Protect Me ; Harry Styles • E...

By dxddyissues_

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Sus golpes sin piedad alguna, están en todo mi cuerpo. Cada centímetro de mi piel, tiene su nombre marcado en... More

Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
hOLA Y PERDON
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
AVISO IMPORTANTE
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
MARATÓN POR INICIAR
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.

Capítulo 33.

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By dxddyissues_


Primero que nada, quiero felicitar a mi pequeña @DayPandicornia1D por su cumple años :) Que tengas el mejor de los cumpleaños y lo pases con quien más quieres. Gracias por el apoyo que he tenido de tu parte desde siempre con la historia. Un abrazotototote <33 ¡Disfruta el capítulo!

ZOE.

Trato de evitar a toda costa la poderosa e intensa mirada de Harry de mí. Niall y Zayn se alejan poco a poco de nosotros, y de inmediato siento la misma intimidación que me llega cada vez que estoy con él. Las cosquillas en mi estómago comienzan a proporcionarse por todo mi interior y por más que intento no tomarle importancia, me es imposible.

Sigo con la mirada hacia el lugar por donde se fueron los chicos, pero rápidamente, esa ronca voz que tanto me gusta y me quita el sueño día a día; se hace escuchar.

– Zoe...– Harry da otro paso hacia el frente, quedando a pocos centímetros de mí. Estúpidamente, me he quedado inmóvil, mis piernas no reaccionan y el nerviosísimo de tenerlo tan cerca de mí, aumenta.

Un escalofrío recorre desde mi cabeza, hasta la punta de mis pies. Intento, realmente intento apartar la vista de él, ya que es demasiada la tentación tenerlo tan cerca y vulnerable frente a mí, pero definitivamente su presencia y su profunda mirada, desquician todos mis pensamientos.

De repente, sus fríos y largos dedos se hacen presentes en una caricia a mi brazo. Cierro los ojos al sentir las miles de sensaciones que ese simple toque proporciona a mi interior. Mi piel al instante se pone de gallina al ver que no se detiene, incluso puedo sentir su agarre hacerse más fuerte. Sin si quiera abrir los ojos, agacho la cabeza y muerdo mi labio inferior con delicadeza, aguantando este momento.

– Sé que sientes todo lo que yo estoy sintiendo... – Murmura por lo bajo. Su ronca voz provoca que mi piel de gallina aumente. – puedo sentirlo. – Su mano toma mi antebrazo con algo de fuerza y con cautela, siempre y cuando cuidando su delicadeza.

Aun con la cabeza hacia abajo, abro los ojos mirando hacia la dirección de su mano tomando mi antebrazo. Observo detenidamente su agarre y después de unos segundos, subo la mirada hacia él. Harry está mirándome y me doy cuenta que jamás ha dejado de hacerlo desde que está frente a mí. Su ceño está fruncido levemente, su rostro luce serio, pero sobre todo tranquilo.

– ¿P-porque haces esto? – Me animo de valor y pregunto. Mi voz es un susurro indeciso y tembloroso.

Escucho un fuerte suspiro proveniente de sus labios, su pecho sube y baja. Agacha la mirada a la vez que su mano baja hacia mi mano para acariciarla levemente.

– Soy un idiota por no haberme dado cuenta antes...– Dice mirándome fijamente nuevamente. – ¿Por qué nunca fuiste clara conmigo?

Mi cuerpo se tensa al escuchar su pregunta, no soy tan tonta como para no saber a qué se refiere, pero prefiero aparentar que sí lo soy. Niego levemente con la cabeza y con disimulación, muevo la cabeza, haciendo una seña de negación mientras miro a otra dirección, pero mucho antes de que pueda hablar, me detiene. – Por favor no lo niegues, tú sientes lo mismo que yo. – Explica soltando mi mano, entonces, eso me toma desprevenida y me obliga a mirarlo, una vez más. – No me mientas diciendo que tú no me amas como yo te amo a ti... lo que sentimos el uno por el otro es inexplicable Zoe. Yo no te esperaba en mi vida, más sin embargo llegaste y todo lo pusiste de cabeza... una y mil veces traté de alejarme y no pensar en ti, pero siempre terminaba buscándote. Todo esto era prohibido para ambos y aun así, encontrábamos la manera de estar juntos. – Las palabras de Harry aceleran mi corazón, a tal manera de que este golpeé fuertemente a mi pecho. Su ronca voz se eleva discretamente y uno que otro escalofrío me llega. – Tú estabas con el imbécil de Damon, y no tienes una mínima idea de cuanta rabia sentía el sólo imaginarme que estuvieras con él. Que tus besos le pertenecieran, que él fuera el afortunado de tener tu presencia día a día, que él fuera el único que pudiera probar y saborear la inocencia de tu cuerpo...– Simplemente me quedo estática al escuchar todas y cada una de las palabras provenientes de la boca de Harry. Quizás exagero o ya hasta tengo ilusiones acerca de esto, pero puedo notar bastante sentimiento de dolor en sus palabras.

Nuevamente mis ojos comienzan a picar y la visión empieza a ponerse borrosa. Miro al otro lado y después de unos segundos, vuelvo a Harry. – ¿Y de qué sirve que te hubiera confesado mis sentimientos hacia ti? ¿Eh? – Exijo saber aumentando mi voz. – Tú estabas con Kendall y para mí era igual o incluso más doloroso, pero jamás dije o hice algo porque no se me hace justo. Lo acabas de decir, no me esperabas en tu vida, así como yo no lo hacía en la mía. Sí, sé que estuvimos mal al hacer todo lo que hicimos, llegamos a un punto donde era muy tarde para detener todo, porque cuando menos lo pensamos... fue bastante doloroso. – Suelto y mi voz se quiebra ligeramente.

– Zoe, yo te pedí que solo necesitaba que fueras clara conmigo y así yo acabaría con todo esto. – Habla como si yo no recordara cada y una de sus palabras, las cuales aún suenan en mi cabeza y duelen cada segundo que pasa.

– ¿Y qué? ¿Crees que yo te pediría que dejaras a Kendall? – Cuestiono confundida y un poco ofendida. – Quizás te confundiste, pero yo jamás te pediría eso. No se me hace justo que una persona arruine una relación de tantos años y de tanto amor, como el que tú y Kendall se tienen. – Aclaro el punto del porque no quise que él detuviera todos sus planes, no por mí.

