segundo más. Tomo mis maletas y decido salir, pero nuevamente una voz dice mi nombre.

– ¿Harry? – Kendall habla a mis espaldas y me detengo, aun sin mirarla. – No puedes dejarme aquí, mucho menos así...– Susurra con dolor y en un tono de súplica.

Respiro profundamente y nuevamente sin mirarla, prosigo mi paso. Escucho que ella continua gritando mi nombre e incluso parece ser que ella intenta levantarse, porque se escucha como forcejean con ella y eso es mejor para mí. Jhon viene a un lado, siguiéndome el paso sin decir palabra alguna.

Una vez que atravesamos todos los bungalows, la parte trasera del hotel y el interior, veo que afuera está un auto esperándonos. Un hombre de tez morena está sentado en el asiento del chofer y Jhon me indica que en ese auto nos iremos y rápidamente me ayuda a meter mi equipaje en este. Ambos subimos al auto, Jhon de copiloto, yo en la parte trasera y de inmediato, el auto ya está en marcha con dirección al aeropuerto.

Mi corazón late con frenesí a medida que nos alejamos más y más de donde estaba hospedándome. Nuevamente me veo un poco atraído por las maravillosas calles de este lugar, pero a excepción de la primera vez que llegué, no causan el mismo efecto de emoción en mí y todo es debido al amargo sabor que tengo en mi interior.

{...}

– ¡Sushi será! – Expresa con emoción, Kayla.

Zayn y yo asentimos igual de emocionados por lo que hemos decidido comer. Explicamos cual es el sushi que queremos nosotros dos y después de decírselo, se va, dejándonos en la sala completamente solos.

– Zoe...– Zayn rompe el silencio que recién se había formado los últimos segundos, desde que Kayla salió de aquí. – ¿Cómo has estado? – Pregunta con cierta inseguridad, pero se nota que realmente quiere saber.

Respiro profundamente pensando que decir. Por descuido de nosotras, Zayn vio los resultados de los análisis que me hicieron el día de ayer, para saber si estaba embaraza o no y rápidamente, comenzó atacar a Kayla con miles de preguntas, por lo que no quedó otro remedio más que supiera la verdad.

Trato de sonreír ampliamente, aunque sé que no lo hago del todo, lo he intentado. – He estado bien. Gracias por preguntar, Zayn. – Agradezco realmente.

Él sonríe con ternura y creo que se siente conforme después de escucharme. – Me alegro de saber eso. – Concuerda con seguridad y volvemos a sonreír. – ¿Puedo preguntarte algo? – Dice, mirando hacia el lado por donde se fue Kayla. Mi semblante cambia totalmente, puedo sentirlo. Su mirada vuelve a mí y por algún motivo, eso me pone más nerviosa. Asiento no muy decidida con la cabeza y lo escucho respirar profundamente. – ¿Qué hubiese pasado si las pruebas hubieran dado positivo y fuera de Harry?

Tras escuchar y analizar su pregunta, un escalofrió me recorre de pies a cabeza y algo en mi interior se remueve. Esta pregunta me la he hecho cada segundo que ha transcurrido desde el día de ayer y hasta ahora, no encuentro respuesta alguna.

Tomo aire y pienso algo rápidamente, ya que Zayn está esperando impacientemente tal respuesta. – Realmente no sé...– Le respondo a su pregunta con total seguridad, ya que si yo hubiese estado embaraza de Harry no tendría la menor idea de que hacer.

– En ese caso, Harry también era el papá. – Recuerda con obviedad, pero siempre manteniéndose al margen. – Y por ello, hubiera tenido todo el derecho de estar con toda libertad con su hijo. – Explica y en cierto modo, el punto de Zayn tiene bastante lógica y sé que así debía de haber sido.

– Lo sé. – Concuerdo con él y realmente, no sé si quiero seguir con esta incómoda plática.

– ¿Entonces si...? – Él intenta proseguir con una pregunta más, pero Kayla entra a la habitación, haciendo que ambos callemos.

