Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO •

Capítulo 5.

*Multimedia Zoe y Harry <3*

ZOE

— D-Damon.— Trato de sonar firme, pero mi intento es fallido al instante en el qué tartamudeo. Me alejo de él para ponerme una cómoda blusa y salgo de la habitación, con dirección a donde sea que no esté él.

— ¿Cómo te fue en la universidad?— Me sigue mientras camino por el pasillo, para llegar a la cocina.

Me giro a él al instante de escuchar su pregunta y suelto una irónica risa. — ¿Desde cuándo te importa cómo me va en la universidad? No me vengas con esas cosas, Damon. No te quedan para nada.

— Sabes que me preocupo por ti, Zoe.— Dice y estoy segura de escuchar el descaro en sus palabras.

Mi irónico sentido sigue presente al escuchar sus absurdas palabras.— Lo dudo. Ya que tu manera de tratarme, no es la correcta para poder creerte.

— Zoe, no empieces. Sabes que la que sale perdiendo siempre, eres tú.— Susurra en mi oído y después se aleja un poco mostrándome una victoriosa sonrisa. Y al pensar sus palabras me doy cuenta que tiene razón, yo soy la que siempre tiene todas las de perder contra él. — ¿Olvidas lo bien que lo pasábamos antes?

— Todo cambio y gracias a ti, ¿Lo olvidas? Sigo sin entender que te hice para que me trates de la manera en que lo haces.— Mis ojos al instante comienzan a llenarse de lágrimas y mi labio inferior tiembla.

Una carcajada burlesca por parte de él, se escucha por toda la cocina. — Zoe, no comencemos por hoy, ¿Quieres?— Antes de poder decir algo o responder si quiera a su irónica pregunta, toma mi barbilla con su mano. Bruscamente me acerca y me besa a mis labios con ferocidad. Lo empujo con todas mis fuerzas y él vuelve a reír, camina a la puerta de salida abriéndola para salir e irse de una vez por todas.

Como siempre lo hace, se burla de mí, me golpea, me engaña e incluso abusa de mí. ¿Cuando fue que todo cambió entre Damon y yo? ¿Qué fue lo que hice mal? ¡¿Qué?! Pequeñas lágrimas escurren de mis ojos y el recuerdo de mi madre me invade. Ya son más de diez años sin verla y la extraño, ni si quiera sé si ella vive o si ella me está buscando en estos momentos. Y como olvidarme de mi abuela, mi dulce y linda abuelita que hace casi dos años dejó este mundo y se fue a uno mucho mejor. Sin sufrimientos y de pensarlo, siento algo de envidia y desearía ser yo la que este muerta y no ella, aún que se escuche mal y egoísta.

Ya son las 6:00 de la tarde y no hay rastro alguno de Damon. Tengo que hacer tarea y no logro concentrarme. Tomo todas mis cosas y las guardo de nuevo en mi mochila, para así irme de aquí. Ya caminando por la calle, no tardo mucho en encontrar un lugar perfecto. Una pequeña cafetería con un estilo más acogedor y agradable, a unas cuantas cuadras de casa. Tiene algunas mesas por fuera del local y otras más dentro. Escojo una de las que se encuentra afuera, ya que la tarde está perfecta para disponerme a apreciar y disfrutar lo que resta del día. Pido un frappuccino de chocolate y así, me dispongo a terminar mi tarea.

Sonrío victoriosa al saber que por fin he terminado, pero mi cara se transforma al ver la hora en el reloj del lugar 9:15 de la noche. ¡Mierda! De seguro Damon ya se está de regreso en casa y por si fuera poco, he olvidado mi celular. ¡Estoy muerta! Rápidamente tomo mis cosas y las regreso a mi mochila. Una vez que lo hago, tomo mi cartera para dirigirme a pagar la bebida que recién he terminado de tomarme.

De lo apurada que voy, no soy consciente que alguien también está en la puerta del establecimiento y mi cabeza recibe un ligero golpe con ésta. Levanto la mirada y mi sorpresa es enorme, en este momento deseo que la tierra me tragué. ¡Que tonta eres, Zoe! Me regaño a mi misma, mientras que a la persona frente a mí, se le forma una sonrisa.