El ceño de Harry se frunce y con su mano soba su frente con fuerza más de la necesaria. – ¿Por qué Zoe? Quiero decir, yo era el que debería de preocuparme por eso, no tú. Mis sentimientos hacia ti son totalmente verdaderos y lo único que pedía era unas simples palabras para que estuviéramos juntos. ¿Es tan difícil entender?

La frustración se adueña de mi interior y es entonces cuando las lágrimas salen de mis ojos. – ¡El que no entiende aquí eres tú, Harry! ¿Cómo te sentirías si en tu lugar, fuera Kendall la que hace lo que tú haces conmigo? Sea como sea, pero Kendall no merece lo que hemos estado haciendo a sus espaldas... no lo merece. – El dolor en mi pecho se dispersa causándome una mueca de dolor y haciendo que otra lágrima resbale por mi mejilla.

Limpio el agua proveniente de mis ojos y noto los de Harry tornarse brillosos, mostrándome lo mucho que está guardándose también. Nos quedamos en silencio por un momento, el canto de los grillos suena al fondo y a lo lejos la música de la fiesta nos recuerda el evento que se está viviendo a unos metros de nosotros. Una que otra vez Harry sorbe por la nariz y eso me hace sentirme mucho peor, ya que él debería estar divirtiéndose y pasándola increíble en este día.

– Entonces...– Su entrecortada y grave voz vuelve hacerse presente. – así es como esto acaba, ¿No? – El mismo tono de dolor reluce y hace que una punzada de dolor llegue a mi pecho.

Lo que debimos de haber hecho hace bastante tiempo atrás y habíamos estado evitando, llega a su momento. Sé perfectamente que debo de contestar, pero algo dentro de mí; lo impide. Presiono mis labios sobre una firme línea y bajo una vez más la cabeza, sosteniendo dentro de mí las ganas que tengo de llorar y gritarle lo mucho que esto me duele, pero también sé lo que debemos de hacer y lo cual es lo más correcto.

Respiro profundamente a la vez que limpio las lágrimas que han escapado de mis ojos. Trato de calmarme por unos segundos y levanto la mirada hacia él para enfrentar lo inevitable. – Sí... creo que es lo mejor. – Respondo por lo bajo, pero estoy segura que él me ha escuchado perfectamente.

El labio inferior de Harry tiembla y rápidamente lo detiene ocultándolo con su mano. Levanta la cabeza hacia el oscuro cielo, colocando las manos a ambos lados de su cintura, mientras respira profundamente. El incómodo momento llega de nuevo en forma de silencio. No sé cuánto tiempo pasa, pero después él agacha la cabeza hacia mí.

Harry sostiene sus labios en una línea, mientras asiente con la cabeza varias veces. – Respeto tu decisión. – Simplemente responde y puedo notar que su voz se ha tornado más gruesa, así como sus ojos lucen levemente hinchados y brillosos.

– Gracias. – Trago saliva y asiento con la cabeza.

– ¿Puedo pedirte un último favor? – Pregunta rápidamente, sorbiendo por la nariz una vez más.

– Claro que sí. – Respondo sin dudar.

Harry parece dudar un poco sobre lo que dirá, ya que parece pensar bien que saldrá de sus labios. – ¿P-puedes besarme por última vez? – Me quedo un segundo helada a su pregunta. Es lo que más deseo en estos momentos, pero el saber que será nuestro último beso, me parte el alma.

– No hagamos esto más doloroso, Harry...– Niego con la cabeza y lo miro con tristeza.

Antes de continuar, él se acerca a mí tomándome por ambos antebrazos. – Por favor...– Suplica. Me quedo unos segundos observando su rostro y entonces me pregunto cómo es que puede ser tan perfecto.

Mi cuerpo tiembla literalmente ante él y por más que entiendo que esto no está bien, es algo que quiero totalmente.

Mi mirada cae ante sus labios, quizás en respuesta a su pregunta. Harry también baja sus preciosos ojos verdes a mis labios y al ver que no digo nada, sube una mano a mi rostro, abarcando mejilla y cuello. Con las yemas de sus dedos acaricia mi mejilla. Lentamente comienza acercarse y mi corazón rápidamente se acelera. Su respiración golpea a mi rostro y cuando sus labios rosan los míos, escucho unas voces provenientes de adentro.

Me alejo rápidamente de Harry, mientras que él se queda en el mismo lugar y posición mirando de reojo a donde vienen tales voces. Niall y Zayn vienen caminando a la vez que ríen exageradamente de algo que obviamente no es de mi incumbencia. Zayn tiene dos vasos de vidrio, uno en cada mano con licor en su interior. Niall trae un vaso muy parecido al Zayn, que hasta pienso que es lo mismo que él está bebiendo, mientras que en su otra mano sostiene una copa de champagne.

Ambos llegan a nosotros, posicionándose uno a cada lado de nosotros, Niall con una sonrisa me estira la mano con la copa de champagne y cuando levanto la mirada, su sonrisa se borra por completo.

– Hey... ¿Qué pasa? – Niall rápidamente pregunta acercándose más a mí. No me es difícil identificar la sorpresa en su voz, ya que es muy notable. Disimuladamente, miro hacia Harry, el cual mira con esa expresión de tristeza y dolor, mientras que Zayn luce sorprendido.

Trato de contestar, pero realmente no sé qué decir. Poso la mirada en Niall, buscando alguna buena y coherente respuesta, pero antes que pueda hacerlo, me interrumpen.

– Eh... creo que deberíamos de ir adentro. Zoe, las chicas están buscándote. – Interrumpe Zayn y puedo sentir un alivio en mi interior. Gracias Zayn.

Nos quedamos un momento sin hacer movimiento alguno, por lo que decide intentar algo más. Coloca su brazo por encima de los hombros de Harry, incitando a caminar.

– Zayn tiene razón. – Respondo por lo bajo y nuevamente, el silencio se hace presente. Miro hacia Niall y él asiente con la cabeza, es entonces cuando comienzo a caminar y Niall lo hace a mi lado.

Empezamos nuestro camino hacia el interior, no volteo hacia atrás, simplemente me dedico a salir de aquí o como mínimo, alejarme a Harry. Mi cabeza junto con mi mirada está hacia el piso, haciendo parecer divertido mis pies. Con ambas manos, aferro más al saco que Niall me prestó hace unos minutos atrás.