– ¡Listo! – Anuncia con una sonrisa, volviendo al lugar donde anteriormente había estado sentada, a un lado de Zayn. – Media hora y la comida estará aquí. – Asentimos con una sonrisa y sin mirar a Zayn, sé que él me mira.

Kayla rompe el silencio y comienza hablar de algo que apenas y puedo poner atención, ya que las palabras de Zayn me han dejado pensando –nuevamente– en tal situación. Sé que es algo tonto pensar en algo que no pasó y ya es algo del pasado, pero el recordarlo, es como si volviese a vivirlo en el momento.

No sé cuánto tiempo ha pasado pero de pronto, el celular de Zayn comienza a sonar, haciéndome volver en sí y perder mis pensamientos, así como silenciar abruptamente a Kayla.

Él observa su celular y se levanta del lugar. – Ahora vuelvo. – Anuncia y sin esperar respuesta, sale de la habitación y camina hacia afuera del departamento, dejándonos totalmente desconcertadas a ambas por su repentino cambio.

Miro hacia Kayla y puedo ver su ceño fruncido, mirando por el mismo camino por el cual se ha ido su novio hace unos segundos. – ¿Viste eso? – Ella pregunta con notable tristeza en sus palabras.

Me quedo callada unos segundos, tratando de descifrar lo que ella quiere darme a entender. – ¿A qué te refieres? – Ahora yo junto mis cejas, tratando de asimilar tal pregunta.

Niega con la cabeza y puedo ver como sonríe con ironía. – Zayn ha estado un poco extraño estos días. – Explica. – Y cuando le pregunto qué es lo que ocurre, no me dice nada claro... realmente no lo entiendo y no sé que pensar. – Tanto su voz como su semblante, han cambiado. Más que ironía en ella puedo notar el dolor que la invade por la distancia de su novio.

– ¿Y a que te refieres con eso? – Requiero saber, ya que no quiero imaginarme otras cosas que no son y hacerla dudar aún mucho más de lo que ya está.

– Hemos tenido sexo – Susurra. – y quizás no fue lo que él pensó que sería acostarse conmigo. ¡No le gustó! – Expresa con frustración. Kayla muerde su labio inferior y con ambas manos, masajea su rostro.

Mi ceño se frunce aún más al notar su inseguridad, algo que nunca había visto en ella. – Estás loca. – Declaro mirándola de mala manera, ya que no creo que lo que dice sea verdad.

– Entonces, ¿Por qué él estaría así si no fuese por otra cosa? O quizás, eso era lo único que buscaba y ya que lo tiene no le importa nada más...– Vuelve a declararme con sus locas ideas, las cuales, realmente me tienen impresionadas por tanta inseguridad.

Muevo mi cabeza, asimilando alguna respuesta para hacer entender a esta chica que no está en lo cierto. – Kayla, ¡Por Dios! Realmente, no creo que Zayn sea ese tipo de chico. – Aseguro, ya que realmente no lo creo.

Kayla niega con la cabeza y parece pensar lo que le he dicho, pero ya su mente tiene otras cosas que no le permiten ver con claridad. – No lo sé...

Nuevamente, ella piensa las cosas pero de pronto, la puerta abrirse la hace callar y tragarse lo que estuviese por decir. Zayn entra nuevamente, guardando su celular en el bolsillo del pantalón. Se encamina a nosotras, pero en cambio que ahora, no toma asiento. Simplemente se queda de pie y mira a su novia. – Tengo que irme. – Anuncia y por instinto o por algo, mis ojos se abren ligeramente en grande

Kayla abre su boca para protestar, pero en cambio a eso, decide cerrarla de nuevo y quedarse callada por cortos segundos, pero después decide nuevamente cambiar postura. – ¿Porque?

– Ha pasado algo. Luego te explico que es, ¿Está bien? – La respuesta de Zayn no es muy convincente para mí, por lo que supongo que para Kayla no lo es tampoco.

– De acuerdo. – Dice en voz baja, a lo que él simplemente medio sonríe y besa sus labios.

Ahora, Zayn mira hacia mí y con la misma sonrisa, se despide. – Nos vemos, Zoe.

