-¡Gemma! ¡Al fin te encuentro! - exclamé aliviada cuando la vi sentada al final de la barra del bar.
-¡Hey! ¿Qué pasa? - preguntó de inmediato - ¿Necesitas algo?
-Pues ya que lo mencionas... Sí - admití - Aaamm... Me encontré a una chica en el lobby y me dio esto - expliqué mientras colocaba un pequeño sobre junto a la copa que Gemma estaba bebiendo - Es para aahh... para Luke... Me pidió que se la entregara...
-Val, no te estoy entendiendo, ¿Para qué me necesitas a mí? - preguntó confudida, haciéndome ponerme todavía más nerviosa.
-¿Puedes entregársela tú? - pedí finalmente, tratando de mantenerme lo más serena posible - Es que... Aaah... Yo debo ir a revisar unas cosas de la logística del backstage del concierto de mañana... Ya sabes.... Aaam... Trato de ponerme al día con mis deberes.
-Ah ¿Solamente es eso? - preguntó aliviada - Por un segundo creí que me pedirías que te ayudara a enterrar el cuerpo de la chica que te dio la nota o algo así... ¡Debes relajarte, querida!
Me reí un rato con Gemma para disimular un poco mis intenciones y después de un trago me excusé para "cumplir mis obligaciones", la verdad es que corrí hasta mi habitación a encerrarme para poder rezar en silencio que por una vez en la vida me salieran las cosas como yo esperaba que salieran.
No. No era una carta que una inocente fan me había dado, era una carta escrita con mi puño y letra para Luke.
Lo había estado pensando demasiado, necesitaba un cierre con alguno de los dos hombres que dominaban mi corazón y mi razón, y después de mucho meditarlo, me di cuenta que necesitaba cerrar las cosas con Luke para poder darle una oportunidad a mi matrimonio con Harry, así que me decidí a tomar un trozo de papel y una pluma. No quise escribirle una novela trágica ni darle demasiadas vueltas al asunto, me pareció que él no se merecía eso, así que fui directo al punto, sabiendo que eso lo mataría.
Luke:
Lo pensé muy bien, y ya tomé una decisión, no voy a irme contigo.
Lo nuestro ya no es posible, y el que estés aquí me preocupa mucho, por eso te suplico, te ruego por el bien de los dos que te vayas.
Pasaron varias horas antes de que yo me animara a volver a salir de mi cuarto, calculé el tiempo aproximado en que Gemma entregaría mi recado y el tiempo suficiente para que Luke se calmara y también se diera cuenta que eso era lo mejor para todos los involucrados. Recorrí el pasillo que me llevaba al lobby sin encontrarme nada fuera de lo común, y cuando estuve a punto de llegar al ascensor unos dedos familiares sujetaron mi muñeca, impidiéndome completar mi huida.
-Señora... Necesito hablar con usted - dijo Luke con la voz temblorosa por la rabia.
-¿Pu-puede ser en otro momento? Estoy un poco ocupada ahora - respondí, tratando de mantener la calma.
-Es algo que tendría que hablar con Harry, pero él no está, ¿Podría hablar con usted, es importante - insistió.
-Bueno, si es mi esposo el que puede darle solución a tu problema, pues no creo que pueda ser de mucha utilidad - me resistí.
-Estoy seguro que usted podrá orientarme, ¿podemos pasar a la oficina?
Tenía demasiados ojos en mí y aún muchos más oídos dispuestos a no perderse nada de mi conversación de Luke, y no era porque sospecharan de la relación complicada que manteníamos, sino porque esperaban ansiosos ver si era capaz de solucionar alguna crisis.
Le hice una seña a Luke con la mano para que me siguiera a la habitación que se había dispuesto como una oficina improvisada y cerré la puerta cuando ambos estuvimos solos.
-Tenemos que hablar, Valery - dijo inmediatamente, arrinconándome contra la puerta.
-Tú y yo no tenemos nada de que hablar - hábilmente me deslicé entre sus brazos, no podía permitirle el besarme - Me pediste una respuesta y ya te la entregaron.
-Sabes perfectamente que el único motivo por el que estoy aquí es por ti - dijo a manera de reclamo, como si yo le hubiera pedido perseguirme hasta Paris.
-¡Con mentiras! ¡Escondiendo la verdad sobre quien eres! - grité.
-Sí tienes razón, ahora yo engaño y miento... - admitió divertido - Date cuenta de lo que hago por ti, eso debería darte una idea de lo mucho que te amo y lo importante que eres para mí.