– Zoe...– La voz del oji azul me detiene de golpe. Mis ojos se cierran al saber qué es lo que él quiere, y estoy segura que desea saber qué fue lo que pasó allá afuera con Harry. Aun con los ojos cerrados, tengo la cabeza girada hacia el otro lado, sintiéndome muy cobarde de enfrentar lo inevitable. Un leve movimiento en mi brazo derecho me hace abrir los ojos y así, lo miro fijamente. – ¿Qué fue lo que pasó con Harry? Y no me digas que nada, porque sé que has llorado, sería muy estúpido si no me diera cuenta de eso...– Explica elevando su voz un poco y mostrándome que en verdad quiere saber lo que pasó.

Quiero dejar de sentir todo esto, por lo que decido que es mejor olvidarlo o por lo menos por el día de hoy. – ¿Podemos hablarlo después? Solo quiero ir con Kayla y Lily. – Explico. Me siento realmente cansada y creo que es por todo lo que ha pasado en este día, el cual se me ha hecho total y completamente largo.

Niall suspira profundamente y puedo ver la desilusión en su rostro, pero sé que es lo mejor y decido dejarlo así. – Está bien, vamos. – Responde en rendición. Su mano viaja a mi espalda baja y con su otra mano desocupada, hace un ademan con su mano y así prosigo mi camino con Niall a mi lado.

Volvemos a entrar al salón de fiestas y al parecer, nadie notó la ausencia de Harry o de alguno de nosotros, ya que todos en el lugar están bailando a excepción de algunas personas de mayor edad que yacen sentadas en sus respectivos asientos, a la vez que una gran variedad de meseros entregan lo que parece ser la entrada de la cena.

Llegamos a la mesa donde nos había reservado lugar Lily, y me doy cuenta de que está vacía. Frunzo el ceño preguntándome mentalmente donde se encontraran estas dos chicas, mientras miro a todos lados en busca de ellas.

Como si fuese posible, Niall parece leer mi mente ya que antes de que yo haga verbalmente mi pregunta, responde. – Por allá. – Me indica con su dedo hacia una dirección. Sigo aquella seña formada con su mano y es cuando veo correr –literalmente– una cabellera rubia y castaña hacia donde estoy. Ambas tomadas de las manos y con una sonrisa de oreja a oreja.

– Hey...– Les digo cuando las tengo frente a mí.

– ¡Hey! – Saludan al unísono. – Zayn nos dijo que estabas afuera con Niall. – Dice Lily y abro los ojos formando una sonrisa, la cual no creo que luzca muy convincente, pero algo es algo.

Niall opta por no decir nada, simplemente sonríe y agradezco su reacción. – Sí, estábamos en el jardín. – Respondo y me doy cuenta que ambas me miran detenidamente. Entonces, me doy cuenta que aún sigo con el saco del traje de Niall sobre mis hombros y mis mejillas comienzan arder sin poder evitarlo.

– Ya nos hemos dado cuenta...– Dice con una cómplice mirada y sonrisa, mientras ve en dirección a Kayla, la cual también sonríe de la misma manera. Ruedo los ojos internamente y decido no decir nada, que es lo mejor. – Sirvieron la cena, ¿Quieren comer? – Vuelve hablar, cambiando de tema, algo que le agradezco.

Niego con la cabeza sin dudar. – No, no tengo hambre. – Admito y es verdad, en realidad no tengo nada de hambre. – No sé si Niall quiera cenar. – Giro mi cabeza hacia el rubio que yace a mi lado y él también niega con la cabeza.

– No, yo también estoy bien. – Responde con una ligera sonrisa. También hago una sonrisa y así mismo como Kayla lo hace.

Abro la boca para decir algo, pero antes de que pueda hacerlo, la canción Can't stop the feeling de Justin Timberlake empieza a sonar y mis amigas dan un agudo chillido de emoción al escucharla. – ¡Vamos a bailar! – Ambas, toman mi mano jalándome hacia la pista de baile.

Incluso antes de poner resistencia a mis alborotadas amigas, siento a Niall quitarme el saco de mis hombros por detrás, ayudando a la proposición de estas dos.

– ¡Tú también te vienes a bailar con nosotras! – Con la otra mano que tiene desocupada la castaña, toma a Niall de su mano, el cual simplemente avienta el saco hacia una silla de la mesa y se viene con nosotras sin rechistar.

Llegamos a la pista y para mi sorpresa, Liam y Louis ya se encuentran bailando, acompañados de otros dos chicos. Rápidamente mis amigas junto con Niall empiezan a bailar. Sus cuerpos se mueven al son de la música, así como el del resto de las personas en la pista. Trato de dejar mi mente en blanco y olvidar por un momento los pensamientos que torturan mi mente, y poco a poco voy mi soltando mi cuerpo, de manera en que mis pies y caderas lentamente comienzan a moverse al ritmo.

La sonrisa en el rostro de Kayla me hace saber que el verme intentándolo, le hace sentir bien. Con su mano, toma la mía y sin dejar de cantar y moverse, se acerca a mí haciéndome reír, debido a los miles de gestos y sonrisas alentadoras que ella me regala. Al instante, llega Zayn posicionándose detrás de la rubia de mi amiga. Suelto su mano sin dejar de sonreír porque quiero que aproveche el tiempo con su novio, así que sin si quiera perder tiempo, otra figura se va acercando lentamente con movimientos de caderas. Lily haciendo sus payasadas como siempre, no me permite si quiera quitar la sonrisa de tonta que tengo en mi rostro.

Sé que las chicas deben de darse cuenta de cómo me siento en estos momentos, ¿A quién queremos engañar? Kayla me conoce perfectamente bien y Lily con el poco tiempo que tenemos de ser amigas hemos llegado a conocernos realmente bien. Entonces, agradezco que hagan todo lo posible por no sacarme el tema de Harry, para así no hacerme sentir peor, sobre todo en estos momentos.

Después de algunos minutos bailando, veo que Harry y Kendall entran a la pista tomados de la mano seguido de sus amistades, los cuales les hacen alboroto para incitarlos a bailar y divertirse en su fiesta. Estos no tardan en entrar en ambiente, por lo que rápidamente se integran a ellos.

