Capítulo 1.

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*Multimedia Harry y Kendall* 

 DAMON

Llevo a Zoe por el largo pasillo del edificio entre empujones y una que otra rabieta por parte de ella, hasta que llegamos al departamento. Zoe continua llorando y jaloneando para intentar zafarse de mi agarre, sabe que estoy más que encabronado.

Una vez en la habitación, la empujo hacía la cama logrando que ella caiga en ésta. Sus azules ojos tratan de parar de llorar, mientras intenta descifrar mis movimientos. El miedo acumulándose en ella, es algo muy notable. Me coloco en el borde de la cama mientras ella sigue en el mismo lugar observándome. Llevo mis manos a los botones de la camiseta y empiezo a desabrocharlos uno por uno, mientras que mi mirada sigue fija en ella. Quiero dejarle en claro, más bien necesito demostrarle que es mía, sólo mía y de nadie más.

— Quítate la ropa. — Pronuncio en un susurro, pero me aseguro que ella pueda escucharme. Vuelvo a sus ojos y noto como me mira de arriba abajo, observando lo que hago. Ahora, bajo mis manos al cinturón y también lo desabrocho.

— D-Damon... ¿Q-qué haces? — Zoe pregunta sollozando, completamente invadida de miedo al ver mis acciones. Con sus manos, empuja su cuerpo un poco más para atrás —cómo si eso fuese a impedir que la alcance—. Su mano se va a su boca cuando desabrocho la bragueta del pantalón.

— Algo que debí de hacer hace bastante tiempo. Te dije claramente que no debías hacer y me desobedeciste. — Respondo cortamente, mientras tomo de mi cajón de ropa interior, algunos paquetes de condones. Ella rápidamente junta sus piernas y tira de nuevo hacia atrás. El miedo sigue aumentando en todo su cuerpo.

—Damon... p-por favor. — Los ojos de Zoe se abren con miedo a mis acciones. Su voz sale en un susurro apenas inaudible, pero no por eso cedería.

—No Zoe, ya no más. Conmigo no se juega.— Coloco los condones junto al borde de la cama y me acerco lentamente a ella.

— N-no, por favor... — Vuelve a retroceder sobre la cama. Ahora en su rostro, aparte del miedo se refleja una enorme furia.

La tendré por las buenas o por las malas. Tengo que hacer de alguna manera que ella siempre esté conmigo sin importar el costo. He tratado de ser paciente pero no puedo más, tengo que hacerlo de una vez por todas.

Me está jodiendo la puta vida. Todo inició con un simple romance, he intentado llevarlo por las buenas, por qué Zoe me gusta de verdad. Su inocencia, su carisma, su belleza, su sencillez y sobre todo su nobleza, es lo que me tiene estúpidamente enamorado. Después de un tiempo, del cual ni si quiera me di cuenta de cuando sucedió, fue que me convertí en un completo adicto a ella. Me siento cómo un drogadicto necesitado de su droga. Nadie en ningún momento me ha llegado tan profundo como ella lo ha hecho y cada día siento que no tengo lo suficiente de su parte y no exactamente hablando del tema sexual, lo cual me frustra totalmente. Zoe me tiene cautivo, incluso me he vuelto posesivo y celoso... todo por ella.

Todos los días me siento como un jodido adolescente en plena pubertad, pensando en que es lo que hace o piensa. ¡Joder! 

Con la mano libre arranco su blusa jalándola y haciendo que se rompa por la mitad, dejándola sólo en sostén. Ella grita, debido a la repentina acción y comienza a forcejear aún más. Ahora, me enfoco en desabrochar su pantalón. Con una mano, sostengo las dos de ella y con la libre termino de bajarlo junto con sus bragas. En un rápido movimiento me deshago de mi bóxer, tomo un de los condones, lo rasgo con los dientes y cuando lo termino por sacar, lo coloco rápidamente en su lugar. Ya no hay vuelta atrás, será mía, aunque no de la manera que me hubiera gustado.

—Po-por favor, no hagas esto. —Suplica. Su voz es casi inaudible y me es casi imposible escuchar lo que me dice, pero en el punto en el que estoy,  ya siento un agudo dolor en mi pene, todo por quererla hacer mía ahora.

Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO • Where stories live. Discover now