El día era lunes, a las ocho de la mañana en el inicio de clases, cuando la noticia se revelo que Luke Hemmings y Kimberly Anne oficialmente ya no era una pareja.
No estaba de más decir que todo el mundo estaba hablando de eso, ya sea hablado o virtualmente; Luke Hemmings y Kimberly Anne todavía eran el dar de qué hablar.
Había muchas teorías al porque habían terminado. Muchos decían que era porque Luke la había engañado o viceversa, otros decían que Kimberly se había cansado de Luke, pero la más popular era que Aiko Marie había causado la ruptura.
Aiko era probablemente la única que no se había enterado de esto debido a que los que usualmente le contaban los chismes de la Secundaria eran Carson y Serena, los cuales todavía no le habían hablado ni tan siquiera para preguntarle cómo se encontraba.
-Recuerda pasar por la oficina del director.- le recordó su padre antes de que su hija se bajara del carro, despidiéndose de él y su madre.
Los padres de Aiko habían sido muy cuidadosos con ella desde el incidente porque habían descubierto que su hija había heredado algo de ellos, aguantarse mucho para explotar en cualquier momento imprevisto. Sin embargo, ella les recordaba que se encontraba bien. Odiaba admitirlo, pero, haber explotado causo que se le quitara un peso de encima.
Aiko ingreso a la Secundaria, no sin antes de dar un gran respiro y abrir las puertas para encontrar a todos los estudiantes hablando entre sí o mirando sus celulares con mucho interés. Se sintió aliviada que por fin nadie la estuviera viendo.
-Pero eran tan lindos juntos.-
-No puedo creer que la haya engañado.-
-Ya no creo en el amor.-
Eran solo varias de las múltiples cosas que Aiko escucho decir de los estudiantes conmocionados por la noticia de la ruptura de la pareja más popular de la Secundaria, nombrados dos veces consecutivas como la mejor pareja por el anuario.
Pero esto Aiko no lo sabía. En cambio, estaba muy enfocada en que le diría al Director Bloom sobre su arranque la semana pasada, ya que no había podido hablar por completo con el aparte de los detalles importantes de lo ocurrido.
-Buenos días, Aiko.- la saludo la secretaria con una sonrisa, la cual Aiko le respondió –El Director Bloom te vera en unos minutos.- y con eso dicho, regreso a su trabajo.
Aiko jugo con sus dedos por lo que pareció por mucho tiempo mientras pensaba en que podía decir al director, ¿iba a justificar su arranque? Claro que no podía, pero el Director no iba a creer su excusa tampoco.
Los pensamientos de la chica fueron interrumpidos por voces que gradualmente iban elevando su tono, y se notaba que estaban enojados. Provenían de la oficina del Director Bloom, la voz del hombre siendo notable pero la otra voz no lograba ponerle un nombre.
Al parecer la secretaria también noto el disturbio que estaba ocurriendo dentro de la oficina del Director y decidió entrar para ver qué era lo que sucedía, pero inmediatamente fue corrida de la habitación.
-Uhm, Aiko, ¿Por qué no vienes más tarde? Yo le diré al Director.- le dijo y Aiko la miro preocupada –Ve a clases, por favor.-
Aiko decidió no preguntar, tomo su mochila y la coloco en su hombro de nuevo, pero antes de salir de la oficina por fin pudo identificar la voz de la persona desconocida que estaba discutiendo fuertemente con el Director.
Era Michael.
La secretaria miro como Aiko se detuvo y se dio la vuelta, pero le rogo que no entrara porque lo que estaba sucediendo adentro no era asunto de ella ni de nadie. Pero no está de más decir que Aiko se hizo la que no escuchaba, silenciado todo sonido aparte de la intensa conversación del director y el alumno.
-¡Me está expulsando POR ALGO EN LO QUE NI ESTUVE INVOLUCRADO!- escucho como Michael remarcaba.