Puedo ver la sonrisa de oreja a oreja de ambos, por lo que puedo sentir un estrujón en mi corazón. Sé que esto así, debía ser y así debe de terminar. Como si fuese posible, Harry parece sentir mi mirada, por lo que levanta su cabeza a mi dirección y tan pronto me ve, su sonrisa de boca poco a poco y puedo jurar ver como su manzana de adán, baja con lentitud. El tan reconocido escalofrió que provoca Harry en mí, llega haciéndome sentir la piel de gallina. Acomodo un mechón detrás de mi oreja, a la vez que bajo la mirada y en ese mismo momento, el cuerpo de Niall a mi frente, me quita de vista por completa al oji verde que tanto me atormenta.

+++

Al instante que dejo caer mi cuerpo sobre la silla, siento un alivio enorme recorrerme de pies a cabeza. Me siento infinitamente cansada, pero también me nombro como una total guerrera de haber podido aguantar gran parte de la noche bailando con las zapatillas. El pequeño grupo que habíamos formado en la pista, yace sentado en las sillas de nuestra mesa. Nuestras respiraciones agitadas se escuchan, mientras sentimos gotas de sudor en nuestro cuerpo.

La fiesta ha terminado, por lo que vemos como los invitados se van retirando de poco a poco despidiéndose de los recién casados. Termino por beber mi última copa de champagne de un solo sorbo y la coloco sobre la mesa. Los demás hacen lo mismo, al terminarse lo que beben de sus respectivos vasos y copas.

Mientras me quejo mentalmente por el dolor inmenso que están sufriendo mis pies por durar tanto tiempo con ellos y aun así, bailar gran parte de la noche. Lily se nota que está sufriendo de la misma manera, y a comparación de nosotras, Kayla se ha quitado los tacones y recibe un ligero masaje de pies por parte de Zayn, mientras ella sube los pies a su rezago. Tal gesto me hace suspirar y estar completamente feliz por mi mejor amiga.

– Bueno, ya la fiesta terminó, deberíamos de ir a despedirnos de Harry. – Dice Niall, mirándonos a todos.

– Sí, supongo que deben estar cansados. Por lo que sé, Harry y Kendall se van por la mañana a su luna de miel. – Liam también habla mencionando tal cosa, que al parecer escuchó por allí.

– Oh sí, Harry me comentó que salen en el jet privado de la familia mañana por la mañana. – Los demás chicos solo asienten con la cabeza, y en ese instante siento la mirada de Zayn, Kayla y Lily sobre mí.

– Sí...– Murmura Lily, confirmando los "rumores".

Bajo la mirada junto con mi cabeza y respiro profundo, después con media sonrisa vuelvo a subir mi cabeza, para así, tratar de restarle importancia.

– Quiero irme a casa para quitarme este vestido y estos tacones, que están matándome. – Lily se queja a mi lado, cambiando totalmente de tema.

El ver a Lily tan "molesta" nos hace reír a todos. Al levantar la mirada hacia otro lado, me doy cuenta que el salón está casi vacío, debido a que la mayoría de los invitados se han ido. Los chicos también se dan cuenta de eso y Liam cambia de tema abruptamente.

– Creo que deberíamos ir a despedirnos de Harry, ahora. – Se dirige hacia los demás chicos, los cuales quedan en total de acuerdo con él.

– Sí, creo que es lo mejor. – Louis le sigue la corriente y ambos caminan hacia donde está Harry, por lo que con una seña de Niall y Zayn ellos también se levantan y los siguen, dejándonos a nosotras tres solas.

– Creo que ya nos vamos a ir nosotras también. – Kayla dice a Lily, la cual tan pronto escucha esas palabras hace un puchero de tristeza.

No nos queda otra opción más que caminar hacia donde está Zayn y los chicos, ya que Kayla y yo venimos con Zayn en su auto y con él mismo nos regresamos.

Cuando llegamos a donde están los chicos con Harry, podemos ver como ríen descaradamente por cosas sin sentido que se dicen entre ellos. Afortunadamente –y raramente– Kendall no está con Harry, al contrario se encuentra con dos chicas, hablando muy entretenidamente casi en la puerta de la salida del salón, como si estuviera despidiéndose de ellas.

Giro mi vista nuevamente hacia los chicos, ya que ellos notan nuestra presencia y su risa se desvanece poco a poco, pero nada de mala manera. Zayn toma a Kayla de la mano y Lily se coloca enseguida de Harry, mientras que Niall queda a mi lado.

– Entonces, fue un placer verte hermano en tu último día de vida, para ser todo un hombre formalmente casado. – Louis toma a Harry por el hombro y lo sacude levemente, hablando en total sarcasmo y con un poco de burla.

Los chicos vuelven a reír por tal comentario, algo que hace que la risa de Harry vuelva a relucir. Louis se gana un leve empujón por parte de Liam y niega con la cabeza.

– No le hagas caso, Harry. – Liam niega con la cabeza y mira de mala manera a Louis. – Espero que te vaya muy bien en tu matrimonio, disfrutes al máximo tu vida de casado, antes de que vengan los hijos. – Él bromea con Harry, el cual al parecer se atraganta con su propia saliva tan pronto escucha esas palabras, pero dejan pasar el momento, volviendo a reír.

Uno por uno le da un amigable abrazo a Harry en modo de despedida, a la vez que le desean muchas cosas buenas tanto en su nueva vida, como en su luna de miel. No puedo evitar sentirme un poco incomoda al escuchar dicha conversación, pero trato de restarle importancia –una vez más–.

Al paso de unos segundos, Kendall regresa y los chicos también se despiden de ella. Levanto ligeramente la cabeza y para mi sorpresa, el oji verde está mirándome fijamente. Mi pulso aumenta su ritmo notablemente, ya que no se inmuta en dejar de mirarme o incluso pareciera no importarle que alguien se diera cuenta de esto. Niego con la cabeza lentamente, Harry suspira fuertemente y puedo incluso notar la tristeza en su mirada.

Soy la primera en bajar la mirada y gracias a eso, él también aparta la mirada de mí.

– ¿Nos vamos? – Zayn pregunta hacia Kayla y tan pronto hace la pregunta, pone su mirada en mí dándome a entender que la pregunta también va hacia mí.

