La escena frente a mí es mi peor pesadilla. Veo como sus puños vuelan en dirección al otro y no puedo evitar quedarme estática con saber que hacer. El pánico me inunda mientras los chicos intentan separarlos, y fallando en el intento.
La furia de Abel es tan grande que no para de golpear a su hermano, mientras que Cain simplemente reacciona por inercia, pero veo en sus ojos la confusión y el dolor que le causa ver a su hermano ardiendo en furia. Yo lo hice. Yo lo cause. Es mi culpa.
—¡Cara! ¡Cara! —la voz de Kevyn me hace despertar mi parálisis, no me había dado cuenta que estaba aferrada a su brazo, tampoco noté cuando lo hice.
Me dejo llevar por él hacia donde sea que se dirija, noto como los demás nos siguen de cerca. Nos encaminamos al salón de las velas, me siento en un sofá aún en shock. El sudor me recorre la frente y las imágenes siguen repitiéndose en mi mente.
—¿Dónde están? —mi voz a penas es un susurro en la habitación. Todos me ven con pena.
—Seguridad los ha separado... —inicia Carla con cuatela—, supongo que los han echado.
—Traiganlos acá—demando.
—Cara, no creo que sea una buena idea amiga—remarca Ari con sorpresa en su rostro.
—Solo háganlo. Yo lo hice, déjenme enfrentar mis errores.
Anne es la primera que intenta salir de la habitación en su búsqueda, pero Kevyn la retiene.
—Anne...
—¡No Kevyn! Les dije que esto era una mala idea desde el inicio, pero nadie me escucho. Ahora que quiere hacer mi correcto, que es enfrentar el problema, ustedes están escondiendola. No es su problema—enfadada sale de la habitación en lo que supongo es la búsqueda de los mellizos.
Doy un asentimiento hacia ellos intentando mantenerme firme y recomponerme del shock. Los veo salir por la puerta dejándome completamente sola. Intento formular la mejor manera de decirles lo que pasó, no creo que haya una forma de decirles lo que exactamente sucede. Me pongo la máscara de fuerza y me repito a mi misma que puedo hacerlo, el daño ya está hecho, no puedo hacer nada para remediarlo.
Escucho los pasos fuera del pasillo, no puedo evitar que un escalofrío recorra mi espina dorsal, me limpio las manos en mi vestido quitando el exceso de sudor, y me pellizco las mejillas para no parecer tan pálida. Y luego llega el azote de la puerta que ya estaba esperando. Luego los tengo a ambos frente a mí, el bien y el mal, el incomprendido y el perfecto, pero yo, yo vi mucho más.
—Explicame que mierda Morrigan—ordena el castaño intentando controlarse.
—Deja de llamarla así—réplica el rubio relajado.
—¡Tú no me dices como mierda tratarla! —grita devuelta—¡No eres nada de ella!
—Soy su novio—presume. Veo la herida que a atraviesa los ojos de Cain.
—No—hablo por fin—. No soy tu novia—afirmo a Abel quien queda confundido—, y tampoco la de él—señalo a Cain.
—Cara... —Abel intenta acercarse, pero doy un paso hacia atrás tomando distancia.
—No, Abel—tomo una respiración profunda—. Jamás me lo pediste, nunca lo aclaraste, o ¿acaso abriste la boca para decirme "Cara quieres ser mi novia"? No.
—Dije que quería algo contigo—contesta serio—. Desde el inicio cuando comenzamos a salir.
—¿Lo dijiste? Sí. ¿Lo mostraste? No—reprimo un suspiro—. No sé en qué momento llegue a pensar que sólo palabras bonitas me completarian, porque fue lo único que conseguí contigo. Llego a Washington a pasar un tiempo contigo, dices que me quieres, pero cuando mi madre decide presentarse de la nada y huyó debido al daño emocional que me causa tu no vienes por mí. No pudiste mandarme un maldito mensaje, llamarme, ¡no hiciste una mierda! Y fui tan estúpida para creer que era lo correcto, entiendo que para ti lo primero sea tu trabajo, pero creo que esa ocasión ameritaba que fueras por mí. No estuviste cuando más te necesité.
La decepción y remordimiento en el rostro de Abel me duelen, y pensar que soy la responsable me estruja el corazón, pero debo decirlo todo porque deben entender que no hay solo a una persona que culpar, todos lo arruinamos, nos destruimos. Abel sale de la habitación quebrando el florero de la entrada, me hace pegar un pequeño brinco del susto. Luego me quedo sola con al que más miedo le tengo, me aclaro la garganta para neutralizar mi voz.
—Me mentiste... —susurra dolido.
—Jamás preguntaste si salía con alguien más.
—¡Eso se dice carajo!
—¡¿Por qué?! No éramos nada y tampoco lo somos, me mandaste a la mierda más de una vez. Estar contigo era mi sufrimiento y mi sanación, estaba aferrada a intentarlo, que solo debía darte tiempo, pero me destruías cuando intentaba ayudarte. No puedo ayudar a sanar a alguien a quien solo le gusta autodestruirse. Lo entiendo carajo, entiendo tu dolor. Yo te quiero Cain.
—Eres igual a mi padre—su voz se atora en la última palabra.
—Yo estaba soltera, no te atrevas a compararme con él.
—Ahora sé porqué mi madre me parecía patética—dice avanzando al final de la habitación—, es inútil luchar por algo que jamás existió.
Sus palabras me calan ondo, y él lo hace de nuevo, me destruye en mil pedazos. Todo se acabó, acabamos de tocar un punto donde no hay retorno. Lágrimas gruesas bajan por mis mejillas.
—No te atrevas a llorar—amenaza—. Y de pensar que comencé a rechazar a las chicas, asistir a clases, incluso intenté arreglar las cosas con mi padre—bufa molesto—, ¿y para qué? Por ti. Yo estaba cambiando por ti, no podíamos tener un título. Lo que siento..., sentía—corrige—, no lo valía. Para ti jamás será suficiente.
—Me estabas destruyendo—hablo entre dientes.
—Y yo te estaba amando.
Finaliza, abre la puerta y sale de la habitación azotando la puerta. Caigo de rodillas apoyándome en el sofá.
Duele.
Mi pecho se estruja ante la pérdida que acabo de tener. Mi pecho quema ante la culpa y el arrepentimiento. Me siento como un traidor. Las lágrimas no paran de caer, estoy totalmente hundida. No hay nada para arreglarlo, no puedo volver a unir los pedazos. Destruí a las personas que me han tenido casi toda su vida. Mi teléfono vibra incontables veces y lo tomo apresurada pensando que puede ser alguno de los dos.
"Eso ha sido interesante. Seca esas lágrimas cariño, el juego a penas está comenzando".
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Y se nos llegó el cap señores, lo inevitable tenía que suceder, mis dioses y diosas, quiero llorar porque esta historia Ha tenido un gran crecimiento y se los agradezco a Millones.
Siempre les recuerdo que su voto y comentario lo aprecio, y si desean compartir la historia adelante.
Los leo:
Sentimientos por el cap
Teorías
Quién es el desconocido.
Que team son
Mi amor de siempre 💓
Nos vemos a la próxima!
~TH&TB