-No, no... - me negué a sus palabras, sabía que mi decisión aún pendía de un hilo, y la mínima insistencia de Luke me haría volver a caer con él, así que me puse de nuevo en mi papel de señora - ¡No te mientas! Porque si eso fuera verdad, no estarías haciendo las cosas así. Si de verdad me amaras darías la cara y pelearías por mí como un verdadero hombre, de frente... ¡Sin estarte escondiendo! Y aunque me duela admitirlo, tengo que reconocer que has sido muy cobarde, primero no quisiste hablar con mi padre y ahora engañas a Harry al no darle la cara y decirle realmente quien eres.
-Que pretextos tan infantiles usas, Valery, como si no te conociera... No tienes idea de cómo tu manipulación me ofende. Pero si eso es lo que quieres, está bien... Nada más espero que estés consciente de que cuando tu marido se entere de que yo soy Luke Hemmings, el amor de tu vida, vas a conocer la muerte... Porque estoy muy seguro que uno de los dos va a terminar muerto - me amenazó y sentí mi corazón detenerse, el simple de hecho de imaginar mi vida en un mundo en el que alguno de los dos no existiera me hacía querer morir a mí también - ¿Eso es lo que quieres, Valery? ¿Qué Harry y yo nos matemos por tu culpa?
Antes de gritarle a la cara que mi mundo se derrumbaría si Harry o él morían, mi esposo entró a la habitación.
-¿Qué hacen aquí? - preguntó confundido al encontrarnos.
-Lu-Luke quiere hablar contigo de algo muy importante - dije con la mayor naturalidad posible, tratando de quitar de mi cabeza la imagen de él muerto por mí culpa y tratando con mayor ansiedad que no se diera cuenta de que comenzaban a escurrir lágrimas por mis mejillas - Le dije que no te encontrabas, pero creyó que yo podría ayudarlo... En fin, los dejo para que puedan hablar en paz.
Salí prácticamente corriendo, el ambiente en esa habitación era completamente asfixiante. Me topé con Felicity esperando frente a la puerta, pero su presencia asechadora para con mi esposo era el último de mis problemas en ese momento, la ignoré lo mejor que pude y corrí hasta mi habitación.
Sabía perfecto que si Luke le decía la verdad a Harry lo menos que iba a hacer era echarme del hotel, así que anticipé eso y comencé a guardar lo más que pude en una de mis maletas. Cuando me pareció suficiente para un par de días mientras pensaba que hacer después con mi vida, dejé nuevamente mi desastrosa habitación y regrese a la oficina donde había dejado a Harry y a Luke; y llegué justo a tiempo para ver como salían charlando como si nada. Luke se despidió educadamente y nos dejó solos.
-Y ¿qué era lo que necesitaba? - pregunté cautelosa cuando me le acerqué a Harry.
-Un par de cosas que discutir sobre los micrófonos - explicó sin cuidado - Nada de lo que debas preocuparte.
-¿Nada más? ¿No te dijo otra cosa? - insistí, aún no sabía si debía huir del hotel o que.
-No, solamente eso - repitió - ¿Por qué? ¿Valery, está pasando algo que yo no sepa?
-¡Ay, no! ¡Para nada! - mentí - Oye, ¿Ya comiste? - pregunté, cambiando drásticamente el tema.
-No, todavía no, ¿Y tú?
-Tampoco... - respondí, dándome cuenta que me había perdido la hora de la comida por todo el drama con Luke.
-Bueno, y ¿Qué te parece entonces si comemos juntos? - preguntó, jugueteando inocentemente con mis dedos.
-Suena como una cita... - respondí en un tono coqueto, aunque esa no fue mi primera intención.
-Es una cita entonces...
-Sí, claro - accedí gustosa, pero el recuerdo de mi maleta junto a la puerta me hizo detenerme - Adelántate, te alcanzo en un minuto.
Me encaminé nuevamente a mi suit cuando una de las manos de Harry atrapó mi muñeca y me tiró hacia él mientras con la otra me atrapaba por la cintura para evitar que yo cayera por el movimiento o incluso para evitar que pudiera alejarlo, pero la verdad es que ni siquiera tuve tiempo para pensar en negarme, simplemente sentí sus labios sobre los míos besándome dulcemente, "no tardes", susurró antes de liberarme. No pude evitar sonreír a mitad del beso, y tampoco traté de borrar la sonrisa mientras regresaba a la suit, donde deshice deprisa la maleta que había hecho, no me molesté en regresar todo a su lugar, después de todo, una pila de ropa sobre la cama era más sencillo de explicar que una maleta lista junto a la puerta.
Cuando encontré a mi esposo sentado en el balcón estaba absorto revisando algunas cosas en su teléfono, me acerqué despacio hasta donde estaba y cariñosamente despeiné su cabello antes de sentarme a su lado, Harry inmediatamente dejó su celular a un lado y ambos esperamos en silencio que sirvieran nuestra comida, simplemente disfrutando la compañía del otro.