Aiko se sorprendió al darse cuenta que el Director Bloom quería, o, mejor dicho, había expulsado a Michael por lo sucedido el viernes. Aun con la Secretaria tratando de detenerla de entrar, la chica entro, interrumpiendo la dramática escena.
-Señorita Graham, por favor, retírese.- le pidió seriamente el Director, pero Aiko simplemente cerró la puerta dejándola adentro –Señorita Graham, no quiero volver a repetir mi orden.-
-No puede expulsar a Michael.- dijo Aiko, ignorando el mando de su superior.
Michael trago saliva al ver a la chica a la cual había estado ignorando por semanas ya. Que coraje tenia, pensó. Pero no entendía porque se arriesgaba de esa manera, y más por alguien como él.
-Señorita Graham, usted no sabe lo que sucede aquí asi que-
-Está expulsando a Michael por lo sucedido el Viernes de la semana pasado, algo que YO provoque.- ataco Aiko, una vez más ignorando e interrumpiendo al Director, no pensando en la gravedad de sus acciones –No es justo que alguien pague por mis acciones.-agrego, no sabiendo donde estaba encontrando tanto valor.
Hubo un silencio en la oficina, Aiko estaba segura que hasta la Secretaria se encontraba escuchando fuera. Michael estaba inmóvil en su asiento, esperando lo peor mientras Aiko no cambio su expresión de seriedad; probablemente iba a lamentar haberle hablado así al Director, pero sin duda no lamentaba lo que estaba haciendo ahora.
-Estoy expulsando a Michael no solo por eso, Señorita Aiko. Michael tiene antecedentes con nosotros ya, estoy seguro que él veía esto venir.- le explico el Director a la joven indignada frente a él.
Y tenía razón, Michael veía esto venir. Pero no ahora, especialmente cerca de exámenes y más cuando estaba trabajando en su proyecto para la representación de la beca artística. Que, por cierto, no paraba de recordar como la misma chica que lo estaba defendiendo ahora, había sacrificado para dársela a él.
- Michael no es una mala persona, en lo absoluto. Le gusta dibujar comics y escuchar a Katy Perry,- el Director se sentía confundido a las manifestaciones de la joven mientras Michael se hundía en su asiento entre cada palabra –Le cedi la beca porque sabía que alguien como él se la merecía más que yo, y estoy segura que se la ganara.- Michael suspiro sin poder creer las palabras que la chica estaba expresando –Usted no puede arruinar eso para él, no se lo va a quitar.-
-Señorita Graham...-
-Expúlseme a mi.- le pidió, interrumpiendo al Director de hablar una vez más, esto tomando por absoluta sorpresa a Michael.
-¡Suficiente, Señorita Graham!- exclamo con enojo el Director, furioso por la constante interrupción y lo que la estudiante estaba expresando, lo que él consideraba como una locura -¿Qué le sucede? ¿Cómo va pensar que usted va asumir una expulsión para dejar que él se quede?-
Aiko sabía que ahora si había perdido su sanidad, que probablemente estaba tomando decisiones precipitadas por la intensidad del momento. Pero estaba segura que no quería que expulsaran a Michael, porque esta era su única oportunidad de hacer algo que de verdad lo hacía feliz. Y no iba a dejar que nadie le quitara eso.
-Le suplico, Director Bloom, que no expulse a Michael.- le repitió ella una vez más.
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Los sollozos de Aiko hacían eco en el baño de las niñas.
Las que entraban simplemente la miraban confundidas y hacían lo que debían de hacer mientras dejaban que la chica de rulos llorara sin control. Pensando que probablemente andaba en sus días.
Pero no sabían que Aiko lucho por la estadía de Michael en la Secundaria por una hora aproximadamente para que al final el Director la largara porque su decisión había estado tomada por días ya.
No era justo, pensaba ella. Y sin duda, no lo era. Pero ahora no podía hacer nada más que llorar la injusticia y esperar a que el día terminara para poder llorar aún más en su casa.