Zayn camina y antes de salir, se detiene y toma su billetera del bolso trasero de su pantalón. Se regresa a donde está la mesa de centro, saca unos billetes para después dejarlos sobre la mesa de centro. – Aquí está para que paguen la comida. – Dice con una sonrisa, por lo que yo simplemente asiento con la cabeza y Kayla se queda callada.

Vuelve a su camino y rápidamente sale del lugar. El silencio entre Kayla y yo vuelve hacerse presente y realmente, no sé qué hacer o decir.

{...}

Finalmente, doy el último paso de las escaleras para bajar del avión. Un suspiro sale de mis labios al saber que por fin ya estoy de vuelta en mi lugar.

Sin perder más tiempo, camino hacia el interior del aeropuerto para tomar mi equipaje. Antes de llegar, tomo mi celular del bolsillo del pantalón y me doy cuenta que la batería está por agotarse, entonces antes de que eso suceda, llamo a Zayn.

Me quedo esperando que los pitidos de espera terminen y que él conteste, hasta que por fin lo hace. – ¡Hermano! ¿Cómo estás? ¿Qué tal la luna de miel? – Mi amigo comienza atacar con preguntas que salen disparadas de su boca y tengo que aceptar, que luce emocionado por mi llamada.

– Hey... – Respondo más bajo. – Estoy bien, ¿Dónde estás? – Pregunto, yendo al punto rápidamente.

Estoy en casa de Kayla. ¿Sucede algo? – Lo escucho al otro lado de la línea y a pesar de eso, puedo saber que está desconcertado.

– Oh...– Digo, ya que no sé qué contestar, no creo que sea buena idea interrumpirlo, pero realmente lo necesito. – ¿Podrías hacerme un favor? – Pido y realmente espero que pueda hacerlo.

Claro que sí, ¿Qué necesitas? – Zayn responde sin dudar y eso me da alivio.

– ¿Podrías venir por mí al aeropuerto? – Suspiro, preparándome para el sinfín de sus preguntas.

¿Al aeropuerto? ¿Al de Nueva York? ¿Qué demonios ocurre, Harry? – Como era de esperarse, él comienza atacar con sus preguntas, requiriendo saber el motivo.

– Zayn, no tengo tiempo de contestar tus preguntas por aquí. ¿Podrás venir por mí?

Sí, claro que sí. En menos de diez minutos estoy ahí. – Escucho su respuesta y le agradezco profundamente.

Cuelgo la llamada y me voy por mi equipaje, apresurando el paso. Cuando la banda transportadora llega y consigo vienen mis maletas, las tomo y me regreso a la sala de espera del enorme lugar. En la primera silla que está a mi alcance, tomo asiento y es como si intentara reflexionar.

Hace unos días atrás, yo estaba en este mismo lugar en una situación muy diferente y ahora, viéndome aquí como la persona más idiota y desdichada del mundo, simplemente por darme cuenta que lo que creía que duraría toda mi vida, duró un día y medio. Sé que fui un idiota al decir que esto fue una señal para alejarme de Kendall por estar pensando en Zoe, pero también vienen todos esos recuerdos a mi mente con ella. La persona que compartió conmigo ocho largos años de mi vida, la cual, yo creía que su amor era puro e incondicional para mí, cuando en realidad, la verdad era otra muy distinta.

Ya no sé si sentirme triste o aliviado, ya que de alguna manera u otra tenía que darme cuenta de tal situación. Sé que también he cometido algo imperdonable hacia una persona realmente importante para mí, pero supongo yo que lo más coherente y necesario en esta situación, era que yo también pudiera ser consciente y saber de todo lo que Kendall hacía a mis espaldas.

Con el paso de los minutos, veo a mucha gente caminar de un lado a otro con su equipaje y demás cosas, así como también escucho el altavoz que anuncia los próximos vuelos que están por salir. Por tal motivo, me quedo unos momentos ido, observando todo lo que hay y se escucha a mí alrededor, hasta que en ese instante, el remordimiento comienza a prolongarse en mí. Me he regresado a Nueva York y he dejado a mi esposa en otro lugar, en otro país, en otro continente y realmente no sé si eso fue la mejor opción de todo. Tras ponerme a pensar sobre eso, decido tomar mi celular y regresar la llamada a Jhon, pero en ese instante, el nombre de Zayn me aparece en la pantalla.