-¿Cómo van las cosas con Felicity? - preguntó y casi escupí el bocado que recién había mordido.
-¿De verdad me estás preguntando por esa mujer cuando estamos compartiendo un buen momento juntos? - pregunté molesta.
-Valery... Yo conozco a Felicity desde que era niña, ya te pedí muchas veces que no la trates como si fuera una empleada más, ella es como de la familia para mí, y está pasando por un momento muy difícil...
-Harry... No quiero hablar de ella cada vez que tenemos una conversación... - me limité a decir, realmente era algo que había colmado mi paciencia, retiré la servilleta de mi regazo y la puse sobre la mesa, lista para abandonarla, pero Harry me detuvo.
-Si tú eres capaz de darme ese pequeño gusto que te estoy pidiendo, no creo que sea necesario seguir hablando de ella - con un gesto cortes me indicó que retomara mi asiento y mi prudencia me hizo obedecerlo, le debía ese gesto después de lo del elevador del día anterior.
Permanecimos en silencio después de eso, él por sí sólo se dio cuenta de que había arruinado cualquier oportunidad de tener un acercamiento romántico conmigo por haber sacado el tema de esa rubiecilla odiosa.
-Las hijas de Paul nos alcanzaran en Italia - comentó cuando llegaba al final de su taza de té - Son niñas encantadoras, quizá podrías entablar una amistad con ellas.
-¿Niñas? - pregunté, imaginándome pequeñas de unos 8 años.
-Bueno, los chicos y yo seguimos diciéndoles niñas, y la verdad es que son de nuestra edad. En fin, pensé que quizá podrías organizar otra reunión... Ya sabes para romper el hielo...
-No me gustan las fiestas - solté sin ganas.
-¿Qué no te la vivías en reuniones y fiestas antes de casarnos? - preguntó.
-Pues sí - admití - Pero lo hacía por compromiso o por darle gusto a mi madre. La verdad yo prefiero las cosas más íntimas y tranquilas... si no les molesta, preferiría salir de compras con ellas e invitarles un café - Harry asintió gustoso ante mi propuesta y yo me quedé meditando un momento - ¿Qué curioso, no? Lo poco que sabes de mí...
-Solamente conozco lo que tú me has querido mostrar...
-Deberás ganarte el resto de la información - respondí divertida.
-¿Y qué hay de mí? - preguntó.
-¿Qué hay sobre ti? - dije confusa.
-Tú tampoco sabes muchas cosas sobre mí...
-Bueno, para saber más simplemente debo bajar al lobby y comprar una revista con ustedes en la portada - respondí y él soltó una carcajada, había olvidado lo mucho que me gustaba ese sonido.
-Esa es trampa - concluyó entre risas.
-La considero como una gran ventaja - corregí.
-Bueno, pues aquí tienes algo que no encontraras en las revistas: Voy a ir a pasear en unas motocicletas con los chicos.
-¿Motocicletas? - pregunté y no quise evitar la angustia en mi voz.
-Sí, iremos Tommo, Zayn y los chicos de 5SOS - explicó - En realidad, ya deben estar esperándome abajo... ¿Te importa si me retiro?
-¿Motocicletas? - insistí, deseando que hubiera escuchado mal, pero el asintió con la cabeza, ajeno a la preocupación que me invadía - D-de acuerdo... - dije finalmente y Harry se levantó de la mesa, plantó un beso en mi frente antes de alejarse - ¡Harry! - grité desde mi asiento - Sólo... aah... Ten cuidado, ¿De acuerdo?
-¿Qué? Valery, ¿Estás preocupada por mí? - preguntó con una gran sonrisa en los labios.
-Solamente ten cuidado, por favor - respondí con un ademán para que se retirara, pero su sonrisa no se desvaneció mientras se iba.
Me quedé un par de minutos sentada en el balcón repasando mi comida con Harry, y con una sonrisa concluí que había sido un paso encaminado a una buena relación. Cuando me retiré del lugar y me dirigía a mi habitación me encontré con Lou, Gemma y Lottie, la hermana de Louis, en el lobby de nuestro piso y ellas me invitaron a pasar el rato con ellas, y fue algo que acepté hacer gustosa. Estábamos pasando una encantadora tarde chicas cuando una de las asistentes se acercó a mí.
-Disculpe, señora Styles - me llamó tímidamente.
-Emily, ya te dije que puedes llamarme Valery - dije poniendo los ojos en blanco - No te veo llamando a Lou "señora Teasdale".
-¡Dios, no! - exclamó Lou - La señora Teasdale es mi madre.
-De acuerdo, Va-Valery - accedió - Hay una llamada de recepción, me dicen que una mujer acaba de llegar con varias maletas y está pidiendo verla, su nombre es Bridget.