– Sí. – Contesta ella sin dudar y yo en mi mente hago lo mismo.

– Zoe, – La voz de Niall me detiene. – ¿Te puedo llevar? Traigo mi auto y vengo yo solo. – La pregunta de Niall me toma de sorpresa, dejándome como una total idiota sin saber que contestar. Quiero decir, lo acabo de conocer y únicamente la vez que cruzamos más de cuatro palabras fue en el jardín, solamente allí. Entonces, no sé si debería aceptar.

– Si quieres puedes irte con Niall, Zoe. Pero también si no quieres no hay problema, que para eso vienes con nosotros. – Escucho la voz de Zayn a mi lado. Levanto la cabeza hacia él y Kayla me sonríe de una manera picara, incitándome a aceptar.

– No lo sé Niall...– Respondo con voz baja. Siento mis piernas temblar, lo único que quiero hacer es irme de aquí en este momento.

– Quizás sea en otra ocasión, hermano. – Interviene Zayn y no sé porque, pero pienso que es lo mejor. Tal vez y conozca a Niall después, pero hoy realmente no me siento con ningun animo de nada.

Tampoco quiero comportarme como una engreída, ya que Niall se ha portado muy lindo conmigo el día de hoy. Tomo su brazo y lo jalo con cuidado un poco, lejos de los demás. Él luce un poco desconcertado cuando nos alejamos, pero no dice nada al respecto, al contrario, sigue la corriente esperando a ver que hago.

Me detengo a unos pasos de los chicos, sonará estúpido, pero no es como que quiero que escuchen la plática entre Niall y yo, por eso he hecho esto. – No quiero ser grosera contigo Niall, realmente aprecio tu intención, pero... estoy muy agotada. Sé que solo quieres llevarme a casa, pero preferiría que nos viéramos otro día o que sé yo. – Termino con pena en mis palabras, no quiero que él lo tome a mal, en verdad no quiero eso.

Mis facciones se relajan al ver como una sonrisa se forma en sus labios. – Zoe, no te preocupes. Entiendo perfectamente. – Sus palabras salen de sus labios tan sinceras que me relajan totalmente. – Gracias. – Después, él deposita un beso en mi mejilla, lo cual me toma bastante desprevenida.

Su sonrisa sigue en sus labios, por lo que antes de si quiera decir algo, Niall me indica que volvamos hacia donde están todos y así lo hago. Para nuestra sorpresa, Harry ya está en otro lugar, pero desde donde está, puedo sentir su fuerte mirada en nosotros.

– ¿Todo bien? – Zayn pregunta tan pronto llegamos. Ambos asentimos con la cabeza, lo cual hace que Zayn nos regale una corta y rápida sonrisa.

– Nos vemos, hermano. – Zayn se acerca para despedirse de Niall.

– Nos vemos. – Niall contesta hacia él. – Mucho gusto Kayla, espero volverlos a ver pronto. – Kayla sonríe ampliamente, asintiendo con la cabeza para después, contestar un "yo también". – Adiós Zoe. – El rubio se dirige hacia mí.

Sé que mis mejillas se han teñido levemente, una sonrisa se forma en mis labios tan pronto escucho mi nombre. Sonrío ampliamente hacia el rubio que está frente a mí. – Nos vemos después, Niall. – Más que una despedida, espero sea una promesa.

Hacemos la misma despedida con los demás y Lily, y por fin hacemos nuestro camino hacia afuera del salón para así, ir a casa.

+++

Dejo caer mi cuerpo sin cuidado alguno sobre el sillón de la sala, para así aventar –literalmente– los tacones que vienen matándome desde hace rato.

Kayla entra descalza a casa, mientras que Zayn carga sus tacones en las manos. Enciende la luz de la lámpara que decora la sala de estar y así, los tres nos acomodamos en algún espacio del sillón, descansando por unos minutos. Recargo mi cabeza sobre el respaldo del sillón a la vez que cierro mis ojos, escucho murmurar a Zayn y a Kayla, pero para ser sincera no alcanzo a escuchar bien sobre de que hablan.

– ¿Cómo te sientes, Zoe? – La voz de Kayla se mete por mis oídos, algo que me hace abrir los ojos de golpe. Su voz es baja y con temor, supongo que dudaba si debía o no hacerme esa pregunta.

Levanto mi cabeza, cambiando de posición. Fijo mi mirada hacia el frente, hacia donde están ellos. Puedo ver lo ansiosos que están porque responda esa pregunta, pero no es difícil darme cuenta que también se sienten un poco arrepentidos de haberla hecho.

– Estoy bien. – Contesto y mi voz ha salido más bajo de lo normal. Aclaro mi garganta y veo como mi rubia amiga agacha la cabeza. Zayn tomando su mano da un pequeño masaje en esta.

– Perdón si te hizo sentir mal, pero fui yo quien le rogó que te preguntara. – Zayn interviene y nuevamente vuelvo a tener la mirada de ambos en mí.

– No...– Niego con la cabeza no aceptando las disculpas, ya que no le veo sentido. – No tienen porque pedirlas. Al contrario, agradezco que lo hayan hecho, que se preocupen por mí. – Respondo con total seguridad en mis palabras, ya que tal gesto me hace darme cuenta una vez más que estoy rodeada de unas personas increíbles.

El lugar se queda en silencio unos segundos, hasta que nuevamente el castaño rompe el silencio. – Harry no debió hacer esto. – Baja la voz, pero es perfectamente audible y escuchamos con total claridad.

– Zayn tiene razón. Ella es una perra. – De inmediato Kayla está de acuerdo con él.

– Zayn, sé cuanto quieres a Harry, pero no podemos decidir por él. Si Harry decidió casarse es porque en verdad ama a Kendall. – Las palabras que salen de mis labios, tiene un amargo sabor.

– Zoe, Harry te confesó su amor, él no iba hacer esto si tú solamente hubieras dicho que sí... – Zayn me mira sorprendido y un poco incrédulo. Sus palabras hacen que Kayla me mire aun más sorprendida y una opresión en mi pecho se hace presente. Mi piel se pone de gallina, un nudo sube y baja en mi garganta, al recordar el encuentro con Harry más temprano.