Deslizo mi dedo sobre esta y contesto. – Hey...

Harry, ya estoy aquí. ¿Dónde estás? – Requiere saber.

– En la sala de espera. – Respondo y escucho un silencio de su parte.

Voy para allá. – Sin permitirme hablar, Zayn cuelga la llamada.

Me levanto del asiento y me preparo guardando mi celular en el bolsillo, a la vez que también preparo mi equipaje para cuando mi amigo esté aquí.

No pasa mucho tiempo, en realidad no pasa casi nada de tiempo cuando lo veo caminar entre la multitud. Rápidamente, él me divisa y media sonrisa se forma en su rostro, a pesar que la sorpresa y des concertación es mucho mayor.

– ¡Harry! – Dice a unos pocos pasos de mí. Medio sonrío y para mi sorpresa, Zayn me abraza sin mencionar alguna palabra, por lo que también acepto su gesto. Después de algunos segundos, nos separamos. Él sigue con la preocupación en su rostro, en cambio yo, trato de estar al margen y sonreír, a pesar de saber que no me sale del todo bien. – ¿Qué fue lo que pasó? – Pregunta rápidamente, sin perder más tiempo.

– ¿Te parece si nos vamos y te cuento en el camino? – Respondo con otra pregunta. Zayn asiente sin tener más opción y así es como lo hacemos. Tomo mi equipaje y nos vamos con dirección afuera del aeropuerto.

No tardamos mucho en llegar a su auto, ya que para su suerte consiguió un lugar cerca de la entrada. Con ayuda de mi amigo, coloco todas mis maletas en la cajuela del coche y después de hacerlo, nos adentramos en este y salimos totalmente del aeropuerto y estacionamiento, ahora con él manejando por las calles de Nueva York.

El auto de Zayn lleva encendido el aire acondicionado, por lo que los vidrios van totalmente arriba. La radio está apagada y esto hace que el silencio sea más notable.

– Me engañó. – Digo antes de suspirar y tomar aire profundamente.

Zayn gira su cabeza hacía mí, sin dejar de manejar. A pesar de la impresión de sorpresa que tiene en estos momentos en su rostro, sé perfectamente que para él, esto es algo que iba a pasar más tarde que temprano.

– ¿Qué? – La sorpresa sigue en él y realmente espera que yo continúe.

– Puedes decirme que tú sabías que esto pasaría, que me lo advertirse. Adelante, puedes hacerlo. – A pesar de la situación, trato de bromear y aligerar todo ese asunto que me tiene tan mal.

– No voy a decirte eso. – El ceño de Zayn se frunce y rápidamente cambia de tema. – ¿Cómo es eso de que te engañó? – Requiere saber, volviendo a lo mismo.

– Sí. – Acierto a su pregunta. – Kendall me engaña con otro tipo. Accidentalmente vi unos mensajes donde confirmaban eso, ¡Ella estaba con otra persona desde hace cinco años! – Digo con cierta melancolía y alteración en mí. Respiro profundo para poder proseguir. – Además, vi un vídeo. – Explico, tratando de controlarme.

– ¿Qué? ¿Un vídeo? – Tras mi explicación, él sigue confundiéndose cada segundo más. – Demonios, hermano... eso sí que está jodido. – Asiento con la cabeza y suelto una pequeña risa de ironía, ya que en verdad no sé cómo reaccionar. – Entonces, ¿Quiere decir que conoces al tipo con el que te engañó?

En ese momento, Dylan vuelve a mi mente y el día en que lo conocí. – Lo conozco. – Acierto una vez más. – Incluso me lo presento como su primo... gay. – Vuelvo a decir con ironía, maldiciendo mentalmente lo idiota que he sido. No escucho respuesta o requerimiento de saber algo más por parte de mi amigo y en parte creo que es lo mejor.

