Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO •

Capítulo 25.

Mis ojos se abren poco a poco y me doy cuenta que me he quedado dormida, despierto en la habitación de Damon y recuerdo lo ocurrido. Qué más hubiera preferido que sólo hubiese sido una pesadilla, una horrible pesadilla. Mis ojos vuelven a llenarse de agua y con cuidado me levanto de la cama, ya que mi cuerpo sigue un poco mallugado. Envuelvo bien la sabana sobre mi cuerpo y me tomo el tiempo para caminar y salir de aquí.

Mis pasos son pesados y difíciles, todo mi cuerpo duele como el infierno, las lágrimas siguen cayendo por mis mejillas descontroladamente. Tomo el pomo de la puerta de mi habitación entre mis manos y lo giro, me adentro a mi recamara y entonces los sollozos que he atrapado en mi boca comienzan a salir provocando eco en el lugar. Las horrorosas imágenes continúan formándose en mi cabeza cómo una horrorosa película.

Mi corazón comienza acelerarse debido a la rabia que cargo dentro. Anoche me podía ver como la mujer más feliz del planeta tierra y hoy me siento como la más desdichada. Sé que yo misma me he buscado esto al meterme con un hombre el cual está comprometido y más que eso; yo estando en la misma situación, pero ¿Qué puedo hacer? me he enamorado perdidamente de Harry, el chico dulce del cabello largo de rulos, de sus preciosos ojos esmeralda y todas las cualidades que lo hacen ser tan... él.

Con mi mano trato de limpiar el agua que ha salido de mis ojos mientras sorbo por la nariz. Reacciono y me quito del lugar donde me he quedado parada por los últimos segundos, dejo caer la sabana hasta mis pies y desesperadamente busco entre mis cajones del armario algo de ropa limpia. Sin esperar más tiempo entro a la ducha para tratar quitarme la asquerosa sensación que tengo sobre mi cuerpo. Abro el grifo de la regadera y espero que el agua tome una temperatura correcta; mientras hago esto, me quedo parada frente al espejo del baño mirando lo increíblemente demacrada que me veo.

Mis ojos están completamente hinchados y rojos de tanto llorar, mi cabello está hecho un completo desastre, mis labios agrietados y un moretón exactamente en mi pómulo derecho es totalmente visible. Cubro mi boca con la mano ahogando –una vez más– mi llanto. Abro la cortina y me adentro a la regadera; sin esperar mucho me coloco exactamente debajo de la lluvia artificial dejando que cubra cada parte de mi cuerpo. Tomo la barra de jabón y sin cuidado alguno la paso por todo mi cuerpo, al hacer esto me doy cuenta de varios chupetones y mordidas ocasionados a mi piel.

La rabia vuelve a crecer de inmediato dentro de mí así como también el asco que Damon me provoca. Repetidas veces paso el jabón por cada parte de mi cuerpo mientras mis lágrimas son cada vez más y más, cada segundo que pasa aumento la presión de la barra de jabón a mi cuerpo para así tratar de quitarme su olor, incluso su presencia que aún logro sentir en mí.

No tengo idea de cuánto tiempo he durado bajo el agua pero me he dado cuenta que mi piel se ha comenzado a arrugar. Sin muchas ganas cierro el grifo, salgo de la regadera y tomo la toalla que está sobre la tapa del inodoro y me seco. Mis sollozos se han ido por completo así como mis lágrimas, pero uno que otro suspiro se escapa de mis labios por todo lo que lloré. Antes de salir, cepillo mis dientes, en verdad quiero quitarme todo rastro de él. Salgo del baño y veo la ropa que tomé hace un rato para cambiarme. Mientras coloco una y cada una de las prendas, yo misma me puedo sentir totalmente ida, mi mente está totalmente en blanco y mi mirada en un punto fijo sin concentración.

Camino al tocador y me siento en la silla frente al espejo que lo adorna. Me quedo unos segundos mirándome fijamente y más allá del dolor, me doy cuenta –una vez más– que mi dignidad como mujer está por los suelos, totalmente pérdida. Abro un pequeño cajón de aquí y saco una barra en crema de corrector y mi maquillaje, mientras comienzo a colocarme corrector encima del moretón el ardor y constantes piquetes se hacen presentes, es obvio que dolerá debido a lo reciente que es. Sin hacerle mucha importancia al dolor, continuo colocándolo y esparciéndolo hasta tratar de hacerlo menos notable. Después de dos capas de corrector sigo con el maquillaje, el cual con tres capas y una pasada de polvo este desaparece totalmente a excepción del dolor.