Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO •

Capítulo 16.

¿Él me pregunto eso de verdad? Me volví a paralizar con su pregunta, lo miré y sus ojos rápidamente se encontraron con los míos esperando respuesta alguna. Realmente me encantaría ir con él, pero lo último que quiero es causarle problemas con su novia.

– No creo que sea buena idea Harry...

– ¿Por qué no? Solo iremos a cenar, tu novio no está y por Kendall no te preocupes. Aparte, no es como si fuera algo malo, solo es una cena. Acompáñame, por favor.

Su rostro literalmente estaba haciendo un puchero y realmente no podía, más bien no quería decirle que no.

– Está bien, vamos.

Él volvió a sonreír y con su mano me hizo un gesto diciendo que caminara. Hice caso a su pedido y camine a su lado. No había vuelto a ver a Harry desde lo ocurrido aquel día en el club nocturno. El tan solo recordar ese día o en especial lo que paso esa noche, en mi estómago podía sentir un ejército de mariposas atrapadas en un pequeño lugar desesperadas por salir.

Subimos al ascensor y ninguno de los dos hablaba, como si los dos estuviéramos evitándonos la mirada. Mis piernas temblaban levemente y el estúpido oxigeno que había en el ascensor era bastante escaso.

Un timbre nos hizo saber que ya habíamos llegado. Harry me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera. Conforme nos fuimos acercando más al estacionamiento me pude percatar de su auto. Me hizo caminar hasta el lado del copiloto. Después de quitarle la alarma, abrió la puerta teniéndome su mano para ayudarme a subir. En esos segundos debatí mentalmente si debía o no tomarla.

Opte por la primera, tome la mano de Harry y me sorprendió al sentir como el la apretaba levemente. Traté de no tomarle importancia y solamente me subí a pesar de que comenzaba a temblar por ese simple y leve toque entre él y yo.

A los pocos segundos la puerta del otro lado y Harry subió por esta. – ¿Lista? – Preguntó con una sonrisa.

– Sí. – Respondí de la misma manera con otra sonrisa, pero sin mostrar mis dientes.

Harry asintió con la cabeza y puso el auto en marcha saliendo del estacionamiento. Segundos más adelante, estiró la mano y encendió la radio dejandola en el mínimo volumen.

– Bueno, entonces ¿Qué te gustaría cenar? – Preguntó Harry volteando a mí y de nuevo hacía el frente.

– No lo sé, tenía pensando ir  a la tienda de autoservicio y tal vez comprar un sándwich que se yo. – Reí secamente y me gire a ver a Harry el cual frunció el ceño levemente.

– ¿Es enserio? – Pregunto y yo asentí. – Bueno, pero no iremos a una tienda de auto servicio, así que decide algún lugar a donde ir o decido yo.

– No, Harry no quiero que vayamos a uno de esos lugares caros como el que me llevaste aquella vez.

– ¿Por qué no? ¿No te gustó la comida?

– No es eso, claro que me gusto. Pero no me siento cómoda, es solo eso.

 – Está bien, prometo no llevarte de nuevo a un lugar así al menos que te sientas cómoda. – Terminó con una enorme sonrisa. – ¿Te gustaría ir a comer algo más casual? ¿Qué tal sushi?

Sonreí. Amaba el sushi, es como si podría vivir eternamente comiendo sushi y jamás me enfadaría. – Sí, me encanta. ¡Vamos! – Creó que actué como una niña pequeña pero en ese momento no me importó.

– Está bien, allá vamos.

Harry siguió manejando mientras nosotros seguíamos platicando sobre cualquier cosa. Me hacía reír con las cosas que él decía. A veces Harry no parecía tener veinticinco años, que era algo que me agradaba de él. No siempre actuaba como el joven empresario serio y formal.