-¿Mi nana? - pregunté entusiasmada - ¿Y qué esperan? ¡Déjenla subir!
-¿No eres muy grande para tener una nana, cuñada? - preguntó burlona Gemma.
-Cierra la boca, Gem - dije encantada - Amarás a mi nana, es la mejor persona del mundo.
Dejè que el resto de las chicas se burlaran de mi hasta que las puertas del elevador se abrieron y Bridget apareció acompañada de uno de los chicos de seguridad.
-¡Bridget! - grité emocionada cuando corrí a su encuentro.
-¡Mi niña! - exclamó cuando me recibió con un gran abrazo - Mi cielo, ¿Serias tan amable de decirle a este caballero que sí me conoces?
-Está bien, Richard - le pedí al chico de seguridad - Ella está conmigo, y por favor, pasa la voz que ella tiene acceso a todo.
Escuché al muchacho aceptar mi orden y llevé a mi nana hasta los sillones que las chicas ya habían desocupado para nosotras, y por primera vez desde que había llegado a Paris, me sentí como en familia.
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Narra Luke
Esa debía ser una broma, se suponía que era un día que íbamos a pasar los 4 juntos, el último día antes de que iniciáramos con el Tour, pero no, Ashton decidió que justamente la hermana de mi peor enemigo era una chica encantadora y quería tratarla más... Ya había aceptado que solo seríamos Michael, Calum y yo, luego me enteré que a Michael se le había soltado la lengua y le había hablado de nuestros planes a Louis y Zayn, y por supuesto ellos se autoinvitaron enseguida. Bueno, creía que eso era lo peor que podía pasar, pero cuando me detuvieron en el loby porque estábamos esperando a alguien más supe que todos los dioses y el universo conspiraban en mi contra, por supuesto que teníamos que esperar por el esposo del amor de mi vida.
No puedo ni siquiera describir esa sensación que experimento cada vez que lo veo, constantemente me encuentro debatiéndome conmigo mismo sobre si debo golpearlo hasta desfigurarle esa enorme sonrisa que siempre tiene o el simplemente seguir fingiendo ser un muchacho que está cumpliendo su sueño gracias a él y que no se dedicaba todas las noches a soñar que se escapaba con su bellísima esposa...
Cuando llegamos al circuito de las motocicletas pude finalmente centrarme en otra cosa: el viento, mi motocicleta y yo, esa era la combinación perfecta para olvidarme por un minuto de Valery y poder volver a sentirme yo mismo. Uno de los encargados rápidamente se puso a nuestras ordenes, nos explicó que había tres diferentes pistas y que debíamos recorrerlos en parejas por seguridad.
-Los trajes y los cascos están justo aquí - nos señaló - Están listos de acuerdo a las tallas que nos proporcionaron antes de venir, escojan a su compañero y vístanse, iremos por sus motocicletas.
No me tomó más de un segundo procesar la información, pero fue suficiente para que Calum y Michael se hicieran pareja. Malditos.
-¿Qué dices, Louis? ¿Vamos juntos? - escuché preguntar a Zayn.
-Partners in crime, bro - contestó Louis con un choque de puño.
-Entonces tú y yo vamos juntos, Luke - añadió Harry a mis espaldas. Tomé uno de los cascos que tenía frente a mí y se lo lancé con un poco más de fuerza de la necesaria, incluso le saqué un poco el aire, claro que lo disfruté.
Nos vestimos en silencio y cuando estuvimos listos el encargado volvió a acercarse para darnos algunos consejos y explicarlos las reglas de seguridad, a Calum y a Zayn les dieron una clase express de manejo en la motocicleta y entonces estuvimos listos.
Harry y yo eramos los que tenían mayor experiencia en la pista, así que estuvimos de acuerdo en escoger la pista más riesgosa. Tan pronto como puse mis manos sobre el manubrio y gire el acelerador me sentí yo mismo nuevamente. Dejé atrás de inmediato al imbécil de Harry y todas las reglas y normas que nos habían indicado desaparecieron en un instante... Por un segundo pensé que todo se arreglaría, que nada me separaría de Valery, por un segundo, ese pequeño instante, todo estuvo bien... Luego los vi, y me tomó otro segundo en adivinar lo que pasaría. Le dí la vuelta a la motocicleta tan rápido que por poco y derrapo, le grité a Harry que hiciera lo mismo, pero solamente vi su desconcierto en sus ojos, y entre el ruido de todas las motocicletas yo lo escuché, ese sordo sonido que indica un disparo.
Podría jurar que vi la bala recorrer su camino en cámara lenta hasta que se impactó contra el brazo de Harry.
Un segundo disparo.
Caí y antes de impactarme contra el suelo pensé que ya estaba muerto.
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