Después del rechazo de Xie Li, el plan de Yu Rui y Pei An An de intercambiar lugares desapareció, y Yu Rui tivo que quedarse en la mesa delantera de Xie Li.
Afortunadamente, las clases terminan los viernes después de la tutoría.
La idea de no tener que ver a este hombre o ser atormentado por su mirada durante los próximos dos días completos hace que Yu Rui sienta que la ira contenida en su pecho se disipe.
Sin embargo, resulta que Yu Rui sigue pensando demasiado bien de la vida.
El sábado por la mañana Yu Li siguió durmiendo, y Yu Rui desayunó solo y se sentó en su escritorio para hacer sus tareas.
El sábado por la noche y todo el domingo tenía su trabajo de tutor a tiempo parcial, y sólo las horas diurnas del sábado podía utilizarlas para sus propios estudios y asuntos familiares. Y como Yu Congsheng no estaba en casa hoy, había un ambiente agradable para estudiar sin tener que ir a la escuela.
Fue en ese momento cuando su móvil vibró.
Yu Rui no detuvo el bolígrafo en la mano, sólo levantó la mirada para echar un vistazo. La pantalla iluminada mostraba un WeChat.
[Enfermo]: Ubicación.
La punta del bolígrafo de Yu Rui se paró, e inconscientemente frunció el ceño. Tras unos segundos de silencio, continuó realizando su tarea.
[Enfermo] era el apodo de alguien.
Inicialmente fue añadido como amigo, y a Yu Rui todavía le remordía la conciencia cuando puso tal apodo, y ahora...
Recordando la tortura mental que había sufrido durante la semana, Yu Rui se burló. Bajó la cabeza y volvió a centrarse en terminar sus tareas.
Sin embargo, no fue capaz de concentrarse por mucho tiempo.
Unos segundos después, su móvil volvió a vibrar.
Molesto en su corazón, Yu Rui cogió su móvil y se preparó para bloquear a esta persona. Entonces vio el último mensaje.
[Enfermo]: Me están atacando.
Yu Rui se congeló.
Miró el mensaje anterior, era una ubicación de Xie Li. El punto de ubicación era un cibercafé llamado Hip Hop, no muy lejos del instituto.
La última vez que Ye Mu Mu bloqueó la puerta en el aula, el lugar al que fue invitado era el "nuevo cibercafé de enfrente".
La expresión de Yu Rui cambió ligeramente. Buscó el número de móvil de Xie Li en el registro de llamadas: "Lo siento, el número que ha marcado está desconectado, por favor marque de nuevo más tarde...."
"Lo siento, el número al que ha llamado está desconectado...."
"Lo siento, el número que ha marcado...."
Tras la fallida tercera llamada , la expresión de Yu Rui se volvió sombría. Soltó el bolígrafo de su mano, cogió su chaqueta de la silla, se levantó y salió corriendo.
Al pasar por el salón, frotándose los ojos, Yu Li se detuvo y preguntó: "Hermano, ¿a dónde vas?"
"Tengo algo que hacer, ¡volveré pronto!"
Cuando las palabras cayeron, la persona ya había desaparecido por la puerta.
Yu Li se quedó en su sitio sorprendida, y siguió caminando hacia el baño: "Qué raro, es la primera vez que veo a mi hermano tan apurado."
A primera hora de la mañana, no había mucha gente "viva" en el cibercafé. Yu Rui entró jadeando y miró entre la gente que estaba acostadas en las sillas o en las mesas de los ordenadores, pero no pudo encontrar a Xie Li.
Sólo pudo correr hacia el cajero.
"Hola, ¿has visto... ?"
Las palabras se detuvieron bruscamente.
La persona que estaba en el sofá de la zona interior de la recepción y que Yu Rui vio sin querer, tenía un par de piernas largas, y dormía medio de lado mirando hacia dentro.
Yu Rui lo miró fijamente durante unos segundos, con una mueca en el rostro: "XIE LI."
El hombre que dormía acurrucado en el sofá parecía haber oído la voz de Yu Rui. La esbelta espalda se movió.