– ¿Eso es cierto, Zoe? – Kayla pide saber con sus ojos muy abiertos. Su boca se queda abierta y baja de un solo movimiento los pies del rezago del Zayn. Trago saliva. Muerdo inconscientemente mi labio inferior, para mirar unos segundos al piso. – ¿Por qué no me habías dicho esto? – Vuelve a pedir, impaciente por saber.

– No entiendo Kayla, ¿Qué hubiera cambiado? ¡Harry estaba comprometido! – Elevo sin si quiera querer mi voz. – Kendall puede ser una manipuladora, mala persona o incluso una perra como tú la llamaste, pero al final y al cabo, es la novia de Harry... ahora esposa. – El mismo amargo sabor en mi boca sigue presente y puedo jurar que no es referente al alcohol que bebí. – Hicimos las cosas mal, adentrándonos a algo prohibido tanto para mí, como para él y no se me hace justo que por mí, Kendall terminara sola. – Una lágrima baja por mi mejilla y puedo notar la melancolía en los rostros de la pareja frente a mí.

– Zoe, créeme, Kendall no merece tu compasión... – Zayn trata de arreglar las cosas y darle un rumbo diferente, pero por donde se vea, no es lo correcto.

– No, yo sé que no la merece, porque ella ha sido una terrible persona conmigo... ¿Pero a quien vamos a engañar? Yo tampoco lo he sido, ¡Me acosté con su prometido! – Las palabras salen de mi boca sin si quiera poder pensarla una segunda vez, pero al decirlo, un profundo alivio me recorre. Esto parece tomarlos de sorpresa, al darme cuenta de sus facciones, aunque era de imaginarse lo obvio, ya que ambos sabían perfectamente lo que pasaba y pasó entre nosotros y quizás el hecho que lo soltara tan de repente, simplemente los sorprendió. – ¿Creen que yo sí me merezco a Harry después de todo? – Pregunto y ambos se quedan callados, simplemente pensando mis palabras mientras me miran fijamente.

Al no obtener respuesta de su parte, sostengo mis labios en una firme línea y los remojo con mi lengua. – Allí está la respuesta. – Contesto encogiéndome de hombros, dándoles a entender que no hay más que hablar.

– Harry te ama, él me lo confesó. – Zayn vuelve a intervenir antes que ocurra algo más.

Las palabras de Zayn realmente me llegan a lo más profundo y mi piel se pone a brote, tornándose de gallina. Un revoleteo es lo que siento en mi estomago a la vez que un profundo suspiro abandona mis labios. – Y yo a él, Zayn. – Respondo bajando mi tono de voz, tornándose un poco cansada. Son muchas emociones para un solo día.

Nuevamente, ambos me miran expectantes a que suceda o se diga algo más, pero esto no ocurre y entonces es cuando doy por concluida esta conversación.

– Me siento muy cansada, me iré a dormir. – Le dirijo hacia los dos, tomando mis tacones del suelo.

– Está bien. – Contesta Kayla con voz baja y cansada. Se levanta del sillón y camina sin dudar a mí para abrazarme fuertemente. – Descansa. Te quiero mucho, Zoe. – Escucho en mi oído.

La sostengo unos segundos más en el abrazo y contesto para ella. – Yo te quiero más. – Nos separamos de nuestro abrazo y sonreímos para las dos. Miro hacia Zayn el cual luce con su rostro serio, pero relajado mirándonos a Kayla y a mí. – Buenas noches, Zayn.

– Que descanses, Zoe. – Una pequeña y tímida sonrisa se asoma en sus labios y con una sonrisa, me alejo de ahí para caminar hacia mi habitación, dejándolos solos en la sala de estar.

Cuando llego a la habitación, enciendo la luz y coloco los tacones nuevamente en el piso y con rapidez, voy hacia el pequeño mueble de madera donde guardo la poca ropa que me acompaña. El cierre de mi vestido está hacia un lado, así que con rapidez lo bajo y me deshago de este quedando solamente en ropa interior, para poder ponerme algo cómodo y así, finalmente poder dormir tranquilamente... o eso espero.

{...}

El chofer abre la puerta del auto y bajo de este, ayudando a salir a mi esposa también. Kendall baja con cuidado tratando de no maltratar su vestido, debido a que ella dice que es el mejor vestido de novias que se pudiese encontrar, por lo que se debe cuidar como tal.

Kendall me toma de la mano y miro hacia August, el chofer haciéndole una seña con la cabeza indicándole que todo está bien y puede retirarse. Él me sonríe de y de igual manera con un asentimiento de cabeza se regresa al coche para subirse y emprender el viaje hasta casa.

Tomados de la mano, caminamos hacia el interior del enorme e increíble hotel. Esta noche, por ser la noche de bodas y debido a que partimos a la luna de miel hasta el día de mañana, era claro que no la pasaríamos en mi departamento o en el suyo, y por consciente tampoco en casa de mis padres, así que decidí alquilar la habitación del mejor hotel en Nueva York –según me comentaron compañeros de la oficina–, los cuales me ayudaron hacer la reservación y traer alguna de mis ropas, así como la de Kendall para no tener que preocuparnos al día siguiente.

En las puertas se encuentra un hombre vestido formalmente, que a pesar de ser media noche, sigue de pie vigilando en la entrada. Las puertas principales se abren y una sonrisa de su parte nos recibe agradablemente.

– ¡Bienvenidos y felicidades! – El hombre de mediana edad nos felicita, debido a que es muy que obvio que estamos "festejando" algo.

– ¡Gracias! – Kendall contesta por mí, en un tono chillante y bastante animado. Yo simplemente sonrío hacia el hombre, lo cual por no parecer mal educado, lo hago en una amplia sonrisa la cual muestra mis dientes.

Proseguimos nuestro camino hasta llegar a recepción y la mujer que se encuentra detrás del mostrador, ya nos espera con una enorme sonrisa en su rostro.

– ¡Felicitaciones! – Dice antes que nada. Volvemos agradecer nuevamente, sin dejar de sonreír, por lo que ella tampoco lo hace. – ¿Tienen reservación o gustan que les busque algo? – Pregunta cambiando el tema, sin dejar su tono amable y animado.

– No, sí tengo reservación. A nombre de Harry Styles. – Respondo a su pregunta y ella de inmediato busca en la computadora que está sobre el escritorio.