Tuvo que salir del baño cuando la campana del cambio de clases sonó, y se dijo a si misma que debía asistir, aunque no quisiera. Se miró al espejo para notar lo irritado que sus ojos se miraban, lo rojo de sus mejillas y las marcas de lágrimas que cayeron por sus mejillas.
Sin duda parecía un desastre, pero lo más que pudo hacer fue echarse agua en su cara para verse un poco más fresca a pesar que acababa de derramar lo que parecían litros de agua. Seco su cara con papel toalla y dio un gran respiro antes de salir del baño.
Aiko se hizo camino a su clase de Química, la cual compartía con dos de las tres personas a las cuales no quería ver en este exacto momento. Sin embargo, noto como el equipo de futbol se hacía camino a una de las salidas traseras de la Secundaria, utilizando sus uniformes y con una energía notable.
Calum venia charlando con Daniel sobre varias de las tácticas que el entrenador les había enseñado para el partido, uno que sería llevado a cabo temprano ese día debido a que estarían visitando una Secundaria fuera de la ciudad.
Desde el mensaje de texto que Calum le había enviado a Aiko, los dos no habían charlado. La chica si había visto el mensaje y sin duda la animo, pero no sabía cómo responderle así que prefirió no contestarle y mejor charlar en persona. Y Calum no esperaba una respuesta de regreso, pero no sabía si a Aiko le había gustado o no.
Pero los dos adolescentes se vieron, con humores totalmente diferentes al otro. Y Calum pudo notar que algo no andaba bien con la chica, sus ojos la delataban. Así que Calum se detuvo, diciéndole a Daniel que ya los alcanzaría.
-Oh, hey, Calum.- lo saludo la chica, tratando de sonar como si nada anduviera mal.
-¿Qué te sucede?- le pregunto, ignorando el saludo y obviando el hecho que estaba mintiendo -¿Estabas llorando? Tus ojos están muy rojos.-
Aiko maldijo dentro de ella porque no quería hablar de lo sucedido y sabía que Calum no la iba a dejar en paz hasta que le dijera. Estaba sorprendida de su habilidad de descubrir mentiras. Y estaba decepcionada de como ella no podía mentir.
-No importa ya, Calum.- dijo rápidamente, dándose cuenta que ya iba tarde a clases –Buena suerte con tu partido.- finalizo con una sonrisa que Calum rápidamente supo que era falsa.
Pero si había algo que aprendió de su hermana mayor era que si una chica no deseaba hablar de algo, se notaba. No podía presionar a alguien a contarle lo que pasaba si ellos no querían. Y a pesar que supiera que, si había algo pasando con Aiko, no podía forzarla a que le contara. No eran amigos de igual manera.
-Okay...gracias.- respondió el chico de cabello oscuro –Nos vemos.-
Calum vio como Aiko se apresuró para ir a clases, a pesar que ya era tarde.
Dentro de sí mismo, sintió celos. Celos por muchos motivos, pero principalmente sentía celos de aquellos quienes se decían ser amigos de Aiko pero se aprovechaban de la chica por su propio bienestar sin pensar en ella primero.
Sintió celos, porque ahora más que nunca es cuando Calum quería a Aiko en su vida más que nunca.
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Hola lectoras!! Qué tal se encuentran?? Espero que muy bien!! He vuelto con un nuevo capítulo de Caliko digo, Effloresce!! Si se preguntan qué significa Effloresce, es un sinónimo en ingles de la palabra florecer que me gustó mucho porque siento que si está relacionado con la historia mientras Caliko ya me estaba aburriendo y el nombre ugh, que pésima decisión nombrar un fanfic de esa manera jajaja. Espero se acostumbren al cambio, PERO claro que el ship name de calum y aiko todavía es caliko ;) Que tal les pareció el capítulo? Comentarios en la expulsión de Michael? Los nuevos sentimientos de Calum? BTW eso no significa que le gusta Aiko, pero vamos llegando a eso. Bien, no tengo nada mas que decir, espero les haya gustado!!
Nos leemos a la próxima,
-K.