Capítulo 30.

5.5K 260 53
                                    

Ya no sé si es por inercia o el enorme terror que recorre mi cuerpo, pero me he quedado estática con el simple hecho de escuchar su voz a mis espaldas, muy cerca de mí. Puedo sentir el notable aceleramiento de mi corazón, mi pecho sube y baja a un ritmo exagerado. Cuando creí que había superado el miedo que tenía de este hombre, en estos momentos reitero que no es así.

Unos cortos segundos, los cuales se hacen interminables para mí, se hace presente un incomodísimo silencio. En ese momento, escucho sus pasos contra el piso del pasillo. Sintiendo mis piernas desvanecer y con algo esfuerzo, logro girar totalmente mi cuerpo hacia dónde puedo escucharlo. Con el mismo terror que comencé a sentir tan pronto escuché su voz, lo miro. Damon está a unos pocos pasos de mí con su habitual ropa totalmente negra. Una descarada sonrisa adorna su rostro, sus profundos ojos me miran fijamente a los ojos, mientras que los míos están abiertos enormemente ante su presencia.

Quiero correr, rápido y lejos de él, pero no miento cuando digo que mis piernas no responden; es como si ambas estuvieran adheridas al suelo. Simplemente estoy estática, temblando y sin poder articular palabra alguna ante tal momento. De pronto, el continua su paso acercándose aún más a mí, y es cuando realmente quiero gritar y llorar.

A medida que se acerca más, su sonrisa se hace mucho más sínica y descarada. Tan pronto lo tengo frente a mí, el aroma a colonia mezclado con el cigarrillo, se adentra por mis fosas nasales. Reúno el coraje y levanto mi cabeza, para mirarlo a los ojos. Cuando lo hago, él ya tiene su vista puesta en mí, aunque para ser sincera, sabía que en ningún momento sus ojos habían dejado de observarme, pero eso no quita en absoluto lo aterrada que logra ponerme en tan solo unos segundos.

¿Kayla dónde estás?

– Hola. – Vuelve a decir, sin quitar o cambiar la misma sonrisa de lado.

Puedo escuchar mi dura respiración, mi pecho no ha dejado de subir y bajar. – ¿Q-que quieres? – Con dificultad pregunto. Trago saliva, la cual cuando pasa por mi garganta, raspa provocándome dolor.

– ¿Tú que crees? – Suelta una pequeña risa irónica. Realmente quiero que deje de sonreír de esta manera. No contesto a su pregunta, porque algo dentro de mí me dice cuál es la respuesta, y es una que no quiero escuchar. – A ti. – Responde con tranquilidad y descaro.

Vuelvo a tragar saliva. Me siento totalmente estúpida e inservible al no ser capaz de valerme por mi misma y alejarme de aquí en este momento.

– Déjame en paz. – Articulo en un susurro, que para ser sincera ni yo sé de donde saqué tal valor para hacerlo.

Tras escuchar mis palabras, él me observa unos segundos más, para después reír descaradamente y algo exagerado, que para mí sonar, lo siento muy burlesco. Intento mantenerme firme ante su figura, pero sé que estoy fallando rotundamente. Su sonrisa se borra casi de inmediato y de golpe. Un escalofrió me recorre desde la cabeza hasta la punta de los dedos del pie.

– ¿Así estás pagándome todo lo que he hecho por ti? – Habla con cautela, voz baja y ronca. Da un paso hacia el frente y por inercia, yo retrocedo. Entonces, agradezco haber podido salido de ese trance. – Sólo te lo diré una vez, por las buenas, Zoe. – Indica con el mismo tono de voz. – Quiero que entres a nuestro departamento y olvides todas las idioteces que te metió en la cabeza la perra de Kayla. – Declara firme.

Lo he escuchado perfectamente, y no puedo creer tan cinismo en una persona. – No. – Replico negándome de inmediato, a la vez que doy un nuevo paso hacia atrás y así irme de aquí.

Tan pronto doy el paso hacia atrás, él se da cuenta de mis intenciones y en un rápido movimiento, toma fuertemente mi brazo impidiendo que siga alejándome. Un gemido de dolor mezclado con sorpresa, sale de mis labios. De un segundo a otro, gira mi cara junto con mi cuerpo frente a él, sintiendo mi pecho contra su torso. Damon sigue presionando mi brazo fuertemente, para después repetir tal acción con el otro brazo, logrando que el dolor sea más fuerte y agudo.

Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO • Where stories live. Discover now