– Sí, aquí está. – Vuelve su mirada hacia nosotros y se da media vuelta, para tomar de un estante una tarjeta blanca con letras y otras cosas que no alcanzo a distinguir bien debido a que todavía la tiene entre sus manos. – Suite residencial, piso veintidós, habitación trece. – La mujer nos indica entregándome la tarjeta con aun su amplia sonrisa.

– Gracias. – Agradezco tomando el trozo de plástico blanco entre mis manos y guardándola en mi pantalón. Ella asiente con la cabeza y Kendall y yo proseguimos nuestro camino, ahora hacia el elevador.

En nuestro transcurso, pasamos por el restaurant-bar del hotel, por lo que nos damos cuenta que hay bastante gente en el lugar. Las personas rápidamente nos notan y al vernos, sonríen y nos aplauden, a la vez que uno que otro nos grita "Felicidades" u otras cosas parecidas. Es bastante raro, pero está claro que si ven a una mujer con vestido de novia con un hombre a su lado vestido formalmente, ya sea por educación o por en verdad buenos deseos, darán las felicitaciones, o al menos así lo veo yo.

Ambos sonreímos nuevamente y con un movimiento de mano, agradezco sus felicitaciones, mientras que Kendall si les responde verbalmente un "Gracias".

Segundos más tarde, llegamos a nuestro destino, que es el elevador. Toco el botón que abre las puertas, provocando que una luz roja se forme en el para después de otros segundos, se ponga verde y por fin las puertas se abran.

Sin esperar más, Kendall se adentra y consigo a que me tiene tomado de la mano, me lleva hacia dentro junto con ella. Ella sonríe y no deja de reír, luce muy feliz y realmente me hubiera encantado sentir y compartir el mismo sentimiento. Las puertas se cierran y el elevador de mueve, mientras que en la parte de arriba nos indica poco a poco como van avanzando los pisos. Los brazos de mi esposa se envuelven alrededor de mi cuello, su cabeza descansa en mi hombro y de vez en cuando su boca deposita besos en mi cuello y mejilla.

Rodeo su cintura con mi brazo y le sonrío, lo que provoca que ella lo haga aun más y así me dé un corto y rápido beso en los labios. El timbre del elevador suena indicándonos que hemos llegado por fin a nuestro piso. El pasillo totalmente iluminado y silencioso parece no tener fin, ya que desde este punto se ve muy largo.

– ¡Apresúrate mi amor! – Ella me incita a caminar más rápido, mientras que con una mano toma su vestido y con la otra no suelta mi mano.

Su insistencia me obliga a ir más rápido y por ende, sigo su pedido. Por fin nos detenemos en la puerta con el número "13" en gran tamaño. Tomo la tarjeta del bolsillo de mi pantalón y la inserto en la cerradura, la cual hace prender una luz color verde y escuchamos un pequeño y ligero "click". Giro la manija y la puerta se abre, estoy por dar mi primer paso pero la mano de Kendall me detiene.

– ¿No piensas cargarme? – Ella parece estar indignada, pero más sin embargo la sonrisa de su rostro no se quita.

Sé que se refiere a la típica entrada de los recién casados a su primera noche de bodas, entonces sin tener más opción, de un movimiento me agacho y tomo a Kendall entre mis brazos, quedando recostada en ellos. Escucho un pequeño grito de su parte por la sorpresa, pero esto es cambiado al cambiarlo por su risa.

Me adentro empujando la puerta levemente con mi pie. Para nuestra sorpresa, hay pequeñas luces tenues en la habitación, por lo que no está en total obscuridad y puedo ver bien. Busco el interruptor de la luz y me doy cuenta que está al lado de la puerta de entrada y lo enciendo, aun con Kendall en mis brazos. La luz llega totalmente y toda la suite se ilumina. Realmente me quedo asombrado al igual que Kendall, al observar mejor aquella habitación que se ha alquilado para nosotros.

La sala de estar y sus sillones de piel color negro, las paredes color grises, la pequeña isla que está sobre la cocina, con su pequeña cocineta y refrigerador color plateado, pero sin duda eso no es lo que llama nuestra atención, lo que realmente lo hace es la visa que tenemos desde este piso; un ventanal totalmente descubierto, que da hacia una terraza. Las luces de noche en Nueva York son increíbles, de eso no cabe duda, pero verlas desde esta perspectiva, pueden cautivarte por completo.

– ¡Oh Dios mío! – Las emocionadas palabras de Kendall me sacan del trance en el que me fui por unos segundos, y me hacen reaccionar. – ¡Es increíble, mi amor! – Vuelve a chillar en emoción, lanzándose a mis brazos. Tal gesto me toma desprevenido y me hace envolver mi brazo a su cintura.

– ¿Te gusta? – Es lo único que puedo preguntar y para ser sinceros, es lo primero que se me viene a la mente.

– ¿Estás bromeando, Harry? ¡Me encanta! – Kendall exagera sus ojos en grande y vuelve abrazarme, para besarme.

Un llamado a la puerta nos hace separarnos, lo cual, debido a la emoción que se carga Kendall, no la hace tomarle importancia alguna, por lo que no reniega o hace algún comentario a este gesto. Me dirijo abrir la puerta y para mi sorpresa es uno de los botones del servicio, el cual parece ser un chico como de mi edad o incluso puedo jurar que un poco más menor que yo. Trae consigo un pequeño carro de metal, el cual contiene un recipiente grande de plata, que resguarda una botella que si bien no fallo, es champagne. Mientras que alrededor, se ven dos copas de cristal.

– La casa invita. – El chico anuncia con una sonrisa, mientras acomoda las cosas en su lugar.

Dejamos que él acomode las cosas y una vez que lo hace, le agradezco que lo haya hecho. Rápidamente, él sale de la habitación llevándose consigo el carro que le ayudaba a transportar las cosas. Tomo la botella en mis manos y efectivamente, es champagne y una de las mejores.

– ¡Hey! No vayas abrir eso sin mí. – Kendall replica acercándose a mí, obligando que suelte la botella y la coloque en el lugar que estaba anteriormente, mientras que envuelve sus largos brazos alrededor de mi cuello. – Iré a quitarme mi precioso vestido para ponerme algo más cómodo, ¿Está bien? – Informa mostrando su serio rostro, haciendo una seductora voz.