Unos segundos más tarde, Xie Li se frotó el cabello desordenado y se sentó, con sus dos largas piernas pisando el suelo y apoyándose.
En este cibercafé con aire acondicionado a baja temperatura, sólo llevaba una camiseta, y los músculos que envolvían la fina ropa eran tensos y fuertes. Los ojos negros llenos de sueño se abrieron para fijarse en la figura de Yu Rui, como un león que mira a su presa, revelando una agresividad más allá de un estudiante normal.
Y en este momento, Yu Rui no era en absoluto más suave que él.
Contando los al menos cuarenta minutos que había perdido por esta persona, Yu Rui se sintió enfadado.
Los dos se miraron fijamente durante un rato.
El aire era abrasador y eléctrico.
El chico de la recepción no se atrevió a hablar, mirando esto y aquello durante un rato.
Después de medio minuto, Xie Li fue el primero en encontrar sus sentidos tras ser despertado. Giró la cabeza para mirar al tieso cajero y señaló a Yu Rui: "¿Para quién?"
"¿?" El chico de la caja torció la cabeza desconcertado mientras sentía que su temperatura corporal bajaba otros diez grados en la mitad de su cuerpo cercana a Yu Rui.
Sólo pudo temblar y asentir: "Hermano Li, deb-debería estar aquí por ti".
Tras dos segundos de silencio, Xie Li sonrió, con sus negras pupilas oscuras: "Así que no es un sueño... y realmente estás aquí".
Se levantó, tiró la chaqueta cubierta entre la cintura y el estómago en el sofá y salió de la zona de recepción: "Dile al jefe que me voy primero".
"¿En? Oh, vale".
Cuando Xie Li pasó por delante de Yu Rui, lo poco de ira que tenía Yu Rui desapareció.
Xie Li se detuvo en seco y bajó la cabeza con una sonrisa de satisfacción: "Delegado, ¿enfadado?"
Yu Rui no se apresuró a hablar, esperando a que sus emociones se calmaran antes de levantar la vista: "¿Qué quieres?"
"¿Mm?"
"Hoy no hay nadie más, vamos a hablar abierta y honestamente. También puedes plantear cualquier queja que tengas contra mí por todos los medios, en lugar de utilizar..." Yu Rui se detuvo de golpe. Las comisuras de su boca se tensaron ligeramente, sus ojos se desviaron en una sonrisa: "No acudas a tácticas tan mezquinas que no pueden ser más infantiles. No es como si fuéramos estudiantes de primaria".
Xie Li miró fijamente la frente de Yu Rui en silencio hasta que inclinó la cabeza y se rio estúpidamente: "No tengo ninguna queja contra ti, Delegado".
"...."
La sonrisa de Yu Rui se tensó: "Entonces volvamos a la pregunta original, ¿qué es lo que realmente quieres, Xie Li?"
"Lo que quiero". Sonrió Xie Li: "Es demasiado".
"Entonces haré lo posible para cumplirlo".
El ceño de Xie Li se agitó.
Unos segundos después levantó la cabeza, con mirada profunda e insaciable, recorriendo cada centímetro de la apariencia de Yu Rui hasta que éste se sintió visiblemente incómodo por la mirada y lo miró con el ceño más fruncido.
Xie Li dio un largo y silencioso respiro y volvió a reír: "Entonces, invítame a comer".
(más bien a comerte ¿no?)
"....."
Yu Rui le miró sin expresión, se dio la vuelta y se alejó.
Xie Li no solo tuvo que desperdiciar su hermosa mañana de sábado, sino que también su tarde. Pensando en ello Yu Rui quería matar al culpable que le seguía.
Juntos regresaron al viejo edificio.
Yu Rui no oyó ningún movimiento detrás de él y se dio la vuelta. Xie Li estaba de pie unos metros detrás de él, mirando el viejo edificio con una ceja levantada.
Yu Rui frunció el ceño: "¿No quieres entrar?"
Xie Li: "¿Aquí es... donde vives?"
"Mm."
"¿Me llevas a tu casa a comer?" Xie Li dijo susurrando.