– Kendall es una perra...– Zayn no se queda callado y dice lo que siempre se había guardado, lo sé porque esa siempre fue su impresión hacia mi esposa. – y no me arrepiento de decírtelo.

– No te preocupes. – Me encojo de hombros, ya que no hay nada que se pueda hacer para cambiar lo ocurrido. – Pero, ¿Sabes qué es lo más jodido? Yo le hice lo mismo, con Zoe... y no me siento seguro de poder perdonarle lo que ella me hizo, sabiendo que le he pagado de la misma manera.

Con su mano libre, el hace una seña para que me detenga. – Aguarda un momento. Me estás diciendo que ella tenía no sé qué tantos años con ese tipo. Tú, por una noche te estas maldiciendo y te aseguro que también te estas reprochando interiormente. – Explica la situación desde su punto de vista y realmente me impresiono al saber que tiene toda la razón. – Eres un idiota. – Niega con la cabeza, sonriendo con cierta ironía.

Zayn me ha quitado la palabra de la boca, por lo que he de quedarme callado. Mi amigo hace exactamente lo mismo y se mantiene concentrado en manejar. Por la ventana, me distraigo mirando lo que pasa a medida que vamos avanzando por las transitadas calles y así es como se nos pasa gran parte del camino.

– ¿A dónde te llevo? ¿A tu departamento? – Rompe nuevamente el silencio, Zayn.

Me quedo por algunos segundos pensando en sus preguntas. Todavía tengo mi departamento y ya tengo mi casa, la cual, se supone que tan pronto llegara de mi luna de miel compartiría con Kendall.

– A casa de mis padres. – Concuerdo y sé que es la mejor opción, ya que estar solo no es algo bueno o no es algo que necesito.

Él asiente con la cabeza sin protestar y rápidamente, toma camino por otra dirección.

+++

El encargado de la puerta principal, abre la puerta tan pronto ve que la persona que viene es Zayn. Da un corto saludo y cuando me ve, su rostro se transforma en total sorpresa. Sin perder más tiempo, proseguimos el camino para estacionar el auto en la cochera. Al apagar el auto, veo que el todos los autos están en su lugar, por lo que supongo que todos se encuentran en casa.

Me bajo del auto, a lo que mi amigo hace lo mismo y continuamos con el camino hacia el interior de la casa con Zayn a mis espaldas. Ligeramente, suspiro al colocar mi mano en la manija de la puerta, para por fin entrar. El inigualable y reconocible aroma que posee mi casa, se adentra a mis fosas nasales. Todo está en extremo silencio, por lo que acepto que esto me desconcierta un poco.

Estoy por llamar a mi madre o a mi padre, cuando veo qué Marie –la encargada del servicio en casa– sale de la sala de estar. Su rostro también se sorprende totalmente cuando me ve parado en el living.

– ¿Harry? – Ella se acerca a mí y no sé porque siento que mi piel se eriza por completo. – ¿Pero qué haces aquí? – Cuando la tengo al frente, ella estira sus brazos y me abraza, a lo que de inmediato contesto haciendo lo mismo.

Tener un gesto de esta manera tan pronto llego me hace volver a sentir las inquietantes sensaciones. Ella ha trabajado para la familia desde que nací, por lo que literalmente es de la familia. No puedo contestar, ya que siento un enorme nudo en la garganta, el cual si llego hablar, no sé qué pudiese pasar.

– He regresado. – Me armo de fuerzas e informo, acorde a su pregunta, sin dejar de abrazarla.

Ella rompe el abrazo, más sin embargo, sus manos se sostienen sobre mis brazos, para así mirarme fijamente. – Eso ya lo sé, pero aún no era momento de regresar. Hace apenas unos días te fuiste...– Dice y sé que por su mente pasa lo peor, pero no encuentra palabras o momento de cómo decirlo.

– Sí...– Me quedo mirándola también y cuando estoy por confirmar lo que me imagino que ocurre por su mente, mi madre aparece al final de las escaleras.