Asiento con la cabeza y de su parte recibo un corto pero apasionado beso. – Tu ropa está en el armario de la habitación. – Le informo lo que me indicó Maye, mi secretaria, la cual fue la que más me ayudó con todo esto. Sus brazos abandonan lentamente mi cuello y con una picara sonrisa, Kendall sale de la sala para dirigirse a lo que creo que es la habitación.

Una vez que Kendall está fuera de mi vista, un suspiro verdaderamente profundo abandona mis labios. Restriego mi rostro con las manos, tratando de despertar y reaccionar a todo esto; Estoy casado con Kendall. Esto era lo que yo quería, ¿No? Ahora no queda más que vivir el presente y el futuro, con todo lo que venga.

Tratando de calmar todo lo que contengo en mi interior, me quito de encima el saco del traje y lo dejo sobre uno de los sillones, me dirijo al pequeño refrigerador que está en la cocina y me doy cuenta que tienen algunas botellas de agua y refresco de coca. Tomo una botella de agua y la abro, bebiéndola toda casi al instante. Dejo la botella vacía sobre la isla de madera color negro, la cual es igual a toda la decoración de la habitación.

Recargo mis brazos sobre esta y mi cabeza se agacha casi por inercia. Mis ojos se cierran, puedo escuchar mi profunda respiración, los desesperados latidos de mi corazón y mis torturantes pensamientos. No sé cuanto tiempo me quedo sí, pero realmente lo encuentro un poco relajante.

– ¿Harry? – Levanto la cabeza de golpe al escuchar la voz de Kendall llamarme. Ella yace parada sobre la entrada de la cocina, ella lleva puesto un conjunto de lencería negro casi transparente, lo cual no cubre casi nada. Una pequeña bata del mismo color e igual de transparente también la cubre. Fácilmente, puedo darme cuenta que está un poco desconcertada, lo sé por su ceño fruncido y sus facciones.

– No te escuché llegar. – Es lo primero que se viene a mi mente por lo que ella se recarga en la pared, colocando sus brazos en el pecho. Oh no...

– ¿Te sucede algo? – Pregunta sin rodeos y no sé porqué, pero el nerviosísimo me invade.

– ¿A mí? – Contesto a su pregunta haciendo otra, tratando de hacerme el desentendido y evadir el tema.

Kendall rueda los ojos en un movimiento algo exagerado, sin dejar de estar en la misma posición. – Sí, tú... Sé que estás feliz, pero no lo suficiente. – Puedo sentirme como un niño pequeño, al sentir los reclamos de mi esposa.

– Kendall, no empieces con tus suposiciones, ¿Está bien? Estoy feliz y mucho por habernos casado. – Digo y casi por un momento, es como si yo mismo lo creyera. Mi boca dice una cosa, cuando mi pensamiento y mis sentimientos, otra.

Kendall no dice nada, al contrario, hace un puchero y se acerca a mí recargando su cabeza en mi pecho. Suspiro y estiro mis brazos para abrazarla y envolverla hacia mí. El aroma a su peculiar loción, se adentra a mis fosas nasales permitiéndome deleitarme con ese aroma.

– Lo único que quiero es estar contigo y disfrutar al máximo nuestra primera noche como marido y mujer. – La ronca voz de Kendall se adentra a mis oídos, haciendo que mi piel se ponga de gallina. ¿Realmente necesito esto? Levanto mi cabeza y sin permitirme a nada, ella me besa. Su mano toma la mía y me lleva directamente a uno de los sillones y ambos tomamos asiento. – Ven, te ayudo. – Escucho su voz y en ese instante no sé a que se refiere, pero rápidamente me doy cuenta a que se refiere. Se coloca frente a mí y con su ayuda, afloja la corbata de mi camisola beige y la deja caer sobre el piso. Después, desabrocha los primeros cuatro botones de esta, dejando a la vista parte de mi pecho y tatuajes, siendo más exactos, casi a la mitad del tatuaje de mariposa, terminando peinando mi cabello levemente hacia atrás.

Con una corta sonrisa, ella se regresa a su lugar y vuelve a tomar asiento. – ¿Qué te parece si abres esa botella? – Kendall incita señalando la botella que nos han traído y supongo que no es mala idea, quizás y es lo que necesitamos, un trago para relajarnos.

Kendall me pasa la botella y un destapa corchos –que al parecer el de servicio lo trajo consigo cuando entregó la botella– con cuidado, desprendo la etiqueta que cubre la parte inferior, cuando lo retiro, inserto el destapa corchos en su lugar y después de unos cuantos giros, un fuerte "plop" nos sorprende cuando el corcho sale volando hacia algún lugar de la sala y espuma con parte del contenido de la bebida escurre por la botella y mi mano.

Entre risas, mi esposa me pasa las copas de cristal y sin esperar más tiempo las lleno. Colocamos la botella en donde anteriormente estaba y antes de beber del contenido, ella me mira fijamente.

– ¡Espera! – Me detiene antes de llevarme la copa a mis labios. – Quiero brindar. – Declara y no sé porqué, pero eso es algo que me hace sonreír.

– Está bien. – Me pongo de acuerdo a su petición, sin dejar de reír tranquilamente. – ¿Porque quieres brindar? – Inquiero saber.

– Bueno... – Kendall empieza y parece ser que está pensando por donde comenzar, y viniendo de ella, puedo esperar todo. – principalmente por nosotros, por todo lo que tenemos y sobre todo lo que viene. Por este amor que me tienes y yo te tengo. Por todo lo que haces por mí, pero sobre todo... quiero brindar por esas personas que no creyeron que llegaríamos tan lejos, a como estamos ahora. – Se detiene unos segundos, mirando hacia su burbujeante copa, indicándome que sigue pensando por que más continuar. – Por esas personas que hicieron cosas para alejarnos y sólo míranos ahora... juntos bebé.

Tras escuchar las palabras de Kendall, me he quedado petrificado. Algo me dice que esto es en doble sentido, pero no estoy cien por ciento seguro. – Kendall...

– Salud mi amor. – Me interrumpe de inmediato, alzando su copa hacia mí con esa sonrisa victoriosa en su rostro, esperando respuesta de mi parte.

Sin poder hacer más, decido callar y chocar levemente mi copa con la de ella. – Salud. 

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