A Little Death

By Rachel-SF

3.6M 254K 54K

La universidad es lo único que le preocupa a Ellie Woods, de veinte años. Pasa sus tardes escribiendo, jugand... More

A Little Death
Capítulo 1 - Corazón acelerado
Capítulo 2 - ¿Quién eres, Jax?
Capítulo 3 - Acepto
Capítulo 4 - Asesino suelto
Capítulo 5 - Alcohol, verdades y un Jax bastante caliente
Capítulo 6 - No puede ser tan malo
Capítulo 7 - Una charla amistosa
Capítulo 8 - Gracias
Capítulo 9 - Un poco de muerte
Capítulo 10 - Mis demonios
Capítulo 11 - Jason, cambiaste bastante
Capítulo 13 - Café
Capítulo 14 - Cuídate
Capítulo 15 - Un poco de dolor
Capítulo 16 - Perdiendo el control
Capítulo 17 - Enchiladas
Capítulo 18 - Casa del terror (Parte 1)
Capítulo 18 - Casa del terror (Parte 2)
Capítulo 19 - Caída libre
Capítulo 20 - Misión imposible (parte 1)
Capítulo 20 - Misión Imposible (parte 2)
Capítulo 21 - Un poco de sangre
Capítulo 22 - Me salvaste
Capítulo 23 - Injusticias de la vida (parte 1)
Capítulo 23 - Injusticias de la vida (parte 2)
Capítulo 24 - Sentimientos ante todo (parte 1)
Capítulo 24 - Sentimientos ante todo (parte 2)
Capítulo 25 - Respirando
Capítulo 26 - Prófugo de la ley
Capítulo 27 - ¿Dónde estás?
Capítulo 28 - Noche de teatro
Capítulo 29 - Marcas en la piel
Capítulo 30 - La pequeña muerte
Capítulo 31 - Las apariencias engañan
Capítulo 32 - Sam
Capítulo 33 - Hermanos
Capítulo 34 - Sed de venganza
Capítulo 35 - Traición
Capítulo 36 - Miedo a morir
Capítulo 37 - Locura (parte 1)
Capítulo 37 - Locura (parte 2)
Capítulo 38 - Lo siento mucho (parte 1)
Capítulo 38 - Lo siento mucho (parte 2)
Capítulo 39 - Ángel
Epílogo
Entre Páginas
Mi Nueva Novela: Veneno

Capítulo 12 - Guerra de miradas

86.8K 5.6K 791
By Rachel-SF

Capítulo dedicado a Daark_Loove

*****

Una caminata por la ciudad nunca me había aparecido tan apetecible. No estaba lloviendo, pero tampoco estaba despejado, digamos que un día perfecto para mí. Deje mi bolsa sobre mi escritorio y me incliné para coger mis zapatillas deportivas. No había visto a Jax desde la noche del sábado, cuando le pedí que bajara la comida de George. Y, por alguna razón, eso me hacía sentir bien. Salí del fraccionamiento, trotando lento, y me hice camino hasta los alrededores. En otoño, este lugar era exageradamente colorido, ya que todos los árboles se encontraban pintados de naranjas. Otoño siempre ha sido una de mis estaciones favoritas. El ejercicio está comenzando a hacer efecto y mis músculos comienzan a tensarse. Mis ojos van directamente hacia las colinas. Siempre había querido ir a escalar, pero nunca me había atrevido, tal vez porque quedaban bastante alejadas. Ir sola a ese lugar, conociendo como soy de resbaladiza, no era una buena idea. Un destello de valentía me recorrió por las venas. Tal vez el próximo fin de semana iría y demostraría de lo que soy capaz.

Me reí.

De regresó a mi hogar, me detuve en el centro de la ciudad. Siempre había amado este lugar, por sus estructuras coloquiales y la buena comida. Muchos estudiantes se encontraban en las cafeterías, con sus computadoras portátiles y libros. Antes venia aquí a hacer mi tarea, pero después encontré más satisfacción en mi pequeño departamento. Entré a una cafetería e hice fila para ordenar un frappuccino de vainilla. Saludé con la mano a un grupo de chicos de mi clase de psicología, un poco avergonzada por mi apariencia agitada y sudada. Solo a mí se me ocurría venir a un lugar tan lleno de gente luciendo de esta manera. Metí la pajilla entre mis labios y bebí la delicia congelada mientras caminaba tranquilamente a casa.

El sol ya se estaba ocultando cuando llegue.

