Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO •

Capítulo 3.

*En multimedia, los hermanos Lily y Harry Styles* 

ZOE

Las lágrimas no dejan de caer sobre mis mejillas, estoy realmente cansada. Esto es todas las noches, todos los malditos días, es un cuento de nunca acabar. Cualquier cosa le molesta y allí es cuando el verdadero infierno comienza. Gritos, vidrios por todos lados, debido a las cosas que él quebraba, pero sobre todo golpes, golpes y más golpes que yo tengo que soportar.

Es tan enfermiza toda esta situación. En cierto modo, pienso que algo he hecho mal para merecerlo o simplemente éste es mi destino... mi vida es y será así. No existe algún remedio o esperanza, la única cosa que tengo que hacer es soportarlo.

Estoy aún donde él me ha golpeado, en el baño de mi habitación. Llorando, con sangre saliendo de mi labio inferior y nariz. Totalmente inmóvil por el dolor que han causado los golpes que le ha dado a mi abdomen. Trato de levantarme, pero me es inútil, el dolor es más fuerte que todo. Doy gracias al cielo y a quién llamó a la puerta, ya que si no fuera por eso, él seguiría golpeándome y quién sabe hasta que punto sería capaz de llegar esta vez.

Unos pasos resonando contra el suelo se escuchan aproximarse al baño. Me sobre salto y el miedo recorre mi cuerpo, otra vez. Solo pido que esto acabe, tan solo por hoy.

La puerta se abre dejándolo a la vista. Se detiene apoyándose en el marco de la puerta mientras me mira fijamente, sin articular palabra alguna. En su mirada se nota el odio y desprecio que me tiene, pero, ¿Qué le he hecho yo? ¿Por qué actúa de ésta manera? ¿A dónde se fue el chico que algún día dijo amarme?

— ¿Piensas quedarte todo el día tirada en el piso o qué? — Pregunta como siempre, en ese tono frío, sin expresión alguna.

— D-Damon me duele y mucho, n-no puedo m-moverme...— Contesto entrecortada mente, tratando de no llorar, pero todos mis esfuerzos son en vano, las lágrimas continúan saliendo a chorros y escurriéndose por mis mejillas.

De un momento a otro, camina directamente a donde estoy y rápidamente, con su brazo me levanta. Un grito de dolor sale de mis labios por lo brusco que había sido. Todo mi cuerpo duele horrible, no puedo si quiera soportar más. En estos momentos prefiero morir sin duda alguna.

— Te he dicho que no debes de hablar con nadie, Zoe. ¿Cuándo es que lo vas a entender?— Grita a centímetros de mi rostro, entumiendo su mandíbula.

— Es mi compañero de clase, solo le presté mis apuntes Damon...— Declaro de inmediato, esperando que su agarre no sea tan fuerte. 

— ¡Cállate y deja de negarme las cosas! Yo lo sé todo, así como también sé que eres una zorra.—   Su voz sigue aumentándose a cada segundo. — No digas nada, ni tampoco quiero escucharte llorar, es mejor antes de que vuelva a perder la poca paciencia que me queda.— Su rostro sigue cerca del mío. Puedo sentir su aliento chocar con el mío, sus azules ojos toman ese oscuro color, causado por la rabia y enojo.— No quiero hacer esto, bebé... pero siempre me provocas. ¿Cuántas veces tengo que decirte que eres mía y de nadie más?— Besa mis lastimados labios y a los segundos se aleja. En sus labios queda sangre proveniente de mí, a lo que resuelve pasando la lengua por su labio inferior limpiando cualquier rastro del liquido rojo. Y sin más, se va, dejándome sola... como siempre.

HARRY

Hoy he pasado todo el día en casa de mis padres, ya que sigo emocionado con la llegada de mi hermana. Una vez que llego a mi casa pongo el auto en el estacionamiento y me dirijo hacia la entrada del elevador. Unas risas captan mi atención, giro mi cara un poco a donde provienen éstas y miro a la chica oji azul. La chica con la qué tropecé días atrás y el chico que me abrió la puerta de su departamento.