Capítulo 26.

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Giro el pomo y abro la puerta del departamento dejándome ver todo su esplendor. Un frio recorre mi cuerpo al recordar el infierno que he vivido aquí y el cual estoy a punto de terminar.

Respiro profundamente antes de reaccionar. – Todo está bien, estoy contigo Zoe. – La voz de Kayla me anima. Asiento y rápidamente me adentro y ella lo hace detrás de mí, nos encaminamos a mi habitación para tomar mis cosas y así poder irme de aquí.

Del armario saco por bultos mi ropa y la aviento a la cama, así como también mis zapatos, mis cosas personales del baño y tocador. Por último, levanto el colchón y tomo el dinero que tenía guardado, Kayla me mira sorprendida pero me sonríe. Al no encontrar donde meter mis cosas –las cuales no son muchas– decido que en bolsas de plástico será. Realmente no tengo tiempo para ponerme a buscar alguna maleta o algo parecido.

Mi amiga al igual de desesperada que yo, comienza ayudarme a guardarlas en las bolsas. Cuando ya todo está embolsado, las tomamos y literalmente salimos corriendo del lugar, no me preocupo por cerrar la puerta con seguro tan sólo la estrello y salgo corriendo detrás de Kayla.

El departamento de ella está a unos cuantos del de Damon, así que no nos toma mucho llegar allí. La adrenalina corre por mis venas, mi corazón late a un ritmo casi imposible y mi respiración es difícil. Sé que yo misma me he vuelto a condenar al infierno, pero como Kayla dice; Damon ya no tiene por qué hacer lo que quiera conmigo, no permitiré que vuelva a ponerme una mano encima ni mucho menos me humille de la manera en que lo hace. También estoy consciente de que tan pronto llegue el mundo explotará –literalmente– en cuanto se dé cuenta que me he ido.

Con manos un poco temblorosas saca las llaves de uno de los bolsillos del pantalón y lo introduce en la cerradura. Tan pronto abre la puerta, ambas entramos y la puerta es cerrada de inmediato. Es casi imposible pero realmente nuestras respiraciones se escuchan debido al eco que se produce en el departamento, ya que no hay ningún ruido en absoluto.

– ¿Estás bien? – Kayla me pregunta. Suena agitada y alterada, pero su rostro es un tanto serio.

Asiento con la cabeza, me es imposible hablar en este momento por los hechos ocurridos hace unos segundos. Kayla deja caer las bolsas en el piso y las llaves las coloca sobre la mesa de la cocina. Ella suspira y se acerca a mí con una sonrisa en sus labios. – Olvida todo, ¿está bien? Te prometo que Damon no volverá hacerte daño y ponte cómoda, que ahora esta es tú casa. – La dentadura de mi amiga sale a la luz en forma de sonrisa, una grande sonrisa que irradia felicidad y complicidad.

– No sé qué haría sin ti. – Le informo a la vez que la atrapo en un abrazo de oso. Ella sin dudarlo responde a mi gesto colocando sus brazos alrededor de mi cuerpo.

Puedo sentir un enorme alivio dentro de mí, así como también una paz y tranquilidad que se van apoderando de mi interior. Suspiro y el aroma de la colonia de Kayla se filtra por mis fosas nasales vuelvo a sonreír y me aparto con lentitud de su abrazo.

Frente a frente me doy cuenta de que su sonrisa se hace menos vistosa. – Bueno, debemos estar preparadas para lo que sea que vaya a venir... y con eso me refiero a Damon. De seguro cuando vea que te has ido, el primer lugar en que vendrá a buscarte, será aquí. – Suspira pesadamente. – Y no quiero verte débil frente a él, ya no más Zoe, quiero verte fuerte y decidida, ¿está bien?

Sé lo que quiero para mí y desde hace tiempo en mi vida ya no se incluye a Damon, no más. – Sí, te lo prometo. – Aseguro asintiendo con la cabeza animadamente.

– ¿Te parece si vamos acomodar tus cosas en tu nueva habitación? – Atrapa su labio inferior entre sus dientes demostrándome lo emocionada que está y tengo que aceptar que yo también lo estoy.

Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO • Where stories live. Discover now