Busqué las llaves en mi bolsillo trasero y soplé uno de mis cabellos rubios que jugueteaba en mi rostro. Al abrir la puerta, me quedé petrificada al ver a James sentado en el sofá, con George en su regazo. Permanecimos en silencio, dándonos una ojeada. Inclinó su cabeza en modo de saludo y yo hice lo mismo, un poco confundida. Jax salió del pasillo y me dio una mirada rápida, antes de sentarse en el lugar frente a su amigo.

¿Qué se supone que debería hacer? No podía correrlo, pero tampoco actuar como si no me molestara su presencia. Era momento para demostrar mi valentía y no mi falta de autoridad. Tragué saliva mientras caminaba hacia James. Sin previo aviso, tomé a George en mis brazos. El hombre parecía sorprendido y enarcó una ceja hacia mí. Dios, esta exageradamente incómodo. Mi gatito maulló en respuesta y metió su cabeza en mi cuello; normalmente hacia eso cuando se sentía a gusto. Ambos chicos me miraban como si fuera algún tipo de animal rabioso apunto de atacar, y yo no hacía nada para quitar mi vista. Era mi departamento, podía hacer lo que se me diera la gana. De pronto, esto se convirtió en una guerra de miradas, hasta que mi celular sonó. Sonreí al ver el identificador de llamadas.

- ¿Jason?

-Hola, ¿estas ocupada?

Caminé hasta mi refrigerador, sosteniendo el teléfono entre mi hombro y mi oreja.

-No, para nada. -Baje a George y cogí el tarro de nieve-. ¿Qué sucede?

-Unos amigos y yo iremos a Virginia Beach el próximo fin de semana, al parecer habrá una gran fiesta, ¿Quieres unirte?

James limpió el polvo en sus pantalones y salió del departamento, cerrando la puerta detrás de él. Jax seguía en la misma posición y podía decir que por su expresión alerta, estaba atento a mi conversación con Jason. Sonreí internamente.

- ¿Virginia Beach? No lo sé, está un poco lejos y no creo que Della me de el día libre.

Al decir eso, Jax se puso de pie y se reclinó en el mostrador, a unos centímetros de mí. Di unos pasos atrás exaltada. Lo fulminé con la mirada e intenté concentrarme en lo que el rubio me decía, pero era imposible teniendo a mi compañero de piso frente a mí. ¿Algo que odiaba de Jax? Si él quería, su expresión no expresaba nada. Era el rey del hielo. Sus ojos grises me penetraban, pero no podía descifrar algo dentro de ellos.

-No te preocupes por Della, le pregunté y me dijo que estaba bien. Y lo del viaje, solo son unas cuantas horas. Iríamos en el carro de un amigo y te prometo que se pasara rápido.

-De acuerdo, lo pensare y te diré lo más pronto posible ¿Okay?

-Está bien, tomate tú tiempo. Salimos el sábado por la mañana.

Nos despedimos y cortamos la llamada.

- ¿Se puede saber que mierda te sucede? -Le espeté.

Pasó la mano por su cabello negro, desordenándolo más, y me miró con rabia. Su lengua se fue directamente al arete en su labio, algo que hacia cada vez que no encontraba palabras que decir.

- ¿Piensas decir algo?

Deshice mi cola de caballo y en cambio, me hice un moño desordenado mientras veía como Jax luchaba contra las palabras. Esto era un tanto divertido. Generalmente, era yo quien balbuceaba en su presencia.

-No puedes ir a Virginia Beach este fin de semana.

¿Qué?

- ¿Disculpa? Yo puedo hacer lo que quiera. No sé con qué derecho te atreves a decirme eso, especialmente tomando en cuenta el hecho de que tú no eres nadie, más que un inquilino en mi casa.

Rechinó los dientes ante mi respuesta y se cruzó de brazos. Seguía estando cerca de mí, tanto que podía olerlo. Olía a una mezcla de jabón y menta, con un toque de bosque. Era un olor adictivo, literalmente podía estar oliéndolo por horas. Aunque eso sonara raro. Su barba había crecido un poco, pero era más bien como una sombra en su rostro.

-No puedes ir porque...- Se detuvo abruptamente y cerró los ojos-. Por una vez en tu vida, hazme caso.

Jackson Mackenzie era un misterio y eso ya me estaba hartando.

- ¡Y tú, por una vez en tu vida termina la oración! -Estaba furiosa- ¿Qué sucederá el sábado en Virginia Beach?

-Nada -mintió-. ¿Quién es Jason?

Su cambió de tema me tomó por sorpresa. Cambiaba de tema como si fuera un profesional, escabulléndose de la verdad. Cualquier chica normal se distraería fácilmente con su voz ronca y su físico de modelo Abercrombie & Fitch, como si fuera algún tipo de depredador. Lo peor de todo, es que si lo era. Me tenía que recordar mentalmente que Jax no era de fiar, nunca lo sería.