– ¿Harry? – Su ceño se frunce. Está de más decir que ella también luce totalmente desconcertada. – Mi amor, ¿Qué haces aquí? – Pregunta, a la vez que comienza a bajar con rapidez las largas escaleras. Camino hacia donde viene ella y tan pronto llega abajo, se lanza a mis brazos.

Yo me encuentro preparado, por lo que también la atrapo entre mis brazos. Una de sus manos se detiene en mi espalda, mientras que la otra en mi cabeza, dándome confort. Debido a la estatura de mi madre y todo lo que yo sobre salgo de ella, me tengo que inclinar un poco. Tengo mi cabeza colocada en su cuello, dejándome aspirar su delicado e inigualable aroma.

– ¿Qué pasó, mi amor? – Sé que no hacen falta las palabras para que ella note que algo no está bien. El mismo nudo en mi garganta se dispensa, haciendo una presión más fuerte y trato de eliminarla, cerrando fuertemente mis ojos.

Pasan algunos segundos, los cuales, no soy consciente de cuantos exactamente, hasta que ella opta por romper el agradable abrazo para también mirarme. Sus suaves manos acarician mis mejillas y una media sonrisa, se forma en ella. – Vamos a la estancia. – Dice y más que una opción, suena más a una orden.

Sin poner resistencia, asiento con la cabeza. Mi madre toma mi mano y me encamina por detrás suyo, para sentir a Zayn caminar también a nuestras espaldas.

Una vez que llegamos tomamos asiento en un sillón, a lo que yo quedo enseguida de mi madre, mientras que Zayn en otro de los sillones. Sus manos toman las mías, ella sabe perfectamente que algo malo pasó sin si quiera decírselo, por lo que tal gesto, ella demuestra que intenta darme confort ante todo.

– ¿Quieres hablar de que fue lo que sucedió? – Vuelve a interceder y mi piel se eriza nuevamente.

Me quedo unos segundos pensando en qué y cómo comenzar a decirle todo, así que sin darle más vuelta al asunto, decido que es decirle las cosas tal y como han sucedido. – Kendall me engaño, mamá. – Informo y no era de esperarse su reacción. Su rostro está sereno y tranquilo, a lo que me indica que ella también creía que Kendall fuese capaz de hacerme algo así.

– ¡¿Kendall qué?! – Una tercera voz ingresa a la plática que recién habíamos empezamos mamá y yo. Lily aparece a la entrada de la estancia y luce totalmente sorprendida, pero no es difícil notar que el enojo está por comenzar a incrementarse en ella, ya que su ceño se frunce.

– Lily... – Mi madre intenta hacer que mi hermana no se altere o prosiga con algo más que no ayude en algo, pero simplemente no sabe qué decir.

– ¿Kendall te engañó? – Mi hermana ignora rotundamente a mi madre, camina hacia nosotros y se detiene frente a nosotros. Tan pronto está con nosotros, Zayn se levanta de su lugar, preparado para cualquier cosa, ya que conocemos bastante bien a Lily. – ¡Responde! – Ella cambia abruptamente su tono de voz, por lo que los tres nos sorprendemos totalmente de ello.

– Lily, tranquila...– Mi amigo intenta interceder, para ver que puede lograr, pero es totalmente ignorado por ella.

– ¡Cállate, Zayn! – Sin si quiera mirarlo, simplemente girar un poco su cabeza, hace callar a mi amigo y a su intento de interceder. – ¿Vas contestar lo que te pregunté? – Insiste y pienso que lo mejor es decirle, ya que ella escuchó y no hay manera en hacerla cambiar de opinión.

Suspiro y pido que esto no se vaya hacer más grande de lo que ya es o por lo menos no se vaya de nuestras manos. – Sí...– Susurro y respiro profundamente. – Kendall me engañó. – Contesto a lo que anteriormente había preguntado y su semblante vuelve a cambiar.

Primero, en su rostro, se forma una media sonrisa y al notar eso, un escalofrío me entra. – La mato...– Dice en un murmuro. De pronto, su sonrisa se vuelve aún más grande. – ¡Yo mato a esa perra! – Su voz se eleva nuevamente y volvemos a sorprendernos.