Yu Rui frunció el ceño.
Tomó en cuenta la posibilidad de que a Xie Li no le gustara esta decisión y se fuera directamente; de hecho, este es también el resultado que Yu Rui más esperaba. Sin embargo, a juzgar por su expresión y su tono en ese momento, ¿cómo se parecía menos al disgusto y más a... excitación?
De repente, Yu Rui se arrepintió de su decisión por alguna razón.
Pero las cosas han llegado a esto, querer hacer retroceder a la gente también es imposible. Yu Rui dejó de preocuparse por el hombre y se giro para caminar hacia el edificio: "Sígueme. No me importa si te pierdes".
Durante todo el camino hacia arriba, Xie Li estuvo inesperadamente callado, Yu Rui originalmente pensó que definitivamente diría algo cuando viera el ambiente dentro del edificio.
Al detenerse frente a la puerta, Yu Rui miró a Xie Li y sacó la llave del bolsillo de su chaqueta para abrir la puerta.
Xie Li preguntó detrás de él: "¿Vives solo?"
"¿Qué pasa?"
"Si es así, sería peligroso dejarme entrar".
Yu Rui se volvió, con los ojos fríos: "¿Estás seguro de que puedes vencerme?"
Xie Li se quedó en silencio y respondió reacio: "No puedo".
"...." La esquina de la boca de Yu Rui se torció, posiblemente burlándose o algo más. Empujó la puerta y entró.
Esa última expresión en la cara de Yu Rui hizo cosquillas en el corazón de Xie Li. Se quedó quieto y miró hacia abajo sin moverse.
Yu Rui entró en el vestíbulo y se inclinó para cambiarse los zapatos. La inclinación de la espalda sacó un hermoso y poderoso arco. La camisa se levantó por el movimiento, y se revelaron la espalda y la cintura de piel blanca y fría.
Los ojos de Xie Li se profundizaron.
"¡Hermano!"
"......"
La mano inconsciente que había levantado se detuvo, y Xie Li levantó los ojos, en medio del salón, justo enfrente de la entrada, una chica con una falda beige estaba nerviosa sobre las viejas baldosas.
(jajajajajaj ¡salvaste al crisantemo de tu hermano justo a tiempo!)
Xie Li dejó caer su mano y levantó una ceja: "¿Tu hermana?"
Yu Rui no se dio la vuelta, se enderezó y entró: "¿No lo sabías ya? Xiao Li, este es un compañero de clase, y hoy va a comer con nosotros. Vuelve dentro y haz tus deberes primero, te llamaré cuando la comida esté lista".
La chica asintió y miró hacia Xie Li. Obviamente estaba un poco asustada, su voz era mucho más fina: "Hola, hermano mayor".
Xie Li se cambió los zapatos y entró: "Qué bien te comportas, no como tú, Delegado".
"...."
Yu Li no quería molestar más a esta persona, Yu Rui sólo le palmeó la espalda, pero vio que Xie Li sacó una caja rectangular de la nada.
La caja era azul oscuro, cubierto con una capa de terciopelo; tiene un aspecto muy bonito.
Cuando Xie Li se acercó a Yu Li, ya había abierto la caja para sacar el contenido. Se puso en cuclillas y miró a la chica: "Xiao Li, ¿verdad? Este es el regalo que tu hermano me pidió que te comprara, mira, ¿te gusta?"
La pequeña se quedó boquiabierta y no pareció reaccionar. Después de unos segundos volvió a la realidad, sus mejillas se sonrojaron y miró con inquietud la hermosa pulsera antes de girar la cabeza para mirar a Yu Rui.
Yu Rui también miró hacia atrás: "Xie Li, tú..."
"¿No lo acordamos el otro día?" Xie Li se dio la vuelta, sonriendo.
Yu Rui se congeló.
["Siento no haberle dado las buenas tardes a mi hermana. Le llevaré un regalo de disculpa la próxima vez".].
[Es mi hermana, no tu hermana. Y no te dejaré verla].
Aún así, sigue siendo algo que no acordó.
Yu Rui desvió su mirada y vio que Yu Li miraba el brazalete con gusto.
