UN CABALLERO EN UNIFORME ESCOLAR

CAPITULO 33: "DEMASIADO EMOCIONANTE, ¿NO ES ASI, DELEGADO?"

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"¡Little pear!"

Yu Rui ya se sintió mal cuando vio a Yu Li arrastrando a Xie Li, pero desgraciadamente llegó un paso demasiado tarde para detenerla. Yu Li terminó de hablar con el viejo sacerdote taoísta con entusiasmo antes de oír la voz de su hermano llamándola.

"¿Hermano?"

Yu Rui hundió ligeramente las cejas y se adelantó para tomar la mano de Yu Li: "¿Has olvidado lo que te he enseñado?"

Yu Li parpadeó y, al cabo de unos segundos, sus ojos se volvieron ligeramente rojos y bajó la cabeza con agravio.

El viejo sacerdote taoísta se había detenido torpemente, pero cuando vio que la niña estaba a punto de llorar, no pudo soportarlo: "Los niños no saben qué hacen, no seas malo con ella. Aunque el antiguo signo taoísta es un signo matrimonial, también puede utilizarse para calcular el amor fraternal y demás. Lo haré gratis"

Yu Rui se contuvo: "Él y yo no somos hermanos, no estamos emparentados por sangre".

"¿Eh?" El viejo sacerdote taoísta se quedó atónito: "¿No lo llamó la niña hermano también?"

"... sólo compañeros de clase".

"Oh oh, compañeros de clase ah" El viejo sacerdote taoísta después de pensarlo, solo pudo morder la bala y dijo: "La afinidad en la relación de amigos también cuenta".

Yu Rui: "No, nosotros..."

"Adelante". Una voz entrecortada por la risa interrumpió las palabras de Yu Rui.

Yu Rui frunció el ceño y giró la cabeza, vio que Xie Li se inclinaba y le ponía la mano izquierda en el hombro: "No te enfades tanto, Delegado".

Yu Rui frunció el ceño: "No creo en esto".

"Si no lo haces, entonces no importa".

"Tú..."

"¿O es que..." Xie Li se inclinó de repente hacia adelante y se rio en el oído de Yu Rui: "... no puedes permitirte jugar, Delegado?"

Yu Rui lo miró indiferente.

Xie Li bajó la voz: "En la clase antes, ¿quién fue el que me dirigió palabras crueles, diciendo que veríamos quién huiría como un perro al final?"

Yu Rui miró a Xie Li unos segundos sin expresión, y de repente las comisuras de su boca se curvaron ligeramente y sonrió débilmente: "Bien".

Xie Li se enderezó lentamente: "¿Qué información necesitas?"

El viejo sacerdote taoísta reaccionó al ver que era una pregunta para sí mismo y dijo: "La fecha de nacimiento y los ocho caracteres".

Yu Rui guardó silencio un tiempo y dijo su año, mes, día y hora de nacimiento. Después de que el viejo sacerdote taoísta lo escribiera, su mirada se dirigió a Xie Li.

Xie Li levantó las cejas: "El año, el mes y el día son conocidos, la hora no".

Yu Rui le dio una mirada.

Xie Li pareció darse cuenta y dijo tranquilamente: "A mi madre no le importó, y seguramente nadie lo recuerda. ¿Qué tal si cambiamos los números por otra cosa?"

Era la primera vez que el viejo sacerdote taoísta veía a un cliente tan casual y dudó antes de preguntar: "¿Qué número debo cambiar?"

"¿Qué tal un número de la suerte?"

".... ¿?"

Xie Li se puso en cuclillas, "xx4546, toma lo que quieras de ahí".

El viejo sacerdote taoísta estaba aún más desconcertado y sólo pudo asentir con rigidez: "¿Los dos primeros entonces?"