-No cambies de tema -solté, devolviendo el tarro de nieve al refrigerador-. ¿Qué sucederá el sábado?

Caminó alrededor de la barra para posarse frente a mí, sin ningún objeto obstruyendo entre nosotros. Levanté mi rostro, retándolo, y él sonrió secamente. Ya no parecía tan intimidado, sino que volvió a su expresión fría y tenebrosa. Esto era malo, muy malo.

-Lloverá, revisé el pronóstico esta mañana y parece que caerá una tormenta el sábado. Dudo que haya fiesta. Solo estaba tratando de advertirte al respecto ¿Contenta?

-Ni un poco -musité, más para mí misma que para él.

Ignoró mi comentario.

-Contesté tu pregunta, ahora tú haz lo mismo con la mía -Sus brazos me acorralaron contra la pared y tuve que reprimir un grito. Bajé mi vista, incapaz de perderme en sus ojos, pero él me tomó de la barbilla-. ¿Quién es Jason?

-Es...- Su mano fue bajando delicadamente hasta mi cuello, causándome un cosquilleo, pero me inquietaba que se detuviera ahí. Al parecer, la especialidad de Jax eran los cuellos-Un amigo, es un amigo.

Se alejó de golpe y sonrió burlonamente. De seguro mis mejillas estaban más rojas que un tomate y me culpaba por ello. Después de saber todo lo que Jax había hecho, aun dejaba que su toque me afectara de esta manera. El disfrutaba eso, con una sonrisa de lado me lo demostraba. Le gustaba verme vulnerable. Intentó decir algo más, pero lo ignoré mientras le sacaba la vuelta para ir a mi habitación. Odiaba esta actitud prepotente, muy usual en él. Una vez dentro de ella, cerré la puerta con seguro y me tumbé en mi cama matrimonial para pensar claramente. Tenía que calmarme y descubrir el verdadero significado de sus palabras. Me estaba advirtiendo de algo, pero ¿de qué? ¿Otra muerte? La parte trasera de mi cabeza se erizó. En mis manos estaba el futuro de otra chica.

Respiré hondo y deje que mis pensamientos me llevaran a los lugares más horrorosos y lúgubres. Jax no era idiota, de hecho, era una de las personas más inteligentes que se había cruzado en mi camino. Él tenía todo calculado, pocas cosas no pensaba con antelación. Entonces, él tenía un motivo por el cual decirme lo anterior. Me golpeé mentalmente. Mi vida parecía un capítulo de Scooby Doo, solo que me encontraba sola para resolver el crimen, y George no era un perro parlanchín. Jalé mi laptop a mi regazo y entre en al navegador. Buscar a Sam fue lo primero que hice, pero todo continuaba igual; no había noticias nuevas. Entonces, decidí hacer algo diferente.

Sean Mallory era uno de los sobrevivientes, él podría darme respuestas.

Busqué su nombre y me aparecieron distintas páginas de redes sociales. En una de ellas, varias personas le deseaban buenos deseos a un tal Sean y al instante supe que se trataba de él. Dios, esto era más difícil de lo que pensé. Según su información, la cual aparecía debajo de su foto de perfil, vivía en Richmond, un poco lejos de donde yo vivía. Le escribí un mensaje rápido, pidiendo que nos encontráramos para hablar sobre asuntos importantes, y titubé al momento de presionar enviar. No sabía si había hecho lo correcto, pero me encontraba desesperada. Debería dejar las novelas románticas y comenzar con una de detectives, podía ayudarme a conseguir pistas. Cogí mi nook y descargué la primera novela de misterio con más de cuatro estrellas.

¿Desesperada? Un poco.

________

Hola, siento haber tardado en subir capítulo. Últimamente mi imaginación anda por los suelos, pero supongo que la única manera de superar este bloqueo es escribiendo sin parar. Prometo subir capítulo pronto :)

Cambiando de tema... ¿Como han estado? ¿Que les pareció la actitud extraña de Jax? ¿Y que opinan de Jason?

En fin, supongo que esto es todo por hoy.

¡Besos! :3

Continue Reading

You'll Also Like

14.1K 532 12
-Es mi prima- -Pero la mia no- historia 100% mía No se aceptan copias ni adaptaciones
238K 16.1K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
111K 6K 19
Me siento como una fracasada, porque sé que te fallé. Debí haberte hecho sentir mejor, porque sé que tú no quieres a una mentirosa. Se que ella te ha...
38.8K 1.3K 16
Ella esperaba no cometer un error. Ambos muy curiosos por el otro. Él guarda un gran secreto. Terminada Derechos reservados, novela registrada. Hist...