– ¡Lily! – Mi madre reprocha. – Cuida tu vocabulario.

– Ahora mi vocabulario es lo que menos importa, mamá. ¡Esa puta engañó a mi hermano! – Vuelve a gritar, totalmente exaltada.

– ¿Qué son esos gritos? – Una masculina voz se adentra a nuestros oídos. Todos miramos hacia donde esta proviene y mi padre entra a la estancia. Para variar, su rostro se transforma al verme. – ¿Harry? – Asiento con la cabeza ligeramente y él se acerca sin dudar.

+++

– ¿Y qué piensas hacer, mi amor? – Pregunta mi madre, una vez que he terminado de explicar el cómo encontré esos mensajes y todo lo ocurrido.

– Obviamente se va a divorciar, mamá. – Lily me interrumpe, frunciendo el ceño hacia mi madre.

– Amor, deja que tu hermano conteste. Él es el que debe tomar la decisión. – Vuelve a inquerir. Su mano acaricia mi mano, tras espera mi respuesta.

Tengo la mirada de todos, puesta sobre mí y es algo incómodo, pero supongo que no hay otra opción. Niego con la cabeza y respiro profundamente, antes de responder. – Lily tiene razón, mamá. – Murmuro. – Tramitaré el divorcio. – Concuerdo con la chica de ojos azules que me mira sin despegar un solo segundo su mirada de mí.

Otros segundos de silencio son los que acompañan el momento, hasta que mi padre habla. –: Sea lo que decidas, sabes que tendrás nuestro apoyo, hijo. – Informa dándome su total apoyo y eso en realidad me hace sentir mucho mejor.

– Gracias, papá. – Agradezco, con el alivio por alto. Él asiente y con una sonrisa, me indica que todo está y estará bien.

– Entonces, ¿Te quedas a comer verdad? – Mi madre cambia de tema, ya que lo dicho está dicho y no hay vuelta atrás.

Asiento con la cabeza. – Sí, además... – Pienso un segundo, ya que aunque no parezca, siento pena. – quería pedir si puedo quedarme esta noche aquí.

Mi madre sonríe ampliamente y con su mano vuelve acariciar mi mejilla. – Claro que sí, mi amor. Todo el tiempo que quieras. – Dice sin duda alguna y me siento aun mejor. – ¿Tú también te quedas, Zayn? – Ahora su pregunta y mirada va hacia mi amigo.

– Claro que sí. – Él responde sin duda alguna y sonríe.

– Perfecto. – Ella concuerda totalmente feliz y se levanta del sillón. – Iré avisar que sirvan los platos. – Informa y comienza a caminar fuera de la estancia y cuando pasa al lado de mi amigo se detiene. – Gracias por todo lo que haces por Harry, Zayn. – Agradece a mi amigo, a lo que veo como él simplemente se sonroja levemente y responde con algo que no logro distinguir. Segundos después, ella sale totalmente de la estancia con dirección a la cocina.

Sigo sentado en el mismo lugar, minutos más tarde, veo a Lily levantarse del lugar y con decisión camina hacia mí. De un momento a otro, ella se sienta en mi rezago, pasando sus brazos por mi cuello, atrapándome en un fuerte abrazo, el cual respondo sin dudar un segundo. 


Nota #1. He vuelto, después de un mes :c, pero acá les dejo un capí largo, espero lo disfruten, ya que es lo que TODAS esperábamos lol 

Nota #2. Con aquello de las "dedicaciones" les informo que a mi no me gusta dedicar un capítulo a varias personas, así que las que me han pedido que dedique un capítulo las tengo anotadas (aunque no lo crean) para llevar un control de quien sigue y todo, así que no desesperen ni crean que las ignoro (jamás lo haría) ya que a todas les tocará un capítulo. ¿De acuerdo? :)

Nota #3. LAS AMO INFINITAMENTE Y MIL GRACIAS POR TANTA ESPERA ♥


Continue Reading

You'll Also Like

201K 25.6K 120
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
608K 81.4K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
595K 93.9K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
518K 53.2K 133
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...