Se había olvidado que Yu Li había llegado a una edad en la que empezaba a prestar atención a su apariencia y a su forma de vestir, y era normal que le gustaran estas cosas. Él, siendo el hermano mayor, nunca parecía pensar en ello de esa manera.
Yu Rui suspiró suavemente en su corazón y miró a Yu Li suavemente: "Xiao Li puede tomarlo si le gusta, pero dale las gracias al hermano Xie Li".
Todavía un poco inquieta, Yu Li preguntó a Yu Rui en voz baja: "¿Puedo aceptarlo?"
"Por supuesto". Las palabras fueron respondidas por Xie Li, que cogió la fina muñeca de la chica y la ayudó a ponérsela.
"Gracias, Hermano Xie Li." Yu Li se enrojeció.
Xie Li se levantó y sonrió perezosamente mientras miraba a Yu Rui: "Tu hermano me pidió que lo comprara, así que dale las gracias también".
Cuando Yu Li volvió a su propia habitación, Yu Rui miró a Xie Li: "¿Cuánto...?"
"No preguntes cuánto es, y no intentes devolvérmelo. Lo compré en la calle, no lo recuerdo".
".... ¿cuándo lo compraste?"
"¿El día después de llamarte?"
Yu Rui dijo con un tono complicado: "Estabas muy seguro de que te dejaría ver a mi hermana".
"Intuición".
Yu Rui no pudo evitarlo y se fue hacia la cocina: "Espera en el salón, no tardaré mucho... ¿por qué me sigues?"
"Por curiosidad". Xie Li asomó la cabeza por detrás y miró a Yu Rui de arriba abajo: "¿De verdad sabes cocinar?"
Yu Rui se enfureció por la mirada y quiso echar al hombre, pero se contuvo por la rara felicidad de Yu Li. Empujó la cabeza peluda que se acercó demasiado.
"¿Por qué no lo compruebas?"
"Tsk". Al oler el familiar aroma a jabón del adolescente, Xie Li no pudo evitar sonreír un poco perversamente. Dio dos pasos atrás y se apoyó en la pared: "Qué virtuoso.... Delegado".
Yu Rui era demasiado perezoso para prestarle atención.
Se puso delante del fregadero y enjuagó los platos del desayuno. Las mangas de la camisa blanca estaban subidas, y los largos y fuertes nudillos estaban doblados formando hermosos arcos bajo el agua.
Mientras fregaba, el sonido del agua se hizo más lento, y los movimientos de Yu Rui disminuyeron.
Tras unos segundos más, se detuvo y cerró el grifo.
El adolescente no levantó la vista, con los ojos aún bajos. A la luz que se filtraba por su costado, sus largas y finas pestañas estaban bien definidas.
El último plato se limpió y se guardó.
".... ¿has visto suficiente?"
Xie Li retiró lentamente los ojos y bajó la cabeza, conteniendo una risa baja y grave en su garganta.
Yu Rui se dio la vuelta con el ceño fruncido. Sacó un paño y se secó las manos.
"Puede que necesites que te revisen los ojos en el hospital".
"...."
O el cerebro.
Xie Li se rio y aprovechó que el joven pasaba por delante de él para detenerlo con un gesto y una inclinación de cabeza: "¿Sospechas que estoy enfermo?"
"Sin duda". El adolescente levantó la vista, sonrió suavemente y puso el paño húmedo en la cara de Xie Li.
La voz de Yu Rui volvió a sonar más gélidamente: "Estoy seguro".
Con el paño medio húmedo en la cara, Xie Li no se enfadó, sino que sonrió.
Yu Rui pasó por delante de él con una cara fría.
Xie Li levantó la mano, cogiendo el paño que cayó a medio camino en el aire, recogiéndola en su palma y apretándola lentamente.
Miró el reflejo en el cristal de la ventana opuesta, la espalda recta, esbelta y delgada del adolescente.
Tras unos segundos, Xie Li volvió a reír.
Con un cierto crujir de dientes y una energía perversa: "También creo que... estoy muy enfermo".